Reconquista (Siglos VIII-XV)
Primera Etapa: Expansión de los Núcleos de Resistencia (Siglos VIII-XI)
Los cristianos consolidan su territorio y avanzan al sur. En el siglo X, el reino leonés alcanzó territorios más allá del Duero, tras la victoria de Simancas.
Segunda Etapa: Conquista de los Valles del Tajo y del Ebro (Siglos XI-XII)
Alfonso VI de Castilla dirigió la conquista de Toledo en 1085, trasladando la frontera al sur del Tajo. Poco después, el Cid conquistó Valencia.
Tercera Etapa: Conquista de los Valles del Guadiana, Alto Júcar y Turia (Siglo XII)
Etapa de reajuste en los reinos cristianos. Se formó la Corona de Aragón por la unión dinástica de Aragón y Cataluña. Poco después consolidaron la frontera en Tortosa y Lérida. La Corona castellano-leonesa experimentó a mediados del siglo XII una crisis política, se separó el reino de Portugal, y en 1157, Alfonso VII dividió el reino: León y Castilla.
Cuarta Etapa: Conquista del Valle del Guadalquivir, Levante y Baleares (Siglo XIII)
Alfonso VIII derrotó al ejército almohade en las Navas de Tolosa (1212), lo que facilitó la conquista de Extremadura por Alfonso IX de León y la conquista de Andalucía y Murcia por Fernando III de Castilla, que además reunificó Castilla y León en 1230.
Quinta Etapa: El Reino Nazarí de Granada (Siglos XIII-XV)
El dominio musulmán quedó reducido al reino nazarí de Granada, vasallo de Castilla hasta finales del siglo XV, que fue conquistado por los Reyes Católicos.
El Legado Cultural: Al-Ándalus
Uno de los aportes más destacados de la presencia musulmana en la Península Ibérica es el referido al ámbito cultural. Los musulmanes trajeron consigo manifestaciones intelectuales y artísticas que provocaron un periodo de esplendor cultural, especialmente destacado entre los siglos X y XIII, que con su carácter islámico y su raigambre oriental, supusieron una ruptura con la pobre tradición visigótica y un enriquecimiento cultural generalizado. Al-Ándalus se convirtió en uno de los grandes focos culturales del mundo. Las principales producciones intelectuales se produjeron en el campo de la filosofía, del derecho, de la historia, de la literatura, de la medicina, de las matemáticas y de la astronomía. No debemos olvidar que en buena medida la recuperación de la tradición grecorromana y el contacto con culturas orientales como la persa y la hindú, penetraron en el occidente europeo de la mano de la cultura andalusí.
Fenicios, Griegos y Cartagineses
Alrededor del año 1.100 a.C. los fenicios llegaron a la península y fundaron colonias, la más importante fue Gadir, la que hoy es Cádiz. A su vez los griegos fundaron sus colonias en el sur y en la costa mediterránea.
Durante las Guerras Púnicas entre Roma y Cartago, los cartagineses invadieron España y conquistaron una gran parte de la península. Sus colonias más importantes las establecieron en la isla de Ibiza y en Cartagena, nombre que debiera hacer referencia a la nueva Cartago.
Romanos y Godos
Después de que Roma hubiera derrotado por completo a Cartago (2ª Guerra Púnica), también invadió sus colonias en España, terminando por conquistar la península casi por completo. Así aparece en la historia la provincia de Hispania, que llegó a formar parte del imperio romano. España absorbe por completo la cultura romana y adopta su lengua latina, el derecho romano, su religión, las calzadas y las construcciones.
En el año 409, cuando comienza la caída del Imperio Romano, tribus godas invaden la península y establecen su reinado en el año 419.
Al-Ándalus y la Reconquista
El dominio de los visigodos duró hasta el año 711, cuando un ejército musulmán, con unos 50.000 soldados, cruzaron el estrecho de Gibraltar, vencieron al ejército visigodo en la batalla de Guadalete. En unos cuatro años terminarían por dominar casi toda la península, convirtiéndose ésta en un emirato, o provincia del imperio árabe, llamada Al-Ándalus. En 756 Abderramán I lo proclamó emirato independiente. Los siglos VIII y XI significarían un creciente poderío musulmán, a pesar de que se forman núcleos de resistencia al Norte de la península. Los territorios conquistados se van arabizando y se independizan políticamente del imperio árabe. En el siglo X Abderramán III se proclama califa, con independencia religiosa, siendo una época de gran prosperidad cultural, gracias a las innovaciones en las ciencias y en las letras y la especial atención que dedicaron al desarrollo de las ciudades. Sin embargo, la decadencia llegó en el siglo XI, cuando comenzaron las pugnas entre las distintas familias reales musulmanas y el califato se desmembró en un mosaico de pequeños reinos taifas. El movimiento de Reconquista se hizo cada vez más fuerte, la primera derrota la tendrían los musulmanes en Covadonga, Asturias, de mano del Rey Pelayo en el año 722, durante estos años, sobre todo tras la decadencia se sucedieron las victorias de los reinos del Norte.
Carlos I
Hereda de su padre Felipe el Hermoso: Borgoña, Austria y la opción al Imperio. De su madre Juana, única hija de los Reyes Católicos: Castilla, Aragón, Navarra, Canarias, América y el Norte de África. Carlos I llegó a España rodeado de un grupo de asesores extranjeros. A la muerte de su abuelo Maximiliano, Carlos marchó a Aquisgrán donde fue coronado como Carlos V.
Política Interior
Mientras tanto en España se producían una serie de altercados. Primero la Revuelta de las Comunidades Castellanas en 1520 y casi al mismo tiempo se producía la Revuelta de las Germanías en Valencia y Mallorca. Finalmente en 1522 los nobles con apoyo de tropas castellanas derrotan a los sublevados.
Política Exterior
- Enfrentamiento con Francia: Derrota de los franceses en la batalla de Pavía (1525). Le sigue el Saqueo de Roma (1527) y la firma de la Paz de Cambrai (1529). La victoria definitiva contra Francia no llegó hasta la Paz de Cateau-Cambresis (1559).
- Enfrentamiento con los Turcos Otomanos: Debido a la piratería por el Mediterráneo. En 1533 se conquista Túnez, pero no soluciona el problema.
- Expansión del Protestantismo: Lutero es apoyado por los príncipes alemanes, dichos príncipes formaron una alianza denominada la Liga de Smalkalda (1531), que fue derrotada en la batalla de Mühlberg (1547). La Paz de Augsburgo no consigue terminar el conflicto.
Finalmente Carlos se retira y divide su herencia entre su hijo Felipe y su hermano Fernando.
Felipe II
Comenzó su reinado en 1556. Los grandes objetivos de su política interior y exterior fueron: La defensa del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía dinástica en Europa.
Política Interior
Tuvo que hacer frente a varias rebeliones internas importantes. Los moriscos eran un problema político y religioso. En 1568 se levantaron contra el trato discriminatorio que sufrían siendo sofocado por Don Juan de Austria en 1570. Posteriormente los moriscos son deportados y se repueblan las zonas afectadas.
Existían problemas entre la administración real y el Justicia Mayor de Aragón. A este se le sumó el caso de Antonio Pérez, perseguido por la Inquisición. Y por último el bandolerismo en Cataluña que enfrentaba a las familias y grupos nobiliarios rivales.
Política Exterior
La escena europea había cambiado y nuevos problemas amenazaban a la monarquía:
- Rebelión en Flandes.
- Conflictos con Inglaterra: Los ingleses derrotan a la Armada Invencible en 1588.
- Enfrentamientos con los Turcos: Alianza entre el papado, Venecia y Felipe II (Liga Santa) y derrotan a los turcos en Lepanto en 1571.
Finalmente el elemento más positivo es la Unión con Portugal, la llamada Unión Ibérica consiguiendo el mayor imperio marítimo.
Conquista y Colonización de América
El descubrimiento de América atrajo a numerosos castellanos a inicios del siglo XVI deseosos de hacer fortuna. Mediante el mecanismo de las capitulaciones, obtenían el permiso de la Corona para explorar y conquistar nuevas tierras. En 1519, Hernán Cortés al frente de 600 hombres emprende la conquista del Imperio Azteca. Aprovechando las rivalidades y creencias indígenas y su indudable valía militar, logra hacerse con el control definitivo de Tenochtitlán, incorporando México a los dominios hispanos. En 1531, Francisco Pizarro, encabezando una hueste de un centenar de hombres, apresa al emperador inca Atahualpa. Aprovechando la guerra civil entre los incas, logra hacerse con el control de Cuzco y extenderlo a la totalidad del Imperio. En 1535, fundará Lima y completa la incorporación de Perú al dominio español. La colonización de América se realizará empleando fórmulas de origen español, como el repartimiento o la capitulación, junto a otras novedosas como la encomienda (cesión de indios a un español como siervos, obligando a éste a su evangelización) o indígenas (la mita, trabajos forzados de las comunidades incas). Las críticas de los misioneros al trato que recibían los indios por parte de los españoles, llevó a las autoridades a abolir la encomienda y proteger legalmente a los indios.
La Crisis de 1640
Es un período (de 1640 a 1649) de revueltas y sublevaciones internas de territorios que pretenden independizarse de la monarquía hispánica de los Austrias, provocada por el intento absolutista y centralizador del Conde-duque de Olivares, que pretendía unificar los diversos reinos peninsulares suprimiendo los fueros y estableciendo la llamada Unión de Armas. Los enfrentamientos se inician en Cataluña (1640) con el Corpus de Sangre en Barcelona, altercado entre un grupo de segadores y funcionarios reales que desembocó en un pacto con Francia, bajo cuya protección se convirtió en República hasta 1652, cuando las tropas reales acaban con la sublevación en Cataluña. Esta revuelta propicia la sublevación de Portugal, cuyas cortes proclaman rey al duque de Braganza (Juan IV) y es reconocido en 1648 como reino independiente en la Paz de Westfalia. En Andalucía se produce una conspiración en 1641 dirigida por el duque de Medina Sidonia para constituir un reino andaluz independiente que fue un fracaso. En 1648 en Aragón se produce una conspiración nobiliar similar encabezada por el duque de Hijar, que solicitó el apoyo de Portugal y Francia, pero fracasó. En 1648 los Países Bajos se proclaman independientes de la monarquía de los Austrias. Las rebeliones son muestra de la crisis general de la monarquía hispánica, y estas, unidas a las derrotas exteriores, marcaron el final de los Austrias en España.
La Ilustración en España
La introducción del pensamiento ilustrado en España fue lenta y tardía. Pese a ello sus características fueron comunes a las del resto de Europa. Fue un movimiento minoritario que criticaba el atraso económico, intelectual y económico de España y que reclamaba reformas modernizadoras para el país. Los primeros ilustrados (Feijoo) denunciaron el atraso cultural, el deficiente sistema educativo y el excesivo peso de la Iglesia; la segunda generación se desarrolla durante el reinado de Carlos III y contará con el apoyo de la Corona. Impulsaron la fundación de Instituciones de carácter científico, de las Academias y de las Sociedades Económicas de Amigos del País y las expediciones científicas que contribuyeron a ampliar el conocimiento en campos como las ciencias naturales, la geografía, la química o la medicina. Algunos ilustrados como Olavide, Campomanes y Jovellanos alcanzarán altos puestos en el gobierno y la Administración.
El Descubrimiento de América
Entre las causas que explican el descubrimiento cabe apuntar el deseo de importar especias y objetos de lujo del Oriente asiático, y los progresos técnicos en navegación. El experimentado marino Cristóbal Colón presentó al rey de Portugal su proyecto de llegar a Asia por la ruta de occidente. Tras ser rechazado, Colón lo presentó ante los Reyes Católicos. Después de varias entrevistas con los monarcas, y a pesar de las dudas de los expertos en abril de 1492 los Reyes Católicos y Colón firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, por las que Colón recibiría el título de Almirante Mayor, y el 10 % de las tierras que conquistase. En Palos de la Frontera, y con la colaboración de Martín Alonso Pinzón, se prepararon tres naves (dos carabelas y una nao) y partieron de ese puerto el 3 de agosto.
Aprovechando los vientos alisios, llegaron a Canarias, donde se avituallaron. Alcanzaron tierra americana en Guanahaní (Bahamas) el 12 de octubre. En ese primer viaje, exploraron también Cuba y La Española. Los Reyes Católicos solicitaron al Papa el reconocimiento de las tierras descubiertas. Poco más tarde se firmaría el Tratado de Tordesillas con Portugal. Colón realizó tres viajes más; en el tercero, alcanzó Sudamérica. Murió convencido de haber llegado a Asia por el oeste. Américo Vespucio fue el primer europeo en ser consciente de que se había descubierto un nuevo continente.
La Crisis del Siglo XI: Los Reinos de Taifas
La muerte de Almanzor fue el principio del fin de al-Ándalus: El reino se fue dividiendo y en treinta años nueve califas se sucedieron en el trono hasta que el califato de Córdoba desapareció en 1031. En su lugar apareció un conjunto de pequeños reinos, los reinos de taifas: Almería, Murcia, Alpuente, Arcos, Badajoz, Carmona, Denia, Granada, Huelva, Morón, Silves, Toledo, Tortosa, Valencia y Zaragoza fueron independizándose. De los 27 iniciales, los más débiles fueron anexionados por los más poderosos y pagaban a los cristianos las parias, unos impuestos. La reconquista iba avanzando y en 1085 los cristianos llegaron a Toledo. Al-Ándalus hubiera sido fácil para los cristianos del norte, de no ser por los refuerzos llegados del norte de África (almorávides y almohades). La derrota de los almohades en las Navas de Tolosa (1212) redujo la España musulmana al pequeño reino de Granada.
Los Austrias del Siglo XVII: Gobierno de Validos y Conflictos Internos
Los últimos Austrias se desentienden del gobierno a través de validos. Desde finales del reinado de Felipe II la monarquía estaba dando señales de debilidad. Determinadas competencias eran asumidas por el valido: supervisa los consejos, maneja los escritos del gobierno y aconseja al rey. Estos eran elegidos por el rey, que confiaba parte de sus tareas a sus amigos. El primer valido es el duque de Lerma, nacido por la ineptitud de Felipe III. Perdió la gracia real, en octubre de 1618. Durante los reinados de Carlos II y Felipe IV, el valido fue el conde duque de Olivares. Felipe IV y Olivares intentaron llevar a cabo una política centralista en los reinos periféricos, por comprometerlos más con los Habsburgo. Las cortes de Barcelona se niegan y Olivares decide llevar la guerra contra Francia por la frontera catalana. La situación estalla en 1640, día de Corpus -por eso se llama Corpus de Sangre– y es iniciada por segadores -por lo que también se denomina la Guerra de los Segadores- En esta guerra civil los catalanes contaron con apoyo francés. La crisis acabó tras la capitulación de Barcelona (1652). Este levantamiento estuvo acompañado por los de Aragón, Andalucía, Nápoles y Portugal. La sublevación portuguesa, con el apoyo francés, inglés y holandés, saldrá adelante. En 1668 se reconoce la independencia portuguesa, quedando como rey Juan IV. Todo esto llevó a la caída de Olivares.
La España del Siglo XVI: La Unidad Ibérica
La anexión de Portugal significó la creación de un gran imperio (Portugal poseía Brasil y territorios en África y Asia), donde nunca se ponía el sol. Los hechos ocurrieron de la siguiente manera: A finales del siglo XVI muere Sebastián I de Portugal sin descendencia. Felipe II era tío del fallecido y descendiente directo de Manuel I de Portugal y reclamó su derecho al trono. La nobleza y la burguesía portuguesa estaba a favor del rey español ya que la unión de los territorios de la península ibérica en un sólo reino traería beneficios económicos. Pero el pueblo portugués no veía clara la anexión a España. Felipe II optó por invadir Portugal. Las tropas castellanas entraron en Lisboa capitaneadas por el Duque de Alba y las Cortes portuguesas proclamaron rey a Felipe II, Felipe I de Portugal, que se comprometió a respetar los fueros, costumbres y privilegios del lugar, así como los cargos de los funcionarios y cargos militares. Se creó un Consejo de Portugal y se suprimieron las fronteras y aduanas con Castilla.
Los Reyes Católicos: La Conquista del Reino Nazarí
La guerra se inició en 1482. Los cristianos partían con ventaja por las desavenencias internas en el reino musulmán. El sitio final de Granada, de abril de 1491 a enero de 1492, terminó con la rendición de Boabdil. La guerra de Granada hizo que se desarrollara el sistema fiscal y la capacidad militar de Castilla. Económicamente fue sufragada por castellanos y aragoneses, constituyendo la primera empresa común de la nueva monarquía. La conquista de Granada ratificó en el poder a los Reyes Católicos y sirvió para reforzar su prestigio. En el contexto internacional, la expulsión de los musulmanes de Granada significaba proteger el Mediterráneo de los turcos.
La Guerra de Sucesión y el Sistema de Utrecht
Carlos II muere sin descendencia. Su sucesor, Felipe de Anjou, fue coronado como Felipe V. Con él llegan al trono los Borbones. Dentro y fuera de España se forma una oposición al nuevo monarca, más partidaria del Archiduque Carlos de Habsburgo: Estallará la Guerra de Sucesión, una guerra civil entre centralistas (Felipe V) y partidarios del modelo foralista de España (Carlos de Habsburgo) apoyado en la Corona de Aragón y Cataluña. Pero también tendrá carácter internacional ya que el ascenso al trono español de Felipe V representaba la hegemonía francesa, lo que llevó a Inglaterra y Holanda a apoyar al austriaco. Felipe V ganó en Almansa, Brihuega y Villaviciosa y, además, Carlos de Habsburgo heredó el Imperio alemán y se desinteresó por España. La guerra concluyó con la firma del Tratado de Utrecht que marca el inicio de la hegemonía británica. En él se reconoce a Felipe V como Rey de España pero renunciando a la corona francesa; los Países Bajos y Nápoles y Cerdeña pasaron a Austria y Saboya a Sicilia; Inglaterra obtuvo Gibraltar, Menorca, el derecho limitado a comerciar con esclavos con las Indias españolas.
Primeros Núcleos de Resistencia
En las zonas montañosas del norte peninsular se formaron una serie de reinos cristianos que fueron consolidándose y expandiéndose hacia el sur hasta acabar con los estados musulmanes. Ese proceso de expansión se conoce como “Reconquista”. La Batalla de Covadonga, que tuvo lugar en torno al año 722, se considera tradicionalmente como principio de la Reconquista y del reino de Asturias. Ya en el siglo X, este reino pasó a denominarse reino de León y en el siglo XI se formó el reino de Castilla. Mientras tanto, en la segunda mitad del siglo VIII Carlomagno favoreció la creación de condados sometidos a vasallaje al sur de los Pirineos. Posteriormente, estos territorios aprovecharon la descomposición del imperio carolingio para romper ese vasallaje y hacerse independientes. En 824 se fundó el reino de Pamplona, que luego sería reino de Navarra. Los condados catalanes, que habían constituido la Marca Hispánica, fueron ganando independencia desde mediados del siglo IX y aglutinándose en torno al Condado de Barcelona. La unión de los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza dio lugar al reino de Aragón en el año 1035.