La Guerra Civil Española: Un Conflicto Fratricida

El Gobierno Provisional

La República Española fue recibida con entusiasmo popular, se veía en ella la oportunidad de llevar a cabo un programa de reformas que no había sido capaz de poner en práctica la monarquía. Con la marcha del monarca, el comité revolucionario se convierte en gobierno provisional y su presidente, Niceto Alcalá Zamora, se convierte en la garantía del orden burgués y conservador del nuevo régimen. El gobierno provisional convocará elecciones a Cortes Constituyentes por medio de sufragio universal masculino, pero tiene que hacer frente a problemas:

El primer problema serio para el nuevo gobierno se originó en Barcelona, cuando el líder catalanista Francesc Macià proclamó la República Catalana dentro de una federación de repúblicas ibéricas. Los representantes del gobierno provisional consiguieron convencerle de que confiase en el reconocimiento republicano de la singularidad catalana mediante un próximo estatuto.

Otro problema era la relación con la Iglesia Católica. Una pastoral del arzobispo de Toledo, el cardenal Segura, criticaba el nuevo régimen. Las relaciones Estado-Iglesia empeoraron más con los acontecimientos de mayo. La apertura de un centro monárquico en Madrid provocó la quema de conventos. El cardenal, que reclamó el voto para la derecha antirrepublicana y dio a los católicos nuevas razones contra la República, fue expulsado de España.

Finalmente, las elecciones generales, con alta participación, dieron la victoria a la coalición republicano-socialista. Su primera tarea fue realizar una nueva constitución.

La Constitución de 1931

Las nuevas Cortes nombraron una comisión encargada de elaborar el proyecto de constitución. Tras intensas deliberaciones, se aprobó la Constitución el 9 de noviembre de 1931, que es una de las constituciones más avanzadas de la historia de España, con un marcado carácter democrático y progresista.

Principales puntos de la Constitución:

  • Se proclama a España como República democrática y parlamentaria.
  • Se inicia con una definición de soberanía popular, se dice que España es “una república democrática de trabajadores de toda clase”.
  • Los poderes: el legislativo reside en las Cortes por una sola cámara, el ejecutivo recae en el Consejo de Ministros y el judicial en jueces independientes.
  • Incluye una declaración de derechos y libertades: igualdad ante la ley, educación y trabajo, así como la no discriminación, y el reconocimiento del matrimonio civil y el divorcio.
  • Su carácter democrático se centra en el sufragio universal, por primera vez también femenino para mayores de 23 años.
  • La Constitución recoge las competencias capaces de ser transferidas a las regiones, se prohíbe la federación de regiones autónomas.
  • Además se declara a España como Estado laico, no existe religión oficial del Estado, supone la total separación entre Iglesia y Estado.

Aunque se aprobó con amplia mayoría, hubo discrepancias entre izquierdas y derechas en la cuestión religiosa y autonómica, provocando que Manuel Azaña sustituyera en la jefatura del gobierno a Niceto Alcalá Zamora y este pasara a ser presidente de la República. Como conclusión, esta constitución representaba a las aspiraciones de las clases trabajadoras y de las clases medias.

El Bienio de Derechas (1933-febrero 1936)

Las Elecciones

Las elecciones del 19 de noviembre dieron la victoria a los partidos de centro-derecha, constituyendo el gobierno únicamente por radicales, pero con el apoyo parlamentario del partido de Gil Robles. Muchas explicaciones se han dado para argumentar la derrota del partido de Azaña. El programa de reformas se orientará a dar marcha atrás en las reformas iniciadas durante el gobierno anterior. Por otro lado se pretendía entregar compensaciones a la Iglesia por los agravios sufridos, así como conceder una amnistía a Sanjurjo por el intento de golpe de estado, denotando el carácter conservador.

La Revolución de Octubre de 1934 y Crisis del Gobierno

Visto por la izquierda como un giro hacia la derecha, al día siguiente se produjeron huelgas y manifestaciones, que fracasaron por falta de coordinación. Los acontecimientos más graves se produjeron en Asturias y Cataluña, se inició una revolución social con carácter de reivindicación social. Estuvo dirigida por Francisco Franco con las tropas de la Legión. Esto acabó con el gobierno de Lerroux y la convocatoria de nuevas elecciones para febrero de 1936.

Triunfo del Frente Popular (12-02-1936 / 18-07-1936)

Las Elecciones de Febrero

Los partidos de izquierda se agruparon en el llamado Frente Popular. En las elecciones, el Frente Popular obtuvo una victoria muy reñida, unos resultados que la derecha nunca admitió. El nuevo gobierno quedará formado sólo por republicanos aunque con el apoyo de socialistas. Manuel Azaña, presidente de la República, y Casares Quiroga, jefe del gobierno. A pesar de la victoria de la izquierda, los meses que transcurrieron hasta el golpe de estado se conocen como “la primavera trágica”.

La Sublevación Militar

El teniente Castillo de la Guardia de Asalto fue asesinado por un grupo de ultraderecha. Y como respuesta, miembros de la Guardia de Asalto secuestraron y asesinaron al líder del Bloque Nacional (Calvo Sotelo). Este suceso fue lo que precipitó el golpe.

El 17 de julio de 1936 comenzó la revolución en la zona española de Marruecos, donde llegó el general Francisco Franco para hacerse con el mando. El 18 se extendió por toda España. Y las regiones de ideología más conservadora y economía agrícola (Navarra, Galicia y Castilla-León) apoyaron la sublevación, mientras que en grandes ciudades y regiones industriales desarrolladas el golpe fracasó. En Andalucía triunfó el golpe en la zona del Guadalquivir y algunas capitales, como Granada.

Fases de la Guerra

1 La Guerra de Columnas (de julio a noviembre de 1936)

Los generales sublevados intentaron la toma de Madrid, desde el sur y el norte hacia la capital, por medio de pequeñas columnas, que aprovecharon la desorganización inicial de las defensas republicanas. Dichas columnas también encontraron dificultades, como la tardanza inicial en pasar las tropas desde África a la península, y el retraso en Toledo, cuando trataron de liberar el Alcázar donde resistía el general Moscardó. Con esto, el ejército republicano pudo reorganizarse en Madrid y nació la resistencia en la capital llamada “No pasarán”. El gobierno republicano se trasladó, por precaución, a Valencia.

2 Guerra Total y Cambio de Estrategia (noviembre de 1936 hasta enero de 1939)

Los contendientes cambiaron su estrategia, iniciándose ofensivas y contraofensivas. La guerra se moderniza, se pasó a una guerra total, siendo bombardeadas ciudades y retaguardias, con el sufrimiento de la población civil. Tras fracasar en la toma de Madrid, los sublevados intentaron aislar esta ciudad. El encuentro de ambas fuerzas se produjo en la Batalla del Jarama en febrero de 1937, que culminó con el progresivo desgaste de ambos ejércitos. En marzo de 1937, el ejército republicano consiguió una gran victoria en la Batalla de Guadalajara. Franco decidió cambiar de estrategia y pasó a tratar de conquistar el resto del territorio, abandonando Madrid. Se centró en el Frente Norte y, con ayuda de la aviación nazi, lo logró. De nada sirvió el intento de la República de atacar en zonas cercanas a Madrid para llamar la atención del ejército franquista y desviarlo hacia el sur. En octubre de 1937, Franco proyecta dividir a los republicanos llegando al Mediterráneo, para aislar Cataluña. En el verano del 38, los republicanos lanzan una contraofensiva iniciada en la Batalla del Ebro. Tras un duro enfrentamiento, la victoria cayó del lado sublevado, tomando Cataluña en enero de 1939.

3 Fin de la Guerra (enero-abril de 1939)

Tras perder Cataluña, la España republicana sólo resistía en Madrid, Levante y parte de Castilla-La Mancha. Falló el intento del presidente Negrín de firmar una rendición honrosa y el 28 de marzo las tropas franquistas entraron en Madrid. El 1 de abril de 1939, Franco anunciaba el final de la guerra.

Una España Dividida en Dos Zonas

Tras el fracaso del golpe, España quedó dividida en dos zonas irreconciliablemente enfrentadas, situación que terminó en el estallido de una cruenta y larga guerra civil entre:

  • Los sublevados: representaban a los sectores más conservadores de la sociedad española, con el apoyo de los partidos de derecha.
  • El gobierno de la República: consiguió mantener el control de amplios territorios, fue sostenido por los partidos de izquierda agrupados en torno al Frente Popular.

La Guerra en la España Republicana

El bando que apoyaba a la República estaba constituido por las clases populares. Estaban afiliados a organizaciones comunistas, socialistas y anarcosindicalistas. Un importante sector de las clases medias, vinculado a partidos republicanos, dio su apoyo a la República, aunque temerosos ante el eventual estallido de una revolución social.

El caos reinante se manifestó cuando el gobierno de Giral tuvo que entregar armas a organizaciones obreras y milicias populares para defender a la República. Se desencadenó una represión cruel donde cayeron víctimas policías y miembros de la Iglesia, sospechosos de ser enemigos del régimen republicano.

Llegó al gobierno Largo Caballero, tratando de encauzar el orden creando un gobierno con todas las fuerzas antifascistas, incluyendo a los anarquistas, socialistas, comunistas, etc. A pesar de sus intentos, los enfrentamientos dentro del bando republicano le llevaron a dimitir, subiendo al poder Juan Negrín, tratando de reorganizar la resistencia. El coronel Casado se encargaría de negociar una rendición incondicional.

La Guerra en el Bando Sublevado

La base social que prestó su apoyo a los sublevados se componía de militares conservadores, propietarios agrarios, monárquicos de derecha, católicos y tradicionalistas. Todos ellos eran contrarios al acceso de las clases populares y pequeño-burguesas al poder. Este bando recibió ayuda de los fascistas italianos y de los nacionalsocialistas alemanes, movimientos totalitarios que tendió a imitar. Aunque en un principio la conspiración tuvo un carácter eminentemente militar, el apoyo de los elementos civiles se convierte en determinante para garantizar el control de muchas ciudades. Estos estaban organizados fundamentalmente en torno a Falange Española, carlistas y la CEDA. Se impuso un férreo control militar, siendo la represión igualmente brutal. Esta recayó sobre sospechosos de izquierdismo y aquellos que se habían mostrado afines a la República.

Desde el principio, la Junta de Defensa concentró el poder en un mando único. El 1 de octubre de 1936, Franco fue nombrado en Burgos jefe del gobierno del Estado Español y “Generalísimo” de los ejércitos. Unificó a tradicionalistas y falangistas mediante decreto en abril de 1937 y creó un partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS. En 1938 fue proclamado Caudillo. Se llevó a cabo un proceso de reacción contra todo lo republicano, siendo suprimidos los sindicatos de clase y partidos políticos. Se abolió la reforma agraria y se derogó la legislación laica. En este sentido, recibió el apoyo de la Iglesia, que se sentía perseguida por el bando republicano y, en 1937, los obispos españoles publicaron una carta colectiva en la que se daba a la guerra un carácter de “cruzada”.