El Reinado de Alfonso XIII y la Crisis del Sistema de la Restauración
El reinado personal de Alfonso XIII se inicia en 1902, cuando con 16 años alcanza la mayoría de edad. El sistema político de la Restauración seguía vigente: basado en una monarquía constitucional y no democrática, que descansaba en la Constitución de 1876, en el bipartidismo (Partido Conservador y Partido Liberal), el turnismo y la manipulación electoral.
Este sistema político había funcionado mucho tiempo con bastante estabilidad pero en la última década del siglo una serie de problemas lo amenazarán: el asesinato de Cánovas en 1897, los enfrentamientos internos en el Partido Conservador, el independentismo de Cuba y Filipinas que concluyó con la pérdida del imperio colonial con el desastre del 98.
El Regeneracionismo y la Generación del 98
El Desastre provocó las críticas regeneracionistas de intelectuales como Joaquín Costa y Macías Picavea al sistema político de la Restauración. Planteaban la necesidad de “regeneración nacional” basada en la dignificación de la política, la modernización social y económica y en la superación del atraso cultural. También destacó en esta reflexión sobre España la llamada “generación del 98”.
Joaquín Costa en sus obras “Oligarquía y Caciquismo” y en “La tierra y la cuestión social” criticaba al sistema político de la restauración y planteaba como solución reformas económicas y mejorar el nivel cultural del país (la receta de “despensa y escuela”). La Unión Nacional, que apenas duró tres años (1900-03) por tanto fracasó pero su pensamiento influyó mucho en la vida política española de principios del siglo XX. El regeneracionismo fue asumido por los partidos dinásticos: por los conservadores (Silvela y Maura) y por los liberales (Canalejas y Alba), por ello se denominó “regeneracionismo desde dentro” del sistema político. Este regeneracionismo caracterizó la política de los 10 primeros años del reinado de Alfonso XIII (1902-12) quién además se mostró desde el principio muy interesado en participar en los asuntos políticos y por ello fue acusado de provocar las denominadas “crisis orientales” (cambios frecuentes de gobierno). Pero estos proyectos de cambio terminarán fracasando.
El Regeneracionismo Conservador: Antonio Maura
El primer intento regeneracionista desde el Partido Conservador lo llevó a cabo Francisco Silvela, pero quién mejor representa esta política regeneracionista conservadora es Antonio Maura, él estaba convencido de que era necesaria una “revolución desde arriba para evitar que nos la hagan desde abajo”. Para ello consideraba necesario incorporar nuevas capas sociales a la política y para lograrlo era necesario autentificar las elecciones, con este objetivo promulgó la Ley electoral de 1907. También la Ley de Administración Local que permitía a las diputaciones provinciales unirse en Mancomunidades no llegó a hacerse realidad.
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
Su política regeneracionista quedó bloqueada después de la Semana Trágica de Barcelona en 1909 que provocó su caída. Estos sucesos tienen lugar en relación al Protectorado que España tiene en el norte de Marruecos. La decisión del gobierno de Maura de movilizar a los reservistas de Madrid y Barcelona para trasladarlos a Marruecos provocó grandes protestas que derivaron en una huelga general el 26 de julio, En Cataluña a su vez derivó en manifestaciones de gran violencia anticlerical (quema de conventos, iglesias, colegios religiosos..). El balance fue desastroso. La represión fue muy dura, se dictaron 5 sentencias de muerte, entre ellas la del anarquista y fundador de la escuela moderna, Francisco Ferrer y Guardia, su injusta ejecución, provocó una oleada de protestas nacionales e internacionales contra Maura, forzando su dimisión.
Además de provocar la caída de Maura, la Semana Trágica tuvo como consecuencias:
- La ruptura entre el pacto de conservadores y liberales.
- La creación de la Conjunción Republicano-Socialista, que dio al PSOE su primer diputado.
- La formación de una nueva organización sindical nacional en 1910, la CNT, identificada con el anarquismo.
El Regeneracionismo Liberal: José Canalejas
También como consecuencia de la caída de Maura accedió al poder el partido Liberal, José Canalejas gobernó entre 1910 y 1912 representando la principal propuesta regeneracionista del Partido Liberal para lograr la progresiva democratización del régimen. Su programa pretendía mejorar el sistema parlamentario, secularizar el Estado y mejorar la situación social de las clases trabajadoras. Logró la aprobación de la Ley de Mancomunidades de 1912 que permitía unirse a las diputaciones provinciales. Destaca la llamada Ley del Candado de 1910 limitaba el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en España.
Se aprobó una amplia legislación laboral y social:
- Prohibición del trabajo nocturno de mujeres y niños en talleres.
- Reducción de la jornada laboral.
- Prestación de seguridad Social por parte del Estado.
- Supresión del impuesto de consumos.
Introdujo el servicio militar obligatorio. Pero tuvo que hacer frente a muchas huelgas, muy grave la de 1911 y respondió ilegalizando la CNT. Canalejas cayó a su vez víctima de un anarquista en plena Puerta del Sol madrileña en 1912.
Críticas al Sistema de la Restauración
Pero las principales críticas al sistema de la Restauración se realizaron también desde fuera del sistema político, proceden del republicanismo, del nacionalismo y del movimiento obrero.
El Republicanismo
El republicanismo constituyó una amenaza para la monarquía por sus constantes críticas al régimen cada vez tenía un fracaso o sufría una derrota. Aunque en 1903 se formó Unión Republicana, el republicanismo estaba muy fragmentado y existían divergencias ideológicas y tácticas. Dos corrientes:
- Una radical, la representan el Lerrouxismo (Alejandro Lerroux) y el Blanquismo (Vicente Blasco Ibáñez). El partido radical fundado en 1908 por Alejandro Lerroux en Barcelona, logró con un mensaje populista, anticlerical, antiburgués y españolista calar en las clases medias y en los trabajadores inmigrantes y entre los jóvenes “bárbaros” de Cataluña.
- Por otro lado el republicanismo moderado y reformista, representado por el Partido Reformista (1912) dirigido por un grupo de intelectuales universitarios como Azcárate y Melquíades Álvarez y que atrajo a jóvenes intelectuales como Ortega y Gasset y Azaña.
El Nacionalismo
El nacionalismo supone una crítica al centralismo de la Restauración. En Cataluña el partido que dominaba la vida política fue la Lliga Regionalista (1901) liderada por Prat de la Riba y Francesc Cambó, apoyada por las clases altas y medias, reivindica la autonomía. La izquierda nacionalista estaba representada por el Centre Nacionalista Republicà. El momento más decisivo para la evolución del catalanismo se dio en 1906 con la aprobación de la Ley de Jurisdicciones que provocó la creación de una coalición electoral llamada Solidaridad Catalana (1907). En 1914 se formó la Mancomunidad de Cataluña. Después de la crisis de 1917 apareció un nuevo catalanismo de izquierda. En el País Vasco, el PNV es un partido poco organizado, con escaso apoyo social y limitado a Vizcaya. El partido logra apoyos entre la burguesía moderando su discurso con la presencia del naviero Ramon de la Sota, sin embargo nunca giró hacia la izquierda, ni participó en los gobiernos de la Restauración.
El Movimiento Obrero
El movimiento obrero en España era débil estaba dividido en 2 corrientes: la anarquista y la socialista. El anarquismo se negaba a participar en la vida política y estaba dividido entre los partidarios del sindicalismo y los de una estrategia terrorista. Se consolidó con la formación de la CNT en 1910. El socialismo (PSOE y UGT) inició tras la Semana Trágica la colaboración con los republicanos y así obtuvieron en 1910 el primer diputado socialista, Pablo Iglesias. En 1921 un grupo socialista radical fundó el (PCE).