La Restauración Borbónica (1874-1931)
El 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos encabezó un pronunciamiento en Sagunto que proclamó rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II, lo que dio inicio a la Restauración. El nuevo régimen fue diseñado por Cánovas del Castillo con el objetivo de superar los problemas de la monarquía de Isabel II.
La Constitución de 1876 fue el marco del sistema político: el sufragio universal masculino se aprobó en 1890. Se concibió un sistema bipartidista donde conservadores y liberales se turnaban en el gobierno sin sufrir represión. El mecanismo era que el nuevo presidente era siempre el líder de la oposición, ya que el resultado de las elecciones era acordado de antemano por ambos partidos. Este sistema recibía el nombre de turno dinástico y funcionaba por el caciquismo, que consistía en la presencia de caciques que influían en el comportamiento electoral. Finalmente, para conseguir el resultado previsto se recurría al fraude electoral, un conjunto de trampas que amañaban los resultados conocido como pucherazo.
Debido a este bipartidismo, la Restauración marginó a otros partidos políticos: el republicanismo sufrió represión y divisiones internas, aunque el sufragio universal masculino de 1890 facilitó la elaboración de candidaturas. El carlismo tuvo fuerza, sobre todo, en las provincias forales. Sin embargo, la alianza Iglesia-Restauración los dejó sin apoyos. El socialismo tuvo una expansión lenta, pero la alianza con los republicanos hizo posible que Pablo Iglesias fuera el primer diputado socialista. En el nacionalismo vasco destacó Sabino Arana, que proclamó el País Vasco como nación independiente y fundó el PNV. El catalanismo fue producto del desarrollo de la burguesía industrial combinado con el resurgimiento de la cultura catalana y el catalán. Había más partidos regionalistas como el galleguismo, el valencianismo o el andalucismo.
La Desamortización en España
La revolución liberal burguesa actuó sobre el sistema de tenencia y propiedad de la tierra, logrando cambios significativos. En el Antiguo Régimen, gran parte de la tierra era de manos muertas, es decir, estaban fuera del mercado. Pertenecían a la Iglesia o a los municipios. Además de no tributar, no podían ser vendidas. Al encontrarse fuera del mercado, se obstaculizaba su capitalización y mejora. En el siglo XVIII, los reformistas ilustrados, preocupados por maximizar los beneficios precedentes de la explotación de la tierra, trataron, tímidamente, de cambiar el sistema señorial de propiedad. Pero habrá que esperar al siglo XIX para que se produzcan verdaderos cambios en el sistema de propiedad y tenencia de la tierra. Para ello, fue necesario desvincular los bienes de la nobleza y desamortizar los bienes eclesiásticos y municipales.
Mediante las desvinculaciones se liberan las tierras de los patrimonios vinculados, pasando sus titulares de usufructuarios a propietarios, pudiendo de este modo vender libremente sus posesiones. Para poner en marcha las desvinculaciones eran necesarias otras medidas legales previas:
- Abolir señoríos, lo cual implicaba acabar con las relaciones de dominio de los señores sobre los habitantes de sus territorios.
- Convertir la tierra en propiedad particular y libre.
- Suprimir los mayorazgos: Esta era una institución de origen medieval mediante la que se asegura la integridad de los patrimonios, transmitiéndose estos al primogénito, que quedaba como usufructuario, no pudiendo vender los bienes heredados y debiendo transmitirlos íntegros a sus herederos.
A través de la desamortización el Estado nacionaliza los bienes, eclesiásticos o civiles (de los municipios) para su posterior venta en subasta pública. Con estas medidas se pretendía, en definitiva, aumentar el número de propietarios, los cuales, mediante la aplicación de su trabajo, aumentarían su riqueza y con ello su felicidad, al tiempo que contribuirían a aumentar la riqueza nacional.
Proceso de una Desamortización
En una desamortización se pueden distinguir varios procesos:
- En primer lugar, se promulgan leyes para proceder con las desvinculaciones de los bienes nobiliarios y la desamortización de los bienes eclesiásticos y municipales.
- A continuación, el Estado se apropia de dichos bienes, dejando de este modo de estar en manos muertas (fuera del mercado) para convertirse en bienes nacionales susceptibles de ser vendidos en el mercado.
- Finalmente, esos bienes salen a la venta en subasta pública. Los beneficios obtenidos por el Estado español fueron destinados principalmente a disminuir la dilatada deuda pública.
El Proceso Desamortizador en España: Fases
La desamortización se produjo de manera discontinua, siendo impulsada o frenada según el signo político de los gobiernos constituidos. Desde 1767 (año en que los jesuitas fueron expulsados de España por el gobierno ilustrado durante el reinado de Carlos III) hasta 1924 (cuando Calvo Sotelo derogó definitivamente las leyes sobre la desamortización) pasaron a manos privadas casi 20 millones de hectáreas, el 39% de la superficie del Estado. Pueden distinguirse una serie de fases en este largo proceso desamortizador:
- Desamortización de Godoy (1798), ministro de Carlos IV.
- Desamortización de José I y las Cortes de Cádiz (1811-1813).
- Desamortización del Trienio Liberal (1820-1823).
- Desamortización de Mendizábal (1836-1851).
- Desamortización de Madoz (1855-1924).
Una de las primeras desamortizaciones eclesiásticas se llevó a cabo en tiempos de Carlos IV, hacia 1798. El Estado obtuvo permiso de la Santa Sede para expropiar y vender los bienes de los jesuitas y de obras pías (hospicios y beneficencias). Durante la Guerra de Independencia (1808-1814), el gobierno de José I, por un lado, y las Cortes de Cádiz, por otro, decretaron nuevas desamortizaciones, que, al igual que las que se pusieron en marcha durante el Trienio Liberal (1820-1823), no tuvieron casi ninguna repercusión debido a la reposición del absolutismo monárquico. Las desamortizaciones posteriores serán las más importantes de todas, debido a la importancia de los bienes a los que afectaron y a la trascendencia que tuvieron. Nos referimos a la desamortización de Mendizábal (1835) y a la desamortización de Madoz (1855). Se analizarán a continuación con un poco más de detenimiento:
Desamortización de Mendizábal (1836)
También denominada eclesiástica, debido al importante volumen de bienes pertenecientes a la Iglesia a los que afectó. Mendizábal actuó durante el Bienio Progresista (1835-1837), primero como primer ministro, más tarde como ministro de Hacienda. Es la época de la I Guerra Carlista, conflicto en el que se estaba decidiendo la continuidad de Isabel II en el trono, y con ello la continuidad del nuevo estado liberal. Con el objeto de poder financiar la guerra, así como para poder respaldar las futuras peticiones de préstamos a instituciones extranjeras con las que financiar los proyectos de desarrollo liberales, era necesario disminuir la deuda pública existente. Estos fueron motivos suficientes que permitieron legitimar la publicación del Decreto desamortizador de febrero de 1836 impulsado por Mendizábal, a través del que se ponían en venta todos los bienes del clero regular (frailes y monjas). Al año siguiente, en 1837, otra ley amplió los bienes afectados a los del clero secular. Sin embargo, la caída de los progresistas imposibilitó su aplicación hasta 1841, durante la Regencia de Espartero.
Como consecuencia de la desamortización se desarrolló en España una nueva clase propietaria, una burguesía agraria, que identificaría sus intereses con el mantenimiento y la estabilidad del nuevo régimen liberal. Por otra parte, la desamortización trajo consigo la ruptura de las relaciones diplomáticas con Roma. En las ventas, aparte de metálico, se admitían los títulos de deuda pública por su valor nominal. Esto benefició en gran medida a los compradores, ya que los títulos de deuda se encontraban muy depreciados en el mercado. Como consecuencia del gran tamaño de los lotes sacados a subasta, sólo los más pudientes pudieron participar en las compras. El campesinado no pudo participar en las subastas debido a su incapacidad económica.
Desamortización de Madoz (1855)
A través de la Ley de Desamortización general de 1 de mayo de 1855, se pusieron en venta los bienes eclesiásticos que no habían sido afectados en la etapa desamortizadora anterior, así como los bienes de los pueblos, los denominados bienes de propios, con cuyo arrendamiento se sufragaban los gastos de los concejos, y los bienes comunales o baldíos, que eran aprovechados libremente por los vecinos, constituyendo una parte bastante importante de las economías domésticas campesinas. Salvo en contadas excepciones, sólo se aceptó el pago en metálico. Al pagarse los bienes por su valor real, la burguesía no mostró tanto interés como en la desamortización anterior. Además, y especialmente a partir de 1870, comenzaron a aparecer en España nuevas opciones de inversión que ofrecían intereses más altos a la burguesía. El campesinado participó en mayor medida en las compras, al menos esto es así en las zonas centro y norte peninsular. En el sur, el gran tamaño de las fincas sacadas a subasta continuó impidiendo al pequeño campesino acceder a las subastas.
Consecuencias del Proceso Desamortizador
- La tierra no quedó repartida de manera equitativa entre la sociedad. El objetivo no era llevar a cabo una reforma agraria, sino recaudar dinero para respaldar los planes del Estado.
- La superficie de cultivo aumentó, al tiempo que lo hizo la productividad.
- Propició el surgimiento de un proletariado agrícola compuesto por más de dos millones de jornaleros sometidos a unas condiciones de trabajo y vida muy duras.
- Nació una nueva burguesía agrícola que tratará de emular el estilo de vida y los comportamientos propios de la vieja nobleza.
- El tipo de propiedad existente en cada región quedó acentuado, es decir, el latifundismo en la zona centro-sur y el minifundismo en la zona norte peninsular.
La Primera República Española (1873-1874)
Proyecto Constitucional Federal de 1873
- Nuevo gobierno: Pi i Margall.
- Objetivos: Orden y progreso. Pacificar insurrecciones que se extendían por la Península.
- Elaborar un nuevo proyecto de Constitución.
- Inspirada en la de 1869 (derechos y libertades).
- Soberanía popular con sufragio universal masculino.
- Cortes bicamerales (Congreso y Senado).
- Libertad de culto y separación Iglesia-Estado (no subvención a la religión).
Constitución de 1873:
- Estructura del Estado: cambio más radical: República Federal.
- Nación española: 17 Estados (también Cuba y Puerto Rico).
- Organizaba el poder a nivel de los municipios, estados regionales y Estado Federal.
- Cada estado regional: su constitución, regula sus poderes y amplia autonomía.
- Rompe el modelo centralista tradicional.
- Pero no se llegó a aprobar.
Guerras y Cantonalismo
A. Conflicto carlista: verdadero frente abierto, con ejército y dominio de territorios.
- Gran parte de Cataluña, Teruel, Cuenca, provincias vascas, Maestrazgo…
B. Guerra en Cuba: en 1868 se extendía, República incapaz de frenarla.
C. Sublevación cantonal: conflicto más grave.
- Cantonalismo: mezcla aspiraciones autonomistas (federales intransigentes) + aspiraciones revolución social (internacionalismo).
- Proclamación de cantones independientes.
- En 1873, Cartagena se extiende.
- Cada cantón estructura propia de poder y reformas sociales.
- El presidente Pi i Margall se opone a sofocar la revuelta por las armas: dimite.
- Le sucede Nicolás Salmerón: acción militar contra el movimiento cantonalista, que es sofocado.
- Pero Salmerón dimite en septiembre al negarse a firmar dos penas de muerte a cantonalistas.
- Emilio Castelar: republicano unitario y conservador.
- Se enfrentó a los federales, que le retiran su confianza y su apoyo.
Fin de la Primera República
- Derrota de Castelar: abre la puerta a un nuevo gobierno federal.
- Eso precipita un golpe de Estado del general Pavía.
- Apoyo de la Guardia Civil.
- Irrumpe en las Cortes el 3 de enero.
- No encuentra resistencia política ni popular (debilidad de la República).
- El poder pasa a una coalición (unionistas + progresistas) encabezada por Serrano: régimen autoritario.
- Disuelve las Cortes, suspende la Constitución, censura, ilegaliza a los federales, disuelve la Internacional…
- El 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos encabeza un pronunciamiento en Sagunto: rey Alfonso XII.
- Restauración Borbónica.
Causas de la Revolución de 1868
- A partir de 1866, crisis económica y fin de la etapa de prosperidad:
- Crisis financiera:
- Las inversiones ferroviarias no eran rentables: escaso volumen de tráfico, escaso rendimiento.
- El valor de las acciones ferroviarias cae en la Bolsa, cae también la cotización de la deuda pública y otras entidades.
- Crisis industrial: Encarecimiento del precio del algodón (Guerra de Secesión de EEUU 1861-1865).
- Crisis de subsistencias: Malas cosechas, escasez de trigo, encarecimiento del precio.
- En 1868, toda la población se opone al sistema:
- Grandes negociantes: quieren que el gobierno tomara medidas para salvar sus inversiones en Bolsa.
- Industriales: quieren políticas proteccionistas.
- Clase obrera y campesina: denuncian su miseria, motines y conflictos.
- El Partido Moderado reprime protestas: cierra las Cortes y gobierna por decreto.
- Oposición: Pacto de Ostende: levantamiento contra el gobierno y contra la monarquía isabelina.
La Revolución Gloriosa de 1868
- El 18 de septiembre de 1868, la escuadra de Cádiz (Juan B. Topete) inicia la revuelta.
- Apoyo de los generales Prim y Serrano.
- ¡Viva España con honra!
- Denuncian la corrupción de la monarquía.
- Piden la participación ciudadana para defender la libertad.
- Anuncian la formación de un gobierno provisional y Cortes.
- La sublevación se extiende por Andalucía. Luego por España.
- En paralelo, levantamientos populares en las ciudades (apoyo progresista, demócratas y republicanos).
- Se forman juntas revolucionarias: destituyen a las autoridades.
- Impulsan la Milicia Nacional e incorporan demandas populares a su programa.
- Reacción de los gobernantes: agrupar al ejército en Madrid.
- Pero son derrotados en la batalla de Alcolea (28 de septiembre).
- Dimisión del Gobierno y exilio de Isabel II.