La Restauración Borbónica en España (1875-1931)

Introducción

La Restauración, periodo comprendido entre 1875 (advenimiento al trono de Alfonso XII) y 1931 (proclamación de la Segunda República), abarca los reinados de Alfonso XII, la regencia de María Cristina de Habsburgo y Alfonso XIII. Esta etapa se divide en dos fases:

  1. 1875-1898: Se establecen los fundamentos doctrinales del sistema canovista o de la Restauración.
  2. 1898-1931: Comienza la crisis del sistema, coincidiendo con la caída del imperio colonial y la emergencia de nuevas formas políticas.

Se consolidó un régimen constitucional y parlamentario, aunque nunca plenamente democrático, dominado por la burguesía oligárquica. Con el tiempo, los dos partidos hegemónicos (conservador y liberal) se descompusieron, incapaces de integrar fuerzas como el obrerismo, los nacionalistas y los carlistas.

El fracaso del Sexenio y el Manifiesto de Sandhurst

Los ensayos del Sexenio fracasaron en su intento de estabilizar el país, sometido a continuos vaivenes políticos agravados por el cantonalismo, la guerra carlista y la insurrección cubana. La idea de Cánovas de proclamar rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II, y restaurar la monarquía borbónica ganó adeptos. Cánovas fundó el Partido Alfonsino en 1868 y logró que Isabel II renunciara al trono en favor de su hijo. El 19 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto y proclamó rey a Alfonso XII. El 1 de enero de 1875, el rey lanzó el Manifiesto de Sandhurst, que proponía una monarquía liberal, confesionalidad católica y apertura a las corrientes políticas. Ideado por Cánovas, el manifiesto orientó al país hacia un nuevo sistema político basado en el bipartidismo y el predominio civil sobre el militar. El 14 de enero de 1875, Alfonso XII entró en Madrid, confirmó a Cánovas como presidente del gobierno y comenzó a calmar los efectos del Sexenio. La estabilidad se vio favorecida por el fin de las guerras carlista y cubana.

Fin de las guerras carlista y cubana

Con la Restauración, los carlistas acabaron reconociendo a Alfonso XII como rey. En 1876, Carlos VII huyó a Francia. La derrota carlista supuso la abolición definitiva del régimen foral. En 1878 se estipularon los conciertos económicos, que otorgaron autonomía fiscal a las provincias vascas. El fin de la guerra carlista permitió acabar con la insurrección cubana (1868-1878) con la Paz de Zanjón. Cuba tendría representantes en las Cortes españolas, pero el retraso o incumplimiento de las reformas provocaría la Guerra Chiquita en 1879 y la insurrección de 1895.

El sistema canovista

Cánovas, de pensamiento conservador y admirador del sistema político anglosajón, basó su sistema en el bipartidismo y la alternancia de partidos. Sus principios eran:

  1. Monarquía, libertad y propiedad, inherentes al pueblo español.
  2. Política pragmática.
  3. Partidos políticos sin posturas irrenunciables. Poder civil sobre el militar.

Existían dos partidos:

  1. Conservador: Dirigido por Cánovas, aglutinaba a la aristocracia, los antiguos moderados y unionistas.
  2. Liberal: Dirigido por Sagasta, reunía a los radicales progresistas, demócratas y ciertos republicanos (Castelar).

Estos partidos se alternaban en el poder. El sistema canovista se recoge en la Constitución de 1876.

La Constitución de 1876

Características:

  1. Ambigua, permitía a cada partido interpretarla a su antojo.
  2. Restauraba el liberalismo doctrinario, compartiendo el poder entre el Rey y las Cortes.

Puntos básicos:

  1. Soberanía compartida (rey/cortes).
  2. La Corona como institución principal del Estado.
  3. Sistema de representación bicameral (Congreso y Senado).
  4. Sufragio censitario (inicialmente).
  5. Confesionalidad católica del Estado con libertad religiosa.
  6. Unidad de códigos, suprimiendo fueros y privilegios.
  7. Libertades ciudadanas limitadas por el poder del Estado.

La Constitución de 1876, la más duradera de la historia de España, tenía un espíritu conservador con elementos progresistas. El sistema canovista, moderado y conservador, contó con el apoyo de la burguesía, terratenientes, hombres de negocios, mandos militares, la Iglesia y el ejército.

Funcionamiento del sistema de turnos

El bipartidismo se basaba en el Partido Conservador (Cánovas) y el Partido Liberal (Sagasta). Ambos diseñaron el sistema de turnos pactado, que garantizaba la estabilidad del régimen. La muerte de Alfonso XII abrió el periodo de la regencia de María Cristina de Habsburgo hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII.