El proceso de hominización en la Península Ibérica: Nuevos hallazgos
Los primeros restos humanos en la Península Ibérica se remontan a hace más de 800000 años.
Los restos humanos más antiguos se han encontrado en la Sima de los Huesos y en la Gran Dolina de la sierra de Atapuerca en Burgos, cuyas características antropomórficas parecen diferenciarlos de otros fósiles encontrados hasta la fecha en Europa, por lo que se considera que pertenecen a una nueva especie del género Homo a la que se le ha dado el nombre de Homo antecessor (hombre pionero o el que antecede a los demás). En la Sima de los Huesos se han hallado abundantes fósiles humanos que se consideran pertenecientes al denominado Homo heidelbergensis. Esta especie sirvió probablemente de transición entre el Homo antecessor y el Homo neanderthalensis; estos primeros humanos llegaron a la Península procedentes de África. Se supone que su desplazamiento hacia Europa pudo deberse al seguimiento de las manadas de animales de las que dependía su alimentación. Las dos últimas especies del género Homo que aparecieron en el territorio peninsular fueron el Homo neanderthalensis, con una antigüedad de unos 95000 años y el Homo sapiens hace unos 35000 años.
El Homo neanderthalensis se extinguió y no influyó en la posterior evolución hacia el Homo sapiens
Unión dinástica: Integración de las coronas de Castilla y Aragón
En 1469 tuvo lugar el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Ambos pertenecían a la dinastía Trastámara.
Tras morir Enrique IV estalló la guerra civil en Castilla. La hermana, Isabel de Castilla, que contaba con el apoyo de Aragón, y la presunta hija, Juana “la Beltraneja”, apoyada por Portugal, se enfrentaron en un conflicto que culminó con la batalla de Toro y la paz de Alcaçovas con Portugal.
En 1479, Fernando I era coronado rey de Aragón. Culminaba la unión dinástica entre los dos reinos. Los nuevos reyes se aprestaron a conseguir la unión peninsular bajo su corona.
En enero de 1492 culminó la conquista del reino nazarí de Granada. Acababa así la Reconquista. Con Portugal, intentaron infructuosamente la unión matrimonial.
Anteriormente, con la firma del tratado de Barcelona, Aragón había recuperado de Francia los territorios ultrapirenaicos del Rosellón y la Cerdaña, y Castilla había concluido la conquista de Canarias.
Bajo los mismos monarcas, los distintos reinos siguieron manteniendo diferentes leyes e instituciones.
Principales etapas de la Reconquista
Primera etapa (siglos VIII-X)
Desde Covadonga (722) se abre un largo período en el que los núcleos cristianos del norte consolidan su territorio y avanzan hacia el sur. Alcanzó la línea del Duero. Ordoño II trasladara a León el centro. Se comienza a hablar de reino astur-leonés, y después de reino de León.
Segunda etapa (siglos XI y primera mitad del XII)
Aprovechando la debilidad musulmana tras el fin del Califato y la disgregación de los Reinos Taifas, León y Castilla rebasan la Cordillera Central y ocupan la cuenca del Tajo. Toledo se reconquista en 1085.
Tras el freno impuesto a la reconquista por la invasión almohade, el avance hacia el sur se reactivó en los reinos orientales cuando Alfonso I de Aragón reconquistó Zaragoza y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, conquistó Tortosa y Lérida.
Tercera etapa (fines del siglo XII y principios del XIII)
Tras la interrupción del avance con la llegada de los almohades, poco a poco Castilla-León consiguió dominar el valle del Guadiana y de los pasos de Sierra Morena. Ese proceso culminó con la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212.
Cuarta etapa (siglo XIII)
Rápida ocupación del valle del Guadalquivir (Córdoba, Sevilla) por Fernando III el Santo y de Valencia y las Baleares por Jaime I el Conquistador. Quedará el reducto musulmán de Granada hasta la conquista por los Reyes Católicos en 1492.
El descubrimiento de América
Desde el siglo XV, portugueses y castellanos habían intentado llegar a Oriente (las Indias), mediante un camino alternativo a las rutas tradicionales del Mediterráneo oriental.
Las dificultades del Imperio Bizantino, con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, forzaron a buscar rutas alternativas a Asia.
Fruto de estas expediciones fue la conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife.
Los portugueses se habían adelantado a los castellanos en la conquista de la ruta de las especias y de los metales preciosos, por el dominio sobre la costa occidental africana. Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos una ruta hacia el oeste. Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión controvertida en la época. Finalmente, por las Capitulaciones de Santa Fe los Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición.
El 3 de agosto de 1492 Colón inició su viaje saliendo del puerto de Palos de la Frontera en Huelva. La expedición de tres naves (Pinta, Niña, Santa María) llegó a Guanahaní (San Salvador) el 12 de octubre.
Durante tiempo Colón siguió creyendo que había llegado a Asia por la ruta occidental.
La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas (1494).