La Baja Edad Media en la Península Ibérica: Crisis y Transformación

La Organización Política: Las Instituciones

Frente al concepto feudal del rey como señor de los vasallos que se mantuvo en la Corona de Aragón, se fue imponiendo en Castilla la doctrina del rey como soberano de súbditos.

En Castilla, durante la Baja Edad Media, los monarcas incrementaron su poder: establecieron impuestos y crearon la Audiencia o Chancillería Real, un tribunal permanente con competencias en todo el reino.

En el ámbito estatal, se produjo la fusión definitiva de las Cortes de Castilla y León y aparecieron dos instituciones nuevas:

  1. El Consejo Real: Creado en 1385 e integrado por legistas que asesoraban al rey.

En el ámbito local, el monarca controlaba los ayuntamientos y villas a través de sus representantes: alcaldes, mayores y corregidores.

En la Corona de Aragón, su estructura política se basaba en una confederación de territorios, cada uno con sus leyes e instituciones propias. Las instituciones más importantes fueron:

  • Los Virreinatos: Representaban al rey en los territorios en los que este no residía.
  • Las Cortes: Cumplían un papel de contrapeso a la autoridad real y defendían los intereses de sus miembros. Existían Cortes independientes en cada reino, y nunca se unieron.
  • Las Diputaciones (Diputación General de Cataluña o Generalitat, Diputación del Reino de Aragón y Diputación del Reino de Valencia): Estas diputaciones finalmente se hicieron permanentes.
  • La Justicia de Aragón: Su función era la interpretación y defensa de los Fueros de Aragón.
  • Los Ayuntamientos: Fueron cayendo bajo el control de oligarquías urbanas y su gobierno estaba integrado por: un delegado, unos magistrados y una asamblea (en Barcelona, el Consell de Cent).

Crisis Demográfica, Económica y Política

En la Baja Edad Media se produjo una crisis generalizada:

  1. Crisis Demográfica

    Hambrunas, guerras civiles y violencia feudal, sumadas a la peste negra (1348, desde las Baleares y la costa levantina hacia el interior), provocaron una gran crisis demográfica. También hubo un gran éxodo rural y despoblamiento de algunos lugares.

  2. Crisis Económica

    Además del despoblamiento, la crisis económica se vio agravada por los bajos rendimientos de la agricultura, la dificultad de importar trigo, las malas cosechas y la crisis de subsistencia.

  3. Crisis Política

    Debido a las guerras civiles, la crisis política se agudizó. Algunos ejemplos son:

    • Guerra Civil de Castilla (1366-1369), entre Pedro I y su hermano Enrique de Trastámara, que finalizó con el asesinato de Pedro I y el acceso al trono de Enrique II, instaurando una nueva dinastía en el trono castellano (los Trastámara) en sustitución de la anterior casa de Borgoña.
    • Entre 1464 y 1474, Castilla sufrió otra guerra civil.
    • Las guerras civiles de Navarra (1451, beamonteses contra agramonteses) y Cataluña (1462-1472). En esta última, el enfrentamiento se produjo entre la monarquía y la oligarquía urbana, y el de los artesanos y la pequeña burguesía barcelonesa (la Busca) contra la oligarquía rentista y los grandes comerciantes (la Biga).
  4. Reacción Señorial y Tensiones Sociales

    La crisis produjo una reacción señorial y tensiones sociales que se manifestaron en forma de rebeliones campesinas antiseñoriales, como las de los payeses de remensa contra los señores feudales por la aplicación de los malos usos y los irmandiños en Galicia (gente menuda contra la oligarquía).

La Expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo

Desde finales del siglo XIII hasta mediados del siglo XV, la Corona de Aragón, integrada por los reinos de Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca, llevó a cabo una importante expansión política por el Mediterráneo. La conquista de Valencia y Baleares por Jaime I permitió la extensión posterior.

La expansión fue difícil debido a la oposición de Francia y el Papado. A pesar de ello, se incorporaron a la Corona de Aragón: Sicilia (1282) por Pedro III, Cerdeña (1324) por Jaime II y el reino de Nápoles (1443) por Alfonso V. Durante un breve periodo de tiempo también estuvieron incorporados a la Corona aragonesa los ducados griegos de Atenas (1379-1388) y Neopatria (1379-1391), conquistados por los almogáraves.

Durante esta época, se desarrolló un activo comercio internacional, en el que Barcelona desempeñó un papel primordial. Se exportaban hierros y tejidos, y se importaban cereales de Cerdeña y Sicilia, pieles y cueros de Berbería y especias de Bizancio, Siria y Egipto. El avance turco y la caída del Imperio Bizantino en 1453 aceleraron la decadencia del comercio mediterráneo y, al mismo tiempo, emergían las nuevas rutas atlánticas.

Las Rutas Atlánticas: Castellanos y Portugueses. Las Islas Canarias

La expansión hacia el Atlántico comenzó con el dominio del Estrecho (1292-1462). Se prolongó desde 1292, cuando Sancho IV conquistó Tarifa, hasta 1462, año en que Enrique IV controló la zona tras la conquista definitiva de Gibraltar, zona estratégica por ser vía de penetración tradicional de todas las invasiones musulmanas y de posibles refuerzos norteafricanos en ayuda del reino nazarí.

La primera fase de la conquista de Canarias (1402-1474), habitada por aborígenes guanches, se centró en Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro. La primera expedición fue realizada por Jean de Bethencourt. Desde 1475 hasta 1496 se conquistaron Gran Canaria, La Palma y Tenerife, que pasaron a ser tierras de realengo.

Los portugueses habían iniciado desde principios del siglo XV su expansión por el Atlántico Sur, siguiendo la costa africana en busca de oro y, más tarde, con el fin de abrir una ruta atlántica hacia las Indias. Conquistaron Ceuta en 1415, descubrieron y colonizaron las islas Madeira (1419-1439) y exploraron el golfo de Guinea en 1474.

El archipiélago canario fue motivo de rivalidad entre Portugal y Castilla. El conflicto se resolvió en los tratados de Alcaçovas-Toledo en 1479, durante el reinado de los Reyes Católicos.

Unión Dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y Aragón

El matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, la guerra de sucesión, el Tratado de Alcaçovas y la llegada de Fernando al trono de Aragón supusieron la unión dinástica de las dos grandes coronas peninsulares. Existían diferencias notables entre ambas coronas: Castilla superaba a Aragón en extensión territorial, riqueza económica y población, contaba con una organización comercial potente y era un estado unido. Además, la monarquía castellana no estaba sometida al control de las Cortes. El sistema de gobierno lo habían fijado Fernando e Isabel con la firma de la Concordia de Segovia (1475). Sus principales ejes fueron: reformas en el gobierno y las instituciones, la reforma religiosa, el final de Al-Ándalus con la conquista del reino nazarí y la expansión marítima tanto por el Mediterráneo como por el Atlántico.

La Conquista del Reino Nazarí y la Incorporación del Reino de Navarra

La guerra de Granada supuso la incorporación a Castilla del último reducto musulmán de la Península. Fue una guerra más de asedios que de batallas campales, desarrollada en tres fases:

  1. Conquista y toma de Alhama (1481-1484).
  2. Toma de Málaga (1485-1487).
  3. Rendición de Granada (1488-1492).

El reino de Navarra, independiente de Castilla y Aragón desde el siglo XIII, era vasallo de los reyes franceses.

La Integración de las Canarias y el Acercamiento a Portugal

Antes del acceso al trono de los Reyes Católicos, se habían incorporado a la Corona de Castilla: Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro. Con los nuevos monarcas, se conquistaron las tres restantes: Gran Canaria, La Palma y Tenerife. El procedimiento seguido fue diferente al empleado en otras islas:

  1. La conquista se efectuó por el sistema de capitulaciones. Se establecía un contacto con capitanes y eclesiásticos que llevaban a cabo la conquista y reevangelización en nombre de la monarquía.
  2. Estas islas no se integraron en el régimen señorial, sino que permanecieron como tierras de realengo (bajo el dominio de la Corona).

En el año 1494 se firmó el Tratado de Tordesillas.

La Organización del Estado: Instituciones de Gobierno

El carácter de monarquía autoritaria se logró mediante dos intervenciones: restaurando la paz social y reforzando la autoridad de la monarquía. Los instrumentos fueron:

  • La Santa Hermandad (1476), con atribuciones policiales, judiciales, recaudatorias y de orden público.
  • Resolución del conflicto de los remensas en Cataluña con la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486).
  • Limitación del poder de la nobleza.
  • El control de las órdenes militares.
  • La fiscalización del poder municipal de Castilla.
  • La Inquisición (1478).

La reorganización del nuevo estado se articuló en torno a:

  1. Los Consejos especializados: el de la Inquisición, Órdenes, Aragón y de la Hermandad.
  2. Las Cortes: Perdieron protagonismo y apenas fueron convocadas.
  3. La administración local: Los corregidores.
  4. Administración de justicia: Se crearon dos chancillerías y dos audiencias.

En la Corona de Aragón, se confirmaron los privilegios y fueros y se instituyó la figura del virrey.

La Proyección Exterior: Política Italiana y Norteafricana

Las guerras de Italia transcurrieron en dos fases: (1495-1496) y (1502-1503). Algunas características fueron:

  • Los principales protagonistas fueron los reyes de Francia Carlos VIII y Luis XII y, por el otro lado, Fernando el Católico.
  • El objetivo era el reino de Nápoles.
  • El resultado fue la clara victoria de Fernando el Católico, así como la incorporación a la Corona de Aragón de importantes territorios:
  • Los condados catalanes de Rosellón y Cerdaña.
  • El reino de Nápoles.

La expansión en el norte de África quedó limitada a un reducido número de plazas fuertes en la costa: Melilla, Orán, Bugía, Trípoli, cuya eficacia contra la piratería era prácticamente nula.