La Segunda República Española: Auge y Caída (1931-1939)

La Segunda República Española (1931-1939)

Introducción

Los años treinta fueron en todo el mundo una época de gran agitación política. Su consecuencia lógica fue el ascenso de ideologías radicales y antidemocráticas, como son el fascismo y el comunismo. En España, ese periodo coincide con una nueva etapa política, la II República, nacida en 1931 tras la caída de la monarquía de Alfonso XIII.

La II República nació con un fuerte apoyo popular. Sin embargo, la República no sabría responder a las expectativas creadas y, tras sucesivos vaivenes electorales, el fracaso de la convivencia dentro de unas estructuras democráticas desembocó en la Guerra Civil.

Durante las tres primeras décadas del siglo XX, España vivió una “Edad de Plata” de la cultura y el arte, coincidiendo algunos de los intelectuales y artistas más prestigiosos del mundo en aquella época. Ese esplendor cultural quedaría bruscamente interrumpido con la Guerra Civil de 1936-39 y el consiguiente éxodo de artistas e intelectuales.

Desarrollo

1. El cambio de régimen

Los resultados de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 causaron sorpresa. En estas elecciones, obtuvieron más votos los monárquicos; sin embargo, los republicanos ganaron en casi todas las ciudades y, por primera vez, el gobierno había sido derrotado en unas elecciones. Alfonso XIII, consciente de que cuenta con pocos apoyos, publica un Manifiesto en donde suspende su actividad real, pero sin renunciar a sus derechos al trono. El cambio de régimen político fue saludado con entusiasmo por una gran parte de los españoles, que esperaban que solucionase los problemas del país: repartos de tierra, mejoras laborales, conseguir estatutos de autonomía en Cataluña y País Vasco, acabar con la oligarquía monárquica y crear una verdadera democracia y acabar con los privilegios de las clases conservadoras. El entusiasmo y la euforia inicial pronto se tradujeron en un enrarecimiento del ambiente. Las razones de este cambio hay que buscarlas en el impacto de la crisis de 1929, pero también hay que señalar el factor político.

2. Etapas

A) El Gobierno Provisional (abril-junio 1931)

Era muy heterogéneo, compuesto por una coalición de políticos de izquierdas donde estaban: Niceto Alcalá Zamora (que pertenecía a la “Derecha Liberal Republicana”, el sector más conservador del republicanismo) como Presidente de la II República, Manuel Azaña, al frente de Acción Republicana, como Presidente del Gobierno Provisional. Manuel Azaña, en opinión de Javier Tusell, era muy superior a los demás políticos, no sólo desde el punto de vista intelectual, sino como gobernante capaz de elaborar un programa político de reforma del país. Alejandro Lerroux, como representante del Partido Republicano Radical. Los socialistas estaban representados por Francisco Largo Caballero o Indalecio Prieto. El 15 de abril, el gobierno provisional fija, a través de un Estatuto Jurídico, las normas de actuación dirigidas al establecimiento de instituciones democráticas hasta que se elabore la Constitución. Durante 6 meses, inició la legislación reformista con:

  • Mejoras de las condiciones de los campesinos (por el Decreto de Laboreo Forzoso y de términos municipales).
  • Medidas educativas.
  • Creación de los jurados mixtos.

Este gobierno convocará elecciones a Cortes Constituyentes para así crear un régimen democrático el 28 de junio, con un 70% de participación, y el resultado fue favorable para la coalición republicano-socialista. Los problemas que tuvo que resolver el gobierno provisional fueron: en Cataluña, el líder Francesc Macià había proclamado la República Catalana, que se resolvió aplicando un régimen autónomo provisional, y el anticlericalismo de las masas obreras.

La Constitución de 1931

Se caracteriza por una ideología socialista. Una comisión elegida por las Cortes, cuyo presidente fue Luis Jiménez de Asúa, fueron los autores. Tuvo vigencia de 1931 a 1939. Se estableció la soberanía popular y el régimen político fue establecido como una “República democrática de trabajadores”. Hay división de poderes:

  • El poder ejecutivo reside en el Presidente de la República y en el Gobierno.
  • El poder legislativo reside en el pueblo por medio del Congreso de Diputados. La diputación permanente está formada por 21 miembros representantes de las distintas facciones políticas.
  • El poder judicial es administrado por el Estado y aparece por primera vez el Tribunal de Garantías Constitucionales.

El sufragio es universal, directo y secreto. Los derechos fundamentales se agrupan en individuales-políticos y en los de familia, economía y cultura. Se separan Estado e Iglesia. La organización administrativa y territorial es por municipios y regiones. Las reformas del texto se deben por el gobierno o un cuarto de las Cortes. Esta constitución no fue aceptada por todos los grupos políticos: la derecha se consideraba marginada y la extrema izquierda la vería muy moderada.

B) Bienio Reformador (1931 – 1933)

El primer Gobierno Constitucional se forma el 15 de diciembre de 1931. Alcalá Zamora sería elegido Presidente de la II República, y Manuel Azaña Presidente del Gobierno. En esta primera etapa de la República se establece un gobierno radical–socialista, que intentó realizar una política reformista. Las reformas más significativas fueron:

Reforma militar

En abril de 1931 se promulgó la “Ley Azaña”, cuyo objetivo fundamental era modernizar el ejército, pretendiendo con ello solucionar el excesivo número de oficiales y jefes que había, en relación al número de soldados, y conseguir un ejército fiel a la República. Otras medidas que se tomaron fueron: desaparecen los tribunales de honor, el Consejo Supremo de Justicia Militar, además de la prensa militar, y se cierra la Academia Militar de Zaragoza. De esta forma, se evitaría un pronunciamiento militar contra la República y se conseguiría un ejército fiel a ella. Estas reformas fueron recibidas, sobre todo por los africanistas, como una agresión a la tradición militar y al poder del ejército, como haría el general José Sanjurjo en 1932.

Reforma agraria

Se propuso concentrar la reforma en el sur y financiarla con un impuesto progresivo sobre la renta para conseguir el asentamiento anual de 60.000 o 70.000 campesinos. La reforma más importante de la República sería la Reforma Agraria que se aprobó el 24 de agosto de 1932. España era un país esencialmente agrícola, con un gran atraso económico y con profundas diferencias de clases. La propiedad del campo español estaba muy mal repartida. El ministro de Agricultura, Marcelino Domingo, indicó que la Reforma Agraria tenía como principal objetivo la modernización de la agricultura española, y para ello se establece:

  • Las tierras se podrían explotar en cooperativas o individualmente.
  • Las tierras se expropiarían con indemnización, salvo a los grandes de España.
  • El IRA (Instituto de Reforma Agraria) se encargaría de poner en práctica todo el proyecto con ayudas de todo tipo.

Sin embargo, solo contaría con el 1% del presupuesto del Estado. Esta lentitud en la aplicación de la reforma provocó la inquietud de socialistas y el alzamiento anarquista del 11 de enero de 1933 conocido como los “Sucesos de Casas Viejas”. Este suceso hizo que el gobierno de Azaña quedase desprestigiado y este tuvo que dimitir en septiembre de 1933.

Cuestión autonómica

La sociedad española venía arrastrando el problema de las autonomías regionales desde comienzos del siglo XX. Las reivindicaciones catalanas se resuelven, de acuerdo con la Constitución de 1931, que otorga un Estatuto a Cataluña, el cual poseería la Generalitat: un presidente, un parlamento y un consejo ejecutivo. Los vascos, liderados por el PNV, también conseguirán un estatuto parecido en 1936.

El problema religioso

Los gobernantes consideraban a la Iglesia como un freno a la modernización del país. El anticlericalismo se manifiesta en las calles con la quema de conventos y, por ello, un gran número de católicos se aleja de la República. El gobierno extinguió la Compañía de Jesús y confiscó sus bienes. Se implantó el divorcio, se anuló los gastos de culto y del clero.

Reformas sociales

El encargado de llevar adelante la política laboral fue el Ministro de Trabajo, el socialista Largo Caballero. Se convierten en leyes los decretos elaborados por el gobierno provisional: Ley de Términos Municipales, los Jurados Mixtos.

Reformas educativas

Los nuevos dirigentes del país estaban convencidos de que, a través de un sistema educativo moderno y democrático, España podría salir de su atraso. También estaban convencidos de la necesidad de mejorar el nivel cultural de la población y hacer de la cultura un derecho para la mayoría. Aparecen las Misiones Pedagógicas, grupos ambulantes de estudiantes, profesores e intelectuales que llevaban por las zonas rurales bibliotecas, conferencias, cine y grupos de teatro, como “La Barraca” de Federico García Lorca.

Conclusión

Los problemas económicos marcaron la trayectoria de la II República. La crisis económica provocó la disminución de las exportaciones de productos españoles a Europa, a ello se le unió la fuga de capitales. El consiguiente crecimiento del paro se agravó por el retorno en masa de españoles que habían emigrado a Hispanoamérica. Las reformas republicanas y la conflictividad social opusieron a las clases privilegiadas y medias. Estos grupos se fueron organizando en torno a los tradicionales partidos conservadores o a las nuevas facciones fascistas. El centro-derecha se estructuró alrededor de Lerroux, que no se oponía a la República, pero sí a su carácter de izquierda. En 1932, la derecha monárquica, conservadora, consiguió progresar. La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) posee un gran número de afiliados y cuyo líder era José María Gil-Robles. La Renovación Española de José Calvo Sotelo era más derechista que la CEDA y, por último, surgen los grupos fascistas de la Falange y de las JONS. En 1933 se crea la Unión Militar Española, que participará en los golpes de Estado de 1936. La política de reforma no convenció a los sectores de izquierdas que deseaban la revolución, como la CNT, la UGT, el Partido Comunista y la clase obrera, que estaba sufriendo la crisis económica. El PSOE, que formaba parte del gobierno, deja de lado su idea marxista y reprime con dureza a los obreros y jornaleros. En abril de 1933 se celebraron elecciones municipales, en las cuales triunfa la derecha de Lerroux, poniendo en evidencia la crisis de la coalición republicano-socialista. Durante la primera etapa de la República, se dieron la importancia que tenían, además la cuestión religiosa alejó del régimen a una parte importante de la sociedad. Durante el periodo republicano de derechas (1934-1936) se aplicaría la “Ley del Péndulo”, que consistía en suprimir todo lo anterior.