Al Ándalus: la conquista musulmana de la Península Ibérica
En el reino visigodo existía una crisis por la lucha del poder monárquico, por lo que las tropas musulmanas (árabes y beréberes) en el año 711 iniciaron la conquista de la península ibérica dirigidos por el beréber Tariq que derrotaron en la batalla de Guadalete (711) al último rey visigodo: Roderico (Rodrigo).
En apenas tres años los musulmanes consiguen conquistar la mayor parte de tierras hispánicas sin oposición con excepción de la zona cantábrica y pirenaica. La violencia puede explicar la rapidez de la conquista.
El Emirato dependiente (714-756) tenía como gobernadores a los walíes, llegando a haber 23. La capital se traslada de Sevilla a Córdoba en el 717 e intentan proliferar al norte de la Península, pero son derrotados por los astures en Covadonga (722) y penetran en suelo franco donde sufren un golpe ante el ejército de estos y supone el fin de la expansión árabe musulmana en Europa.
El Emirato independiente (756-929) surge por la batalla de los Omeyas de Damasco, donde Abd-al-Rahman I consigue escapar vivo hacía Al-Ándalus donde acaba con la dependencia política de los califas abasíes, fija la capital en Córdoba e inicia la tarea de crear un estado independiente con un ejército, ingresos económicos y sofocar las posibles revueltas de los enemigos.
Años más tarde, Abd-al-Rahman III decide proclamarse Califa y por lo tanto se inicia la etapa del Califato de Córdoba (929-1031) y confluye el poder religioso y político. El Califa vivía en el alcázar de Córdoba, pero mandó construir Medina Azahara donde residiría y sería el centro del poder político de Al-Ándalus. En las últimas décadas del siglo X, Almanzor se hizo con el poder efectivo en Al-Ándalus; ejercía el cargo de hachib, una especie de primer ministro. El califa de la época no ejercía el poder político. Almanzor, que basó su poder en el Ejército, organizó terroríficas campañas contra los cristianos del norte peninsular. Su muerte en año 1002 inició el proceso de descomposición política (fitna) que llevó al fin del Califato en el 1031.
Al Ándalus: reinos de taifas. Reino nazarí
Las taifas son pequeños reinos (27) en los que se dividió el califato de Córdoba. Es una ventaja para los cristianos ya que estas se muestran sumisos hacia ellos ya que les entregaban unos tributos llamados parias.
Mientras tanto, el avance de la reconquista cristiana culmina con la conquista de Toledo en 1085, que fue un duro golpe para los musulmanes de Al-Ándalus llamando así al imperio almorávide para pedir ayuda que llegaron el 1086. Se caracterizan por su rigor religioso, y acaban con los reinos de taifas, unifican poder político en Al-Ándalus y frenan el avance de los cristianos hacia el sur. Destacan el éxito en las batallas de Sagrajas (1086) y de Uclés (1108).
A mediados del siglo XII Al-Ándalus recae y surgen los Segundos Reinos de Taifas. Los almohades vienen a la Península sin ser llamados y hacen frente a los cristianos con éxitos como el de Alarcos (1195), consiguen unificar Al-Ándalus, pero este intento fracasa por la derrota ante los cristianos en las Navas de Tolosa (1212) y lleva de nuevo a la fitna.
Las España musulmana queda reducida al reino nazarí de Granada (1250-1492) gobernado por los Nazaríes: mantuvo independencia, pactos con benimerines, recogió a otros andalusíes, agricultura de regadío y seda… Pero conquistada por los Reyes Católicos en 1492.
Al Ándalus: economía, sociedad y cultura
La economía se basaba en la agricultura con prácticas del regadío e incluía novedades como la noria y las acequias, cultivaban la triada mediterránea en grandes latifundios e introdujeron nuevos cultivos como el arroz.
También se basaba en ganadería con un desarrollo de la apicultura, ganado ovino y equino y también basada en la producción artesanal principalmente textil, trabajos de piel y cuero, la cerámica artística (azulejos) y el vidrio.
Vivían también del comercio interior que se desarrollaba en el zoco, con bazares y alhóndigas y el exterior donde había exportación (sobre todo agrícola) e importación de productos del Próximo Oriente, uso del dinar y el dírhem como moneda.
La mayor parte de la sociedad vivía en medio rural, aunque hubo un desarrollo de las ciudades como la de Córdoba y se crearon otras como Almería y Madrid.
En la cúspide de la sociedad estaba la aristocracia (jassa) con mayor porcentaje de familias árabes, clase popular hispanos visigodos (mozárabes y muladíes) aunque también había visigodos (amma) formada por artesanos, labriegos y modestos.
También en la sociedad había judíos (oficios como el de médico), esclavos e inferioridad de la mujer. Gracias a la prosperidad económica, contacto con el mundo musulmán que transmite elementos griegos e hindúes del pensamiento y ciencia.
La expansión del árabe y la peregrinación a la Meca hace que los geógrafos creen los libros de viajes. Gran libertad intelectual con poetas en Sevilla, grandes figuras de la medicina y la filosofía (Abentofail, Averroes y Maimónides), desarrollo de la literatura, ciencia y arquitectura (la mezquita de Córdoba).