La Revolución Industrial: Transformaciones Económicas y Sociales en el Siglo XVIII y XIX

1. La Revolución Agrícola: El Preludio de la Industrialización

La Revolución Industrial se gestó a partir de una serie de transformaciones en la agricultura que impulsaron el crecimiento de la producción y, a su vez, de la población.

Causas de la Revolución Agrícola

Entre las causas principales de esta revolución agrícola se encuentran:

  • Una oleada de progresos técnicos que mejoraron la eficiencia del trabajo en el campo.
  • Cambios en la organización del trabajo, como la introducción de nuevos sistemas de cultivo.

Consecuencias de la Revolución Agrícola

Estas innovaciones tuvieron un impacto significativo en la economía y la sociedad:

  • Aumento de la producción de alimentos, lo que permitió alimentar a una población en crecimiento.
  • Incremento de la renta per cápita, mejorando el nivel de vida de la población.

Innovaciones Clave en la Agricultura

Tres innovaciones fueron particularmente importantes en la Revolución Agrícola:

  • Cambios en los sistemas de cultivo: Se pasó de la rotación trienal con barbecho (trigo, barbecho, cebada/guisantes/judías) a la rotación cuadrienal sin barbecho (trigo, alfalfa, nabos y cebada), lo que permitió una mayor productividad de la tierra.
  • Introducción de nuevas máquinas, cultivos y fertilizantes: La incorporación de nuevas tecnologías y prácticas agrícolas mejoró la eficiencia y la producción.
  • Nueva estructura de la propiedad: El cercamiento de tierras comunales (openfield) a través de las Enclosure Acts conllevó la privatización de la tierra, perjudicando a pequeños propietarios y campesinos que perdieron sus derechos sobre las tierras comunales. Muchos se vieron obligados a vender sus propiedades y convertirse en jornaleros a cambio de un salario. El aumento de la mano de obra disponible y la disminución de la demanda de trabajadores rurales provocaron una bajada de los salarios. Como resultado, muchas personas se vieron obligadas a emigrar a las ciudades en busca de mejores oportunidades.

El Aumento de la Población

El aumento de la oferta de alimentos gracias a la Revolución Agrícola tuvo un impacto directo en el crecimiento demográfico. Las hambrunas desaparecieron y las personas se volvieron más resistentes a las enfermedades y epidemias. Gran Bretaña experimentó una gran expansión demográfica durante este período.

Natalidad

La natalidad se elevó debido a la disminución de la edad de matrimonio y a la reducción del número de personas célibes, impulsada por la mejora de la situación económica. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX, la natalidad comenzó a descender como consecuencia de la disminución de la mortalidad infantil y de un mayor deseo de las familias de controlar el número de nacimientos.

Mortalidad

La reducción de la mortalidad fue resultado de una mejor alimentación y, en la segunda mitad del siglo XIX, de los avances médicos e higiénicos. La esperanza de vida creció notablemente, alcanzando alrededor de los 50 años a finales del siglo XIX.

2. Mecanización y Sistema Fabril

El cambio en los sistemas de producción se caracterizó por el uso de máquinas y por la sustitución de fuentes animadas de energía por inanimadas. Esto provocó la concentración de obreros en las fábricas, lo que llevó a la ruina de muchos artesanos. La producción artesanal fue sustituida por el sistema fabril, que se basaba en la producción en serie.

Expansión de la Maquinaria

Las máquinas se extendieron a diversos sectores, como el agrícola, minero y metalúrgico. El salto definitivo hacia nuevas formas de producción se dio con la introducción de la energía hidráulica y, posteriormente, con la invención de la máquina de vapor por James Watt en 1769, un símbolo de la Revolución Industrial. La mecanización, el uso del vapor y la concentración de la producción en fábricas llevaron a un aumento de la productividad y la producción, lo que permitió abaratar costes y disminuir los precios.

La Industria Algodonera

La industria algodonera comenzó su desarrollo a mediados del siglo XVIII, impulsada por la prohibición de la entrada de tejidos de algodón estampados (indianas). Experimentó una expansión sin precedentes, abasteciendo el mercado interior y exportando buena parte de su producción.

Carbón y Hierro

El carbón se convirtió en el principal combustible del siglo XIX, alimentando la máquina de vapor y jugando un papel fundamental en el proceso siderúrgico. Su producción aumentó considerablemente gracias a las innovaciones en la minería. La creciente demanda de hierro en la segunda mitad del siglo XVIII estimuló la búsqueda de un combustible más económico y efectivo. La sustitución del carbón vegetal por carbón de coque (con mayor poder calorífico) en la fundición de alto horno permitió la producción de hierro en grandes cantidades, impulsando la construcción de la red ferroviaria a partir de 1830.

Nuevos Transportes

Se mejoraron los caminos y se construyeron canales para facilitar la navegación fluvial. Sin embargo, fue el ferrocarril el que supuso una verdadera revolución en el transporte, gracias a su rapidez, su enorme capacidad de carga, su menor coste por unidad transportada y su mayor seguridad para pasajeros y mercancías.

George Stephenson inventó la locomotora en 1829. El primer barco de vapor navegó por el río Hudson en 1807, y los barcos de vela fueron gradualmente sustituidos por los de vapor.

Impulso del Mercado

La mejora de las infraestructuras y el transporte impulsaron el desarrollo de la economía de mercado, en la que se produce no para el autoconsumo, sino para la venta. El mercado interior se expandió gracias a la generalización de los intercambios. Su consolidación fue un proceso lento, pero dio como resultado un aumento del comercio y la transición de intercambios locales y comarcales a un mercado a nivel nacional e internacional.

3. Liberalismo Económico

A finales del siglo XVIII surgió el liberalismo económico, una doctrina que defendía la libertad individual y la no intervención del Estado en la economía.

Adam Smith y la Mano Invisible

Adam Smith, considerado el padre del liberalismo económico, defendía la supremacía del individuo frente a los estamentos o grupos organizados y consideraba que la búsqueda del propio interés era el motor del desarrollo económico. Según Smith, los intereses contrapuestos se equilibran en el mercado a través de una “mano invisible” que, mediante los precios, ajusta la oferta y la demanda. Es el libre juego de la oferta y la demanda lo que consigue un equilibrio óptimo a nivel social y económico. El Estado debe abstenerse de cualquier intervención en la economía y debe eliminar las barreras proteccionistas y los monopolios, ya que son un obstáculo para el crecimiento económico. Sin embargo, la visión de Smith no descartaba la intervención pública en ámbitos como la educación para adultos pobres, la justicia o el ejército.

Capital, Trabajo y Mercado

El capitalismo es un sistema económico en el que los instrumentos de producción y lo que se produce con ellos son propiedad privada. Esta propiedad se concentra en la burguesía, mientras que el proletariado solo posee su capacidad para el trabajo, que alquila a cambio de un salario.

Trabajadores y empresarios se relacionan a través del mercado, donde unos demandan empleo y otros ofrecen trabajo, fijándose un salario en función de la oferta y la demanda. El objetivo del capitalismo es la búsqueda del máximo beneficio individual. Los propietarios de los medios de producción pretenden maximizar el beneficio, mientras que los asalariados buscan un salario más alto.

Los desajustes entre la oferta y la demanda producen crisis periódicas que se corrigen mediante la reducción de costes o de la producción.

Proteccionismo y Librecambio

El proteccionismo defiende la imposición de aranceles a la entrada de productos extranjeros con el objetivo de encarecerlos y proteger la producción nacional.

El librecambio, por el contrario, aboga por la no intervención estatal en el comercio internacional, permitiendo que las mercancías se intercambien libremente entre los distintos estados.

4. Consecuencias Sociales de la Revolución Industrial

La Revolución Industrial tuvo un profundo impacto en la sociedad, transformando la vida de las personas y creando nuevas estructuras sociales.

Proceso de Urbanización

La industrialización y la organización fabril obligaron a los trabajadores a trasladarse a las ciudades en busca de empleo. Esto provocó un cambio en la distribución de la población, dando lugar a la multiplicación y crecimiento de las ciudades, creando una nueva sociedad urbana.

Segregación Urbana

La burguesía construyó barrios residenciales con oficinas, comercios y viviendas que reflejaban su riqueza y donde disfrutaban de todo tipo de comodidades. Los barrios obreros, por otro lado, crecieron rápidamente y sin planificación. Las calles no estaban pavimentadas, no había alcantarillado ni servicio de recogida de basura, lo que generaba condiciones de vida insalubres.

Nueva Sociedad Industrial

En el campo, los pequeños propietarios se vieron obligados a convertirse en jornaleros, y el número de campesinos disminuyó. La producción fabril arruinó a gran parte de los artesanos. Campesinos y artesanos pasaron a engrosar las filas del proletariado industrial.

Con la tierra perdiendo su importancia como principal fuente de poder y el afianzamiento del capitalismo, surgió la burguesía, vinculada a la propiedad de las fábricas. Los nuevos valores burgueses se basaban en la exaltación de la propiedad privada, el trabajo, el ahorro y el individualismo.

La familia continuó siendo el núcleo esencial de transmisión y consolidación del patrimonio. La vivienda familiar se convirtió en un símbolo de prosperidad y estatus social.

La clase media, que no realizaba trabajo manual, estaba formada por profesionales liberales como abogados, médicos, etc.

Los asalariados, por su parte, soportaban condiciones laborales precarias, con sueldos escasos, jornadas de trabajo muy prolongadas (12-13 horas), horarios laborales rígidos y poca seguridad laboral.

Las Mujeres en la Sociedad Industrial

La Revolución Industrial también tuvo un impacto significativo en el papel de la mujer en la sociedad:

  • Mujeres de clase media y alta: Su vida transcurría en el hogar, dedicadas al cuidado de la casa y los hijos. Su educación se consideraba subsidiaria a la del hombre, y sus estudios se orientaban a la adquisición de nociones básicas de lectura, escritura y cálculo, además de religión, música y labores del hogar. La educación de las mujeres disminuía a medida que se descendía en la escala social.
  • Mujeres campesinas: Combinaban las labores domésticas con el trabajo agrícola, ayudando en las actividades del campo.
  • Mujeres obreras: Enfrentaban largas jornadas de trabajo (10-12 horas), además del cuidado de la casa y la familia. Su remuneración era inferior a la del hombre, y su trabajo tenía escasa valoración social.