La Rusia de los Zares
Durante siglos, los zares dominaron un vasto territorio. A principios del siglo XX, Rusia estaba regida por Nicolás II. El régimen político era una autocracia en la que el zar no estaba sujeto a ninguna Constitución ni Parlamento. Se apoyaba en la burocracia, el ejército y la Iglesia.
El Imperio ruso tenía una economía agraria. La propiedad privada estaba en manos de la nobleza, mientras que los campesinos vivían en condiciones penosas. Se trataba de una agricultura atrasada con una baja producción. Desde finales del siglo XIX se había iniciado un proceso de industrialización.
Oposición al Zarismo
Como resultado de la oposición al zarismo, se difundieron las ideas liberales y las nuevas doctrinas obreristas, como el anarquismo, que consiguió un notable arraigo. Entre sus filas se crearon organizaciones como Tierra y Libertad, que propugnaba el reparto de la tierra entre los campesinos y defendía la acción directa contra la autocracia. También se crearon partidos liberales de composición burguesa.
La influencia del marxismo dio lugar al Partido Social-demócrata Ruso, que tenía como líder a Lenin. Pero a comienzos del siglo XX, el partido se dividió en bolcheviques y mencheviques.
Revolución de 1905
Durante el reinado de Nicolás II, la agitación social y política iba en aumento como resultado de las malas condiciones de vida y la corrupción. La economía iba en descenso por la guerra ruso-japonesa.
En enero de 1905 estalló un movimiento revolucionario contra los zares y las injusticias sociales. Los manifestantes reclamaban la mejora de las condiciones de vida. Hubo una manifestación en el Palacio de Invierno en la que participaron todos los grupos políticos opuestos al sistema y que fue reprimida por el ejército, dando lugar al llamado Domingo Sangriento.
Después de este “ensayo” de revolución, el zar intentó hacer unas reformas económicas y políticas y se convocó una Duma, pero fue como si no hubiese hecho nada.
La Revolución de Febrero de 1917
La decisión de Rusia de participar en la Primera Guerra Mundial precipitó los acontecimientos. La mayoría de las fábricas se transformaron en industrias de guerra y el reclutamiento de campesinos hizo disminuir la producción agraria. Los precios subieron y el ejército ruso, mal equipado y dirigido, sufrió derrotas militares ante Alemania. Las críticas al gobierno eran constantes y la confianza en el zar se había hundido. La situación revolucionaria se desató de nuevo.
En febrero de 1917, los grupos populares salieron a las calles de Petrogrado pidiendo el fin de la guerra y la mejora de las condiciones de vida. El 27 de febrero, la situación culminó en una huelga general que fue seguida del amotinamiento militar de la capital. Se fueron formando grupos de soviets. El zar se negó a abandonar la guerra y, ante la presión del ejército y de los partidos, decidió abdicar.
La Duma impuso un gobierno provisional presidido por Lvov en el que se prometieron reformas políticas y sociales. No obstante, Rusia siguió en la guerra. Fue entonces cuando empezó a perfilarse un doble poder: el gobierno provisional y el de los soviets.
Desde su regreso del exilio, Lenin había defendido que la revolución debía convertirse en proletaria. Ante esta situación, Lvov fue sustituido por Kerenski, que prometió elecciones para una Asamblea Constituyente, pero se enfrentó a los bolcheviques e inició una persecución sistemática. Las dificultades de su gobierno fueron en aumento a raíz de un golpe de Estado de los militares zaristas para recuperar el poder. Kerenski contó con el apoyo de los bolcheviques, lo que hizo aumentar su popularidad entre las masas y su influencia en los soviets. A partir de aquel momento, los bolcheviques tomaron la iniciativa.
La Revolución de Octubre de 1917
El 26 de octubre, los bolcheviques derrocaron el gobierno provisional de Kerenski y tomaron el Palacio de Invierno. Los bolcheviques subieron al poder y establecieron el gobierno comunista soviético. Se formó el Consejo de Comisarios del Pueblo, dirigido por Lenin, que emprendió la instauración del socialismo y decretó las primeras medidas revolucionarias:
- Se eliminaron las deudas de los campesinos y se repartió la gran propiedad.
- Se suprimió el ejército zarista.
- Se firmó un tratado en el que Rusia abandonaba la guerra y renunciaba a los países bálticos.
La revolución había triunfado en muchos lugares. Fue entonces cuando los zaristas iniciaron la resistencia armada con el objetivo de impedir la consolidación del Estado soviético. Esto impulsó la creación del Ejército Rojo, que se basaba en la disciplina y los grados militares clásicos. Se inició entonces una guerra civil en la que hubo muchos muertos y hambre. El zar y su familia fueron ejecutados.
En los primeros meses, los blancos obtuvieron algunas victorias, pero el éxito del Ejército Rojo fue creciendo a partir de la victoria en Ucrania. Al final, el Ejército Rojo quedó vencedor en la guerra. La guerra hizo que la economía del país se orientara hacia el ejército para ganar la guerra, lo que se conoció como el comunismo de guerra y supuso la supresión de la propiedad privada. Toda la economía pasó a estar en manos del Estado.
La Consolidación del Poder Bolchevique
Los bolcheviques transformaron el viejo imperio de los zares en una república federal. El órgano supremo del Estado era el Congreso de los Soviets (legislativo). El Presídium se encargaba del poder ejecutivo y de los asuntos del gobierno se encargaba el Consejo de Comisarios del Pueblo. En 1922 se creó la URSS, en la que se definían las competencias de la Unión y de las repúblicas federadas.
La nueva orientación de la revolución en la economía se concretó en una Nueva Política Económica (NEP). La NEP eliminaba la propiedad privada y el control estatal de la industria y la agricultura, lo que permitía la pequeña propiedad y los intercambios privados.
La Italia Fascista
Después de la Primera Guerra Mundial, Italia se encontraba en una situación de crisis económica. La inflación monetaria llevó al empobrecimiento de la población. Se generó un gran descontento por no haber recibido compensaciones territoriales tras la guerra. La Italia de 1920 vivía una situación prerrevolucionaria. Una actitud violenta y agresiva fue el núcleo inicial del fascismo.
En 1919, Benito Mussolini, antiguo miembro del Partido Socialista Italiano, funda los Fasci di combattimento. El golpe definitivo para hacerse con el poder llegó con la Marcha sobre Roma. Los fascistas anunciaron que si el gobierno era incapaz de restablecer el orden, lo harían ellos. Y así fue: los fascistas impusieron su ley por medio del terror con el apoyo de los terratenientes, sin que la policía ni la justicia intervinieran.
En las elecciones de 1921, 35 diputados fascistas entraron en el Parlamento. La organización fascista se convirtió en el Partido Nacional Fascista, con Mussolini como su Duce. El rey Víctor Manuel III encargó a Mussolini la formación de un nuevo gobierno. Así, Mussolini alcanzó el poder.
La Dictadura Fascista
Se creó una especie de policía paralela que ejercía una represión política que se fue intensificando. La consecución legal del poder totalitario originó una reforma del sistema electoral. En 1925, el Duce consiguió la disolución de las cámaras, instaurando un régimen totalitario. Los opositores fueron perseguidos y algunos asesinados. Los dirigentes del Partido Comunista fueron encarcelados. Se prohibió la libertad de prensa, se disolvieron los partidos políticos y los sindicatos, y se introdujo la pena de muerte, así como cárceles para los enemigos políticos.
Se hicieron reformas en las instituciones: Mussolini poseía el poder legislativo, ya que había suprimido el parlamento. También suprimió todo intento de organización del proletariado (los sindicatos estaban prohibidos). Por tanto, Mussolini solo tenía que rendir cuentas al rey.
Control Social
La propaganda fue uno de los instrumentos más cuidados del régimen. El movimiento fascista veló especialmente por el adoctrinamiento de los niños.
República de Weimar (1918-1933) – La Alemania Nazi (1933-1939)
La época anterior al nazismo se conoce con el nombre de República de Weimar. Alemania acababa de aplastar los intentos revolucionarios de Rosa Luxemburgo y el régimen tendía hacia el conservadurismo.
La situación había empeorado con las consecuencias de la Primera Guerra Mundial: depreciación monetaria, inflación, pérdida de zonas ricas en los sectores industriales, problema de las reparaciones de guerra. Francia ocupó la región del Rin porque Alemania no le pagaba la deuda de guerra. Se produjo un intento de golpe de Estado dirigido por Hitler, conocido como Putsch de Múnich, que fracasó y llevó a Hitler a la cárcel. Hubo revueltas obreras y el ejército salvó la situación con el empleo de la fuerza.
En las elecciones de 1930 se produjo un importante ascenso del nazismo y un enfrentamiento entre sectores de izquierda y sectores nazis. Al ver la situación, los sectores conservadores prefirieron llegar a un acuerdo con Hitler, en el que fue nombrado canciller.
Entonces Hitler inicia una vertiginosa carrera hacia el poder personal:
- Consigue del Parlamento (Reichstag) la obtención de poderes de excepción.
- Disuelve todos los partidos políticos y asociaciones obreras.
- Depura a los funcionarios.
- Detiene a los principales dirigentes de la oposición.
- Manda incendiar el Reichstag y acusa a un comunista.
- Da fin a la práctica parlamentaria.
- Masacra a las SA, enemigas de las SS, para tener al ejército con él (“Noche de los cuchillos largos”: eliminó a todo aquel que conspirara contra él).
- Proclama el III Reich.
Con la proclamación del III Reich, Hitler dio comienzo a un estado totalitario, militarista y expansivo.
Segunda Guerra Mundial
Causas de la Segunda Guerra Mundial
Causas Políticas
- Revisionismo de los países descontentos con el Tratado de Versalles, sobre todo Alemania.
- Ascenso de los partidos totalitarios.
- Evolución de las relaciones internacionales en el período de entreguerras. Por este motivo se originaron dos bloques antagónicos y aumentaron las tensiones.
Causas Económicas y Sociales
- Consecuencia de las repercusiones de la crisis del 29, que enturbiaron las relaciones internacionales.
- El descontento social de la crisis del 29 fue recogido por los partidos fascistas y la tensión iba en aumento.
Causas Demográficas
- Alemania, Italia y Japón necesitaban su espacio vital.
- Se produjo el Holocausto, la persecución y exterminio sistemático de judíos por parte del régimen nazi.
La Guerra Relámpago
La Segunda Guerra Mundial comenzó con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939 por los alemanes. Los aliados adoptaron una actitud defensiva, a la espera de acumular fuerzas.
El 9 de abril de 1940, Alemania invade Dinamarca y Noruega para asegurarse el envío de hierro de Suecia, país que permaneció neutral.
En mayo de 1940, Alemania ataca a Francia, ocupando también Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
El gobierno francés, al mando del mariscal Pétain, forma el gobierno de Vichy y firma el armisticio. Francia quedó dividida en dos: el norte, ocupado por Alemania, y el sur, teóricamente libre, dirigido por Pétain, con un gobierno fascista, títere del gobierno alemán.
En junio de 1940, Italia entra en guerra al lado de Alemania.
La Batalla de Inglaterra
Gran Bretaña queda sola en la lucha contra Alemania. Hitler no puede desembarcar en Gran Bretaña y tampoco puede conseguir la supremacía aérea, por lo que renuncia a la invasión de la isla. Inglaterra, gracias al radar, puede detectar a tiempo los ataques enemigos. Alemania mantiene una guerra económica basada en el bombardeo de grandes ciudades y las acciones de los submarinos en el Atlántico.