Historia de Al-Andalus: Política, Sociedad, Cultura y Arte

La Península Ibérica en la Edad Media: Al-Andalus (VIII-XIII)

La Tierra y la Sociedad

La tierra era un símbolo de riqueza. La sociedad estaba formada por población libre y esclava. El orden corría a cargo de los senadores y grandes propietarios. En religión, el cristianismo fue la mayoritaria y fue un factor importante en la romanización.

Crisis del Siglo III

Durante el siglo III, el Imperio Romano vivió un periodo de crisis que afectó a la política, economía y sociedad. Hubo varias guerras civiles y la vida en las ciudades se fue languideciendo, por lo que la gente volvió a sus villas. Este proceso se le llama ruralización. La moneda también se fue devaluando, lo que provocó que el comercio se hundiese.

La Hispania Visigoda

Los pueblos bárbaros aprovecharon la debilidad de los romanos y entraron en la península por el norte. Entre estos estaban los visigodos, que llegaron a España para ayudar a los romanos, consiguiendo echar a los pueblos que habían penetrado.

El Reino Visigodo

Estaba basado en la herencia romana y la herencia germana. La política de unión se inició con Leovigildo, que lo primero que hizo fue derogar una ley que prohibía el matrimonio entre godos e hispanorromanos, así inició la unificación territorial. Recaredo inició la unión religiosa.

Las instituciones gubernamentales eran la asamblea de hombres libres, donde residía el poder. El rey tenía amplios poderes y era ayudado por el Aula Regia y el Consejo del Rey. En cuanto a la cultura, quedó reducida al ámbito religioso. En artes, destaca la arquitectura y destacan también los trabajos en orfebrería, como las coronas.

La Evolución Política (711-1031)

Los musulmanes entraron en España en el año 711, aprovechando la dura pugna por el control que mantenían los visigodos. Los musulmanes derrotaron a los visigodos en la batalla de Guadalete, donde murió Don Rodrigo, el último rey visigodo. En tres años conquistaron la mayor parte de la península.

Emirato de Córdoba

En la España visigoda surgió una nueva provincia que fue Al-Andalus. Los musulmanes realizaron muchas incursiones por el norte de la península, pero fueron derrotados por los astures, por lo que ocuparon todas las llanuras semidesérticas de la cuenca del río Duero. El centro de poder del Emirato estaba en Córdoba.

El Califato de Córdoba

Un importante paso fue el fortalecimiento de Al-Andalus en el año 929, cuando Abderramán III se proclamó califa. Con ello, consiguió pacificar Al-Andalus. Se enfrentó a la corriente fatimí, mantuvo relaciones amistosas con el emperador de Bizancio y con el Sacro Imperio Romano Germánico. El califa vivía en Córdoba. A este le sucedió su hijo, que protagonizó una época de paz con los cristianos del norte. En las últimas décadas del siglo X, Almanzor se hizo con el poder y organizó terroríficas campañas en el norte contra los cristianos.

El Declive Político

Al desaparecer el Califato de Córdoba, aparecen pequeños reinos llamados taifas. Estos estaban dirigidos por militares. En 1085, Toledo pasa a manos del rey de Castilla, Alfonso VI. Esto supuso un declive para las taifas, que fue aprovechado por los almorávides, que procedían del norte de África, para acabar con ellas y unificar sus territorios. Pero los almorávides vuelven a caer y surgen los segundos reinos de taifas. Poco a poco se fueron introduciendo en la península los almohades y volvieron a unificar todos los territorios en Al-Andalus. Los cristianos hicieron frente y en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) vencen a los almohades, lo que da lugar a los nuevos reinos de taifas. El único taifa que logró sobrevivir fue Granada, las actuales provincias de Málaga, Granada y Almería.

La Sociedad en Al-Andalus

Había una población muy variada, tanto por su origen como por su religión. Los musulmanes eran unos 4 millones de habitantes y llegarían con el tiempo a 5 millones. Los visigodos eran cristianos y con el paso del tiempo algunos se hicieron musulmanes. También había una importante población judía. Solo había tres religiones: la cristiana, la musulmana y la judía.

En cuanto a la política, Abderramán III adoptó el título de califa, que era la máxima autoridad. Por debajo del califa estaba el Hachib, que era una especie de primer ministro, y por debajo, como ministros, estaban los visires. La justicia corría a cargo de los cadíes. Su sistema de recaudación de impuestos fue muy importante.

En agricultura y ganadería introdujeron grandes innovaciones, como por ejemplo el regadío y el impulso dado a la cría de animales. Los principales cultivos fueron los cereales, la vid y el olivo.

En industria fue importante la textil y la fabricación de cerámica, armas y la utilización de la madera de los bosques. En el comercio acuñaron dos monedas, una de oro y otra de plata. El comercio se hacía en el zoco de las ciudades. Mantuvieron también un intenso comercio exterior.

Organización Social

La mayoría de la población vivía en el campo, aunque las ciudades tuvieron gran importancia. La más importante fue Córdoba, con casi 100.000 habitantes. En la ciudad se podían distinguir las siguientes partes:

  • La Medina: Centro de la ciudad donde estaba la Mezquita y era el centro administrativo.
  • La Alcazaba: Era una fortaleza situada junto a la medina.
  • La Alcázaría: Era un mercado de artículos de lujo.
  • La Madraza: Era la universidad donde se impartía el Corán.
  • El Zoco: Era el mercado.
  • Los baños: Que había por toda la ciudad.
  • El Harat: Que era el barrio de los mercaderes y artesanos.

La Cultura y el Arte

Al-Andalus mantuvo un estrecho contacto con todo el mundo musulmán y fue la vía a través del cual se difundió la cultura clásica a la cristiandad europea.

En el arte hay que destacar la Mezquita de Córdoba, cuya función era estar destinada a la oración. En cuanto a sus características destacan el empleo de materiales como la madera, el yeso o el ladrillo y por dar más interés al interior que al exterior. Otro monumento digno de destacar es el Palacio de la Alhambra, que funcionaba como residencia de emires y destaca por la conjunción entre la arquitectura y el entorno natural.