La Crisis de la Restauración en España (1909-1923)

El Auge de los Partidos de Masas y el Sindicalismo

El PSOE y las Primeras Huelgas Generales

En 1918 Julian Besteiro y Francisco Largo Caballero consiguieron actas de diputados por Madrid mientras que Indalecio Prieto la obtuvo por Bilbao. Algunos militantes se mostraron partidarios de la línea bolchevique, se separaron del PSOE y fundaron el Partido Comunista de España (PCE) que contó con núcleos activos en Asturias y Vizcaya.

Los Anarcosindicalistas: La CNT

El anarquismo tenía su mayor presencia en Cataluña, Andalucía, Aragón, Asturias y Levante.

En 1907 se creó en Barcelona Solidaridad Obrera (federación de asociaciones de trabajadores de carácter apolítico, reivindicativo y favorable a la lucha revolucionaria), contó con prensa propia y en 1910 impulsó la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT)

La CNT se definía como revolucionaria y presentaba una ideología basada en tres supuestos básicos: la independencia del proletariado de la burguesía y se proclamaba apolítica; unidad sindical de los trabajadores y la voluntad de derribar al capitalismo. En 1911, después de una huelga general, el sindicato fue prohibido hasta 1914.

En el congreso de la Comedia en Madrid (1919) se acordaron la creación de los Sindicatos Únicos de Industria con la voluntad de sustituir a los viejos sindicatos y se reafirmó la necesidad de la negociación directa entre obreros y patronos, sin intervención de fuerzas políticas o representantes del estado.

De la Semana Trágica a la Huelga Revolucionaria (1909-1917)

3.1 El Conflicto Colonial de Marruecos

A partir de 1900 España penetró en el norte de África. La conferencia de Algeciras (1906) y el posterior tratado hispano-francés (1912), establecieron un protectorado franco-español en Marruecos. A España le correspondió el territorio del Rif. El interés de España en esta región era para la obtención de beneficios económicos, pero sobre todo restaurar el prestigio del ejército, hundido tras el desastre de Cuba.

La presencia española tuvo continuos ataques de rifeños organizados en cábilas. En 1909 los rifeños derrotaron a las tropas españolas en el barranco del Lobo.

3.2 La Semana Trágica de Barcelona

La movilización contra la guerra se inició en el puerto de Barcelona durante el embarque de tropas hacia Marruecos. El día 24 de julio se constituyó un comité de huelga, participaban lerrouxistas, socialistas y anarquistas, y convocaron una huelga general. Esta huelga derivó en una revuelta popular que protestaba contra la guerra de Marruecos y acabó siendo un estallido espontáneo de todas las tensiones acumuladas. Los incidentes en la calle se multiplicaron y hubo un fuerte sentimiento anticlerical que desencadenó en el ataque e incendio de más de 80 centros religiosos. Se declaró el estado de guerra. La represión posterior fue muy dura por el gobierno de Maura. Los procesos penales se encomendaron a tribunales militares. Se celebraron consejos de guerra y hubo 17 condenas de muertes de las cuales solo se ejecutaron 5. Entre estas estaba Francisco Ferrer Guardia, pedagogo anarquista fundador de la Escuela Moderna, institución pedagógica laica e innovadora. Ferrer no había intervenido en la revuelta pero por su alto signo anticlerical se le debía ejercer un castigo ejemplar.

La represión de la Semana Trágica levantó oleadas de protestas. El gobierno conservador de Maura tuvo que enfrentarse a duras críticas y los liberales y republicanos se unieron para pedir su dimisión. La oposición a Maura, apoyada por las relaciones internacionales, consiguió que Alfonso XIII devolviera las Cortes y pasara el gobierno a los liberales.

3.3 El Impacto de la Gran Guerra

En el verano de 1914, estando al frente del gobierno el conservador Eduardo Dato, se produjo el estallido de la Primera Guerra Mundial, entre los imperios centrales con sus respectivas potencias aliadas. Dato declaró de inmediato la neutralidad española. La guerra generalizada en Europa permitió exportar productos industriales y agrarios. Los industriales vascos y catalanes hicieron grandes negocios.

Gran parte de la producción se dedicó a la exportación, los precios interiores aumentaron sin ser acompañados de subidas de salarios. El conflicto social fue creciendo y las organizaciones obreras encabezaron una protesta que desencadenó en el movimiento huelguístico del verano de 1917.

3.4 La Crisis de 1917

En 1917 se produjeron conflictos sociales y políticos en gran parte de Europa. En febrero cayó el zarismo en Rusia, en octubre la revolución bolchevique. En España la coincidencia entre las graves dificultades del sistema político de la Restauración, el descontento militar y la conflictividad social generaron una protesta generalizada de carácter antigubernamental.

La Protesta Militar

El ejército español presentaba un número excesivo de oficiales en relación con los soldados. Los ascensos se obtenían mayoritariamente por méritos de guerra, lo que beneficiaba a los militares africanistas en detrimento de los peninsulares.

El descontento de los oficiales de baja y media graduación desencadenó en la formación de las llamadas Juntas de Defensa, la primera nacida en Barcelona. Las Juntas reclamaban un aumento salarial y se oponían a los ascensos por méritos de guerra, reivindicando la antigüedad como único criterio. El manifiesto de junio de 1917 culpaba al gobierno de los males del ejército y del país. Ante esto, el gobierno cedió a las demandas de las Juntas.

La Crisis Política

El gobierno conservador de Dato había sido sustituido en 1916 por un gabinete liberal presidido por el conde de Romanones, que continuó con la corrupción política y ante las quejas decidió cerrar las Cortes en julio de 1916. En abril de 1917 Dato volvió a asumir la jefatura del gobierno y a mediados del mes de junio, la oposición reclamó enérgicamente la reapertura de las Cortes. El gobierno se negó y declaró el estado de excepción y aumentó la censura de prensa.

Aprovechando la situación de crisis por la protesta militar, la Lliga Regionalista organizó en Barcelona una asamblea de parlamentarios catalanes en julio de 1917 que exigió la formación de un gobierno provisional que convocase Cortes constituyentes para reformar el sistema político y descentralizar el estado.

Desde la asamblea se convocó una reunión a todos los diputados y senadores españoles. El gobierno prohibió la convocatoria pero acabó celebrándose y fue disuelta finalmente por la guardia civil.

El movimiento parlamentario no tuvo continuidad y desapareció sin haber conseguido la reforma constitucional.

La Huelga General Revolucionaria

En 1916 se había producido un movimiento huelguístico y en marzo de 1917 las centrales sindicales CNT y UGT firmaron un manifiesto para contener los precios bajo amenaza de huelga general. En agosto de 1917, a raíz del conflicto ferroviario de Valencia, la UGT, con el apoyo del PSOE, decidió llamar a la huelga general.

La huelga tuvo una incidencia desigual, apenas contó con el apoyo de los sectores del campesinado. Los incidentes más importantes, como en Madrid, Barcelona, el País Vasco y Asturias, llegaron a paralizar la vida ciudadana. El gobierno decretó la Ley Marcial y se envió al ejército a aplacar el movimiento.

4.1. La Descomposición Política

El régimen de la Restauración entró en una progresiva descomposición a causa de los nulos deseos de renovación política de los dirigentes dinásticos y de la debilidad de la oposición.

Los partidos dinásticos, sin líderes claros, se fragmentaron en grupos y desde 1917 se recurrió con frecuencia a gobiernos de concentración. El más relevante fue el llamado Gobierno Nacional, impulsado por Maura en 1918, con participación de líderes dinásticos (conservadores y liberales) y los regionalistas catalanes (Lliga Regionalista).

Fracasados los gobiernos de concentración, se volvió al turno dinástico. Entre 1918 y 1923 el país conoció un total de 10 cambios de gobierno. Los conservadores gobernaron entre 1919 y 1922 y después de nuevo los liberales. A pesar del fraude electoral, ningún partido dinástico reunió la mayoría parlamentaria para gobernar y fueron constantes las medidas de excepción, la suspensión de las garantías constitucionales y la clausura del parlamento.