La Revolución Industrial en España y en los países avanzados: El proceso de industrialización en España en el siglo XIX sufre un notable retraso con respecto a los países que lideraban la Revolución Industrial, Gran Bretaña, Francia o Alemania. No obstante, se pretendió impulsar este proceso con el objetivo de transformar la estructura económica agraria en otra basada en el desarrollo de la industria y el comercio, aunque el resultado final quedase muy lejos del esperado. Si se produjo un proceso de industrialización, pero con un ritmo muy lento. Comparación España-Europa: 1) En todos los países avanzados de Europa, la Revolución Industrial fue precedida o a la par de una revolución agrícola que en España no se produjo. Los excedentes de la agricultura eran insuficientes para garantizar el crecimiento de la población. La demanda de bienes industriales por los campesinos fue muy pequeña y la transferencia de población de la agricultura a la industria fue insignificante. Por lo tanto, el estancamiento agrario fue en España una de las causas de las dificultades para industrializarse en el siglo XIX. 2) El desarrollo del sector de la siderurgia en España fue más accidentado que en otros países europeos. 3) Además, a diferencia de Gran Bretaña y demás países, el carbón español era escaso, de mala calidad y caro. 4) En cuanto a las condiciones del transporte, España también se encontraba en desventaja. Las condiciones geográficas eran poco favorables para su desarrollo. Finalmente, se produce una revolución del ferrocarril, que es uno de los indicadores de la industrialización en España. El momento más importante llega con la Ley de Ferrocarriles de 1855, que permitió la entrada de capitales extranjeros con los que fue posible realizar el tendido de la red ferroviaria. Esta ley tuvo importantes consecuencias. Las principales concesiones se dieron a compañías extranjeras, por lo que la red no estimuló la industria siderúrgica nacional y se consolidó una estructura radial con Madrid como centro. Al final, teníamos un medio de transporte, pero apenas se transportaban mercancías. A pesar de todo, el ferrocarril resultó un instrumento indispensable para dotar a España de un sistema de transporte. Se fijó un ancho de vía mayor que el resto de Europa. 6) A ello hay que añadir la existencia de un mercado nacional que facilitaba los intercambios comerciales. Constitución de 1931: El gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes en junio de 1931. La Constitución de 1931 tiene un carácter democrático y progresista. Características: se establece la soberanía popular, se establece la igualdad de todos los españoles ante la ley, fija una amplia declaración de derechos y libertades (reunión, asociación…), sufragio universal y por primera vez femenino. Los poderes están divididos, el legislativo recae en las Cortes y el ejecutivo en el gobierno. Se establece un Estado central fuerte y capaz de aplicar las reformas democráticas. En religión, un Estado laico que supone la separación de Iglesia y Estado. Se reconoce el matrimonio civil, el divorcio, se suprime el presupuesto del clero, etc. La enseñanza para toda la población. Una constitución moderna, democrática, de izquierdas y republicana. Reformas del bienio reformista 1931-1933: Es la primera etapa de la República. La situación económica de estos años fue muy difícil. España sufre las consecuencias de la crisis del año 29, se reducen las exportaciones, se produce un fuerte aumento del paro. Son momentos de intensa conflictividad. La República aspira a cambiar los fundamentos del Estado, pero no a una revolución social. Por ello, la FAI intenta provocar. El conjunto de reformas afectó, como veremos, a la Iglesia, los propietarios, etc., y fueron reorganizando a la derecha. Así nace la CEDA, liderada por Gil Robles. Más a la derecha aparece la Renovación Española, Calvo Sotelo, que apoya el golpe de Estado. En 1931 aparece en las fuentes que se unen con FE de José Antonio en 1933. Reformas: se reformó el ejército para que fuera profesional y democrático, fiel a la República. Para ello, el Gobierno se enfrenta a problemas como el exceso de oficiales y realizó la jubilación anticipada y cerró la Academia Militar de Zaragoza. Creó la Guardia de Asalto para resolver los problemas de orden público. Reforma religiosa: separación total de la Iglesia y del Estado, se elimina el presupuesto del clero, se establece el matrimonio civil, el divorcio, etc. Esto genera muchos problemas y la República estaba enfrentada con la Iglesia. Reforma de la enseñanza: en estos años había en España un 40% de analfabetos. La República pretendía una enseñanza liberal, laica, estatal y obligatoria. No hubo tiempo ni dinero. Reforma agraria: surgió la oposición de los terratenientes y de los partidos de centro-derecha. El objetivo era la expropiación con indemnización o sin ella y el repartimiento a los campesinos. Fracasó. Se hizo el trasvase Tajo-Segura. Las autonomías fue el momento fulgurante de Azaña. De esta manera, Cataluña accede a su gobierno, su parlamento, etc. Reformas sociales: Largo Caballero propició una serie de medidas de mejora contra las condiciones sociales, como jornada de 8 horas, prolongación de los contratos de arrendamiento de tierras, seguros sociales, seguro médico. La oposición, los problemas y conflictos sociales provocaron el desgaste del gobierno. Azaña tuvo que dimitir y convocar elecciones en 1933. Balance: la Segunda República se había granjeado un sinfín de enemigos. El país estaba dividido en dos bandos.