Introducción
Finalizada la experiencia democrática del Sexenio Revolucionario, se inicia en 1875 la Restauración Monárquica, impulsada por Cánovas del Castillo para reconstruir un Estado Liberal donde el poder político esté en manos de la oligarquía. Se prolongaría durante casi 50 años, viviendo una primera etapa de creación y una segunda de crisis que acabaría con la Dictadura de Primo de Rivera.
El Retorno de los Borbones
Cánovas lideró un grupo que defendía la Restauración monárquica de los Borbones en la persona del príncipe Alfonso. Mientras este se formaba en el extranjero, Cánovas buscaba apoyo para el aspirante a la corona. En 1874, tras el golpe de Pavía, Cánovas prepara una Restauración pacífica de la monarquía. Se redacta el Manifiesto de Sandhurst para que el príncipe Alfonso dirija el país, presentándose como capaz de garantizar los derechos de todos. En contra de Cánovas, Martínez Campos proclama rey a Alfonso XII como rey de España. Serrano cedió el poder a Cánovas, quien comunicó la proclamación del rey. El rey confirmó a Cánovas como Presidente del Consejo de Ministros, cuyos objetivos eran crear una nueva Monarquía liberal basada en una Constitución moderada y pacificar el país, poniendo fin a la guerra carlista y la cubana. Cánovas adoptó una serie de medidas para alcanzar sus objetivos, que incluían la destitución de las autoridades del Sexenio, nombrando otras nuevas, la suspensión de los periódicos demócratas y republicanos, la creación de tribunales para los delitos de imprenta, el restablecimiento del Concordato para recuperar el apoyo de la Iglesia, la eliminación del matrimonio civil, el contacto con los líderes progresistas para que aceptasen la Monarquía, y campañas militares contra los carlistas y en Cuba.
Las Características del Sistema Canovista
El sistema canovista se basó en el liberalismo doctrinario, que defendía que solo la minoría propietaria e instruida podía participar en los asuntos públicos, no siendo partidario del sufragio universal. Para Cánovas, la Monarquía española debía tener los siguientes rasgos:
- Parecerse a la Monarquía británica en su estabilidad política.
- Garantizar el orden público y social para desarrollar la economía.
- El poder del Estado no se podía basar en la Soberanía Nacional.
- Aplicar una alternancia pacífica en el poder.
- Agruparse en torno a dos fuerzas políticas.
- Los militares quedarían excluidos del poder, poniendo fin a los pronunciamientos.
Cánovas reunió una Asamblea de Notables para que elaborasen un borrador constitucional para el nuevo régimen de la Monarquía española. Se convocaron Cortes Constituyentes, elegidas por sufragio universal. La Constitución fue promulgada el 30 de junio de 1876. Era un texto breve y conservador, que no reconocía la Soberanía Nacional ni establecía una separación de poderes. El rey y las Cortes compartían la Soberanía Nacional y el poder legislativo. El rey nombraba al Jefe de gobierno, sancionaba y promulgaba las leyes, disolvía las cámaras y tenía derecho de veto. El gobierno era ejercido por los ministros, que controlaban los ayuntamientos y las diputaciones. Las Cortes se componían de Congreso y Senado, el poder judicial se declaraba independiente, se reconocían los derechos de los ciudadanos de la Constitución del 69, pero sujetos a las leyes, se estableció la confesionalidad católica del Estado, pero permitiendo el culto privado de otras creencias. El sistema contaba con la aristocracia, la alta burguesía terrateniente y el ejército.
El Funcionamiento del Sistema: El Turno y el Caciquismo
El turno se basaba en la alternancia pacífica en el poder de dos partidos vinculados a la Restauración. Al principio solo se formó el Liberal-Conservador de Cánovas, más adelante se forma el Partido Liberal-Fusionista de Sagasta. En la izquierda estaba la oposición republicana y en la extrema izquierda el socialismo y el anarquismo. Para gobernar se requería la aprobación de la Corona. Ambos líderes se entendieron entre sí y con la Corona, alternándose en el Gobierno de mutuo acuerdo. Para contar con una mayoría suficiente en el Congreso se practicó un fraude electoral, llamado encasillado. El turnismo dio estabilidad política hasta final de siglo, basándose en la existencia de la oligarquía política y del funcionamiento del caciquismo.
La Evolución Política (1875-1898). Reinado de Alfonso XII (1875-1885)
- Primer gobierno de Cánovas (1875-80): Había un control social y político sobre la oposición. Promulgada la Constitución, se establece un Sufragio censitario muy restringido. Desarrolló una campaña militar contra el carlismo obligando a Carlos VII a exiliarse a Francia. Los fueros vascos fueron suprimidos dando lugar al nacionalismo vasco. En Cuba, Martínez Campos prometió la autonomía de la isla con la Paz de Zanjón (1878).
- Primer gobierno de Sagasta (1880-83): Se desarrolló una política Liberal muy tímida, lo que provoca protestas republicanas. Sagasta reaccionó con dureza reprimiendo las protestas.
- Segundo gobierno de Cánovas (1884-85): El rey cambia a Sagasta por Cánovas para que desarrolle una política conservadora y autoritaria. Muere el rey Alfonso XII en 1885.
Regencia de Mª Cristina de Habsburgo-Lorena (1885-1902)
Se firma el Pacto del Pardo (1885) para apoyar a la reina, mantener la alternancia y la legislación establecida.
- Segundo gobierno de Sagasta (1885-90): Llevó a cabo reformas liberales como la libertad de imprenta, asociación, el código civil y el sufragio universal.
Durante la década de los 90 hay una alternancia entre Cánovas y Sagasta con el problema de la guerra de Cuba. En 1902 se concede la mayoría de edad a Alfonso XIII y termina la regencia.
La Oposición al Sistema Canovista
Comprendía a los carlistas, republicanos, nacionalistas y el movimiento obrero. Querían acabar con la Monarquía e instaurar la República.