La Revolución Rusa de 1917
El Inmovilismo Político y las Dificultades de Modernización
La economía y la sociedad rusas eran de las más atrasadas de Europa a principios del siglo XX. El sistema político descansaba en el poder absoluto del zar, apoyado en:
- La nobleza, que concentraba la propiedad de la tierra.
- Los altos cargos de la administración y el ejército.
- La Iglesia Ortodoxa, encabezada por el zar.
Durante el reinado de Alejandro II se intentaron aplicar reformas en la economía y la administración, pero sin cuestionar el poder del zar ni los privilegios de la nobleza terrateniente. Una de las medidas más destacadas fue la abolición del régimen feudal y de la servidumbre de los campesinos. Prosiguió la modernización económica con un proceso de industrialización limitado a ciertas zonas, concentrado en grandes complejos industriales y con una fuerte presencia del capital extranjero, lo que provocó cambios sociales.
La Oposición al Zarismo
Se organizó una oposición al zarismo que reclamaba libertades políticas y cambios sociales y económicos profundos. En la década de 1870 surgieron los populistas, que pretendían crear una conciencia revolucionaria y pedían la implantación de un socialismo agrario basado en la colectivización de la tierra. El populismo fracasó y se fracturó.
En 1898 se fundó en un congreso clandestino en Minsk el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), inspirado en los principios marxistas. Destacó Lenin, y el partido se dividió entre:
- Mencheviques: Defendían que Rusia debía pasar por una revolución burguesa y desarrollar una economía capitalista.
- Bolcheviques: Su objetivo era derrocar al zarismo y establecer una dictadura democrática.
En 1905 se formó el Partido Constitucional Demócrata, que pretendía transformar el régimen absoluto zarista en uno constitucional, en el que se respetaran los derechos individuales.
La Revolución de 1905
El descontento de los campesinos se materializó, las condiciones de vida de los obreros se deterioraron y las derrotas de Rusia en la guerra ruso-japonesa provocaron el descrédito del zar.
En 1905, una manifestación pacífica acabó trágicamente (Domingo Sangriento). Los campesinos exigieron el fin de los abusos de los terratenientes, los obreros organizaron comités de huelga y formaron espontáneamente los primeros consejos obreros o soviets. Los partidos políticos clandestinos desencadenaron una oposición activa contra la guerra, como el motín del acorazado Potemkin, cuya tripulación se rebeló cuando volvía del Extremo Oriente.
El zar anunció en el Manifiesto de Octubre una serie de medidas de carácter liberal:
- Un conjunto de libertades civiles.
- La creación de un régimen representativo (la Duma).
El Fracaso de las Reformas
La Revolución de 1905 creó grandes expectativas de reformas. Los liberales aspiraban a establecer un régimen político democrático, los campesinos esperaban que la Duma llevara a cabo una reforma agraria, y los obreros, una mejora de las condiciones de vida y trabajo.
Las reformas fueron limitadas y el poder absoluto del zar mermó bien poco. La Duma tenía un poder legislativo recortado, ya que el zar se atribuyó el derecho a vetar cualquier ley. Hubo cuatro Dumas, y las expectativas de la Revolución de 1905 se frustraron ante la actitud autoritaria del zar. Fracasó la reforma agraria, que no afectó a los nobles ni a la Iglesia. Antes de la Revolución de 1917, la mitad de las tierras pertenecían al zar y muchas otras a los nobles y a la Iglesia. La represión política retornó, con mucha gente condenada por delitos políticos, y hubo crisis en los gobiernos del zar.
La situación del país empeoró con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, en la que Rusia, aliada de Francia y Reino Unido, luchó contra los Imperios Centrales.
La Revolución de Febrero y la Caída del Zarismo
El 23 de febrero de 1917, la convocatoria de una huelga en la fábrica de armamentos Putilov inició una revolución espontánea en Petrogrado. Al día siguiente, hubo una huelga general. Estas huelgas y manifestaciones se extendieron a otras ciudades como Moscú. Los revolucionarios (mencheviques, socialistas revolucionarios y bolcheviques) reorganizaron el Soviet de Petrogrado. Nicolás II abdicó, y al día siguiente se formó un gobierno provisional presidido por Lvov. También participó Kerenski como ministro de justicia.
De Marzo a Octubre: El Gobierno Provisional
Hubo en Rusia dos poderes paralelos: el gobierno provisional y los soviets. Solo los bolcheviques se oponían a toda colaboración con el gobierno provisional.
El gobierno provisional adoptó una serie de reformas:
- Declaró una amnistía.
- Reconoció las libertades civiles y disolvió la odiada policía zarista.
- Prometió entregar las tierras de los terratenientes a los campesinos.
- Comenzó a preparar las elecciones por sufragio universal.
- Reconoció el derecho a la independencia de Finlandia y Polonia.
El gobierno provisional mantuvo los compromisos en la guerra y propuso las reformas básicas. El gobierno, débil, atravesó problemas por la guerra y por crisis sucesivas. El mantenimiento de Rusia en la guerra lo enfrentó con los mencheviques, socialistas revolucionarios y bolcheviques, partidarios de una paz inmediata.
Las Crisis con los Bolcheviques
Estalló la crisis de abril. Para hacer frente a la crisis, mencheviques y socialistas revolucionarios formaron un gobierno de coalición junto con los Kadetes (Partido Constitucional Demócrata). Se constituyó en mayo, y Kerenski ocupó el Ministerio de Guerra. Después de fracasar una nueva ofensiva rusa en el frente, se acentuó la oposición de los bolcheviques a la guerra. Organizaron una manifestación armada para conseguir el poder.
El Golpe de Estado de Kornilov
En agosto, el general Kornilov, comandante en jefe del ejército, se rebeló y marchó sobre Petrogrado a fin de implantar una dictadura militar. Kerenski no tuvo otra opción que pedir ayuda a los bolcheviques y a los soviets de Petrogrado. Estos grupos plantaron cara a Kornilov y convencieron a los soldados para que abandonaran a los oficiales y se sumaran a la revolución.