La Revolución de 1868 daría al inicio del Sexenio Democrático, periodo durante el cual se intentaría llevar a cabo una serie de reformas sociales, políticas y económicas vinculadas al liberalismo progresista. Este periodo estuvo dividido en tres etapas: gobierno Provisional, monarquía de Amadeo de Saboya y I República. Sin embargo, no fueron capaces de solucionar las enormes dificultades de este período y, en 1874, un nuevo golpe militar pondría fin a la experiencia democrática y abriría el camino al retorno de los Borbones.
A). EL PACTO DE OSTENDE Y LA REVOLUCIÓN DE 1868
En 1866 firmaban el Pacto de Ostende progresistas, demócratas y unionista contra la monarquía de Isabel II. Dos años más tarde, en 1868, se iniciaba la Revolución de la Gloriosa, liderada por Topete, Prim y Serrano. El gobierno y la Corona se encontraron completamente aislados, puesto que su actitud había provocado que sólo contasen con el apoyo de un grupo muy reducido. Cuando las escasas tropas fieles al gobierno fueron derrotadas en Alcolea, el gobierno no vio más salida que dimitir e Isabel II partió en exilio a Francia.
B). EL GOBIERNO PROVISIONAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1869
Los firmantes del Pacto de Ostende constituyeron un gobierno provisional que puso rápidamente en marcha un programa de reformas siendo inmediatamente reconocidos la libertad de imprenta, el derecho de reunión y asociación y el sufragio universal masculino; se aprobó la reforma de la enseñanza, la desamortización de Ayuntamientos… Al mismo tiempo, el Gobierno Provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino y que dieron la victoria a la coalición gubernamental (progresistas, unionistas y un sector de los demócratas), mientras que los carlistas, los moderados y los republicanos obtenían una representación menor en el Parlamento.
C). LA MONARQUÍA DE AMADEO DE SABOYA (1870-1873)
El triunfo en las elecciones de los partidos que defendían la monarquía dio lugar a que la principal tarea del gobierno consistiese en encontrar un monarca que sustituyese a los Borbones. El general Prim fue el encargado de sondear a todos los embajadores extranjeros a fin de encontrar un consenso internacional sobre el candidato hasta que, por fin, consiguió imponerse la candidatura de Amadeo de Saboya. La elección del nuevo rey se produjo por 191 votos a su favor de los 311 diputados, lo que nos indica la debilidad política con que se iniciaba. Además, el inmediato asesinato de Prim, su principal valedor, le privaba de su apoyo más firme.
D). LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-18744)
Las Cortes, en las que se depositaba la soberanía en ausencia del monarca, decidieron someter a votación la proclamación de una República, que fue aprobada el 11 de febrero de 1873. Aunque gran parte de la cámara era monárquica y su voto a favor fue una estrategia para acelerar el proceso de deterioro político que diera tiempo a organizar el retorno de los Borbones.
El régimen republicano propugnaba un sistema de pactos entre los distintos pueblos o regiones como una forma nueva de articular el Estado español. Eran, además, partidarios del laicismo del Estado, de la ampliación de los derechos democráticos y de la intervención del Estado en la regulación de las condiciones laborales. Se llevaron a cabo una serie de reformas de carácter popular, social y democratizador como fue la supresión del impopular impuesto de consumos, la eliminación de las quintas y la creación de un ejército profesional, la reducción del derecho a voto a 21 años, la separación de la Iglesia y el Estado (dejándose de subvencionar a la Iglesia Católica), la reglamentación del trabajo infantil o la abolición de la esclavitud en Puerto Rico. A nivel político se elaboró un proyecto de Constitución -la Constitución de 1873- que convertía a España en un estado federal, con 17 estados regionales miembros dotados de amplia autonomía política, administrativa y económica.
CONCLUSIÓN.
La crisis general de la última etapa del reinado de Isabel II dio paso al llamado Sexenio Democrático donde diferentes fuerzas políticas y sociales instauraron un sistema más democrático. Sin embargo, tanto el gobierno de Amadeo de Saboya como la Primera República se enfrentaron a numerosos problemas que acabaron con el regreso de los Borbones en 1874 tras los golpes de Estado de Pavía y Martínez Campos y el manifiesto de Shandhurst.