La Revolución Francesa y el Auge del Movimiento Obrero

La Europa Napoleónica

1. El Gobierno de Napoleón

Se consolidó el Nuevo Estado francés. Napoleón, con un gobierno personalista, liberal pero autoritario, proporcionó estabilidad a las nuevas instituciones y completó la obra revolucionaria. Fue cónsul vitalicio tras un plebiscito aprobado de forma masiva. El 2 de diciembre de 1804 se coronó a sí mismo emperador.

Sus principales logros son:

  • Código Civil: Unificaba la legislación del país y asentaba la igualdad jurídica y la propiedad privada.
  • Administración centralizada.
  • Creación de un banco nacional y una moneda para todo el territorio.
  • Sistema educativo centralizado.
  • Acuerdo con la Iglesia Católica: Reconcilió al clero con el nuevo régimen, estableció el mantenimiento de lo eclesiástico por parte del estado y permitió al clero la enseñanza. El Papa tuvo que reconocer al nuevo emperador.
  • Propaganda y exportación de las ideas y logros de la Revolución a través de guerras en Europa.

2. La Exportación de la Revolución: Guerra Europea y Organización del Imperio

Jerónimo constituyó el reino de Westfalia. Una parte de Italia dependía de la administración imperial. El reino de Italia estaba gobernado por un virrey, vasallo de Napoleón. Destronados los Borbones, la corona española pasó a manos de su hermano José Bonaparte. 16 estados alemanes formaban la Confederación del Rin, Napoleón era “el protector”. Bernadotte ocupaba el trono de Suecia. Los tratados de Tilsit, con Rusia y Prusia, y el Tratado de Viena con Austria aseguraban la paz.

La Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico fueron aplicados a los estados vasallos o aliados: monarquías limitadas por la separación de poderes, con un cuerpo legislativo elegido por sufragio censitario. El feudalismo fue abolido oficialmente de toda Europa y no volvió a restablecerse. Las estructuras del antiguo régimen eran más consistentes en algunos lugares, como en España y Rusia.

La resistencia del pueblo español desde la batalla de Bailén, hasta las victorias de Wellington fue “la causa primera de las desgracias de Francia”. Una nueva coalición derrotó al ejército napoleónico. Desterrado a la isla de Santa Elena, murió en 1821. En Francia se restauró la monarquía en la persona de Luis XVIII, hermano de Luis XVI.

Los Orígenes del Movimiento Obrero

El movimiento obrero fue configurado como la respuesta de la clase trabajadora a los problemas provocados por la industrialización y el capitalismo. A través de la lucha, adquirió la conciencia colectiva de pertenecer a una clase con intereses comunes.

Las primeras manifestaciones del movimiento obrero consistieron en revueltas violentas dirigidas contra las máquinas. Tales revueltas se conocen como luditas, por el nombre de Ned Ludd.

La ausencia de leyes que regularan las relaciones laborales y la promulgación de las primeras leyes antiasociativas provocaron reacciones populares para luchar por su abolición: el derecho de asociación y reunión fue una de las primeras reivindicaciones que plantearon los trabajadores.

Las asociaciones de trabajadores podían ser muy diversas según su composición y sus objetivos; las más abundantes fueron las sociedades de socorros mutuos, basadas en la fraternidad y cooperación. Pronto fueron apareciendo agrupaciones de trabajadores del mismo oficio y localidad, los sindicatos, que ampliaban los objetivos de las mutuas a la consecución de reivindicaciones laborales.

Los núcleos obreros organizados en Gran Bretaña se orientaron hacia la lucha política, con la finalidad de conquistar la igualdad de derechos para todos los ciudadanos. Así se inició un movimiento político de masas, el cartismo, con la presentación al parlamento de la Carta del Pueblo, que contenía las principales reivindicaciones obreras.

La Crítica Social y Política

En la defensa y divulgación de estas ideas sobresalen:

  • Montesquieu: Que defendió un parlamentarismo basado en la división de poderes: legislativo en manos del parlamento; ejecutivo en las del rey y sus ministros; y judicial ejercido por tribunales legalmente instituidos.
  • Voltaire: Criticaba la intolerancia religiosa, la monarquía absoluta, estaba en contra de las torturas…
  • Rousseau: Defendió el principio de la igualdad de los hombres.

Todas estas ideas se difundieron por los salones y los cafés, por la prensa (periódicos, folletos, etc.) y la Enciclopedia.

Los burgueses defendían las ideas ilustradas para conseguir derechos políticos. Cuando los ilustrados hablaban de pueblo, se referían a la burguesía (la clase más útil para la sociedad), frente a la aristocracia, que vivía de sus rentas, y a las clases bajas urbanas y campesinas, que no tenían ningún poder económico. Así se sentaron las bases del liberalismo político, que inspiró la organización del estado durante el siglo XIX.

El Absolutismo Ilustrado

Monarcas y gobernantes europeos acogieron el espíritu de las luces. “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”: utilizaban el poder absoluto para hacer felices a los pueblos pero sin contar con ellos.

Algunas reformas de los monarcas ilustrados fueron:

  • Centralizar el gobierno, eliminando todo lo que fuese una limitación de su poder. Las relaciones de los estados con la Iglesia fueron conflictivas. Se produjo la expulsión de los Jesuitas.
  • Realizar algunos cambios en la protección de la agricultura.

Los monarcas ilustrados más significativos fueron: José II de Austria, Federico II de Prusia y Catalina II de Rusia.

El Anarquismo

Los anarquistas pensaban que los asalariados debían transformar la sociedad creando comunas al margen del Estado. Rechazaban la acción política y los partidos para canalizar la lucha obrera. Propugnaban el comunismo agrario y la gestión de la economía por los sindicatos. Su repercusión fue notable en países con industrias atrasadas, donde la democracia no existía o era deficiente. Su radicalismo condujo al asesinato, mediante atentados, contra jefes de estado y políticos.

El Marxismo

Karl Marx, junto con Friedrich Engels, fue el creador de la doctrina marxista o comunista, a la que Engels llamó socialismo científico, para diferenciarlo del utópico, al que tachaba de idealista. En 1848, Marx y Engels publicaron el Manifiesto Comunista, con las ideas básicas de su pensamiento, que desarrollará Marx en su obra principal, El Capital.

Para Marx había básicamente dos clases:

  • Los opresores: Propietarios y principales beneficiarios de la propiedad de los medios de producción.
  • Los oprimidos: Productores de los bienes, el proletariado.

El marxismo se difundió inicialmente entre los obreros con la idea básica de que los trabajadores deben organizarse en un partido político propio, independiente del partido burgués. Esta idea fue la semilla de los partidos socialistas que se crearon en las últimas décadas del siglo XIX.