El Bienio Derechista y la Revolución de 1934
1. El gobierno derechista. Tras las elecciones de 1933, el PSOE se mostraba dispuesto a una revolución social.
1.1. Los gobiernos radicales. En noviembre de 1933, Lerroux forma gobierno con el Partido Radical y la CEDA. La CEDA buscaba la revisión de la obra legislativa del gobierno de Azaña, lo que aumentó la tensión revolucionaria.
La Revolución de Octubre de 1934
El 5 de octubre, una huelga general con el objetivo de una revolución socialista estalla en España. En Madrid, fracasa. En Vizcaya, el ejército y la Guardia Civil reprimen a los insurrectos. En Cataluña, Companys proclama el Estado Catalán dentro de la República Española. En Asturias, la revolución obrera toma el control de varias provincias. La Legión, coordinada por Franco, sofoca la revuelta. El PSOE rompe con la legalidad republicana y la CEDA gana fuerza. En Cataluña, se suspende el Estatuto de Autonomía y se paraliza la reforma agraria. El gobierno radical-cedista se ve afectado por la corrupción, con los escándalos del asunto Nombela y el caso Estéperlo. Se forma un nuevo gobierno, presidido por Portela Valladares.
El Gobierno del Frente Popular y las Elecciones de 1936
3.2. Las elecciones de febrero de 1936. La izquierda se presenta unida bajo la fórmula del Frente Popular para contener a la derecha. El Frente Popular, formado por la izquierda republicana, el PSOE, la UGT y el Partido Sindicalista, busca relanzar la obra legislativa de Azaña y aprobar una amnistía general para los presos de la Revolución de Octubre de 1934. El Bloque Nacional, liderado por Calvo Sotelo, busca eliminar la República. El Frente Popular gana las elecciones, pero no logra estabilizar la situación política.
La Vuelta de Azaña al Gobierno y la Conflictividad Social
Tras las elecciones de febrero, Azaña forma un gobierno integrado únicamente por republicanos de izquierda, sin la participación de los socialistas. El gobierno pone en marcha el programa del Frente Popular: se concede una amnistía general, se restablece el Estatuto de Autonomía de Cataluña y Companys vuelve a presidir la Generalitat, las organizaciones sindicales se movilizan y aumentan las huelgas, y se intensifica la reforma agraria. Entre marzo y julio de 1936 se expropian y reparten más de medio millón de hectáreas. La escalada de huelgas, desórdenes y atentados demuestra la creciente violencia política. La violencia callejera se traduce en atentados, enfrentamientos y ataques a edificios religiosos. La CEDA pierde influencia frente a la derecha autoritaria de Calvo Sotelo y la Falange. En marzo, Falange es declarada ilegal y José Antonio Primo de Rivera es detenido. En abril, las nuevas Cortes destituyen al presidente de la República, Alcalá Zamora, y eligen a Azaña como nuevo presidente (10 de mayo). Azaña intenta formar un gobierno de coalición con los socialistas, pero estos se niegan. Finalmente, Casares Quiroga, líder de la ORGA, forma un gobierno solo con republicanos (13 de mayo).
La Conspiración Militar
El gobierno continúa con su agenda reformista: se aplica la Ley de Reforma Agraria, se tramita el Estatuto del País Vasco y se celebra un referéndum en Galicia para aprobar su Estatuto de Autonomía (28 de junio). Sin embargo, el clima de radicalización social y política dificulta el diálogo. La violencia se apodera de las calles con asesinatos, atentados y quema de iglesias. Mientras tanto, la conspiración militar se va gestando. El gobierno, consciente de la posibilidad de una intervención militar, aleja a los generales sospechosos: Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Navarra. Sin embargo, estos cambios no logran frenar el golpe. El general Mola, conocido como “El Director”, organiza el alzamiento militar. Su plan consiste en una movilización simultánea de guarniciones militares, con un papel destacado para el ejército de África bajo el mando de Franco. El 12 de julio, el teniente José del Castillo, de la Guardia de Asalto, es asesinado. El 13 de julio, como represalia, sus compañeros asesinan a José Calvo Sotelo. El 17 de julio, la guarnición de Melilla se subleva, extendiéndose la rebelión por todo el protectorado de Marruecos. El 18 de julio, el golpe se extiende a la Península. A finales de julio, España está dividida en dos bandos: la República y los sublevados. Comienza la Guerra Civil.