Historia de España: Reyes Católicos y la Unidad Peninsular

Los Reyes Católicos y la Construcción del Estado Moderno

Los Reyes Católicos y la Unión Dinástica: La Integración de las Coronas de Castilla y Aragón

La integración de Castilla y Aragón se produce con el matrimonio entre Isabel, aspirante al trono de Castilla, y Fernando, heredero del reino de Aragón, en 1469. Fue una unión dinástica al pertenecer ambos a la misma familia Trastámara, pero no fue una unión institucional, ya que los dos estados mantuvieron su independencia según lo acordado en Segovia cuando Isabel consigue el trono de Castilla.

Con Isabel se consolida la monarquía autoritaria y centralista en Castilla, mientras que Aragón continúa siendo una monarquía sometida a las cortes y basada en autonomías. Cada estado, además de mantener sus propias leyes e instituciones, conservó su propia moneda, sistema de pesos y medidas y aduanas. Los habitantes de un estado serían extranjeros en el otro y las anexiones territoriales las harían por separado. Así, Castilla se incorporó Granada, Navarra, Canarias y América, controlando la ruta atlántica, mientras Aragón controlaba el Mediterráneo y se anexionaba Nápoles.

Isabel ejerce su autoridad en Castilla, donde Fernando nunca sería rey, así como Isabel no gobernaría Aragón, sería el heredero de ambos el que los uniría. Sin embargo, mientras Isabel fue más reformista en Castilla que Fernando en Aragón, este acabó dirigiendo la política exterior de ambos, lo que supuso que Castilla, aliada tradicional de Francia, acabara enfrentada a ella en favor de los intereses de Aragón en los Pirineos y el Mediterráneo.

Los Reyes Católicos: La Conquista del Reino Nazarí y la Incorporación del Reino de Navarra

En el siglo XV, con el matrimonio de los Reyes Católicos, se dio un primer paso para conseguir la unidad peninsular, pero quedaban para lograrlo Granada, Navarra y Portugal.

Granada había quedado como último resto musulmán, bloqueada y tributaria de Castilla. Siempre había habido tensión en las fronteras hasta que en 1481 los granadinos toman Zahara, lo que es respondido por el duque de Cádiz, que con sus tropas conquista Alhama, estallando una guerra de conquista.

Isabel conseguiría así la unidad cristiana aprovechando también una crisis entre Granada y las provincias de Málaga y Almería. Se organizó como una cruzada contando con el apoyo del Papa y mercenarios extranjeros. En 5 años se conquistó Málaga, cuya población musulmana quedó esclavizada. Al poco tiempo se conquista Almería y en 1491 se comienza el asedio a Granada hasta que Boabdil se rinde y capitula en Santa Fe, donde entrega la Alhambra a cambio de que respeten su vida, religión y costumbres. Pero unos años después, la Inquisición les obliga a convertirse o emigrar.

En el siglo XVI, después de morir Isabel, el rey Fernando intentó la anexión de Navarra casándose con la reina Germana de Foix para tener un heredero común, que no llegó, y así evitar que se la anexione Francia. Para ello no encontró gran resistencia y así Navarra se incorpora a Castilla cuando Fernando es su regente, respetando su autonomía y sus fueros militares. No obstante, la zona norte del Pirineo navarro quedó independiente hasta que se la incorpora Francia en el siglo XVII.

Los Reyes Católicos: La Integración de las Canarias y la Aproximación a Portugal

Los Reyes Católicos continuaron expandiendo la ruta atlántica sur, pero para conseguirlo tenían que salvar las limitaciones firmadas en el Tratado de Alcazobas por Portugal. Por esto vieron la necesidad de conquistar y anexionar las Canarias a Castilla y así consiguieron la anexión de Gran Canaria, Tenerife y La Palma, convirtiéndolas en realengos.

Fue una conquista difícil ante la resistencia de los guanches (indígenas). Éstos quedaron esclavizados, perdiendo su lengua, costumbres y religión.

Con Portugal se acordó el reparto de las rutas de expansión y, después de varias guerras frustradas, se intentó su anexión pactando el matrimonio de dos hijas de los Reyes Católicos con el rey de Portugal con el objetivo de que el heredero las uniera, pero no hubo heredero. Posteriormente se firmó el Tratado de Tordesillas, por el que ratificaban la expansión por el Atlántico fijando el meridiano 46º como frontera: al este para Portugal, lo que suponía Brasil, Madeira y Azores y las costas de África; y para Castilla, además de las Canarias, las tierras que se encuentren al oeste.

Además, se reforzó la aproximación de ambas coronas con el matrimonio de Carlos, nieto y heredero de los Reyes Católicos, con Isabel de Portugal. De ambos nacería Felipe II, futuro heredero de ambos estados.

Los Reyes Católicos y la Organización del Estado: Instituciones de Gobierno

Se consolida una monarquía autoritaria, sobre todo en Castilla, ya que en Aragón siguieron los pactos entre las cortes y el rey Fernando, que al residir permanentemente en Castilla estuvo representado por un virrey, figura que se extendió a todos los territorios donde los monarcas no residían.

La monarquía autoritaria se apoyaba en los consejos como órganos consultivos. Así nacieron el Consejo de Estado, el Consejo de Hacienda, siendo el Consejo Real de Castilla el órgano supremo de gobierno y justicia, del que dependían las audiencias y chancillerías. El Consejo de Órdenes Militares quedó dirigido por el rey Fernando como maestre mayor. Todos estos consejos estaban integrados por profesionales que la corona elegía por su actitud y fidelidad, sin tener en cuenta su origen social, así desaparecían ciertos derechos señoriales.

Las cortes en Castilla se limitaban a conceder todas las ayudas extraordinarias que los reyes necesitaron, además de jurar fidelidad al heredero. Pero en Aragón las instituciones siguieron autonómicas como en épocas anteriores.

En las cortes de Madrigal, Isabel fundó la Santa Hermandad, compuesta por cuadrillas armadas para mantener el orden y financiadas por los municipios. También instituyó la Inquisición, que ya existía en Aragón desde el siglo XIII, para defender la unidad cristiana persiguiendo a judíos y moriscos, expulsando en 1492 a los judíos no conversos.

Lograron el patronato regio, que es el derecho a elegir y presentar a obispos y realizar reformas en la iglesia para combatir la relajación moral e intelectual del clero, ejerciendo así autoridad sobre la iglesia. Después de la guerra de Granada formaron un ejército permanente al servicio de la corona con un servicio militar obligatorio para todos, aunque voluntario para la nobleza.

Los Reyes Católicos: Proyección Exterior. Política Italiana y Norteafricana

La política exterior fue un objetivo común para ambos monarcas, hasta el punto de que Castilla, rompiendo su tradicional alianza con Francia, apoyó siempre a Aragón en los estados pirenaicos de Navarra, Rosellón y Cerdeña, así como en Nápoles, continuamente reivindicado por los franceses.

Por ello estalló una guerra que acabó con el éxito de un ejército profesional de ambos estados y la colaboración del Papa, consiguiendo la anexión de Nápoles por Gonzalo Fernández de Córdoba (el Gran Capitán). Así, Fernando consigue establecer un equilibrio en Italia: Francia dominando el norte con Milán y Venecia, el centro con el Papa y el sur con Aragón.

Política de equilibrio que el rey Fernando reforzó pactando con el emperador de Austria el doble matrimonio de sus hijas Juan y Juana con Margarita y Felipe de Habsburgo, su hija Catalina con Enrique VIII de Inglaterra y sus hijas María e Isabel con Manuel de Portugal.

Para controlar mejor el estrecho y reforzar el dominio de Aragón sobre la ruta mediterránea frente a la piratería bereber y la expansión de los turcos, organizaron, a modo de cruzada contra musulmanes, expediciones por el norte de África. Ocuparon Argelia, Melilla (con el apoyo del Papa), Orán… hasta que en las islas Gelves…

Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media

Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: Organización Política e Instituciones en el Reino de Castilla y en la Corona de Aragón

La organización de Castilla y León era centralista, mientras que en Aragón se basaba en las autonomías de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca.

En 1348, Alfonso XI, rey de Castilla y León, legalizó en el Ordenamiento de Alcalá una monarquía autoritaria y fuerte frente al mucho poder adquirido por los nobles y el alto clero, privilegiados por los reyes anteriores con las conquistas de Al-Ándalus.

Se estableció un sistema centralizado en unas cortes estamentales y únicas para todo el reino que se reunían donde y cuando el rey necesitaba impuestos extraordinarios. También se determinó una legislación única con una recopilación del Fuero Juzgo que se amplía con las Partidas de Alfonso X, excepto en el señorío de Vizcaya, donde se respetaron sus costumbres. También un Consejo Real integrado por nobles y obispos como auxiliar del rey en las tareas de gobierno y una chancillería como único tribunal de justicia.

Por el contrario, en Aragón la monarquía estaba sometida a la nobleza que, por el privilegio de “La Unión“, podía obligar al rey a visitar anualmente a las cortes separadas de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca para designar al Consejo Real, fijar impuestos y legislar separadamente fueros para Aragón, Valencia y Mallorca y los Usatges. En cada una de estas cortes estamentales había una diputación permanente que pactaba con el rey acuerdos de índole fiscal y jurídico y, al término del año, supervisaba si lo acordado había sido cumplido por el rey. También se instituyó la Generalitat en las cortes catalanas, que obligaba al rey a respetar sus leyes.

Evidentemente, la justicia no estaba unificada y, por el fuero de manifestación en Aragón, el rey no podía proceder contra un noble sin consentimiento de las cortes y del Justicia Mayor, que velaba por los derechos de la nobleza, a la que albergaba en su castillo y guardaba sus propiedades hasta que fuera juzgado.

Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: Crisis Demográfica, Económica y Política

La población en la Península Ibérica disminuyó en el siglo XIV por una alta mortalidad provocada por las hambrunas, por la peste negra, especialmente en 1348, que se expandió rápidamente desde los puertos mediterráneos (Barcelona) a través de la ruta jacobea, quedando Aragón y Castilla despobladas, sobre todo en el medio rural. Además, las guerras civiles tanto en Castilla como en Aragón provocaron un descenso de la natalidad. A mediados del siglo XV hubo una lenta recuperación, sobre todo en Valencia, por la inmigración de catalanes.

Así, la economía agraria se vio afectada por la falta de mano de obra, además del uso de técnicas anticuadas y los privilegios de la Mesta, que acaparó suelo cultivable para pastos y cañadas. Los cereales sufrieron una baja productividad también por el interés de los reyes por impulsar productos exportables como lana, vinos y aceites, gravados con impuestos que recibe la corona como la alcabala. Por este motivo, en Castilla, por ejemplo, no interesó desarrollar la artesanía, que quedó poco competitiva al ser cara y de baja calidad.

El comercio peninsular fue inexistente por haber aduanas, rutas peligrosas y gravadas con peajes, además de que cada estado peninsular tenía su propia moneda. Eran más rentables las rutas marítimas: la del Mediterráneo para Aragón y el Atlántico para Castilla y Portugal.

En el siglo XIV, hasta mediados del siglo XV, Castilla sufrió periódicas guerras civiles por el enfrentamiento entre reyes autoritarios y la nobleza, que defendía sus privilegios señoriales. Castilla llegó a cambiar de dinastía ante el enfrentamiento del rey Pedro I, al que apoyó la baja nobleza, la burguesía, prestamistas…, frente a Enrique Trastámara, al que apoyaron los estamentos privilegiados. Al final ganó el Trastámara.

En Aragón, la crisis la provocó la muerte de Martín I sin herederos, lo que provocó tensiones en las cortes para elegir rey, hasta que en Caspe se eligió… temía un centralismo típico de Castilla. La nobleza catalana formó un gobierno paralelo al de Aragón hasta que Juan II, en las capitulaciones de Pedralbes, se comprometió a respetar las leyes catalanas.

Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: La Expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo

Después de haber fijado las fronteras con Castilla con las conquistas de Al-Ándalus, Aragón en el siglo XIV se expandió por el Mediterráneo conquistando Sicilia con Pedro III, Cerdeña con Jaime II y, rivalizando con Francia… el Papa logró por poco tiempo Nápoles.

Las dificultades para mantener estos territorios llevó a la corona a contratar a los almogávares, mercenarios aragoneses especializados en el saqueo, que ya habían destacado luchando contra los turcos, saqueando islas griegas, ducados de Atenas (y Neopatria), que pusieron bajo el control de Aragón.

Así llegó a controlar el comercio en el Mediterráneo, siendo intermediario entre Oriente y Occidente, rivalizando con Génova y Venecia, consiguiendo además en el norte de África los reinos de Tremecén y Túnez, que le pagan tributos, teniendo que pactar con Castilla, que ya tenía cierto control en Marruecos.

Todo esto hizo necesario establecer unas normas que constituyeron el primer derecho marítimo, además de establecer 42 cónsules dirigidos desde Barcelona para defender los intereses mercantiles de la corona. Así, Barcelona se convirtió en una gran ciudad que contaba con una banca pública muy moderna que utilizaba letras de cambio a larga distancia y regía lonjas y empresas mercantiles. Y así llegó a controlar puertos del sur de Europa y norte de África, incluso el puerto de Alejandría.

Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: Rutas Atlánticas (Castellanos y Portugueses). Las Islas Canarias

Las dificultades comerciales entre los estados peninsulares y la carestía de las rutas terrestres sometidas a peajes llevó a Castilla a buscar rutas marítimas, que eran más rentables, y así estableció dos rutas: una hacia los mercados de Nantes, Londres y Brujas con la exportación de lana procedente de Burgos como centro recolector y donde se estableció un consulado que controlaba el comercio de esta materia prima. Formaron una hermandad de la marina castellana para poder competir con la Hansa europea. La ruta, además, exportaba hierro de Vizcaya desde el puerto de Bilbao, estableciendo una colonia muy importante de vascos y castellanos en Brujas.

La otra ruta se desarrolló a partir de los puertos de Sevilla y Cádiz para la explotación de aceite, vino y mercurio, además de oro, marfil y esclavos del Sudán que obtiene Castilla a través de Granada. Pero esta ruta supuso la rivalidad con Portugal, que había ocupado Ceuta, Tánger, Madeira y Azores. Evidentemente, las islas Canarias fue un objetivo común. El genovés Lanceloto ya había descubierto la isla de Lanzarote y en 1402 un normando, Bethencourt, con el apoyo de Enrique III de Castilla, la conquista y, además, Fuerteventura, Gomera y Hierro, y las recibe como señoríos a cambio de vasallaje a Castilla y las repobló con colonos andaluces y empresarios genoveses con carácter voluntario.

La rivalidad con Portugal por esta ruta les llevó a firmar el Tratado de Alcazobas, en el que se repartieron los archipiélagos: Canarias para Castilla, Madeira y las Azores para Portugal, que además recibe la posibilidad de ampliar la ruta bordeando el continente africano, mientras Castilla lo puede hacer hacia el oeste.

Los Reinos Cristianos en la Alta Edad Media

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Los Primeros Núcleos de Resistencia

Coincidiendo con Al-Ándalus en los siglos VIII, IX y X, se formaron pequeños núcleos con cristianos refugiados en las montañas de Asturias y Pirineos, defendiéndose de las aceifas musulmanas y del expansionismo de los francos.

El primer núcleo que formó un Estado fue el astur-leonés. Después de la batalla de Covadonga, se formó como un reino heredero del visigodo con una monarquía hereditaria, manteniendo las mismas leyes romano-visigodas (el Fuero Juzgo) y organizando la Iglesia católica independiente de Toledo. Se extendió desde Galicia hasta Vizcaya y en el siglo IX Alfonso II instaló la corte en Oviedo. Durante este siglo, los reyes repoblaron las tierras deshabitadas del Duero con nobles en castillos amurallados que fueron unificados por Fernán González. Poco a poco los castellanos se enfrentaron al reino asturiano, que tuvo que cambiar la corte a León para controlarlos mejor, sin evitar que en el siglo X se convirtieran en un condado independiente y en el siglo XI en el reino de Castilla.

En los Pirineos, el emperador Carlomagno formó la Marca Hispánica como frontera militar para contener el avance musulmán, pero no pudo evitar que surgieran pequeños núcleos hispanos con deseos de independencia. Uno se formó en torno a Pamplona, que se independizó de la Marca con los Jimena, originando el reino de Navarra, que se extendió por la cabecera del Ebro. Otro núcleo se formó con Jaca, Sobrarbe y Ribagorza, que se unificaron con Aznar Galindo (siglo IX) a orillas del río Aragón como un condado con estrechas relaciones con Navarra y que en el siglo XI se convertirá en el reino de Aragón. Entre los pequeños núcleos orientales del Pirineo, el condado de Barcelona con Wifredo se extiende por las tierras deshabitadas del Vic para defenderse de Al-Ándalus hasta que el conde Borrell, en el siglo X, lo independiza de la Marca.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Principales Etapas de la Reconquista

La Reconquista fue un proceso lento y discontinuo porque los cristianos aprovecharon las crisis que produjeron los reinos taifas en Al-Ándalus. Se pueden distinguir tres etapas:

  • Siglos XI-XII: El condado de Castilla, convertido en reino por el testamento de Sancho III de Navarra, que lo había anexionado y lo hereda a su hijo con título de rey, conquista la desembocadura del Duero en Oporto, que Alfonso VI lo convierte en un condado vasallo y se lo cede a su hija Teresa. También avanza por el Tajo, conquistando Toledo, además de extenderse por los señoríos de Vizcaya y Guipúzcoa, bloqueando a Navarra, que solo consigue extenderse por la cabecera del Ebro. El condado de Aragón, convertido también en reino por el mismo testamento de Sancho III, extendiéndose por Lérida y Huesca, se adentra en el Ebro conquistando Zaragoza en el siglo XII. Se fortalece con la unión definitiva del condado de Barcelona. Castilla y Aragón empezaron a conquistar el Sistema Ibérico, que fijaron como frontera al repartírselo en Tudillén. El avance de ambos se frenó con la llegada de los almorávides.
  • Siglos XII-XIII: El condado de Oporto logra independizarse de Castilla, convirtiéndose en reino cuando conquista Lisboa y el Tajo portugués. El reino de Castilla se separa de León, que conquista hasta Cáceres, mientras Castilla avanza hacia el Guadiana y sigue por el Sistema Ibérico, por donde también avanza Aragón hasta que en el Tratado de Cazorla fija fronteras: el Júcar para Castilla y el Turia para Aragón. El avance se frenó con la llegada de los almohades, que en 1212 son derrotados por Castilla en las Navas de Tolosa, empezando así a avanzar por el Guadalquivir.
  • Siglos XIII-XVI: Portugal conquista el Algarve, con lo que fija fronteras con Castilla, que, unido definitivamente a León, avanza por el Guadalquivir y Fernando III va conquistando Córdoba, Jaén, Sevilla y Cádiz. Su hijo Alfonso X termina la desembocadura y, además, conquista Murcia y parte de Almería. Aragón, avanzando por la costa mediterránea, llega a Valencia y, desde aquí, conquista Baleares. Solo quedaría Granada, rodeada por Castilla, que desde el siglo XIV controla el estrecho desde que derrotó a los benimerines en Algeciras. Esto obligó a Granada a pagarle impuestos hasta ser conquistada en 1492.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Formas de Ocupación del Territorio y su Influencia en la Estructura de la Propiedad. Modelos de Repoblación y Organización Social

Hasta el siglo X, los reyes cristianos tomaron posesión de las tierras deshabitadas del norte peninsular (cuenca del Duero y Vic) y las repoblaron utilizando el modelo de presura, que consistía en una repoblación espontánea y voluntaria de campesinos bajo la protección de un noble con sus caballeros o eclesiásticos con los monasterios. Se les concedía la carta puebla con los privilegios económicos, jurisdiccionales y fiscales.

Para las tierras conquistadas a Al-Ándalus utilizaron otros modelos:

  • El sistema concejil para el Tajo y Extremadura, repoblados por colonos, habitantes de núcleos amurallados a los que el rey entregaba grandes extensiones de tierra y con fueros que suponían privilegios jurisdiccionales y franquicias.
  • La cuenca del Guadiana y el Sistema Ibérico fueron conquistados y repoblados por las órdenes militares, que recibían del rey grandes extensiones de tierras y castillos con carácter hereditario para la institución y cuyo título lo tenía el maestre de la orden.
  • El Guadalquivir se repobló con donadíos y heredamientos con latifundios que el rey de Castilla entrega a nobles, eclesiásticos y órdenes militares en propiedad hereditaria, que incluye trabajadores jornaleros. Alfonso X, además, en el siglo XIII organizó la Mesta ganadera con privilegios de pasto y paso.
  • Los repartimientos se utilizaron a modo de lotes de tamaño medio en Levante y Baleares. Consistían en una casa, huerta, aperos de labranza…, quedando moriscos para que las trabajaran.

En consecuencia, la sociedad quedó organizada en estamentos cerrados con carácter hereditario: nobleza y clero son los privilegiados, y campesinos y artesanos sin privilegios. Ante la inseguridad por las aceifas musulmanas, muchos, por buscar protección, acabaron en la servidumbre, perdiendo la libertad, que en Castilla podían conseguir sin pagar nada; en Aragón tenían que pagar a su señor una indemnización llamada remensa.

Diversidad Cultural en los Reinos Cristianos en la Edad Media: Cristianos, Musulmanes y Judíos

Hasta el siglo X, la cultura estuvo monopolizada solo por la Iglesia, utilizando la lengua latina, pero desde el siglo XI esta lengua escrita se diferencia mucho de las lenguas que se hablan, tanto es así que los monjes encargados de traducir textos en latín tuvieron que incluir en sus manuscritos, al margen, palabras traducidas, lo que motivó el desarrollo de las lenguas romances, que desde el siglo XIII se convirtieron en lenguas escritas, conviviendo con el árabe y el hebreo en centros de encuentro de cristianos, musulmanes y judíos, donde traducían, bajo la dirección de un obispo, textos de la Antigüedad que Al-Ándalus aportaba. En el siglo XII destacaron centros como el monasterio de Ripoll en Gerona, el de Vic y las escuelas de traductores de Toledo. Se limitaban a traducir la Biblia, el Corán o textos del árabe que reproducían conocimientos griegos, romanos, persas… y que, a través de la Península y de la ruta jacobea, se reprodujeron a toda Europa.

Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Manifestaciones Artísticas

En el siglo XI, a través de la ruta jacobea, se difundió el estilo románico, de origen francés y ligado a las rutas de peregrinación, a la orden de los benedictinos y a los cruzados. Sus edificaciones representativas fueron el castillo, las murallas y el monasterio. Utilizaron muros gruesos de piedra para dar consistencia a estas edificaciones de carácter defensivo. La iglesia era un lugar de recogimiento y refugio, por tanto oscura, cerrada, con ventanas pequeñas y estrechas. Estaba ligada al claustro. Interiormente, las iglesias no presentaban más decoración que pinturas murales. Era en las fachadas donde aparecía la escultura. Los relieves de la puerta principal, igual que en la pintura, se referían al tema del Juicio Final, representado por el Pantocrátor o Cristo como juez y rey, el tetramorfos y los ancianos del Apocalipsis, que con instrumentos musicales cantan la profecía. En las jambas de las puertas suelen venir los profetas enseñando la profecía. Tema, el del Juicio Final, que se extendió por toda Europa en el siglo XI, que vivió periodos de hambre, peste y guerras, considerado todo como castigo de Dios.

Desde el siglo XIII, con el resurgimiento de las ciudades en las rutas de peregrinación, se desarrolló la catedral gótica, que, por el contrario, estaba llena de luz que entraba por las vidrieras que sustituían a los muros gruesos. Las cabeceras de las iglesias se cubrían con retablos de madera o piedra que presentaban escenas de la vida de Jesús, la más importante la Adoración de los Magos. Y los relieves de las puertas al exterior presentaban el tema de la Virgen. A ella se han dedicado la mayoría de las catedrales.

La Península Ibérica en la Antigüedad

El Proceso de Hominización en la Península Ibérica: Nuevos Hallazgos

El proceso de evolución de los homínidos fue muy lento (abarcó todo el Paleolítico). En 1994, Arsuaga descubrió en Atapuerca (Burgos) dos nuevos yacimientos:

  • La Gran Dolina: homínidos procedentes de África (más antiguos de Europa), 800.000 a. C.
  • La Sima de los Huesos: 30 individuos de la misma especie, 300.000 a. C. “Homo antecessor“, robusto, fuerte, poca capacidad craneana, descubridor del fuego y entierra a sus muertos, convivió con el Homo sapiens (40.000 a. C.), asentamientos esporádicos en cuevas (Altamira) junto a ríos, trabajando las herramientas para cazar, pescar y recolectar e incluso pintar paredes de las cuevas, probablemente el paso siguiente es el hombre actual.

Ambos eran depredadores, cazadores que trabajaban las herramientas con sílex tallado a golpes.

Pueblos Prerromanos. Colonizaciones Históricas: Fenicios, Griegos y Cartagineses

En el primer milenio a. C., en la península…

La Pervivencia del Legado Cultural Romano en la Cultura Hispánica

Pervive la unidad lingüística que lograron los romanos imponiendo el latín, utilizada para el derecho, las ciencias, la cultura… Séneca, Marcial y Lucano contribuyeron con sus escritos en la difusión de la lengua. Las lenguas actuales de la Península derivan del latín.

A Roma se debe la introducción e implantación del cristianismo (Constantino y Teodosio la convirtieron en religión oficial en el siglo IV). También Roma dejó la base jurídica con el derecho de ciudadanía, por el que los hispanos adquirían derecho al voto en los comicios, y el modelo de la familia patriarcal como base de la sociedad.

Las Invasiones Bárbaras. El Reino Visigodo: Instituciones

Desde el siglo III d. C., el Imperio Romano sufrió una decadencia que aprovecharon los bárbaros o extranjeros de Europa que cumplieron servicios al ejército romano a cambio de tierras donde se asentaron. En 409, suevos, vándalos, alanos (Rin) entraron en Hispania como aliados de Roma (se instalaron en el oeste y sur). Los visigodos (Danubio) se instalaron en el sur de Francia y Toulouse, instalando su monarquía. En el siglo VI, expulsados por los francos, pasaron a la Península, sometiendo a los suevos en Galicia. Su dominio fue en Toledo (capital).

La institución política fue una monarquía elegida en el Aula Regia (compuesta por nobles fieles al rey). Los bienes eran administrados por el rey. Los gardingos son los hombres que juran fidelidad al rey y forman la guardia real. La Iglesia católica, desde el rey Recaredo, se convirtió en la institución más poderosa, ya que los concilios celebrados en Toledo… los obispos, además de juzgar herejías, se reunían con nobles y tomaban decisiones políticas y legislativas que se difundían a través de las parroquias.