El avance de los sublevados en las primeras semanas: Los primeros días de la guerra sirvieron para consolidar los frentes de la sierra madrileña, Andalucía y Aragón. Todos estos frentes permanecerían bastante estables durante el resto del conflicto. A principios de agosto, gracias a la ayuda alemana, se inició el traslado del ejército de África a la península. Tropas de legionarios iniciaron el avance hacia Madrid. Yagüe decidió atacar Badajoz, tras una breve y dura resistencia tomaron la ciudad y emprendieron una brutal matanza. La toma de Badajoz permitió enlazar las dos zonas del bando sublevado y suministrar ayuda al ejército de Mola. Durante septiembre conquistaron Ronda, terminaron con la resistencia de mineros de Riotinto y en septiembre llegaron hasta Talavera y Maqueda. Franco decidió desviar sus tropas para tomar Toledo, en cuyo Alcázar resistía un grupo de sublevados. El día 27 las fuerzas mandadas por Varela llegaron a las afueras de Madrid. El gobierno decretó la militarización de las milicias y se organizaron en las primeras Brigadas Mixtas compuestas por soldados y milicianos. Se envió al presidente Azaña a Barcelona, mientras la capital empezaba a ser bombardeada por los Junkers alemanes. El 2 de noviembre las tropas franquistas dominaban ya todos los pueblos del sur de la ciudad. El gobierno abandonó la capital rumbo a Valencia dejando la resistencia de la ciudad en manos de una Junta de Defensa, presidida por el general Miaja. El hallazgo del plan de ataque de los asaltantes facilitó la defensa, el día 8 fracasó el primer asalto a la capital. Ese mismo día entraban en Madrid las primeras Brigadas Internacionales formadas por voluntarios de todo el mundo. La dura resistencia de Madrid se prolongó varios días y finalmente Franco dio la orden de detener el asalto a Madrid. Se inició una serie de operaciones sucesivas con el objetivo de completar el cerco de Madrid. En febrero tuvo lugar la Batalla del Jarama cuando las tropas franquistas atacaron el valle. La resistencia republicana y la dureza de los combates llevaron a ambos bandos a desistir. Mientras tanto los franquistas tomaron Málaga, la operación fue llevada a cabo por el cuerpo expedicionario italiano. El mando italiano, animado por su éxito en Málaga, propuso a Franco una operación desde Guadalajara. En marzo los italianos atacaron pero el mal tiempo y la descoordinación permitieron a los republicanos rehacerse y contraatacar. La derrota italiana fue total, pero las tropas republicanas no pudieron profundizar la brecha. La batalla de Guadalajara reforzó el bando republicano y contribuyó a formar el Ejército Popular.
La campaña del País Vasco
En la primavera los franquistas decidieron acabar con la zona republicana que había quedado aislada. El 31 de marzo se inició la campaña en el País Vasco bajo la dirección de Mola. La Legión Cóndor alemana bombardeó las ciudades próximas a Bilbao. La destrucción, el 26 de abril, de la ciudad de Guernica provocó un escándalo mundial de grandes proporciones. La deficiente organización y la inferioridad en aviación hicieron imposible la resistencia republicana. Desde junio el avance de las fuerzas atacantes resultó ya imparable y el frente se derrumbó. El 19 de junio las tropas navarras e italianas entraban en Bilbao y días más tarde Franco derogaba el Estatuto Vasco. La campaña se cobró la vida de Mola en un accidente aéreo, el único que podía disputarle a Franco la jefatura del bando sublevado.
La caída de Santander y Asturias
Una vez caído Bilbao, el jefe de Estado Mayor republicano, coronel Rojo, planeó una ofensiva en Brunete para romper el cerco de Madrid y aliviar la presión de las fuerzas del norte. En la ofensiva sobre Santander, a comienzos de agosto, resultó decisiva la inferioridad republicana por lo que el avance franquista fue rápido. El día 26 entraron en Santander. De nada sirvió la ofensiva republicana lanzada en Aragón, aunque el avance llegó a ser notable los franquistas resistieron en Belchite. En septiembre comenzó la ofensiva en Asturias. Durante un mes los mineros lucharon e impidieron el avance del enemigo pero en octubre se rompió el frente y las líneas republicanas comenzaron a derrumbarse. El día 21 de octubre cayó Gijón y se inició una represión en las cuencas mineras. Fue un duro golpe para la República ya que supuso el control de las minas de carbón, hierro y la industria pesada a manos de los franquistas. La República necesitaba reaccionar con urgencia. Se organizó un nuevo ejército de maniobra que se lanzó hacia Teruel. Los republicanos tomaron la ciudad y Franco lanzó una contraofensiva, hasta que los defensores republicanos optaron por retirarse. El 25 de febrero de 1938 los franquistas recuperaron Teruel.
El avance final
El ejército franquista retomó la iniciativa y lanzó en marzo una ofensiva general en el frente de Aragón. Su superioridad hizo que las líneas republicanas cedieran. Finalmente, el 15 de abril, las tropas franquistas alcanzaron el Mediterráneo partiendo en dos la zona republicana. El operativo se dirigió hacia el sur con el objetivo de tomar Valencia. La llegada franquista al Mediterráneo produjo una grave crisis interna en el bando republicano. Se preparó entonces un ataque de gran envergadura en el Ebro. El 24 de julio las fuerzas republicanas atacaron en masa y consiguieron atravesar el río. Alarmado por la gravedad de la brecha, Franco respondió con una acumulación de unidades. Se inició una batalla de desgaste. A finales de octubre los franquistas pasaron a la ofensiva y obligaron a los republicanos a retirar sus tropas al otro lado del río. El 15 de noviembre la batalla del Ebro había terminado. El 23 de diciembre el ejército franquista desencadenó sobre Cataluña su última ofensiva. El Ejército Popular apenas pudo sostener los frentes. Las tropas republicanas retrocedían para facilitar la evacuación de autoridades civiles y militares de Barcelona. La capital cayó el 26 de enero, Gerona el 5 de febrero y días después las últimas unidades republicanas cruzaron la frontera. Durante varias semanas la República resistió esperando al estallido de la guerra en Europa que cambiara la situación. El 5 de marzo se produjo un golpe de estado encabezado por el coronel Casado y por el dirigente socialista Besteiro que terminaron con el gobierno de Negrín. Inició así Casado un intento de negociación con el gobierno de Franco, pero este le impuso la rendición. El 28 de marzo unidades franquistas entran en Madrid y el 30 de marzo Franco firma su último parte de guerra.