Historia de España: Constituciones, Restauración y Crisis del 98

1812: Extensa, 384 artículos, repartidos en 10 títulos. Principales características:

  • Principio de soberanía nacional.
  • Monarquía parlamentaria.
  • División de poderes.
  • Cortes, como representación de la voluntad de la nación, con amplios poderes: elaboraban las leyes, decidían sobre la sucesión de la Corona, etc.
  • Sufragio universal masculino.
  • Derechos fundamentales del individuo: igualdad ante la ley, inviolabilidad del domicilio, libertad de imprenta, educación elemental.
  • Religión católica como la única oficial y se prohíbe la práctica de otra.

1837:

  • Brevedad (tiene tan sólo 13 títulos y 77 artículos, lo que la convierte en mucho más escueta que la de Cádiz).
  • De tipo liberal aunque tiene tendencia progresista.
  • Soberanía nacional, contempla la existencia de soberanía compartida entre el rey y las Cortes, puesto que en ella se dice que el poder legislativo corresponde a las Cortes con el rey. Así, la monarquía queda configurada como un auténtico poder moderador.
  • Prototipo de Monarquía Constitucional como eje del sistema político.
  • Bicameral: Congreso de Diputados (elección directa y sufragio censitario) y Senado (elegidos por el Rey entre ternas propuestas por los electores). El Rey nombra a sus ministros, pero estos podrían ser objeto de censura por las Cortes, lo que obligaba a la Corona a inclinarse por la mayoría parlamentaria.
  • Cierta tolerancia religiosa y no hay confesionalidad del Estado.
  • Se creará la Milicia Nacional.

1845:

  • Rechaza la soberanía nacional, sustituyéndola por soberanía compartida entre Corona y Cortes.
  • Confesionalidad católica del Estado, compromiso de mantener el culto y clero.
  • Bicameral:

El Senado:

  • El Rey nombra Senadores; art 15, la designación regia recae en españoles entre: altas categorías de la administración, el ejército, la Iglesia y las personas que hayan ocupado cargos políticos, y poseer determinados bienes y rentas.
  • Art 17, la condición de Senador era vitalicia.

Congreso de Diputados:

  • Elegidos por cinco años. Se limitó el derecho de voto a los contribuyentes que pagasen 400 reales, reduciendo el número de electores al 1% de la población.
  • La Corona tenía el poder de disolver el Congreso, con la obligación de volver a convocarlo en el plazo de 3 meses.
  • Suprime el “poder judicial” y limitan las garantías de autonomía de los tribunales, suprime la Milicia Nacional.
  • Dominio de la Corona sobre las demás instituciones: poder de nombrar y separar libremente a los ministros. La Reina nombra jefe de gobierno al político que prefiere.

1869:

  • Extensa regulación de derechos fundamentales y libertades públicas (se aprueba la inviolabilidad del domicilio, derecho al voto, sufragio universal, derecho de reunión y asociación. Estos derechos serán limitados y servirán para ilegalizar a la AIT años después).
  • Soberanía nacional.
  • Monarquía democrática.
  • Monarquía como forma de Estado, monarquía democrática y parlamentaria, con competencias limitadas para el Rey.
  • Libertad de cultos y el compromiso de mantener el culto y clero católicos, contra republicanos.
  • Centro del poder en las Cortes (bicamerales): Congreso de los Diputados (elegido por sufragio universal y directo en razón de un representante por cada 40.000 personas y los candidatos no precisan más condiciones que la de ser elector. Esto permite el acceso al poder político a todas las clases sociales) y Senado.
  • Compromiso de regular la situación de las colonias de ultramar (llegaba tarde pues la guerra independentista había estallado en Cuba).
  • Regula con criterio democrático las diputaciones y ayuntamientos, la hacienda, el ejército.

1876 (+longeva):

  • Soberanía compartida entre Cortes y Corona, amplias prerrogativas de la Corona (derecho de veto, potestad legislativa compartida con las Cortes y control del poder ejecutivo).
  • Sufragio censitario, a partir de 1890 es universal (masculino).
  • Cortes Bicamerales: Congreso de los Diputados (elegidos por cinco años, pudiendo ser reelegidos indefinidamente) y Senado (designación real, cargo vitalicio, senadores por derecho propio y mayores contribuyentes). Era competencia de las Cortes discutir y aprobar las leyes.
  • Estado centralista.
  • Confesionalidad católica del Estado y se optó por la tolerancia del Estado confesional con otros cultos no católicos.
  • Amplia declaración de derechos (seguridad personal, inviolabilidad del domicilio, y de la correspondencia, libertad de residencia, de expresión y de enseñanza y derechos de reunión y asociación) cuya concreción se remite a leyes ordinarias que tendieron a restringirlos.

Oligarquía: formada por dirigentes políticos de ambos partidos. A su servicio estaba el cacique, persona de gran poder económico en la comarca o pueblo, y éste empleaba su poder para dominar políticamente a los habitantes de su zona de influencia. La coerción del electorado era realizada por los caciques.

Caciquismo: sobre todo en zonas rurales. Grandes propietarios con cargos municipales, por lo que controlaban el trabajo, los sorteos de quintas, el reparto de contribuciones y los trámites, con los que chantajeaban a la población. Dinámica de la manipulación electoral: una vez decidido el cambio por los dos partidos dinásticos, el ministro de la Gobernación elaboraba la lista de los candidatos encasillados enviándola a los alcaldes y caciques para que garantizaran su elección por los métodos citados.

Desamortización: proceso político y económico por el que el Estado convierte en bienes nacionales aquellas propiedades amortizadas de las entidades civiles y eclesiásticas. Para ello, se promulgan leyes para desvincular los bienes la nobleza, Iglesia y municipios, se nacionalizan los bienes en manos muertas y posteriormente se venden en subasta pública (el Estado obliga a sus propietarios a vendérselos) y se privatizan (el Estado recibe un beneficio que servirá para solucionar los problemas de deuda o hacienda).

1788 Carlos IV. 1792 Godoy (ministro). 1789 Revolución francesa. 1807 Tratado de Fontainebleu. 17 Mar 1808 Motín de Aranjuez. 7 May 1808 Abdicaciones de Bayona. 18 Jul 1808 Batalla de Bailén. 1808-1814 Guerra de Independencia (1ª fase (mayo-finales 1808), 2ª fase (fin 1808-fin 1811), 3ª fase (1811-1813)). 1813 Tratado de Valençay. 1833-1840 Regencia Mª Cristina y 1ª Guerra Carlista (1ª fase (1833-1835), 2ª fase (1835-1837), 3ª fase (1837-1840)). 1834 Estatuto real. 1836 Desamortización de Mendizábal. 1840-1843 Regencia Espartero. 1843-1868 Isabel II. 1844-1854 Década moderada. 1854-1856 Bienio progresista. 1855 Desamortización de Madoz. 1856 Constitución non nata. 1856-1868 Unión Liberal y Moderantismo. 1856-1863 O´Donnell. 1863-1868 Narváez. 1866 Pacto de Ostende. 1868 Revolución Gloriosa. 1868-1874 Sexenio Revolucionario. 1869-1870 Gobierno provisional. 1871-1873 Monarquía de Amadeo. 1873-1874 1ª República (Figueras, Pi y Margall, Nicolás Salmerón, Castelar). 1874 Golpe de Estado por general Serrano. 1874 Manifiesto de Sandhurst. 1855 Pacto del Pardo. 1878 Paz de Zanjón. 1868 Grito de Jara. 1879 PSOE. 1895 Manifiesto de Morte-Christi. 1896 Valeriano Weyler. 1897 General Ramón Blanco. 1898 Acorazado Maine. 1898 Tratado de París.

Generación del 98: Unamuno, Baroja, Valle Inclán, Azorín.

El Turnismo

El turnismo se basaba en la existencia de dos grandes partidos políticos dinásticos (Liberal y Conservador) que coinciden en: defensa de la Monarquía, Constitución de 1876, la propiedad privada y la consolidación del estado liberal, unitario y centralista. Los diferencian algunos matices políticos y su base social. Esta alternancia se basaba en la manipulación de los resultados electorales en el sentido acordado por ambas formaciones (turnismo pacífico), utilizando para ello los mecanismos caciquiles y la posición dominante del partido en el poder.

El procedimiento era: convocadas las elecciones, el ministro de la gobernación realizaba el “encasillado”, decidían los diputados que iban a ser elegidos por cada circunscripción electoral. A continuación, el gobernador civil de cada provincia manipulaba las elecciones, previo acuerdo con los caciques comarcales y municipales, estos tenían métodos variados:

  • Chantaje, prometían ciertos beneficios (carreteras, estación de ferrocarril, etc.) a cambio del voto por el candidato adecuado.
  • Extorsión directa, voto a cambio de determinados favores (conseguir empleo, una recomendación, contratación de los jornaleros del término municipal,…) o reparto de puros o vasos de vino.
  • Inflado del censo electoral con la inclusión en el mismo de los difuntos.
  • Pucherazo o cambio de urnas (se hacía a puerta cerrada y custodiado por la Guardia Civil).
  • La amenaza o la violencia sobre grupos dispuestos a no secundar las indicaciones del cacique (actuaciones del llamado partido de la porra).

Desamortización

Desamortización: proceso político y económico por el que el Estado convierte en bienes nacionales aquellas propiedades amortizadas de las entidades civiles y eclesiásticas. Para ello, se promulgan leyes para desvincular los bienes la nobleza, Iglesia y municipios, se nacionalizan los bienes en manos muertas y posteriormente se venden en subasta pública (el Estado obliga a sus propietarios a vendérselos) y se privatizan (el Estado recibe un beneficio que servirá para solucionar los problemas de deuda o hacienda.)

Consecuencias de las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz:

a) Económicas:

  • Aumento de la producción agraria.
  • Desmanteló la propiedad de la Iglesia (aunque esta siguió influyendo en las mentalidades y la educación).
  • Acentuó el latifundismo en Andalucía, La Mancha y Extremadura, y el minifundismo en el norte. Se creó una élite terrateniente.
  • No hubo los resultados financieros esperados porque a veces los pagos llegaban tarde y desvalorizados. No se resolvió el problema de la deuda, aunque, como las nuevas tierras tributaban, la Hacienda aumentó algo sus ingresos.
  • Los municipios entraron en crisis ya que perdieron su principal financiación.

b) Sociales:

  • No se consiguió crear una clase media agraria. Muchos campesinos se quedaron sin tierras y pasaron a ser jornaleros.
  • Se consolidaron y enriquecieron las clases medias urbanas.
  • Se crearon problemas para las clases bajas porque la beneficencia (antes ocupada por la Iglesia) desapareció.

c) Políticas:

  • Propició la formación de grupos defensores de la causa liberal.
  • Surgieron también enemigos, sobre todo la Iglesia y los afines a esta. España seguía siendo profundamente católica.

d) Culturales:

  • Se produjo un expolio de bienes culturales de la Iglesia. Muchas obras fueron abandonadas o vendidas al extranjero.
  • Se cambió el modelo de ciudad. Estas crecieron y se crearon barrios burgueses.

La Restauración

Restauración: ideado y ejecutado por A. Cánovas del Castillo (p. Conservador) con la ayuda de Sagasta (p. liberal). Principios:

  • Vuelta de la dinastía Borbónica y la superación de la inestabilidad política del Sexenio Revolucionario y la consecución de la pacificación política y social del país.
  • Era necesario realizar una síntesis entre lo viejo y lo nuevo, lo que él llamaba “constitución interna” de un país y los ideales progresistas del sexenio. Constitución interna formada por una serie de principios políticos esenciales: monarquía, propiedad, libertad y gobierno (rey y Cortes).
  • Civilismo frente a militarismo, poder civil superior al militar porque intenta que la política no fuese manejada por líderes militares como antes y fueran políticos provenientes de la sociedad civil los encargados fundamentalmente (burguesía).
  • Pacto entre las fuerzas políticas (en realidad fue un bipartidismo).

Reinado de Alfonso XII y Regencia de María Cristina

Reinado de Alfonso XII y María Cristina: reinado de Alfonso XII (1875-1885) y la Regencia de María Cristina (1885-1902). En todo esto el turnismo funcionó con toda regularidad, entrando en crisis a partir de 1898.

  1. Gobierno Conservador (1875-1881): bases del nuevo régimen gracias a la Constitución de 1876 y al fin de las guerra de Cuba (1878, Paz de Zanjón) y 3ª guerra carlista (1876).
  2. Gobierno Liberal (1881-1884): se fracasa en la aplicación del ideario reformista liberal. Única reforma destacada: sufragio universal masculino en las elecciones municipales (1882).
  3. Gobierno Conservador (1884-1885): tras acceder de nuevo al poder, los conservadores deben hacer frente a la muerte de Alfonso XII en 1885. Para evitar una desestabilización del sistema ambos partidos firmaron ese mismo año el Pacto del Pardo que suponía el acceso al poder del Partido Liberal y la regencia de María Cristina hasta que Alfonso XIII alcanzara la mayoría de edad.
  4. Gobierno Liberal o “Gobierno Largo” (1885-1890): aplican medidas reformistas como la Ley de Asociaciones (1887), la abolición de la esclavitud (1888) y el sufragio universal masculino para las elecciones generales (1890). La democratización fue en realidad nula por el sistema caciquil y bipartidista.
  5. Cambios constantes en el gobierno (1890-1902): cortos intervalos de dominio liberal, gobiernan casi constantemente los conservadores que deben hacer frente a su crisis interna (asesinato de Cánovas por un anarquista en 1897) y crisis de 1898. La pacificación social fue el principal objetivo de la política interior de la Restauración. Para conseguirlo, Cánovas procuró llegar a un consenso con los principales poderes fácticos: el ejército y la Iglesia.

Fin del Imperio Colonial

Fin del Imperio colonial: Durante el último cuarto del siglo XIX España sufrió la pérdida de los últimos residuos de su viejo imperio colonial frente al empuje irresistible del nuevo imperialismo norteamericano. La pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, significó un durísimo golpe para la opinión pública española, dando lugar a la crisis del 98. La Primera Guerra Colonial estalla en 1868 con el grito de Jara, liderado por Céspedes y termina con Paz de Zanjón en 1878 gracias a la acción de Martínez Campos.

Causas del levantamiento:

El estallido fue causado por dos hechos incuestionables:

  • Inexistencia de una política colonial.
  • El imperialismo norteamericano, necesitado de nuevos mercados donde colocar los excedentes de producción y de capital, fijó su atención en los territorios españoles del Pacífico (Filipinas) y del Caribe (Cuba y Puerto Rico).

Crisis de la Monarquía Constitucional

Crisis de la monarquía constitucional: en 1902 Alfonso XIII fue declarado mayor de edad, el sistema de la Restauración presentaba notables disfunciones y claros síntomas de entrar en una profunda crisis. Pesaba mucho el desprestigio de la práctica caciquil y la farsa electoral, pero mucho más las secuelas del impacto sufrido en la conciencia de los españoles por el “desastre del 98”.

Todo ello favoreció la intensificación del regeneracionismo, movimiento surgido años atrás que defendía la necesidad de “regenerar”, sanar, el cuerpo enfermo de España, desde la economía, la sociedad, las costumbres, hasta el propio sistema político, desvirtuado por los males endémicos del caciquismo y el falseamiento electoral. El regeneracionismo fue un tema cultivado por todos, desde políticos como Francisco Silvela, sociólogos y economistas como Joaquín Costa (oligarquía y caciquismo). Desde 1897, año del asesinato de Antonio Cánovas, el sistema por él ideado inicia un proceso de deterioro progresivo. Debido, unas veces, a los problemas suscitados por el fallecimiento de sus principales protagonistas. La muerte de Cánovas es seguida por la de Sagasta. Y debido, otras veces, por la crisis de los partidos, que vacías de contenidos doctrinales, acabaron siendo un desastre debido a los personalismos y luchas de sus dirigentes a nivel interno.

Consecuencias de la Pérdida de las Colonias

Consecuencias de la pérdida de las colonias:

Cuba, además de devastada, arruinada y hambrienta, supuso cambiar de amo: EEUU la convirtió en su protectorado, ocupándola militarmente bajo el pretexto de proporcionarle las condiciones necesarias para su andadura política en solitario. La isla obtenía la independencia política años más tarde aunque mediatizada por la injerencia norteamericana.

Estados Unidos, 1898 marcaba el inicio de una etapa imperialista. Dueños del Caribe, aplicaron la diplomacia del dólar en toda América Latina y el control de Filipinas ponía en contacto al gigante americano con Asia Oriental.

España, el desastre del 98 abrió un debate sobre las responsabilidades de la guerra, el revisionismo político y el regeneracionismo social. Aunque España nunca debió aceptar la guerra, las clases dirigentes no supieron afrontar la impopularidad que hubiera supuesto un enfoque realista de la cuestión.

El 98 marcó, junto con el fin del dominio colonial, la irrupción de la burguesía no integrada en los bloques de poder, de la pequeña burguesía, de los intelectuales y de la clase obrera, en la crítica y en el replanteamiento de España como nación y de las posibles salidas a la realidad sociopolítica del país. En este sentido, los escritores de la generación del 98 (Unamuno, Baroja, Valle Inclán, Azorín,…), aportaron una contribución fundamental. El 98, pues, cerró una etapa y abrió otra nueva para España.

El Tratado de París de 1898

El Tratado de París de 1898 fue un dictado de exigencias norteamericanas que España tuvo que acatar sin posibilidad de réplica, de cuya ratificación fueron excluidos cubanos, filipinos y puertorriqueños. Por este tratado España cedía a los EEUU: Puerto Rico, Islas Guam, Filipinas y reconocía la independencia de Cuba. Más tarde vendió a Alemania: Las Carolinas, Las Marianas y Las Palos.

Guerra Hispano-Americana

Guerra hispano-americana comenzó con el hundimiento del acorazado Maine (1898), fondeado en la bahía de la Habana con la excusa de proteger los intereses norteamericanos en Cuba. La guerra comenzó en abril, después del ultimátum norteamericano que exigía a España la renuncia inmediata a su soberanía sobre Cuba, se desarrolló en dos escenarios alejados entre sí: el Pacífico (Filipinas) y el mar de las Antillas (océano Atlántico (Cuba y Puerto Rico)). Declarada la guerra, la escuadra española de Filipinas, mandada por Montojo, sería aniquilada en la bahía de Manila que, finalmente caería en manos norteamericanas. En cuanto a la escuadra española del Atlántico, salida de Canarias al mando del Almirante Cervera con rumbo a Puerto Rico, hubo de entrar en Santiago de Cuba para proveerse de carbón. Ahí quedó fondeada como consecuencia del bloqueo impuesto por la fuerza naval norteamericana. De este modo, el desembarco norteamericano en Guantánamo provocó un duro enfrentamiento terrestre con las tropas españolas. Éstas fueron aniquiladas en el llamado combate naval de Santiago. A partir de este momento, los acontecimientos se precipitaron: las fuerzas americanas desembarcaron en Puerto Rico y ocupaban la isla.

Guerra de Cuba y Pérdidas

Guerra de Cuba y pérdidas (1895-1898): La guerra se reinicia en Cuba en 1895 bajo el grito de Baire, “¡Viva Cuba libre!”. La insurrección fue protagonizada por un grupo de independentistas liderados por José Martí, cerebro de la insurrección y autor del Manifiesto de Morte-Christi. El gobierno envió al general Valeriano Weyler, militar enérgico y buen conocedor de la isla. Weyler dividió el territorio mediante largas líneas fortificadas al mar, como forma de evitar el apoyo civil a los sublevados. Se entraba así en una guerra larga como consecuencia del envío de armas, municiones y equipamientos varios a los independentistas desde Estados Unidos. Meses después, el presidente de EEUU, Mckinley, amenazaba con la intervención militar si España no accedía a la venta de la isla por 300 millones de dólares, oferta rechazada, tanto por la regente María Cristina como por el gobierno español. Weyler fue sustituido en 1897 por el General Ramón Blanco. El movimiento autonomista criollo se desarrolló en Puerto Rico a partir del descontento generado por la miseria, el analfabetismo y la estructura agraria patriarcal de los cultivadores de azúcar y café, acrecentando la insurrección cubana el sentimiento independentista puertorriqueño. No obstante, las manifestaciones de fidelidad a España fueron constantes. Fue la decisión norteamericana de apoderarse de este territorio como botín de guerra la que decidió el futuro de esta isla. La insurrección filipina tuvo su origen en el descontento de ciertos grupos indígenas con la administración española y con las órdenes religiosas, cuyos intereses materiales parecían prevalecer sobre los apostólicos. Este descontento derivó hacia unos sentimientos independentistas que fueron canalizados por José Rizal.