– Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: Organización Política e Instituciones en el Reino de Castilla y en la Corona de Aragón
Castilla
En Castilla, en el siglo XIV, se produce la guerra civil (1366-1369) como consecuencia de la cual los Trastámara sustituyen a la Casa de Borgoña, y triunfa la nobleza frente a las aspiraciones autoritarias de Pedro I. Se produce un fortalecimiento del poder real. Enrique II compensa con las mercedes enriqueñas a quienes le han ayudado en la conquista y se constituye el mayorazgo para la conservación del patrimonio familiar.
La administración central, presidida por el rey, promulga en 1348 el Ordenamiento de Alcalá, con el que relega a las Cortes la elaboración de leyes, y el rey pasa a ser considerado juez supremo. Dentro de la administración central se encontraban:
- El Consejo Real, que asesoraba al rey.
- La Audiencia, que era el órgano superior de justicia.
- Las Cortes con un poder militar.
Las tierras se dividen en señoríos, realengos y tierras de los concejos.
Aragón
En Aragón, el poder del rey es limitado por las Cortes mediante el pactismo.
La administración central tiene:
- Un Consejo Real que asesora al rey.
- Una Audiencia que es el órgano superior de justicia.
- Unas Cortes en cada reino que tratan la política interior e internacional.
La administración territorial divide Aragón en terrenos con instituciones propias. Donde no se encuentra el rey hay un virrey representante. En 1359 se crea la Generalitat a partir de una comisión de las Cortes.
– Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: Crisis Demográfica, Económica y Política
La crisis del siglo XIV se dio fundamentalmente en el plano demográfico, económico y político, aunque también hubo una crisis social que afectó principalmente a los nobles.
Crisis Demográfica
La crisis demográfica se da debido a la peste negra (1348) que llegó de Asia a Europa en barcos por el Mediterráneo. Afectó más a las capas bajas, aunque también a capas altas, por ejemplo, Alfonso XI murió de peste. La reacción de la gente fue huir de las zonas apestadas, por lo que quedaron muchas zonas despobladas. La danza de la muerte surgió como reacción a esta situación en el arte.
Crisis Económica
La crisis económica se produce por las malas cosechas que provocan escasez y subidas de precios. Esto lleva a la crisis de subsistencias que tiene como consecuencia el hambre, enfermedades y la muerte.
Crisis Política
La crisis política se da cuando en la Edad Media los reyes intentan fortalecer su poder, ya que producen choques entre nobles y reyes, debido a que los nobles pretenden tener poder en sus tierras y los reyes centralizan su poder. En la península desembocará en guerras civiles.
– Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: La Expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo
De los territorios que integraban la Corona de Aragón, tres de ellos: Cataluña, Valencia y Mallorca, se abrían al Mediterráneo, lo que determinó su vocación comercial y su ámbito de actuación. En 1282 se incorpora Sicilia y en 1324 se incorpora Cerdeña. Los catalanes, al mando de las tropas mercenarias llamadas almogávares, al mando de Roger de Flor, incorporan los ducados de Atenas y Neopatria hacia 1380. Alfonso V, en 1443, incorpora el reino de Nápoles, que abarcaba todo el sur de Italia.
Por esto, Aragón desarrolla en el Mediterráneo un comercio activo en el cual destaca el puerto de Barcelona. En el Mediterráneo surgen delegaciones para comerciar con Aragón (consulados de mar). El comercio de Aragón se desarrolló mediante las lonjas, edificios góticos para exportar e importar productos. Se exportaban hierro y tejidos y se importaban cereales, pieles y especias. La etapa de máximo esplendor comercial es el siglo XIV, ya que en el siglo XV los intereses aragoneses se ven amenazados por los turcos.
– Los Reinos Cristianos en la Baja Edad Media: Las Rutas Atlánticas: Castellanos y Portugueses. Las Islas Canarias
La exploración y conquista de las Islas Canarias se enmarca en el contexto de la expansión por el Atlántico sur de castellanos y portugueses; los avances científicos y técnicos hicieron posible esta expansión. Durante el siglo XIV, marinos genoveses, mallorquines y catalanes solían partir de puertos andaluces y portugueses, aunque las Islas Canarias no despiertan demasiado interés hasta que en 1344 Clemente VI concede un reino en las islas a Luis de la Cerda (noble castellano).
En el siglo XV se emprende una conquista efectiva del archipiélago. La primera expedición la dirigió Jean de Béthencourt, que ocupó Lanzarote y Fuerteventura y se ofreció como vasallo al rey de Castilla. A partir de entonces, otros miembros de la nobleza comenzaron a explorar el territorio. A partir de 1475, la monarquía intervino directamente en la conquista de las demás islas que se mantuvieron como tierras de realengo.
Por su parte, los portugueses habían iniciado desde comienzos del siglo XV su propia expansión por el Atlántico sur siguiendo la costa africana en busca de oro, conquistando Ceuta, Madeira y explorando el Golfo de Guinea; el archipiélago estaba, por tanto, dentro de su zona de interés y se convirtió en motivo de rivalidad con los castellanos. Los portugueses reclamaron ante el Papa, apoyaron a los indígenas rebeldes e incluso llevaron a cabo intentos de ocupación de las islas. Pero el conflicto no se resolvió de modo definitivo hasta 1479 con el Tratado de Alcaçovas-Toledo en el reinado de los Reyes Católicos.