La Posguerra en España: Franco y su Régimen Autoritario

POSGUERRA

Franco fue un dictador que consiguió un poder sin comparación en la historia de España. Salió convertido en generalísimo de los tres ejércitos y jefe del partido único. Caracterizada por:

  • 1. La exaltación del caudillo. Su figura se rodeó de una serie de símbolos y lemas donde se exaltaban sus virtudes militares y humanas.
  • 2. La anulación de la oposición. El nuevo régimen se fundamentaba en la absoluta sumisión de los vencidos en la guerra. Los vencedores aplicaron una política de terror allí donde se sentían más rechazados. Muchos de los soldados que habían salido de España durante la guerra ahora, a su vuelta, serán recluidos en campos de concentración y tuvieron que pasar por largos procesos de investigación sobre su actuación durante la República. El nuevo régimen adquirió las características de un Estado policial militarizado (los tribunales de justicia se militarizaron, se restableció la pena de muerte, suprimida en la República).
  • 3. La definición ideológica del régimen. Durante los años 40 se hizo patente la clara voluntad de Franco de perpetuarse al frente del Estado y se sentaron las bases políticas e ideológicas de su autocracia. El ejército, la Iglesia y la Falange, junto a los tradicionalistas y monárquicos, formaban las llamadas familias del régimen que aportaron sus principios ideológicos:
    • El ejército y el nacionalpatriotismo: una visión unitarista y tradicionalista de España. Su principal objetivo será la defensa de la integridad territorial de la patria; cualquier asomo de separatismo será anulado, y se prohíbe el uso público de cualquier lengua que no fuera el castellano. El ejército consigue copar las más altas esferas de la administración. Durante los 40, un amplio porcentaje de los ministros fueron militares.
    • La Falange y el nacionalsindicalismo: basado en las teorías del fascismo italiano sobre la organización del Estado corporativo, un Estado controlado por un partido y un sindicato únicos. La Falange ejerce su labor de adoctrinamiento a través de organizaciones paralelas que atendían sectores sociales específicos. Franco controló en todo momento a la Falange a través de dirigentes afines, como su propio cuñado Ramón Serrano Suñer.
    • La Iglesia y el nacionalcatolicismo: es decir, defensa de la religión y de la moral católica. Se concede a la Iglesia una preeminencia ideológica absoluta. El Estado se declara confesional y se suprime toda la legislación laica de la República, desapareciendo el matrimonio civil, el divorcio y el aborto, por considerarse anticristianos. El clero controla la enseñanza a través de la censura de los libros de texto y la enseñanza obligatoria de la religión. Se lleva a cabo una dura represión contra la masonería y el comunismo.
  • 4. La institucionalización del Estado autoritario. Franco suprime todos los partidos políticos y al bloque sublevado el 18 de julio, que será calificado como Movimiento Nacional. Franco promulga una serie de Leyes Fundamentales en las que se definieron los principios antidemocráticos del régimen:
    • El Fuero del Trabajo (1942)
    • La Ley Constitutiva de las Cortes: define una cámara elegida por el propio Franco y su función se limitaba a refrendar los proyectos de ley presentados por el dictador.
    • Fuero de los Españoles (1945): declaración de derechos y deberes de los españoles.
    • La Ley de Referéndum Nacional (1945): reconoce el derecho al voto de los españoles. Las pocas veces que se llegó a realizar estuvo sujeto a todo tipo de manipulaciones propagandísticas.
    • La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1946): disponía el gobierno vitalicio de Franco y le permitía nombrar a su sucesor.
  • 5. Política exterior. En 1939, la España franquista mantenía unas relaciones excelentes con las potencias del Eje por los apoyos políticos y militares que le habían proporcionado durante la guerra. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Franco se declara neutral; a pesar de ello, la colaboración con las potencias fascistas fue constante. A Alemania se le facilita el aprovisionamiento de sus barcos en puertos españoles y la explotación de materiales estratégicos como el wolframio para la fabricación de armamento. El momento de máxima colaboración se produce cuando se decidió enviar al frente ruso un cuerpo militar de voluntarios al que se llamó la División Azul. En el ámbito internacional existe un claro rechazo hacia la dictadura franquista. La ONU niega la admisión de España en esta organización y en 1946 culmina este aislamiento internacional con la retirada de los embajadores extranjeros en Madrid y el veto a que España participe en las ayudas del Plan Marshall. Los inicios de la Guerra Fría harán que los sectores más conservadores y anticomunistas de Europa y de Estados Unidos comiencen a considerar al general Franco como un potencial aliado.
  • 6. Autarquía y recesión económica. En los años cuarenta, la situación económica era desastrosa y era necesario reconstruir el país. El régimen opta por el intervencionismo y la autarquía. Fue así como se limitaron las inversiones extranjeras, se redujeron al mínimo las importaciones y se planificó la actividad económica para aprovisionarse con recursos de procedencia exclusivamente española. Se creó en 1941 el INI (Instituto Nacional de Industria). La agricultura tenía rendimientos inferiores a los de los años 30. El régimen se mostró incapaz de estimular la producción. Además, el franquismo se apresuró a suprimir todas las medidas que la reforma agraria introdujo durante la República. El comercio exterior se redujo a la importación de alimentos y en el comercio interior aparece el estraperlo o mercado negro al margen de la ley. El desequilibrio entre precios y salarios hace que el hambre y la desnutrición se convirtieran en algo habitual.

La oposición al régimen franquista en los años cuarenta fue muy minoritaria y se encontraba desarticulada por el miedo, el hambre y la represión. En el interior se limitó a la acción descoordinada de núcleos guerrilleros en áreas montañosas, los maquis, integrados por excombatientes del ejército republicano. El grupo de los monárquicos era el que más posibilidades tenía de derrocar al franquismo. En marzo de 1945, desde Lausana, Juan de Borbón publicó un manifiesto en el que, después de hablar del fracaso del régimen franquista, proponía como alternativa para España la monarquía tradicional. El manifiesto complicó más las relaciones entre el pretendiente y el dictador, que fueron tensas hasta la muerte de éste. Juan de Borbón aceptó enviar a su hijo Juan Carlos a España para acabar su formación, bajo la supervisión de Franco.