La Crisis del Sistema de la Restauración en España (1902-1923)

1. Reformismo Dinástico

En 1902, Alfonso XIII subió al trono, coincidiendo con una renovación de los partidos dinásticos. La nueva generación de políticos estaba influenciada por el regeneracionismo. Antonio Maura, líder conservador, defendía la necesidad de reformar el régimen desde el gobierno para evitar una revolución popular. Sin embargo, la brutal represión que siguió a la revuelta de la Semana Trágica en Barcelona provocó la caída de su gobierno. José Canalejas formó un nuevo gobierno liberal con el objetivo de limitar el poder de la Iglesia, pero sus reformas se vieron interrumpidas por su asesinato a manos de un anarquista.

2. La Oposición Obrera y el Conflicto Colonial

2.1. El Auge del Movimiento Obrero

A comienzos del siglo XX, el PSOE, aunque pequeño, contaba con bases sólidas que le permitieron un crecimiento progresivo, al igual que su sindicato, la UGT. La Revolución Rusa de 1917 radicalizó a algunos militantes socialistas, llevando a la escisión del partido y la fundación del Partido Comunista de España en 1921. El anarquismo, mayoritario en España, impulsó la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que buscaba derribar el capitalismo a través de la huelga general revolucionaria.

2.2. El Conflicto Colonial de Marruecos

La Conferencia de Algeciras (1906) estableció un protectorado franco-español en Marruecos. A España le correspondió el Rif, una zona montañosa del norte. Los continuos ataques rifeños culminaron en 1909 con una importante derrota española en el Barranco del Lobo. La decisión de enviar reservistas a Marruecos provocó un importante movimiento de protesta popular, especialmente en Barcelona.

2.3. La Semana Trágica de Barcelona (1909)

En el puerto de Barcelona, durante el embarque de tropas hacia Marruecos, estalló una revuelta popular. Se levantaron barricadas, se produjeron enfrentamientos e incendios en más de 80 centros religiosos. La represión posterior fue brutal, con 17 condenas a muerte, incluyendo la de Francisco Ferrer Guardia. La violencia y arbitrariedad de la represión generaron una oleada de protestas internacionales contra el gobierno de Maura.

3. La Crisis de 1917 y el Descontento Social

La Primera Guerra Mundial, aunque benefició a la industria española, provocó un aumento desorbitado de los precios sin un aumento salarial equivalente. Las organizaciones obreras encabezaron protestas cada vez mayores. En 1917, la Revolución Bolchevique en Rusia inspiró una oleada de protestas antigubernamentales en España.

El ejército español, con un exceso de oficiales y un sistema de ascensos basado en méritos de guerra, se encontraba descontento. Se formaron las Juntas de Defensa, que reclamaban mejoras salariales y se oponían a los ascensos por méritos de guerra. El gobierno conservador respondió cerrando las Cortes.

En Barcelona, la Lliga Regionalista organizó una Asamblea de Parlamentarios catalanes que exigía un gobierno provisional y la convocatoria de Cortes Constituyentes, pero fue disuelta por la Guardia Civil. La CNT y la UGT amenazaron con una huelga general si el gobierno no intervenía para contener los precios.

4. La Huelga General de 1917 y la Descomposición del Sistema

En agosto de 1917, un conflicto ferroviario en Valencia desencadenó la huelga general convocada por la UGT y el PSOE. Los huelguistas exigían el fin de la monarquía, un gobierno provisional y la instauración de una república. La respuesta del gobierno fue la represión, declarando la Ley Marcial y enviando al ejército. El resultado fue de más de setenta muertos, doscientos heridos y dos mil detenidos.

Entre 1918 y 1923, España sufrió diez cambios de gobierno, ninguno de los cuales duró un año. El triunfo del bolchevismo, el fin de la guerra y la crisis económica posterior agravaron la situación. El movimiento huelguístico se intensificó, especialmente en Barcelona, donde la huelga de La Canadiense (1919) paralizó la ciudad durante un mes y medio.

En Andalucía, el descontento social dio lugar al Trienio Bolchevique (1918-1921), con revueltas campesinas y enfrentamientos entre obreros y patronos. El asesinato del presidente Eduardo Dato por anarquistas en 1921 intensificó la represión. El desastre militar en Annual (1921) y la crisis política subsiguiente abocaron al país a la dictadura de Primo de Rivera en 1923, poniendo fin al sistema de la Restauración.