La Segunda República Española (1931-1936): Reformas, Desafíos y Crisis

La Segunda República Española (1931-1936): Un Periodo de Reformas y Conflictos

Introducción: El Advenimiento de la República

Tras el agotamiento de la dictadura de Primo de Rivera, las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 otorgaron la victoria a las fuerzas republicanas en las principales ciudades españolas. Miguel Maura instauró el gobierno provisional, proclamando la República, que ya había sido proclamada en Éibar el día anterior y en ciudades como Barcelona y Sevilla. El objetivo principal del gobierno republicano era acercar España a Europa, dotándola de una democracia parlamentaria. Sin embargo, las reformas republicanas se vieron limitadas por la falta de recursos económicos, coincidiendo con la crisis capitalista de 1929.

La historia política de la II República se puede dividir en cuatro fases:

  1. Periodo constituyente (abril-diciembre 1931): Culminó con la promulgación de la Constitución de 1931.
  2. Giro a la izquierda: Coalición republicano-socialista liderada por Azaña hasta las elecciones de noviembre de 1933.
  3. Derechización y ascenso de la CEDA.
  4. Victoria del Frente Popular en febrero de 1936, interrumpida por la reacción fascista y el inicio de la Guerra Civil.

Demografía y Economía Durante la República

España era un país predominantemente rural, con una población en crecimiento (de 23.700.000 habitantes en 1931 a 24.700.000 en 1936). La natalidad se estancó y el crecimiento poblacional se situó en torno al 16% al final del periodo. La crisis económica y el retorno de emigrantes provocaron un desplazamiento de la población activa hacia las zonas industriales y el sector servicios.

El paro obrero fue un problema significativo. Aunque el PSOE propuso subsidios, otros republicanos se opusieron, temiendo que fomentara la ociosidad y aumentara la deuda.

La crisis económica mundial de 1929 afectó a España, aunque con menor intensidad que a otros países:

  • Agricultura: Buenas cosechas llevaron a la autosuficiencia, pero la caída de precios y el aumento de jornales generaron hostilidad entre los pequeños agricultores.
  • Industria: Aumento de la demanda interna desde 1931, pero sin mejora en el consumo de bienes ni en las exportaciones. La minería sufrió una reducción y aumentó el paro.
  • Comercio: Drástica reducción, con restricciones a las importaciones en sectores no preferentes, afectando a la agricultura y la industria metalúrgica.
  • Renta nacional: Disminuyó solo en 1933, a pesar del crecimiento poblacional, el paro y la subida salarial.
  • Sistema fiscal: Predominio de impuestos indirectos, limitando los presupuestos estatales para reformas.

Proclamación de la República y la Constitución de 1931

Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron la victoria a los republicanos. Romanones reconoció que la monarquía había terminado y convocó elecciones parlamentarias. Sanjurjo ofreció la Guardia Civil al nuevo gobierno. El rey se exilió. Niceto Alcalá Zamora fue nombrado presidente del gobierno provisional.

Los primeros decretos del gobierno incluyeron:

  • Juicios por responsabilidades políticas anteriores a 1923.
  • Libertad de creencias.
  • Personalidad jurídica de los sindicatos.
  • Definición de España como una República democrática de trabajadores, compatible con las autonomías.
  • Disolución de la Compañía de Jesús y separación Iglesia-Estado.
  • Reconocimiento del voto femenino y la igualdad salarial.
  • Instauración del divorcio.
  • Garantías a los propietarios y admisión de la expropiación de bienes.
  • Igualdad de todos los españoles ante la ley.

El 11 de mayo se produjo una agitación anticlerical tras una pastoral del Cardenal Segura, lo que llevó a la Iglesia a cambiar su apoyo a la República por duras críticas y a la expulsión del Cardenal Segura y el obispo Mateo Mújica.

El 9 de diciembre de 1931, las Cortes Constituyentes aprobaron la Constitución, de marcado carácter anticlerical, que definía al régimen como una “República de trabajadores de toda clase” y establecía que todos los poderes emanaban del pueblo.

Las Reformas de la República

Reformas Militares

Para profesionalizar y modernizar el ejército, se adoptaron las siguientes medidas:

  • Reducción del número de divisiones.
  • Disolución de la Academia Militar General de Zaragoza.
  • Pase a la reserva de militares que no juraran fidelidad a la República.
  • Supresión de la Ley de Jurisdicciones.
  • Creación de la Guardia de Asalto.
  • Reserva del 60% de las plazas de las academias militares a suboficiales.

Reformas Laborales

El Ministerio de Trabajo, presidido por Francisco Largo Caballero, implementó medidas para proteger a los trabajadores:

  • Prórrogas en los arrendamientos.
  • Contratación colectiva.
  • Jurados mixtos.
  • Obligación de contratar peones locales.
  • Salario mínimo.

La Constitución Republicana de 1931

La Constitución, aprobada el 9 de diciembre de 1931, constaba de nueve títulos y 125 artículos:

  • Declaración de derechos en todos los ámbitos.
  • Soberanía nacional emanada del pueblo.
  • Presidente elegido por seis años por los diputados.
  • Poder ejecutivo dual: gobierno y presidente de la República.
  • Sistema de representación unicameral.
  • Voto femenino.
  • Cortes dirigidas por Diputaciones legislativas.
  • Tribunal Supremo y Tribunal de Garantías Constitucionales.
  • Estructura del Estado integral con autonomía regional.
  • España como República laica.

La Obra Política y Social del Bienio Reformista (1931-1933)

El primer gobierno constitucional, presidido por Manuel Azaña, desarrolló una política social en varios ámbitos:

Política Agraria

El gobierno buscaba crear una clase media agraria mediante la expropiación de tierras de los oligarcas y la eliminación del latifundismo. El PSOE defendía la socialización de la tierra, mientras que los anarcosindicalistas abogaban por la colectivización sin control gubernamental. Se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA), pero las medidas fracasaron debido a la falta de financiación, personal y la lenta gestión.

Cuestión Religiosa

La República intentó disminuir la influencia de la Iglesia Católica en la sociedad y la educación. Se aprobaron leyes como la confiscación parcial de bienes de la Compañía de Jesús, la ley de matrimonios civiles, la ley del divorcio y la ley de secularización de los cementerios. La Ley de 2 de junio de 1933 puso fin a la enseñanza de las congregaciones religiosas, pero sin una alternativa pública laica, lo que tuvo efectos negativos debido al alto analfabetismo.

Elecciones del 28 de Junio de 1931

Las elecciones a Cortes Constituyentes modificaron la ley electoral, estableciendo la edad para votar en 23 años y aumentando el número de diputados. La participación fue del 65%. La derecha tuvo poca representación, permitiendo el triunfo del centro-izquierda. Los republicanos vencieron y los socialistas aumentaron su número de escaños. Se aprobó una nueva Constitución que ampliaba los derechos sociales y cuestionaba la propiedad privada. Julián Besteiro fue elegido presidente en 1931.

Las Autonomías

La Constitución satisfizo a los catalanes, aprobándose el Estatuto de Autonomía para Cataluña. La Generalitat tuvo parlamento propio, presidente y Consejo Consultivo, con facultades legislativas y ejecutivas. Francesc Macià fue elegido presidente y Lluís Companys presidió el parlamento. En el País Vasco y Navarra, un anteproyecto de autonomía fracasó. En Galicia y Andalucía, Alfonso Rodríguez Castelao y Blas Infante, respectivamente, intentaron organizar estatutos.

Educación y Cultura

La República impulsó un modelo coeducativo laico, público y gratuito. Se elevó el sueldo a los profesores y se construyeron escuelas, aunque con desigual colaboración de los ayuntamientos. La enseñanza secundaria duplicó el número de alumnos. Se desarrolló una labor educativa en zonas rurales, llevando teatro y poesía. Se impulsaron las ideas de Joaquín Costa para modernizar el país.

Política Laboral

Francisco Largo Caballero promovió leyes de contratos, convenios colectivos, derecho a la huelga, vacaciones, pensiones, seguro médico, maternidad e indemnizaciones por accidentes laborales. Se crearon Jurados Mixtos para reglamentar las condiciones de trabajo. Sin embargo, estas leyes fueron bloqueadas por los propietarios. Se buscaba un estado de bienestar con participación limitada de los trabajadores en la gestión de las empresas.

La Evolución Política y la Crisis de la República

El Levantamiento de Sanjurjo

El reformismo de Azaña provocó tensión y la reacción de la derecha conservadora. El general Sanjurjo protagonizó un levantamiento militar en Sevilla, pero fue respondido por una huelga general y Sanjurjo fue detenido y condenado a muerte, pena conmutada por prisión.

Sucesos de Casas Viejas (1933)

En el convulso campo andaluz, se produjeron movimientos huelguísticos. En Cádiz, un anarquista se atrincheró en su casa, que fue quemada por la Guardia Civil, pereciendo casi toda su familia. El capitán al mando ordenó fusilar a más de una decena de personas. Esto generó un gran impacto y una comisión de investigación, resultando en la condena del mando a 21 años de prisión. Las discusiones en el gobierno llevaron a la dimisión de Azaña.

La Reorganización de la Derecha

La CEDA

El fracaso de Sanjurjo impulsó la unión de los sectores tradicionales. José María Gil Robles, diputado agrario y católico, lideró la CEDA, que representó una evolución de las clases medias. También creció el Partido Radical de Lerroux.

Las Elecciones de 1933

Por primera vez, votaron las mujeres. La CEDA y los Radicales buscaron el voto de las clases medias. Los socialistas, desengañados, revisaron su alianza con los radicales. Los resultados dieron un giro a la derecha, con una abstención del 33%. Destacó la presencia de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española y las JONS.

La República de Derechas (1933-1936)

La CEDA y el Partido Radical de Lerroux ganaron las elecciones. El acuerdo entre ambos permitió formar gobierno.

El Gobierno Radical

El gobierno de Lerroux inició un periodo convulso, promulgando una ley de Contrarreforma. La Reforma Agraria fracasó. Se produjo una ley de amnistía general que llevó a la dimisión de Lerroux, siendo nombrado jefe del gobierno Ricardo Samper. Hubo enfrentamientos con Cataluña por la Ley de Arrendamientos. La entrada de la CEDA en el gobierno provocó la dimisión de Samper y el regreso de Lerroux. La izquierda y los catalanes se unieron en una alianza obrera, comprando armas y preparando una insurrección.

La Revolución de Octubre de 1934

Se produjo una huelga general y tres levantamientos: en Barcelona, Bilbao, Madrid y Zaragoza. En Asturias, se produjo una auténtica revolución, con una alianza obrera que intentó imponer una República Socialista. El gobierno declaró el estado de guerra y la censura. La represión llevó a encarcelamientos y despidos.

Evolución Política del Bienio Derechista

Se distinguen tres etapas:

  1. Radical: Gobierno de radicales con apoyo de la CEDA, con medidas contrarreformistas.
  2. Radical-CEDA: Entrada de tres ministros de la CEDA y continuación de las medidas contrarreformistas. Revolución de 1934.
  3. Descomposición del gobierno: Nuevas elecciones y victoria del Frente Popular.

La primera etapa estuvo marcada por disputas en el gobierno. Se presentó una reforma parcial de la Constitución. El contrarreformismo afectó a la política agraria, autonómica, militar y religiosa.

Los Escándalos y el Fin del Bienio

Los últimos meses de la coalición radical-cedista estuvieron marcados por escándalos que afectaron al gobierno de Lerroux y provocaron su salida. Estos escándalos minaron las relaciones entre los radicales y la CEDA, llevando a la proclamación de elecciones en febrero de 1936.

El Pacto del Frente Popular

El ascenso del totalitarismo europeo y la represión asturiana obligaron a la reflexión de las fuerzas democráticas. El programa del Frente Popular establecía la recuperación del reformismo del primer bienio y la rehabilitación de los represaliados. Se propuso una amnistía, desgravación fiscal para el campo, aceleración de la reforma agraria, desarrollo de obras públicas, salarios mínimos y revisión de la legislación social. La III Internacional llamó a la unidad para detener el avance fascista. La CNT no participó.

La Derecha

Los partidos de derecha intentaron crear un frente antirrevolucionario, pero carecían de un programa común. Los radicales estaban desprestigiados y la CEDA no logró un pacto fuerte. Aparecieron partidos fascistas, liderados por Primo de Rivera.

Los Resultados de las Elecciones de 1936

El Frente Popular obtuvo un triunfo. La izquierda venció en las ciudades y zonas industriales, mientras que la derecha ganó donde se concentraba la propiedad media. Valladares se mantuvo firme y permitió un gobierno formado por republicanos, socialistas y comunistas.

La Obra de la República Tras las Elecciones de 1936

El gobierno de Azaña adoptó las siguientes medidas:

  • Amnistía política y militar.
  • Destino de militares enemigos de la República a nuevos destinos.
  • Reforma agraria, permitiendo a los campesinos conseguir tierras.
  • Derogación de la Ley de Contrarreforma Agraria.
  • Distribución del poder territorial con Cataluña.
  • Reinstauración de la ley de congregaciones religiosas y creación de un plan de construcción de escuelas.

En mayo de 1936, Azaña fue nombrado presidente de la República y Santiago Casares Quiroga, jefe del gobierno.

Conclusión: El Fin de la República

La República tuvo una existencia difícil. La izquierda moderada enfrentó ataques de la derecha y la extrema izquierda. En el PSOE hubo un enfrentamiento entre Indalecio Prieto y Largo Caballero. El Partido Comunista siguió las directrices de la III Internacional. El involucionismo de la extrema derecha empujó al ejército a la intervención. La detención de José Antonio Primo de Rivera crispó a los falangistas. La República perdió apoyos. Desde Portugal, Mola organizó un complot para un alzamiento militar. La situación llevó a un clima de violencia, asesinatos y huelgas. Los asesinatos del teniente Castillo y de José Calvo Sotelo detonaron la mecha que llevó a la Guerra Civil en 1936. El 17 de julio de 1936, en Melilla, se inició el alzamiento que dividiría a España.