Historia de España: Desde Tartessos al Estado de las Autonomías

Tartessos y los Colonizadores

En la protohistoria o Edad del Hierro, durante el primer milenio a.C., llegan a las costas levantinas y andaluzas, desde el Mediterráneo oriental, pueblos avanzados con una gran actividad comercial, atraídos por los productos peninsulares: sal, salazones, riqueza minera y orfebrería. Estos pueblos reciben el nombre de colonizadores.

  • Los fenicios procedían del actual Líbano y fundaron ciudades factorías como Gadir y Sexi. Tuvieron interés por las minas de plata y hierro en la zona de Huelva y extendieron su uso a la península. En el siglo VI a.C., al caer Tiro ante los babilonios, el pueblo fenicio entró en declive.
  • Los griegos procedían de Focea. Hacia el 800 a.C. fundaron Ampurias y Rhode, colonias dependientes de la polis de Marsella. Desaparecieron a mediados del siglo VI a.C. con la llegada de los cartagineses.

Griegos y fenicios se relacionaron comercialmente con Tartessos. Esta cultura se situó en Andalucía Occidental y alcanzó su esplendor en el siglo VII a.C. Tenía una monarquía centralizada y una economía basada en la gran producción y comercialización. Entró en decadencia y desapareció a finales del siglo VI a.C. por el agotamiento minero. Un ejemplo de su gran riqueza es el tesoro de El Carambolo en Sevilla.

Monarquía Visigoda

Los visigodos fueron un pueblo de origen germano y, durante un tiempo, federado en Roma. Tras la derrota por los francos en la batalla de Vouillé (507), se trasladaron a la península y fundaron el reino visigodo con capital en Toledo. Su presencia en Hispania se caracterizó por el debilitamiento de las ciudades, la ruralización de la economía y la sociedad, y el aumento de poder de la nobleza terrateniente y la Iglesia católica. La minoría visigoda, de religión arriana, dominó a la inmensa mayoría hispanorromana cristiana. Su sistema de gobierno era una monarquía electiva en la que el rey era asesorado por un Aula Regia, mientras que los Concilios de Toledo intervenían en asuntos religiosos y civiles.

Unidad Territorial, Religiosa y Jurídica

  • Unidad territorial: Los reyes visigodos lucharon contra bizantinos, suevos y vascones. Leovigildo derrotó a los suevos, conquistó territorios bizantinos y controló a los vascones.
  • Unidad religiosa: Recaredo se convirtió al catolicismo y, en el III Concilio de Toledo, instauró el catolicismo como religión oficial del reino. Desde entonces, la Iglesia tuvo enorme poder en educación y economía. El rey era quien nombraba a los obispos.
  • Unidad jurídica: Recesvinto promulgó el *Fuero Juzgo* en el 654.

Califato de Córdoba

En 711, el reino visigodo desaparece tras la derrota de su último rey, Don Rodrigo, por los musulmanes en Guadalete. La presencia de los musulmanes en al-Ándalus se extendió hasta finales del siglo XV, pasando por diversas etapas: emirato dependiente del Califato de Damasco, emirato independiente del Califato de Bagdad, el Califato de Córdoba, división en reinos taifas y su reunificación por los almohades, y el reino nazarí de Granada.

El Califato de Córdoba (929-1031) fue su fase de máximo esplendor. En 929, Abderramán III se desvinculó del Califato de Bagdad, se proclamó califa y convirtió a al-Ándalus en un califato. Abderramán III consiguió que al-Ándalus fuese la nación más rica y Córdoba rivalizaba en lujo con Bizancio y Bagdad. Sus sucesores no se ocuparon directamente del gobierno, sino que lo dejaron en manos de los visires y el *hachib*. En las últimas décadas, el califato estuvo en manos del *hachib* Almanzor, quien lanzó numerosas campañas militares contra los cristianos del norte. En África obtuvo resonantes éxitos, consolidando la influencia andalusí en el Magreb. A raíz de su muerte, el califato entró en una etapa de desintegración hasta su desaparición en 1031, acabando dividido en pequeños reinos: las taifas.

Reinos de Taifas

Desaparecido el Califato de Córdoba en 1031, al-Ándalus se dividió en reinos taifas. Las taifas más importantes fueron las fronterizas, las levantinas y la de Sevilla. Su debilidad militar puso a al-Ándalus a merced de los cristianos, que iniciaron su expansión hacia el sur, por lo que pidieron ayuda a los pueblos norteafricanos: almorávides y almohades, que invadieron la península. Los almorávides acabaron con las taifas y reconstruyeron la unidad andalusí, frenando el avance cristiano al tomar Zaragoza. En los inicios del siglo XII se debilitaron y resurgieron las taifas. Al-Ándalus fue de nuevo unificado por los almohades, quienes lograron frenar el avance cristiano como en Alarcos contra Alfonso VIII, hasta su derrota por una alianza de reyes cristianos en Las Navas de Tolosa (1212). Desde entonces, su decadencia fue evidente y el avance cristiano imparable. En su capital, Sevilla, eligieron la mezquita conservando su *alminar* o Giralda. Dividido de nuevo al-Ándalus, los Reyes Católicos conquistaron en 1492 el último reducto musulmán: el reino nazarí de Granada.

Corona de Castilla y Reyes Católicos

La Corona de Castilla, formada por los reinos de León y Castilla, vivió procesos de unión y desunión hasta la unión definitiva por Fernando III en 1230. La expansión castellana se proyectó sobre el valle del Guadalquivir y el Reino de Murcia. Fernando III conquistó Córdoba, Jaén y Sevilla; su hijo Alfonso X, Cádiz. El Reino de Murcia se incorporó mediante un pacto con el rey musulmán. Se realizó la repoblación por repartimiento, creando un tipo de propiedad de grandes terratenientes y medianos propietarios. Conquistado el Valle del Guadalquivir, Castilla configuró sus dos polos mercantiles: en el norte, Burgos y los puertos cantábricos; y en el sur, Sevilla, un lugar estratégico entre el Atlántico y el Mediterráneo.

En cuanto a su organización política, el rey gozaba de amplios poderes fortalecidos con el derecho romano plasmado en el texto de las *Partidas*. Había cortes sin poder legislativo formadas por miembros de la nobleza, de la Iglesia y de las ciudades y villas. Había un consejo real, una audiencia y la Real Hacienda encargada de los impuestos. Se dan pasos para crear instituciones clave para la monarquía: un ejército permanente y una burocracia de letrados expertos. Los regidores gobernaban los ayuntamientos, que cayeron en manos de la oligarquía urbana.

Reyes Católicos: Unión Dinástica y Expansión Territorial

En 1469 contraen matrimonio Isabel y Fernando, ambos de la dinastía Trastámara, hecho fundamental para la unión dinástica de las coronas de Castilla y Aragón tras proclamarse a Isabel reina de Castilla en 1474 y a Fernando rey de Aragón en 1479. La unión dinástica no supuso la fusión de los dos reinos: cada uno mantuvo su institución, su Hacienda y sus leyes. Para ser reina de Castilla, Isabel se enfrentó a Juana de Trastámara, quien reclamó el trono; venció Isabel.

Los Reyes Católicos conquistaron en enero de 1492 el último reducto musulmán: el reino nazarí de Granada, tras conquistar Málaga y Baza, el rey nazarí Boabdil se rindió. Aragón incorporó en 1492 el Rosellón y la Cerdaña. Castilla completó la conquista de las Islas Canarias en 1499. Los Reyes Católicos buscaron estrechar lazos con Portugal y que la unión dinástica alcanzara a ese reino; se intentó unir a Portugal con una política matrimonial que fracasó por las sucesivas muertes de los beneficiarios de dicha unión. Al morir Isabel en 1504, es nombrada reina Juana la Loca, declarada inestable, reinando fue regente de Castilla y conquista de Navarra en 1512.

Expulsión de los Judíos y Conquista de América

En 1492, los Reyes Católicos decretaron la expulsión de los judíos de España. Este hecho tuvo importantes consecuencias económicas y sociales.

Colón llegó el 12 de octubre de 1492 a las Antillas y, en viajes posteriores, se exploró y conquistó el continente americano. Para administrar las nuevas tierras, la corona creó el Consejo de Indias y la Casa de Contratación, y emitió las Leyes de Indias. Las primeras aplicadas fueron las Leyes de Burgos (1512), que establecían el trato que debía recibir el nativo y permitía las encomiendas si se diese prioridad a la evangelización de los nativos y se les tratase de forma humana. La explotación económica la realizaron los colonos españoles valiéndose de la mano de obra indígena por medio de las encomiendas: el encomendero cobraba al indio los tributos que debía pagar a la corona y, a cambio, protegía y evangelizaba al indígena. Las leyes se incumplían y los abusos eran constantes. La polémica se suscitó por las denuncias de Bartolomé de las Casas respecto a los malos tratos que causaban las encomiendas. Carlos V convocó a juristas que elaboraron las Leyes Nuevas en 1542 para mejorar las condiciones de los nativos. El orden fue restablecido y se crearon de nuevo las encomiendas. Por tanto, los escritos de la Casa fueron inútiles, publicados en 1522, tuvieron gran éxito en el siglo XVII como fuente utilizada de la “leyenda negra”.

El Conde Duque de Olivares y los Decretos de Nueva Planta

Como consecuencia de la Guerra de los Treinta Años, la monarquía hispánica evidenció la falta de recursos. El Conde Duque de Olivares intentó reformas para reforzar la autoridad real y para que todos los reinos contribuyesen con más impuestos y el proyecto de la Unión de Armas o ejército permanente. Felipe IV debería ser rey de España y no de una suma de reinos. Esta política provocó las rebeliones anticentralistas de Cataluña y Portugal en 1640. En la rebelión de Cataluña, los rebeldes asesinaron al virrey, el Conde de Santa Coloma, en 1640, hechos conocidos como el Corpus de Sangre. A ello se unió el rechazo del programa unitario y de la Unión de Armas. Los catalanes pidieron ayuda a Luis XIII de Francia, pero se reunieron a condición de que se respetasen sus antiguos fueros. La rebelión de Portugal también fue anticastellana, anticlerical e independista. Se coronó rey de Portugal al Duque de Braganza. Felipe IV y Olivares concentraron sus esfuerzos en Cataluña, lo que le llevó a perder Portugal, que fue ayudada por Francia e Inglaterra, y España reconoció su independencia.

Al morir Carlos II sin descendencia, se disputaron el trono español en la Guerra de Sucesión el Borbón Felipe de Anjou y el archiduque Carlos de Habsburgo. El Tratado de Utrecht puso fin a la guerra, y aceptó a Felipe V como rey a cambio de la renuncia a la corona francesa, la cesión de territorios y concesiones mercantiles. La nueva dinastía Borbón impuso el absolutismo, el centralismo y la unificación con los Decretos de Nueva Planta, que se aplicaron conforme las tropas borbónicas iban conquistando, en donde las leyes castellanas sustituyen a las leyes e instituciones de los reinos de la Corona de Aragón. Esta uniformidad se plasmó en las nuevas administraciones:

  • Administración Central:
    • El rey tenía toda la soberanía.
    • Se crea la Secretaría de Estado.
    • Se suprimen todos los consejos menos el Consejo de Castilla.
    • Las Cortes de Castilla son para toda España, se suprimen las de Aragón.
  • Administración Territorial: España se divide en provincias. Cada una contaba con un capitán general, una audiencia, un intendente de provincia y un corregidor para cada ciudad.

Semana Trágica, Marruecos y Desastre de Annual

El sistema canovista de la Restauración “funcionó” en el periodo 1875-1902. Entró en crisis durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931). Tras el desastre del 98 apareció la crítica del sistema y un intento de reforma política que acabase con el caciquismo llevada a cabo por el conservador Antonio Maura (1907-1909) y que expresó en la frase “hagamos la revolución desde arriba, no la harán desde abajo”, es decir, mejorar la condición de vida de la clase popular para evitar levantamientos que dañen al sistema. Sin embargo, fue cesado tras los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona de 1909. Una rebelión indígena en el Rif, en protesta por la construcción de una línea férrea minera, hizo que el gobierno llamase a los reservistas para sofocarla, medida muy protestada por las clases populares, pues la ley de *quintas* permitía quedar exento pagando una cantidad de dinero, cosa que no podía hacer el pueblo. Además, los reservistas tenían familia y perdían los ingresos que tenían en su trabajo. Cuando iban a embarcarse en Barcelona se produjo una huelga antimilitar y anticlerical con la quema de 112 edificios religiosos y la profanación de cementerios monacales. La represión del ejército causó 100 muertos y 500 heridos, y el gobierno desterró a miles de personas y condenó a cadena perpetua o muerte a algunos. Fue ejecutado Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna. Los fusilamientos ocasionaron la repulsa hacia Maura y el rey, alarmado, lo cesó.

Tras perder Cuba y Filipinas, España se interesó por el norte de África para mantener su prestigio exterior ante una situación decadente. En la Conferencia de Algeciras (1906), Francia y España se reparten Marruecos en régimen de protectorado, correspondiendo a España la región del Rif, zona que siempre ocasionó graves conflictos con los indígenas – las *cabilas*. Bajo Abd-el-Krim, infringieron sucesivas derrotas a un ejército español mal dirigido, como el trágico desastre del Barranco del Lobo en 1909, siendo el más importante el Desastre de Annual de 1921. En 1921, la ofensiva de tropas españolas para ampliar territorios causó la sublevación de *cabilas* bajo Abd-el-Krim. La acción, dirigida por el general Fernández Silvestre, acabó en masacre de tropas españolas. El desastre provocó grandes protestas en el país que reclamaba el abandono de Marruecos.

La presión hizo que se formase una comisión para investigar el desastre, cuyo resultado fue el Expediente Picasso, informe redactado por el general Picasso en el que ponía en evidencia las irregularidades, corrupción e ineficacia del ejército español de África. El expediente supuso responsabilidades. Cuando iba a emitir su dictamen, el general Primo de Rivera dio un golpe de estado y estableció una dictadura militar en septiembre de 1923.

Sufragio en España

El sufragio es el derecho político y constitucional de poder elegir, mediante el voto, una opción entre varias candidatas. En España, este derecho fue ampliándose a mayor número de personas: desde un sufragio censitario (más o menos restringido), pasando por el universal masculino, hasta el sufragio universal o derecho a voto de toda la población adulta, independientemente de su sexo, creencias o condición social.

  • La Constitución de 1812 reconocía un complicado tipo de sufragio indirecto.
  • Las de 1837, 1845 y 1856 (non nata) establecían el tipo censitario más o menos restringido según gobernasen moderados o progresistas.
  • El sufragio universal masculino aparece tras la Revolución Gloriosa que acabó con Isabel II: la Constitución de 1869 lo establecía.
  • El voto femenino, y con ello el sufragio universal, lo estableció la Constitución Republicana de 1931, hecho polémico incluso entre las sufragistas como Victoria Kent, quien se opuso porque la influencia religiosa en la mujer beneficiaría el voto a la derecha. Finalmente, se permitió el voto femenino, cuya principal defensora fue Clara Campoamor.

Tras casi 40 años de dictadura, la democracia estableció que hombres y mujeres de toda condición pueden elegir a sus representantes.

Estado de las Autonomías

Con la muerte de Franco y la coronación de Juan Carlos I, se inició la Transición a la Democracia. En 1976, el rey nombró presidente a Adolfo Suárez, quien impulsó la Ley de Reforma Política que contenía el proceso para construir la democracia: convocar elecciones a Cortes Constituyentes (15-VI-1977) por sufragio universal y aprobar una Constitución.

La UCD de Suárez ganó las elecciones y una comisión elaboró el proyecto de Constitución, la discutieron las Cortes, la aprobaron y, finalmente, fue ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978. La Constitución señalaba en su art. 2 el derecho de las regiones y nacionalidades a convertirse en comunidades autónomas, aclarando que se permitía el autogobierno, no la autodeterminación. Desde octubre de 1979 hasta febrero de 1983 se aprobaron 17 estatutos de autonomía y los de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Nacía una nueva configuración territorial descentralizada o “Estado de las Autonomías”: cada Comunidad con estatuto de autonomía tiene su gobierno y asamblea, con competencias. Se accedía a la autonomía por la Vía Rápida (art. 151) para las nacionalidades históricas (Cataluña, Galicia, País Vasco) o por la Vía Lenta (art. 143) para las regiones “no históricas”. Para dar luz verde al Estatuto, su proyecto debía ser aprobado por el Congreso de los Diputados. El Estatuto de Autonomía será la norma jurídica básica de una comunidad o ciudad autónoma.