La Crisis de la Monarquía Española bajo Carlos IV y la Guerra de Independencia

La Crisis de la Monarquía Española bajo Carlos IV

La monarquía de Carlos IV se encontraba muy desprestigiada. En el sistema de gobierno destacaban María Luisa de Parma y Manuel de Godoy, quien desde 1802 se enfrentó a una fuerte oposición que buscaba un cambio en el estilo de gobierno, ya fuera hacia un enfoque conservador o liberal.

La Desamortización de Godoy (1798)

Implementada para hacer frente a la crisis financiera provocada por las guerras contra el Reino Unido y Francia.

Subordinación a Francia

La política exterior española quedó subordinada a los intereses de la Francia de Napoleón. La derrota de Trafalgar (1805) supuso la destrucción de gran parte de la armada española. El Tratado de Fontainebleau (1807) permitió la entrada de tropas francesas para ocupar el reino de Portugal.

Oposición a Godoy

Surgieron facciones opositoras, como el partido antigodoyista (nobles y clérigos favorables a Fernando, hijo de Carlos IV), que se manifestó en el proceso de El Escorial (1807).

Segundo Acto de Crisis: Motín de Aranjuez (marzo de 1808)

  • El motín obligó a Godoy a huir y forzó la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando.

El Tratado de Fontainebleau evidenció que las tropas francesas utilizaron el ataque a Portugal como pretexto para ocupar toda la península. Napoleón convocó a Fernando y a Carlos a Bayona con el supuesto objetivo de reconciliarlos (abril de 1808).

Levantamiento contra los Franceses

2 de mayo de 1808

El pueblo de Madrid se levantó contra las tropas francesas. El ejército de Murat, con 30.000 hombres, reprimió el levantamiento.

Napoleón obligó a Carlos IV y a Fernando VII a renunciar al trono en favor de su hermano José Bonaparte.

En las localidades rebeldes se publicaron bandos contra el invasor y se formaron Juntas para organizar el gobierno y la defensa. Estas Juntas, con un origen popular que desafiaba al Antiguo Régimen, surgieron en ciudades como Sevilla, Valencia, Zaragoza, Oviedo y La Coruña.

El levantamiento tomó por sorpresa al ejército francés, que no pudo ocupar ciudades como Gerona, Zaragoza o Valencia.

El Estatuto de Bayona y el Gobierno Francés

Se buscaba establecer un sistema político liberal, plasmado en el Estatuto de Bayona. Este texto, aunque respetaba la tradición española y reconocía a España como un país católico, establecía una monarquía constitucional con tres órganos principales: el Senado, el Consejo de Estado y las Cortes. Incluía una declaración de derechos y una serie de reformas liberales.

José I llegó a Madrid en 1808.

Desarrollo de la Guerra

La victoria española en la Batalla de Bailén (19 de julio de 1808) obligó a José I a abandonar Madrid. Sin embargo, el 2 de diciembre, Napoleón llegó a Madrid con su ejército, lo que permitió a José I regresar a la capital.

Entre noviembre de 1808 y enero de 1809, Napoleón implementó dos reformas revolucionarias: la supresión de la Inquisición y la abolición del Régimen Señorial y los conventos.

En agosto de 1808, un ejército inglés desembarcó en la península para apoyar a los portugueses.

La victoria francesa en Ocaña en octubre de 1809 y su avance hacia el sur permitieron a Napoleón ocupar casi toda España. En 1812, el reino de Valencia había caído, excepto la ciudad de Alicante.

Las batallas de Ciudad Rodrigo y los Arapiles obligaron a José I y a los franceses a abandonar Madrid y dirigirse a Valencia.

La derrota francesa en Vitoria (junio de 1813) forzó a José I a abandonar Valencia en julio.

En diciembre de 1813, Napoleón firmó con Fernando VII el tratado de Valençay, por el cual Fernando VII fue repuesto en el trono, lo que puso fin a la Guerra de la Independencia.

Patriotas, Liberales y Afrancesados

La guerra generó una confrontación entre afrancesados y patriotas, así como entre liberales y absolutistas, que se reflejó en las Cortes de Cádiz a partir de septiembre de 1810.

Tres centros de acción política y social durante la guerra:

  • Las Juntas: Las Juntas locales dieron lugar a las Juntas provinciales, y estas a la Junta Central (septiembre de 1808). Integradas por figuras como obispos, capitanes generales y otros cuyo prestigio se basaba en su oposición a la ocupación. La Junta Central, presidida por figuras como Jovellanos o el conde de Floridablanca, impulsó reformas políticas y sociales.
  • La guerrilla: Instrumento de resistencia popular contra el invasor. Surgió de forma espontánea y fue regulada por la Junta Central. Alcanzó su mayor auge entre 1811 y 1812, con 16 grandes partidas y otras menores, que sumaban unos 55.000 hombres, además de los 70.000 soldados regulares. Estaban compuestas principalmente por campesinos, aunque algunas derivaron en bandolerismo.
  • Convocatoria de Cortes: Elegidas por sufragio universal masculino indirecto, con representación nacional y no por estamentos. Dieron comienzo a las Cortes de Cádiz.

Los Patriotas

Defensores de la monarquía borbónica y contrarios a la nueva dinastía impuesta por Napoleón.

  • Algunos vieron la invasión como una oportunidad para reformar la monarquía, adoptando el liberalismo como ideario y defendiendo las reformas de las Juntas y las Cortes.
  • Otros eran absolutistas y deseaban mantener el sistema existente.

El Bando Afrancesado

Apoyaban a José I y colaboraban con él. Hubo afrancesamiento cultural (como en el caso de Meléndez Valdés), político o comprometido (como Llorente o Azanza) y por conveniencia. Su obra más importante fue el Estatuto de Bayona de 1808. A partir de 1814, sufrieron una dura persecución.

una dura persecución.