La Industrialización en España: Desarrollo y Consecuencias en Andalucía

Transformaciones Industriales

1. Atraso de la industria española

En el último tercio del siglo XIX, España seguía siendo un país principalmente agrario. Las causas de este retraso fueron:

  • Falta de poder adquisitivo de la población, especialmente la campesina, que era la más numerosa.
  • Proteccionismo excesivo impulsado por los industriales vascos y catalanes.
  • Escasa renovación tecnológica, lo que provocaba la pérdida de competitividad al encarecer los productos.
  • Falta de inversiones.
  • Malas comunicaciones terrestres y redes comerciales deficientes.

A pesar de estos obstáculos, se produjo una expansión económica desde 1820 hasta 1858, que entró en crisis en la década siguiente. En el último cuarto del siglo XIX, hubo una recuperación lenta y constante hasta 1898.

2. Industria textil catalana

La prosperidad de la industria textil catalana se debió a una serie de factores:

  • Existencia de capital (inversiones).
  • Suficiente mano de obra.
  • Innovación tecnológica.
  • Materias primas y fuentes de energía baratas.

Aunque el carbón y el algodón se importaban, se creó una importante industria textil. Su desarrollo se vio favorecido por el proteccionismo de los liberales y el avance económico. La mano de obra fue abundante gracias al crecimiento demográfico. Además, existía un gran espíritu emprendedor, como el de los hermanos Bonaplata.

Para su funcionamiento, la industria textil utilizaba el carbón para obtener la presión de vapor necesaria. También se aprovechaban los saltos de agua para mover turbinas, lo que llevó a la creación de colonias industriales cerca de los ríos.

El proteccionismo comercial, que evitaba la entrada de tejidos británicos tanto en España como en las colonias, permitió la existencia de la industria textil catalana. Sin embargo, también perjudicó su expansión, ya que los altos precios le impedían competir con otros países. A pesar de ello, la estructura de la población activa en Cataluña era muy superior a la del resto de España y similar a la de Europa.

3. La industria siderúrgica en el País Vasco

El desarrollo de la industria siderúrgica en el País Vasco se debió a:

  • Aprovechamiento de las medidas proteccionistas y la supresión de los fueros, que permitió el comercio libre.
  • Explotación del mineral de hierro (minas tradicionales).
  • Construcción de grandes astilleros para comerciar con Gran Bretaña.
  • Construcción de altos hornos para la fabricación de hierro, que necesitaban carbón barato, el cual se traía en el viaje de vuelta de Gran Bretaña.

Entre 1880 y 1900, surgieron empresas metalúrgicas para transformar el acero, lo que impulsó su expansión frente al hierro, ya que era más barato de fabricar. Los aranceles y el proteccionismo favorecieron el consumo de estos productos españoles en el mercado nacional. A partir de estas industrias, se crearon otras subsidiarias, como la química y la de maquinaria industrial y de transporte.

4. Otros focos industriales

La industrialización también afectó a otros sectores, como el agroalimentario, químico, mecánico y la explotación minera, aunque no alcanzaron gran expansión. En el sector agroalimentario, destacaron la fabricación de harina, la elaboración de vinos y alcoholes, y la producción de aceite de oliva. También hubo cierto desarrollo en el sector químico (colorantes y lejías). La industria papelera experimentó una importante renovación de sus técnicas y reorganización de sus productos. En cuanto a la extracción minera, además de las minas de carbón, se explotaron las de mercurio, cobre y plomo. La Ley de Bases Mineras atrajo inversión extranjera en las minas, y la mayoría de los minerales se exportaban.

La creación de un mercado único

1. Las comunicaciones

En el siglo XVIII, el transporte de mercancías era lento y complicado. Carlos III mandó construir seis caminos reales, que eran las únicas vías que permitían el transporte. En la segunda mitad del siglo XIX, se estableció el servicio de correos y telégrafos para la comunicación y la prensa diaria. Se necesitaban vías terrestres para el transporte masivo de mercancías. Durante el Bienio Progresista (1854-1861), se impulsó el ferrocarril con una legislación que permitió la entrada de capital extranjero, lo que revolucionó el transporte peninsular.

2. Nueva legislación mercantil

A comienzos del siglo XIX, existían numerosas normas comerciales, además de una gran diversidad de sistemas de pesos, medidas y monedas. Para la creación de un mercado único, era imprescindible una legislación comercial común y la supresión de las aduanas interiores. Se llevaron a cabo las siguientes medidas:

  • Regulación del sistema de sociedades por acciones (SA).
  • Creación del Código Penal y el Código Civil, que establecieron reglas generales sobre cuestiones mercantiles y delitos económicos.

Durante el periodo librecambista (1841-1875), se protegían ciertos productos, pero a los demás se les daba paso libre. En cambio, el periodo de fuerte proteccionismo (1875-1898) benefició a sectores como el textil catalán, la siderurgia vasca, el carbón asturiano y el trigo castellano.

3. Unificación del sistema monetario

En la primera mitad del siglo XIX, existía un gran caos monetario en España, con la circulación de varios tipos de monedas, además de las extranjeras. Para solucionarlo, se llevó a cabo una modernización monetaria que homogeneizó la moneda del país con un valor en oro equivalente al de otros países, lo que facilitó el comercio internacional. Se estableció el sistema decimal unificado, con el doblón como unidad básica, y el real como unidad efectiva. Finalmente, se implantó la peseta, y el Estado asumió el monopolio de su creación.