1. La Prehistoria y la Protohistoria en la Península Ibérica

1.1 El Paleolítico y el Neolítico

El ser humano actual es fruto de una evolución de más de 1,8 millones de años en África, comenzando con el Homo Ergaster. El Paleolítico, la primera etapa de la Prehistoria, se caracteriza por una economía depredadora y el nomadismo. Se divide en:

• Inferior: Con la presencia del Homo Antecessor y el Homo Heidelbergensis.
• Medio: Con el Homo Neardenthalensis y el Homo Sapiens.
• Superior: Con la especialización en la caza y la aparición de pinturas rupestres naturalistas, como las de Altamira.

Hacia el año 10.000 a. C., un clima más seco y cálido dio lugar al Neolítico. En este periodo destaca el arte rupestre con representaciones humanas, como las de Valltorta (Castellón).

1.2 Los Pueblos Prerromanos y las Colonizaciones

La Protohistoria, periodo de transición entre la Prehistoria y la Historia, abarca desde el primer milenio a. C. hasta la conquista romana. Los pueblos prerromanos, conocidos a través de Estrabón, Apiano y Plinio, fueron:

• Iberos: Con una economía agrícola e influencia griega.
• Celtas: Con una economía basada en la ganadería y dominio de la fundición del hierro.
• Celtiberos: Ubicados en las franjas intermedias de ambos pueblos.
• Tartessos: Destacados por su riqueza minera.

Las colonizaciones históricas fueron realizadas por tres pueblos:

• Fenicios: Expertos en navegación, fundaron puertos como Gades, Malaca, Abdera y Sexi.
• Griegos: Fundaron Malaca, Emporion y Rhode, introduciendo la cerámica, el lino, la vid, el olivo, la moneda y cultos religiosos.
• Cartagineses: Procedentes de Cartago, fundaron Cartago Nova y Akra Leuke (Alicante).

2. La Hispania Romana y Visigoda

2.1 La Conquista Romana y la Romanización

Entre los años 218 y 19 a. C., Roma conquistó la Península Ibérica en varias etapas:

• 218-197 a. C.: Primera Guerra Púnica por el Mediterráneo. Escipión expulsa a los cartagineses.
• 197-29 a. C.: Conquista del interior peninsular.
• 29-19 a. C.: Conquista de Cantabria y Asturias.

La romanización fue el proceso de integración de la cultura romana. Impulsó el desarrollo económico con nuevas técnicas agrícolas, la construcción de villas y la explotación de minas de oro, plata y cobre. En el ámbito cultural, destaca el latín y la fundación de ciudades como Emérita Augusta, Tarraco e Itálica, con obras arquitectónicas como los acueductos. La sociedad se componía de la aristocracia, los ciudadanos, los extranjeros libres, los libertos y los esclavos. Hispania se dividió en siete provincias.

2.2 La Invasión Visigoda y el Reino Visigodo

En el año 409, suevos, vándalos y alanos irrumpieron en la Península. Los romanos pactaron con los visigodos (foedus) para expulsarles a cambio de asentarse en Aquitania, donde fundaron el reino visigodo de Tolosa. Tras la caída de Roma y la batalla de Vouillé en 507, los visigodos fueron expulsados de Aquitania y se establecieron en Hispania, creando el reino visigodo de Toledo. Leovigildo y Suintila expulsaron a suevos y bizantinos, logrando la unificación territorial. Recaredo impulsó la unificación religiosa con el catolicismo. Recesvinto promulgó el Liber Iudiciorum. La monarquía era electiva, el rey se apoyaba en el Aula Regia (órgano consultivo) y el Officium Palatinum (gestión). La cultura se centró en el ámbito religioso.

3. Al-Ándalus y los Reinos Cristianos

3.1 Al-Ándalus: Evolución Política, Economía, Sociedad y Cultura

La conquista musulmana (711) se produjo en un contexto de expansión del Islam y guerra civil visigoda. Tariq ibn Ziyad derrotó a Don Rodrigo, dando inicio a la conquista. Se configuró el Emirato dependiente de Damasco, dirigido por un emir delegado del califa. Abderramán I fundó el Emirato independiente, reorganizando el territorio. Abderramán III rompió lazos religiosos con Bagdad y se proclamó califa, iniciando el Califato de Córdoba. Almanzor, valido de Hisham II, gobernó hasta su muerte. Su familia reclamó el califato, iniciando una guerra civil que en 1031 fragmentó el territorio en reinos de taifas. La división debilitó a los musulmanes, que pagaron parias a los reinos cristianos. La toma de Toledo por Alfonso VI provocó que los taifas pidieran ayuda a los almorávides, quienes derrotaron a Alfonso VI y unificaron las taifas. Los almohades invadieron a los almorávides, estableciendo su capital en Sevilla. Tras la derrota en Navas de Tolosa (1212), se inició su desmembramiento. Los reinos de taifas cayeron en manos cristianas, sobreviviendo solo el reino nazarí de Granada. La economía se basaba en la agricultura (acequias, norias), introduciendo cultivos como arroz, cítricos, algodón, caña de azúcar y azafrán. La ganadería de oveja merina, el comercio, la artesanía (textil, pieles, cerámica, vidrio, papel) y el comercio exterior (exportación de aceite) fueron importantes. La sociedad se dividía en musulmanes y no musulmanes, con esclavos en la base. Córdoba fue un importante centro cultural, destacando la literatura y la ciencia (difusión del sistema numérico).

3.2 Los Reinos Cristianos: Formación, Expansión y Organización

En el siglo VIII, en la franja cantábrica y los Pirineos surgieron los primeros núcleos de resistencia cristiana: el reino asturleonés (consolidado tras Covadonga), el reino de Pamplona (siglo IX), el condado de Aragón (independizado con Ramiro I) y los condados catalanes (unificados por Wifredo el Velloso e independizados por Borrell II). La conquista cristiana tuvo varias fases:

• Siglos VIII-X: Expansión territorial y ocupación del valle del Duero.
• Siglos XI-XII: Separación del califato en taifas y primera expansión cristiana, con la toma de Toledo.
• Siglo XII: Se frena la expansión de almorávides y almohades.
• Siglo XIII: Castilla, Navarra y Aragón obtienen una bula de cruzada y derrotan a los almohades en Navas de Tolosa.

El rey era un noble elegido por otros nobles. La corte le asistía en sus tareas. Los reinos se dividían en condados. En los siglos XII y XIII se configuran las Coronas de Castilla y Aragón.

3.3 Modelos de Repoblación y Organización Social

Durante la Reconquista, existieron dos modelos de repoblación:

• Meseta norte: Presura o aprisio, con iniciativa de los nobles.
• Meseta sur: Dirigida por la monarquía, con repoblación concejil (división en concejos), por órdenes militares (división en encomiendas) y por repartimientos.

La sociedad estamental se dividía en nobleza (por concesión real o linaje), clero (con privilegios y posesiones) y estado llano (grupos heterogéneos).

4. La Baja Edad Media y los Reyes Católicos

4.1 La Baja Edad Media en las Coronas de Castilla, Aragón y Navarra

Los últimos siglos medievales se caracterizaron por una crisis (hambrunas, peste, guerras, conflictos sociales: rebeliones antiseñoriales, movimientos judíos (progromos) y antijudíos, conflictos urbanos y guerras civiles). Las monarquías buscaban fortalecer su autoridad. En Castilla, destacan las Cortes, el Consejo Real (juristas) y la Audiencia o Chancillería (órgano supremo de justicia). Aragón era una confederación de territorios, con el poder real limitado por el Privilegio General. El Justicia Mayor de Aragón defendía las leyes aragonesas. Los municipios contaban con un delegado real, consellers y el Consell de Cent. Navarra, bajo dominio francés, vivió una guerra civil que llevó a la dinastía Foix al trono.

4.2 Los Reyes Católicos y el Descubrimiento de América

El matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (1469) creó una unión dinástica. Se fortalecieron instituciones como el Consejo Real y la Santa Hermandad, y se estableció la Inquisición. Se unificaron las Cortes y se reorganizó el poder con la creación de órganos judiciales y administrativos (audiencias). La conquista de Granada (1492) y el descubrimiento de América consolidaron el poder real e impulsaron la expansión territorial.

5. La Colonización de América

El descubrimiento de América (1492) impulsó la expansión de Castilla y Aragón. Las Capitulaciones de Santa Fe reconocieron los derechos de los Reyes Católicos sobre las tierras descubiertas por Colón. El Tratado de Tordesillas (1494) dividió los nuevos territorios entre España y Portugal. La colonización comenzó en las islas caribeñas y se expandió a México y Perú, con Hernán Cortés y Francisco Pizarro. Se instauró el sistema de encomiendas, con abusos sobre la población indígena. Las Leyes Nuevas (1542) buscaron proteger a los indígenas.