Historia de España: Del Carlismo a la Desamortización

Carlismo

Los carlistas eran partidarios de Carlos María Isidro como candidato al trono. Este movimiento estaba formado por el clero, la pequeña nobleza y el campesinado, quienes eran partidarios de volver al antiguo régimen y se identificaban con el ultraismo.

1ª Guerra Carlista (1833-1839)

Se inició con un levantamiento en el País Vasco y Navarra. El general Espartero venció a los carlistas en Luchana. El conflicto finalizó en 1839 con la firma del Convenio de Vergara entre Espartero y el líder carlista Maroto.

2ª Guerra Carlista (1846-1849)

Tuvo lugar durante la década moderada, ya que los carlistas seguían oponiéndose al liberalismo. Se centró en la zona de los Pirineos y en Cataluña, donde se desarrolló la llamada Guerra de los Matiners. El conflicto fue fácilmente sofocado. El origen del conflicto está en el intento fracasado de casar a Isabel II con Carlos Luis de Borbón (su primo).

3ª Guerra Carlista (1872-1876)

Se inició después de haber sido destronada Isabel II durante el periodo conocido como Sexenio Democrático. La llegada de Amadeo I de Saboya desencadenó un levantamiento por parte de los carlistas. El conflicto terminó con la derrota definitiva del carlismo ya durante el reinado de Alfonso XII. Los carlistas se dividieron: unos acabaron reconociendo a Alfonso XII como rey de España, integrándose estos en el sistema, otros siguieron a Nocedal, manteniendo su ideología, creando el Partido Carlista.

Primera República (1873-1874)

Fue el régimen político que hubo en España desde su proclamación por las Cortes, el 11 de febrero de 1873, hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando el pronunciamiento del general Martínez-Campos dio comienzo a la Restauración borbónica en España. El primer intento republicano en la historia de España fue una experiencia corta, caracterizada por la inestabilidad política.

En sus primeros once meses se sucedieron cuatro presidentes del Poder Ejecutivo, todos ellos del mismo Partido Republicano Federal, hasta que el golpe de Estado del general Pavía del 3 de enero de 1874 puso fin a la República Federal proclamada en junio de 1873 y dio paso a la instauración de una República Unitaria bajo la dictadura del general Serrano, líder del conservador partido constitucional. El período estuvo marcado por tres conflictos armados simultáneos: la tercera carlista, la sublevación cantonal en la península Ibérica y la Guerra de los Diez Años en Cuba. La Primera República se enmarca dentro del Sexenio Democrático, que comienza con la Revolución de 1868 que dio paso al reinado de Amadeo I, al que siguió la República, y termina con el pronunciamiento del general Arsenio Martínez Campos en Sagunto que puso fin a la República e inició la Restauración borbónica en España.

Regencia de María Cristina (1833-1840)

Constituye el primer período de la minoría de edad de Isabel II de España durante el cual su madre María Cristina de Borbón asume las funciones correspondientes a la Corona y tiene que hacer frente a la Primera Guerra Carlista desencadenada por los partidarios de Carlos María Isidro -hermano de Fernando VII, que no reconoce la Pragmática Sanción de 1789 que permite que las mujeres puedan reinar y que fue hecha pública por Fernando VII en marzo de 1830. Para contrarrestar a los carlistas, defensores del absolutismo, María Cristina tiene que hacer concesiones a los liberales para que apoyen la causa de Isabel II, lo que desembocará en la Revolución Liberal de 1835-1837 que pone fin al Antiguo Régimen y a la Monarquía Absoluta. Tras el “trienio moderado” y el triunfo del bando “cristino” en la guerra carlista, los progresistas encabezan la “revolución de 1840” que obliga a María Cristina a marchar al exilio, asumiendo la regencia el victorioso general Espartero, que ha respaldado la revolución.

Regencia de Espartero (1840-1843)

Fue el último período de la minoría de edad de Isabel II de España, así llamado porque el general Baldomero Espartero tras el triunfo de la “revolución de 1840” que puso fin a la regencia de María Cristina de Borbón, madre de la futura reina Isabel II, que entonces contaba con nueve años de edad, asumió la regencia en su lugar. Acaba en 1843 cuando un movimiento militar y cívico encabezado por una parte del Partido Progresista y por el Partido Moderado que contaba con los generales afines Ramón María Narváez, Francisco Serrano y Leopoldo O’Donnell obligó a Espartero a marchar al exilio. La coalición antiesparterista decidió entonces proclamar la mayoría de edad de Isabel, en cuanto cumplió los trece años de edad, en octubre de 1843, iniciándose así su reinado efectivo.

Desamortizaciones

Son enajenaciones de bienes en manos muertas, mediante leyes de gobiernos progresistas para privatizar tierras que pasan a manos individuales en subasta pública.

Desamortización de Mendizábal (1836)

Tuvo lugar durante la regencia de María Cristina, se desvincularon tierras de la Iglesia que fueron confiscadas y vendidas en subasta pública. Los objetivos de Mendizábal eran varios: reducir la deuda pública, recaudar dinero para sufragar la guerra carlista y obtener apoyos para la causa liberal. El proceso de desamortización fue lento y no se llegó a concluir.

Desamortización de Madoz (1855)

Realizada durante el bienio progresista. La nueva ley de desamortización, llamada Ley de Desamortización General, desvinculaba todas las tierras de los ayuntamientos, tanto las propias como las comunes. Este proceso fue mucho más rápido y afectó a mayor volumen de tierras. Los ingresos obtenidos se utilizaron para la financiación del ferrocarril.

Consecuencias de las Desamortizaciones

  • La estructura de la tierra no cambió de manera sustancial, ya que la mayor parte de las tierras fueron a parar a manos de antiguos terratenientes y a la burguesía especuladora, consolidándose los grandes latifundios en manos de una auténtica oligarquía.
  • No supuso una reforma social ya que los pequeños campesinos propietarios no pudieron optar a la compra debido al gran tamaño de los lotes.
  • Los efectos sobre campesinos pobres y trabajadores agrícolas fueron muy negativos al desaparecer las tierras comunales.
  • La Corona no obtuvo los ingresos esperados.
  • Los procesos de desamortización en parte retrasaron la industria en España.