Los Primeros Núcleos de Resistencia
El Reino Astur-Leonés
Este reino fue el más importante núcleo cristiano hasta el siglo X. Se considera que surge con Pelayo como rey e instala la capital en Cangas de Onís. La batalla de Covadonga (722) constituye el primer “éxito” militar de los cristianos, simboliza el “inicio” de la Reconquista.
Algunos sucesores de Pelayo fueron:
- Alfonso I (739-757): Aprovechó las luchas internas del Emirato de Al-Andalus y realizó una serie de razzias llegando al Duero. Creó una gran frontera despoblada al llevarse a los pobladores hispano-visigodos al Norte.
- Alfonso II (791-842): Dotó al reino de una estructura definitiva. Traslada la capital a Oviedo. Consolidó la frontera. Impulsó la vuelta al Derecho visigodo con la adopción del Fuero Juzgo (Liber ludiciorum). Generó la independencia eclesiástica y religiosa respecto a Toledo. En este período se descubre la tumba del apóstol Santiago.
- Alfonso III (866-911): Consolidó definitivamente al reino. Fijó la frontera en el Duero y ocupó definitivamente todas las tierras, con población cántabra y mozárabes que huían de Al-Andalus. Durante su reinado se fijó la capital en León.
Condado de Castilla
El reino de León creó y repobló con cántabros y vascos el condado de Castilla para defenderse de los ataques de los musulmanes. Este condado era gobernado por condes nombrados por el rey leonés. El primer conde que se proclamó independiente será Fernán González en el siglo X (941-970) iniciando el camino hacia la creación del futuro reino de Castilla.
Núcleo de Aragón
Su origen es un territorio que crea la monarquía carolingia para defenderse de los musulmanes (Marca Hispánica). A principios del siglo IX los navarros y aragoneses se independizaron de los francos creándose los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza.
Al terminarse la línea sucesoria de los condes de Aragón y haber casado a la heredera del condado, el hijo de ambos, Sancho Garcés II lleva los títulos de rey de Pamplona y conde de Aragón (925).
El Núcleo de Pamplona
Su origen está en la Marca Hispánica. En el siglo IX se expulsaron a los francos dando lugar al Reino de Pamplona. En el siglo XI Sancho García buscó la alianza con Castilla y se inició la expansión hacia La Rioja y la anexión por matrimonio del condado de Aragón. Con Sancho III el Mayor (1004-1035) el reino de Pamplona alcanza su mayor extensión territorial, abarcando casi todo el tercio norte peninsular. Este dividió sus territorios entre sus hijos y surge la nueva estructura política del siglo XII con los reinos de Navarra, Aragón y Castilla.
Los Condados Catalanes
El dominio carolingio en tierras catalanas fue más duradero. El conde de Barcelona, Wilfredo el Velloso consigue (877) que los títulos de los condados se convirtiesen en hereditarios. Almanzor saquea Barcelona, Borrell II había solicitado ayuda a los francos pero no la recibe. Esto tiene como consecuencia que Borrell II se niegue a renovar el pacto de vasallaje con el nuevo rey franco e instauró la independencia de los condados catalanes.
Etapas de la Reconquista
La reconquista fue el proceso de ocupación de los territorios musulmanes por los cristianos entre el siglo VIII y XV. Tuvo un componente de espíritu de cruzada, legitimada por los Papas y el clero desde el siglo XI, reforzado por el descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago, por la participación de los monasterios en la cristianización de las nuevas tierras y por la participación de las Órdenes Militares. La presión demográfica y la búsqueda de botín fueron otros motivos.
Se pueden distinguir tres etapas:
Primera Etapa (Siglo VIII – Siglo X)
Desde la primera mitad del siglo VIII hasta el siglo X se ocupa prácticamente la cuenca del Duero, una tierra de nadie casi despoblada. Se vio frenada por el poderío del Califato de Córdoba y las terribles campañas de Almanzor (Al-Mansur).
Segunda Etapa (Siglo XI – Siglo XII)
El siglo XI y XII marcan el verdadero comienzo de la reconquista ya que se produjo un cambio radical en la correlación de fuerzas entre cristianos y musulmanes, por la crisis del Califato y la división en Taifas. Dada la debilidad de los reinos Taifas se les somete al pago de parias (tributos en moneda a cambio de protección y paz), que constituyeron una importante fuente de ingresos. En el siglo XI, Alfonso VI de Castilla y León conquista Toledo, pero la llegada de los almorávides, frenó la expansión cristiana. Por otro lado los reyes de Aragón extienden su dominio por valle medio del Ebro (Huesca y Zaragoza), y el Cid conquista Valencia.
Tercera Etapa (Siglo XIII)
Se frenó en gran medida el avance cristiano debido al apogeo de los almohades y a las disputas entre los reinos cristianos. Se ocupó sólo los cursos altos de los ríos Turia (Teruel) y Júcar (Cuenca). Novedad de esta etapa es la creación y el protagonismo de las Órdenes Militares: Calatrava (1157), Santiago (1171) y Alcántara (1176), todas en Castilla y León, y la de Montesa (1317) en Aragón. Estaban integradas por soldados permanentes (caballeros) que formaban cuerpos de ejército autónomos, defendían las zonas más vulnerables por encargo del rey y fueron recompensadas por ello con grandes posesiones (latifundios). El reino de León se expandió hacia Extremadura y Castilla hacia la Mancha.
El Siglo XIV
Ante el creciente poder almohade, los reinos cristianos de Castilla, Aragón y Navarra unieron sus fuerzas formando un numeroso ejército, con la participación de las Órdenes Militares y cruzados extranjeros. Además el Papa Inocencio III concedió mediante una bula el título de cruzada a la nueva campaña. Y así en 1212 se consiguió la decisiva victoria de las Navas de Tolosa sobre los almohades.
- Aragón, con Jaime I el Conquistador, se anexionó Mallorca, Ibiza y el reino de Valencia.
- Castilla, con Fernando III el Santo, que unificó definitivamente Castilla y León, se incorporó Extremadura, Córdoba, Sevilla, y su hijo Alfonso X el Sabio, conquistó Cádiz, el reino de Niebla e incorporó el reino de Murcia. Alfonso XI derrotó a los benimerines (pueblo bereber que sustituyó a los almohades en el norte de África y ocupó algunas plazas en el sur de España) y controló Gibraltar y Algeciras. Sólo quedaba en manos musulmanas el reino de Granada que caería en 1492 en manos de los Reyes Católicos.
Consecuencias de la Reconquista
En las Zonas de Ocupación Castellana
En las zonas de ocupación castellana se consolidó la ganadería como principal actividad económica ya que la lana de las ovejas merinas tenía una gran demanda en Inglaterra y Países Bajos. En la Mancha, Extremadura y en parte de Andalucía se desarrollaron grandes fincas con pastos. Sus propietarios eran los grandes nobles y las Órdenes Militares que formaron dehesas y grandes propiedades, con las donaciones que recibieron por su participación en la reconquista y con las tierras abandonadas o vendidas por los pequeños propietarios, atraídos por las tierras andaluzas y las grandes ciudades del sur. Los propietarios formaron el Concejo de la Mesta (1279) para defender sus intereses y organizaron la trashumancia a través de las cañadas. Contaron con el apoyo de la monarquía que les concedió grandes privilegios, en detrimento de los intereses de los campesinos.
En la Zona Aragonesa
En la zona aragonesa se vio favorecido el comercio marítimo barcelonés y se colmaron las aspiraciones territoriales y guerreras de la nobleza aragonesa.