Historia de España: De la Romanización a la Corona de Aragón

Romanización

La romanización fue un proceso de integración cultural y política de las sociedades indígenas hispanas en el mundo romano. Este proceso fue más intenso en las zonas del sur y del este peninsulares, mientras que fue más débil en las regiones montañosas del norte.

Los principales instrumentos de romanización fueron la difusión de la lengua latina, la actuación personal de los militares, funcionarios y comerciantes romanos, y la adopción de elementos culturales romanos por parte de las sociedades indígenas.

Reconquista y Repoblación

La Reconquista fue un proceso de conquista y repoblación de los territorios ocupados por los musulmanes en la Península Ibérica. Este proceso se inició a principios del siglo VIII y se prolongó hasta finales del siglo XV.

Los cristianos de las montañas y los Pirineos resistieron a los musulmanes y, a partir del siglo XI, pudieron arrebatarles territorios. La Reconquista fue justificada por los cristianos como un derecho a recuperar los territorios perdidos en la época visigoda.

Corona de Castilla

La Corona de Castilla fue el principal núcleo occidental de la España cristiana. Estaba integrada por los reinos de Castilla y León, que se unieron definitivamente en el siglo XIII.

En la Corona de Castilla había territorios con acusada personalidad, como Galicia, los territorios vascongados y los reinos conquistados a los musulmanes.

El autoritarismo regio se reforzó con el Ordenamiento de Alcalá, aprobado por Alfonso XI en 1348. Tras una guerra fratricida, la dinastía de los Trastámaras se estableció en el poder en Castilla.

Corona de Aragón

La Corona de Aragón fue una confederación de reinos que se proyectó hacia el norte de los Pirineos y el Mediterráneo.

La intervención en Sicilia a raíz de las Vísperas Sicilianas fue el comienzo de una intensa actividad militar aragonesa. Las tropas aragonesas ocuparon Cerdeña en el siglo XIV y Sicilia y Nápoles en el siglo XV.

El reinado de Pedro IV el Ceremonioso fue de gran importancia. Tras la extinción de la dinastía reinante, el Compromiso de Caspe eligió como rey de Aragón a Fernando de Trastámara.