Las primeras derrotas del Eje
El frente ruso fue decisivo en la batalla de Stalingrado, después de un año de resistencia las divisiones alemanas que rodeaban la ciudad se rindieron. Fue la primera gran derrota del ejército alemán (Wehrmacht) y a partir de ese momento los soviéticos iniciaron la ofensiva hacia el oeste, consiguiendo ocupar Rumania, Bulgaria, Hungría y Varsovia. La resistencia yugoslava y albanesa consiguió liberar sus respectivos territorios.
En el norte de África la ofensiva alemana de Rommel (Afrika Korps) para ocupar Egipto y el Canal de Suez se vio frenada en El Alamein, cerca de Alejandría, por los comandos británicos de Montgomery. En noviembre los británicos y estadounidenses desembarcan en Marruecos y Argelia y expulsan a las tropas del Eje en el norte de África.
En el Mediterráneo los angloestadounidenses desembarcaron en Sicilia y en el sur de Italia. Los alemanes, para hacerles frente, entraron por el norte y el centro de la península, quedando dividida como la República fascista de Saló al norte y al sur un gobierno antifascista que declaró la guerra a Alemania. Los aliados no ocuparon Roma hasta 1944.
El final de la guerra en Europa
En 1944 se produjo en las costas francesas el desembarco de Normandía y tras una fuerte resistencia los alemanes se retiraron. En agosto París fue liberada y en septiembre Holanda. En octubre las tropas del Eje evacuaban Grecia, en diciembre el ejército alemán es derrotado en las Ardenas y envían sus tropas hacia una Alemania a punto de ser invadida tanto por el este como por el oeste, siendo sus ciudades sometidas a bombardeos de la aviación aliada. Finalmente en 1945 se produce el hundimiento de Alemania y sus aliados y el 29 de abril las tropas soviéticas llegan a Berlín y los angloestadounidenses se introdujeron por el río Rin. El 30 de abril de 1945 la esposa de Hitler se envenena con cianuro y Hitler se pega un tiro. Berlín se rindió el 2 de mayo y cinco días después se firmó la rendición incondicional del Tercer Reich. En Italia, Mussolini el 28 de abril fue ejecutado por los partisanos, rindiéndose el ejército alemán de ocupación y finalizando la ocupación de toda la península italiana.
La guerra en el Pacífico y la derrota japonesa
A la vez que se producía el ataque a la base de Pearl Harbor, la ofensiva japonesa inició por el sudeste asiático, ocuparon las colonias de Francia y Holanda, así como Filipinas, derrotaron a los británicos en Singapur y a la flota aliada en Java, pero la campaña del Pacífico en 1942 liderada por los Estados Unidos frenó el ataque japonés.
En 1943 los japoneses evacuaron Guadalcanal en el Pacífico mientras que el general MacArthur y los marines estadounidenses reconquistaban Nueva Guinea, las islas Salomón, Gilbert, Marshall, las Marianas y las Filipinas, y lo poco que quedaba de la flota japonesa fue destruido en el golfo de Leyte. Ya que la rendición era un deshonor, no lo hicieron hasta que Estados Unidos, con su presidente Truman, decidió lanzar las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, produciéndose así la rendición japonesa. La guerra había terminado.
Europa bajo el dominio nazi
Los países ocupados por el Reich pasaron a ser controlados y administrados por los soldados y la policía alemana, desde el punto de vista económico era el beneficio de Alemania, para ello utilizaron la explotación y esclavización de la población.
También tomaron participación en empresas extranjeras, el control de la producción alimenticia y minera y la requisa forzosa de los productos, también practicaron el pillaje sobre los productos materiales y humanos, sin atender las necesidades de los países invadidos, solo producían aquello que necesitaba el Reich.
Todo esto fue conseguido gracias a un régimen de terror y miedo, ya que la Gestapo y las SS arrestaban y deportaban a campos de concentración a todo aquel que opusiera resistencia. Decidían la eliminación sistemática y masiva de personas en estos campos, uno de los mayores genocidios realizados fue la eliminación de todos los judíos de Europa en dichos campos.
Los campos de concentración
Los campos más representativos fueron, en primer lugar el de Dachau, donde eran deportados los detenidos políticos alemanes, grupos étnicos, religiosos y homosexuales, más tarde se construyeron los de Mauthausen y Ravensbrück donde acabaron los republicanos españoles y por último el más famoso fue el de Auschwitz-Birkenau ya que en este se ponían en práctica las últimas novedades tecnológicas para la liquidación en masa de personas. Acogió a rusos, polacos, gitanos, judíos… y llegó a exterminar a 10.000 personas diarias. Funcionaron también algunos campos más pequeños específicamente de exterminio diseñados para eliminar rápidamente a miles de deportados.
Los campos eran espacios cerrados con muros, alumbradas eléctricas y torres vigías para evitar fugas. Los presos vivían hacinados en barracones que contaban con unos edificios auxiliares y estaban sometidos a duras condiciones de trabajo. Se instalaron cámaras de gas y hornos crematorios con los que hacían desaparecer los cadáveres.
La SS era la encargada de la gestión y explotación de los campos, a menudo en colaboración con las grandes empresas que situaban sus fábricas cerca de los campos y utilizaban a los prisioneros como mano de obra esclava.
Colaboración y resistencia
A pesar de la violencia, en los países ocupados fueron surgiendo movimientos de resistencia antifascista, originados por el sentimiento patriótico, el rechazo al nazismo y a la propia injusticia de la ocupación. Impulsaron una guerra encubierta contra los nazis y sus colaboradores, a través del sabotaje y el espionaje por parte de los aliados. El primer y más importante se desarrolló en Yugoslavia donde los partisanos fueron determinantes para la liberación del país.