El Alzamiento Militar y el Estallido del Conflicto
El 17 de julio de 1936, el general Yagüe se sublevó en Melilla contra la República, extendiéndose la insurrección al resto del protectorado y, entre el 18 y 19 de julio, a las guarniciones militares de la península, con el apoyo de falangistas y carlistas. El 18 de julio, Franco se trasladó desde Canarias a la península para liderar el ejército de África. La reacción del gobierno republicano fue lenta, permitiendo a los sublevados consolidar posiciones en diversas zonas. El 19 de julio, José Giral fue nombrado jefe de gobierno, armando a las milicias y al Frente Popular, que contaban con el apoyo del ejército y las fuerzas de seguridad.
La sublevación triunfó en la España interior y rural, pero fracasó en las áreas urbanas e industriales con fuerte presencia obrera y de izquierda. Lo que se preveía como un golpe rápido se convirtió en una guerra civil que duraría tres años.
La Consolidación de los Bandos
Bando Sublevado o Nacional
- Militares conservadores
- Monárquicos de derechas
- Falangistas
- Carlistas
- Grupos católicos
- Opositores a las reformas republicanas
Inspirados por el fascismo, se autodenominaron “nacionales” y católicos.
Bando Republicano o Leal
- Clases populares
- Clases medias
- Sectores de la burguesía ilustrada
- Intelectuales y artistas
La Internacionalización del Conflicto
A pesar de la creación del Comité de No Intervención, impulsado por Francia, Alemania e Italia apoyaron activamente al bando sublevado, mientras que la URSS y las Brigadas Internacionales respaldaron a la República.
La División Territorial y el Poder Popular en la Zona Republicana
En respuesta al alzamiento, en la zona republicana surgió una estructura de poder popular para defender la legalidad republicana. Durante el verano y otoño de 1936, el poder del Estado fue sustituido por comités, consejos y juntas, dando lugar a una revolución social con la colectivización de la propiedad industrial y agraria. Se produjo una persecución contra la Iglesia, la burguesía y los propietarios, impulsada por el anarcosindicalismo y el POUM.
Gobiernos Republicanos Durante la Guerra
Gobierno de Largo Caballero (1936-1937)
Formado por republicanos, socialistas, comunistas y anarcosindicalistas, su objetivo era recomponer el Estado y dirigir la guerra mediante la creación del Ejército Popular. Los fracasos militares y las tensiones internas culminaron en los Hechos de Mayo en Barcelona, debilitando al gobierno.
Gobierno de Negrín (1937-1939)
Tras los Hechos de Mayo, Negrín asumió la presidencia, priorizando el esfuerzo militar. Propuso el programa de los Trece Puntos para una paz negociada, rechazado por el bando franquista. La pérdida de Cataluña y el reconocimiento de Franco por Francia y Gran Bretaña marcaron el fin de la República.
La Organización del Bando Sublevado
Tras la muerte accidental de Sanjurjo, se creó la Junta de Defensa Nacional presidida por Cabanellas. El 1 de octubre de 1936, Franco fue nombrado Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo. Implementó una estrategia de alargamiento de la guerra, consolidando su liderazgo y unificando las fuerzas bajo el partido único Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Operaciones Militares (1936-1939)
Primera Fase: Toma de Madrid
Los sublevados avanzan hacia Madrid, tomando Badajoz y liberando el Alcázar de Toledo.
Segunda Fase: Aislamiento de Madrid
Batallas del Jarama y Guadalajara.
Tercera Fase: Ocupación de la Zona Norte
Se abandona el ataque a Madrid para concentrarse en el norte.
Cuarta Fase: El Mediterráneo
Franco recupera diversas zonas, culminando en la Batalla del Ebro.
Quinta Fase: Fin de la Guerra
Madrid cae sin resistencia y las últimas zonas republicanas son ocupadas. El 1 de abril de 1939, Franco firma el último parte de guerra.
Efectos de la Guerra
La guerra causó un millón de muertos, miseria, desnutrición y enfermedades. La producción industrial se redujo, la mujer se incorporó al mundo laboral y las infraestructuras fueron destruidas.