La Caída de la Dictadura y el Advenimiento de la Segunda República
Hacia finales de 1929, el régimen de Primo de Rivera se encontraba en una situación precaria debido a diversos factores:
- Creciente oposición política: Proveniente de grupos conservadores, liberales, republicanos, anarquistas, socialistas, comunistas y nacionalistas catalanes.
- Oposición intelectual: Con el apoyo de las revueltas universitarias.
- Oposición de las clases obreras: Descontentas con la situación socioeconómica.
- Dificultades financieras y presupuestarias: Junto con la devaluación de la peseta.
- Deterioro de las relaciones con el rey: Y pérdida de apoyos en los sectores conservadores y militares.
En enero de 1930, Primo de Rivera presenta su dimisión, la cual es aceptada inmediatamente por el rey Alfonso XIII. El intento del monarca de retornar al sistema de la Restauración fracasa. La caída de la dictadura arrastra consigo a la monarquía, identificada con el dictador. El gobierno de Berenguer, nombrado por Alfonso XIII, no logra afrontar problemas cruciales, como el pacto entre republicanos, partidos obreros y nacionalistas, que da lugar al Comité Revolucionario. Tras varios intentos de golpe de estado, Berenguer es sustituido por el almirante Aznar, quien convoca elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. El triunfo republicano en estas elecciones lleva a la proclamación de la Segunda República Española y al exilio de Alfonso XIII.
El Gobierno Provisional
El Comité Revolucionario se convierte en Gobierno Provisional, presidido por Alcalá Zamora, con la tarea de construir un nuevo régimen democrático. En sus primeros meses, el gobierno enfrenta la quema de conventos y la expulsión del cardenal Segura, lo que genera la hostilidad de la Iglesia y los sectores católicos. También se producen protestas obreras protagonizadas por la CNT. El Estado se declara no confesional, suprime la ayuda económica a la Iglesia, prohíbe a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza y proclama la libertad religiosa. Se reconocen derechos como el matrimonio civil, el derecho al trabajo, a la educación, a la salud y a una vivienda digna. Tras la aprobación de la Constitución, las Cortes eligen a Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República, y se forma un gobierno presidido por Manuel Azaña, iniciando el Bienio Republicano-Socialista o Reformista.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Este periodo se caracteriza por las siguientes reformas:
- Reforma religiosa: Busca limitar el poder de la Iglesia, lo que provoca la movilización de los católicos, especialmente tras la creación de la CEDA.
- Reforma militar: Impulsada por Azaña para someter al ejército al poder gubernamental, reducir el número de oficiales y crear la Guardia de Asalto.
- Reforma agraria: Busca expropiar tierras no explotadas para asentar campesinos, con objetivos sociales, económicos y políticos. Su aplicación es lenta y genera descontento y protestas.
- Reforma educativa: Pretende promover una educación liberal y laica, construyendo escuelas y mejorando la formación del profesorado. Enfrenta oposición de la derecha y la izquierda.
A mediados de 1933, el Bienio Reformista entra en crisis debido a diversos factores: el derrumbe de los precios agrícolas, el aumento del paro en el campo, el acoso de los patronos, las huelgas de la CNT, el acoso del Partido Republicano Radical de Lerroux, el malestar del presidente Alcalá Zamora con las reformas religiosas, las dudas del PSOE sobre su colaboración con la República y el avance de la CEDA. Esta situación lleva a la convocatoria de elecciones en noviembre de 1933, en las que votan las mujeres por primera vez, y que dan la victoria a los partidos de derechas, iniciando el Bienio Derechista.
La Constitución de 1931
Tras las elecciones de 1931, el gobierno provisional convoca elecciones a Cortes, donde gana la coalición republicano-socialista. Ese mismo año se elabora y aprueba la nueva Constitución, que define a España como un estado unitario con reconocimiento de autonomía para municipios y algunas regiones. La Constitución, avanzada para su época, recoge:
- En el margen político: División de poderes, creación del Tribunal de Garantías Constitucionales, mandato presidencial de seis años.
- En el margen religioso: Estado no confesional, supresión de las ayudas a la Iglesia, prohibición de la enseñanza religiosa, libertad religiosa, reconocimiento del matrimonio civil y del divorcio.
- En el margen de derechos: Diversos derechos, incluyendo el sufragio universal.
Tras la aprobación de la Constitución, las Cortes eligen a Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República.