Cambios Culturales Impulsados por la Burguesía
La revolución liberal-burguesa implicó una profunda transformación cultural en las sociedades occidentales. Estos cambios incluyeron:
- Secularización de la cultura: La burguesía adoptó valores como la eficiencia, el progreso y la mejora de las condiciones de vida, y vio a la ciencia como un instrumento para lograr estos objetivos.
- Creación de una conciencia nacional: Se promovió el uso de la lengua y la creación de una historia común y oficial, fortaleciendo el sentimiento de identidad nacional.
- Generalización de la alfabetización: La alfabetización permitió la cualificación de los trabajadores, necesaria en la sociedad industrial.
- Aparición de un nuevo concepto de mecenazgo: La burguesía se convirtió en la principal mecenas de intelectuales, artistas y creadores.
- Creación de un sistema educativo reglado por el Estado: El Estado estableció normas y clasificó a la población según su nivel de formación, separando la educación de la Iglesia.
Resistencias y Luchas Culturales
Estos cambios se enfrentaron a resistencias de la vieja cultura eclesiástica. La vida cultural española entre 1789 y 1833 reflejó las luchas sociales. La Ilustración continuó demandando reformas acordes con su espíritu, centrándose en establecer un sistema educativo básico de implantación estatal.
El Romanticismo y sus Influencias
El exilio de intelectuales durante la Década Ominosa los puso en contacto con el Romanticismo. La España isabelina romántica introdujo temas históricos, el sentido patriótico y la primacía de la libertad y el sentimiento. Esta cultura alentó movimientos como la Renaixença catalana y la exaltación de la historia de Galicia.
El Sistema Educativo en la España Liberal
La Ley Moyano de 1857 estableció un sistema educativo de ámbito estatal, afirmando que la enseñanza era una cuestión del Estado. Se impuso a la sociedad una nueva cultura basada en la educación primaria para todos y la educación secundaria como iniciación a los estudios universitarios.
El Romanticismo y la Imagen de España en Europa
El Romanticismo puso de moda en Europa las peculiaridades paisajísticas, culturales y sociales de España. Lord Byron y Chopin, entre otros, destacaron el atractivo de un país de rica cultura sumido en el atraso económico y cultural, tema que se reflejó en las artes plásticas y la ópera.
Desamortización y Patrimonio Cultural
En el siglo XIX se produjeron pérdidas de obras de arte. La primera, en 1808 y 1814, cuando salieron del país como regalo a los generales franceses. En 1840 se promulgó una Real Orden que obligaba a las autoridades a elaborar un catálogo de bienes inmuebles de valor artístico, sentando las bases de los museos.
El Krausismo y la Restauración
El fin del reinado de Isabel II trajo consigo el desarrollo de círculos intelectuales con una cultura oficial teñida de clericalismo y rechazo a la ciencia. Julián Sanz del Río fue clave en la introducción del krausismo, que preconizaba la libertad de conciencia. Los primeros intelectuales influenciados por el krausismo desempeñaron un papel importante en la caída de Isabel II. La Restauración canovista volvió a perseguirlos.
La Institución Libre de Enseñanza
En respuesta a la represión, se creó en 1876 la Institución Libre de Enseñanza, basada en los principios de libertad, neutralidad religiosa y coeducación. Francisco Giner de los Ríos fue su principal impulsor.
La Cultura Tradicionalista de la Restauración
La cultura tradicionalista de la Restauración, representada por Marcelino Menéndez Pelayo, se caracterizó por su defensa de los valores católicos y su rechazo al liberalismo.
Evolución Literaria y Artística
La producción literaria evolucionó desde el Romanticismo hasta el Realismo. En ingeniería y arquitectura, se utilizaron nuevos materiales como el hierro, dando lugar a edificios relacionados con el ferrocarril y la arquitectura civil que recuperaba las tradiciones medievales.
Panorama Cultural e Intelectuales Regeneracionistas
Los intelectuales de la época denunciaron la corrupción política y la inmoralidad del régimen de la Restauración, abogando por la regeneración de la política y la sociedad. Entre ellos destacaron los viejos krausistas, republicanos y federalistas.
La Prensa en el Siglo XIX
La prensa adquirió un tinte político, reflejando los cambios en el poder. La tolerancia y la libertad de imprenta se alternaron con la censura. La Guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz reconocieron la libertad de imprenta, lo que provocó la multiplicación de publicaciones.
El Resurgimiento del Periodismo
El resurgimiento del periodismo fue cortado por la Santa Alianza. Tras la muerte de Fernando VII, los liberales expulsados en 1823 regresaron con ideas románticas y nuevas formas de hacer periodismo. Los periódicos comenzaron a incluir más información y menos temas políticos y científicos.
Control Gubernamental y Periodismo Informativo
Desde 1833 hasta la Restauración, los periódicos fueron controlados por los gobiernos. En esta época, las ideas democráticas comenzaron a aparecer en la prensa liberal. El periodismo informativo nació y la clase obrera comenzó a acceder a la prensa.
Mariano José de Larra y el Periodismo Crítico
Mariano José de Larra fue un eminente articulista que combatió la organización del Estado, atacó al absolutismo y al carlismo, se burló de la sociedad y rechazó la vida familiar. Representó el Romanticismo democrático, centrándose en los males de España y el descontento con el país y sus hombres.
La Prensa en la Revolución de 1868
Entre 1868 y 1875, aparecieron 600 periódicos. La revolución comenzó con la libertad de imprenta establecida en la Constitución de 1869.
La Prensa en el Exilio y la Censura
En el exilio o bajo la censura, la prensa creó una opinión pública y contribuyó al desarrollo de las instituciones burguesas democráticas. La censura se extremó contra las publicaciones del carlismo y el Partido Demócrata.
La Prensa de Masas
La tecnología perfeccionó la imprenta, permitiendo ediciones amplias, baratas y vistosas. La alfabetización posibilitó la extensión de la prensa entre las clases bajas. Desde 1868, surgieron periódicos de opinión y prensa informativa, con secciones de crítica literaria, pasatiempos y humor.
La Libertad de Prensa y la Ley de Imprenta
Tras la Revolución de 1868, la Constitución de 1869 reconoció la libertad de prensa. La Ley de Imprenta de 1833 favoreció las publicaciones periódicas y permitió su explosión durante el Sexenio Democrático.
La Prensa Femenina y la Prensa Obrera
En 1868 surgió la prensa femenina. Tras la Revolución de 1868, se crearon escuelas para instruir a las clases bajas y periódicos obreros.
Las Agencias de Noticias y la Prensa Objetiva
A partir de 1880, surgieron medios cuantitativa y cualitativamente distintos, organizando su estructura informativa en torno a las agencias nacionales de noticias. La red telegráfica proporcionó ubicuidad informativa y tendencia a la uniformidad, aumentando la objetividad de la prensa.
La Prensa de Masas en Estados Unidos y Europa
La prensa de masas se desarrolló en Estados Unidos y Europa, aumentando su tirada, incluyendo publicidad y estableciéndose en grandes edificios. Adquirió nuevas funciones en la sociedad, ofreciendo un producto atractivo y convirtiéndose en instrumentos de gran influencia.
La Prensa Amarilla y la Prensa Seria
Surgió la prensa amarilla, en contraposición a una prensa muy documentada y seria para élites. Los Lunes del Imparcial lanzaron al estrellato a autores del Regeneracionismo y la Generación del 98.