Golpe de Estado
En la noche del 12 al 13 de septiembre de 1923, Miguel Primo de Rivera, se sublevó contra el gobierno, publicando el manifiesto titulado “Al país y al ejército”, en el que reclamaba el poder para establecer una Dictadura, y acabar con el terrorismo anarquista, agitación separatista, desorden público, utilización política de la guerra de Marruecos.El Rey aceptó el golpe de Estado y Primo de Rivera constituyó un Directorio Militar. Se declaró el estado de guerra, los militares se hicieron cargo de los gobiernos civiles. Se decretó la suspensión de la Constitución de 1876 y de las garantías constitucionales, y se disolvieron las Cortes, y se establecía la censura de prensa.La sublevación no sorprendió a la opinión pública española que era partidaria de un gobierno fuerte, para resolver el caos político, social y militar vigente. El golpe de Estado fue aceptado por el Ejército, la Iglesia, las clases medias, la burguesía catalana y el PSOE y la UGT, que colaboraron durante los casi siete años que duró la Dictadura. En cambio, la CNT se enfrentó abiertamente a la Dictadura y fue objeto de una dura represión.
Directorio militar
El Directorio Militar era una solución de carácter temporal. Primo de Rivera se convirtió en “ministro único” y era asesorado por un Directorio Militar, cuyos miembros era vocales. La administración del Estado quedó completamente militarizada.En abril de 1924, se aprobó el Estatuto Municipal, que contemplaba la elección por sufragio popular de una parte de los concejales. Sin embargo, el nombramiento de los alcaldes lo realizaba el ministro de la Gobernación. Esto resultó un fracaso.Respecto a Cataluña, Primo de Rivera prohibió el uso del himno y de la bandera catalanes, y restringió el uso del catalán al ámbito privado. La Mancomunidad de Cataluña, fue suprimida. Ello supuso para la Dictadura la pérdida del apoyo de la burguesía catalana. El catalanismo derivó hacia la izquierda, más radica.En abril de 1924, Primo de Rivera intenta perpetuar la Dictadura y surgió así un partido único, la Unión Patriótica.El Directorio Militar obtuvo una amplia aceptación popular, ya que resolvió dos graves problemas: el pistolerismo y la guerra de Marruecos. El número de atentados terroristas disminuyó porque se estableció un férreo control sobre la correspondencia privada; se ordenó la detención de numerosos dirigentes anarquistas y comunistas.Con respecto a Marruecos, en 1925, Abd-el-Krim invadió la zona del Protectorado francés, las autoridades francesas y españolas, decidieron el desembarco de Alhucemas. A mediados de 1926, Abd-el-Krim se entregó a los franceses.
Directorio Civil
En diciembre de 1925, Primo de Rivera formó un Directorio Civil con el objetivo de afrontar los asuntos económicos y políticos con mayor eficacia. Se estimuló el desarrollo industrial, especialmente la electrificación, la producción de hierro y acero, y la extracción de hulla. Se dio un notable impulso a las obras públicas, sobre todo a la construcción de carreteras y de embalses. Se crearon monopolios en los sectores energéticos (Calvo Sotelo fundó la compañía petrolífera CAMPSA) y también se creó la compañía telefónica de España. En cambio, la agricultura siguió estancada, ya que persistía el latifundismo.Para institucionalizar la Dictadura se creó en 1927 una Asamblea Nacional Consultiva, formada en su mayoría por miembros de la Unión Patriótica, elegidos mediante sufragio restringido y su misión consistía en asesorar al dictador. La política social de la Dictadura imitó al modelo italiano. En 1926, se puso en marcha la Organización Corporativa Nacional, una especie de sindicato oficial que pretendía regular la negociación de los convenios a través de los comités paritarios. La constitución de estos comités paritarios encontró desde el principio el apoyo de la UGT y de su líder, Largo Caballero, y la marginación de la CNT es lo que explica que, en 1928 la UGT capturara alrededor del 60% de las representaciones obreras.
El hundimiento de la monarquía
El 27 de enero de 1930, Alfonso XIII, consciente del rechazo que producía el dictador, le pidió la dimisión, que se hizo efectiva el 28 de enero. Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al general Dámaso Berenguer, quien se propuso conseguir dos objetivos difíciles:
1) Intentó restablecer la normalidad constitucional de 1876, una maniobra inaceptable para muchos ciudadanos y para todos los grupos antimonárquicos de oposición.
2) Se empeñó en desvincular al rey de los seis años de dictadura, pero la mayoría de la opinión pública asociaba al monarca con el régimen primorriverista.
El general Dámaso Berenguer ralentizó el proceso de recuperación de las libertades políticas y fue posponiendo la convocatoria de elecciones por temor a perder el control de la situación, la prensa calificó esta etapa como la “Dictablanda”. El Gobierno no supo afrontar la deteriorada situación económica, la producción se hundió más y aumentó el paro.A lo largo de 1930 la oposición al rey fue creciendo, los propios monárquicos que se convirtieron al republicanismo, como Niceto Alcalá y Miguel Maura. Por último, el republicanismo comenzó a cuajar entre los militares más jóvenes, sobre todo en los cuerpos de Aviación y Artillería.Los representantes de los partidos republicanos se reunieron en agosto de 1930 y firmaron el Pacto de San Sebastián con el fin de organizar un golpe de Estado para instaurar la república. Crearon un Comité revolucionario civil, presidido por Niceto Alcalá-Zamora, y un Comité revolucionario militar, presidido por el general Gonzalo Queipo de Llano. En octubre se unieron al Pacto el PSOE y la UGT y la CNT también decidió apoyar la conspiración.El Comité Revolucionario Militar preparó una sublevación para el 15 de diciembre, que sería apoyada por una huelga general. Pero, el 12 de diciembre, el capitán Fermín Galán, proclamó la república en Jaca. Galán y el capitán García Hernández, fueron fusilados.En la madrugada del día 15, el general Queipo de Llano, Ramón Franco y Hidalgo de Cisneros se apoderaron del aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid. Faltos de apoyo popular por la indecisión de los socialistas, fracasan y tienen que salir en avión hacia Portugal. El 14 de febrero de 1931, el general Dámaso Berenguer presentó su dimisión, ya que había decidido convocar elecciones parlamentarias, los republicanos, socialistas y antiguos políticos monárquicos anuncian su voluntad de no participar en ellas.El 18 de febrero de 1931, se formó un gobierno de concentración monárquica, que lo presidía el almirante Juan Bautista Aznar quien anunció elecciones municipales para el 12 de abril y de unas elecciones parlamentarias para el mes de mayo. Los firmantes del Pacto de San Sebastián acordaron acudir a las elecciones municipales formando una coalición electoral, la Conjunción republicano-socialista.El 12 de abril de 1931 se celebraron las elecciones municipales, sus resultados desencadenaron en pocas horas la abdicación del rey y la proclamación de la Segunda República.