La Segunda República Española: Evolución Política y Social (1931-1933)

Proclamación de la República y el Gobierno Provisional

Tras las elecciones del 12 de abril, la proclamación de la República y el exilio de Alfonso XIII, se formó un gobierno provisional con participación de diversas fuerzas políticas:

  • Derecha republicana (Alcalá Zamora)
  • Republicanos de izquierda (Manuel Azaña)
  • Republicanos radicales (Lerroux)
  • Socialistas (Largo Caballero)
  • Nacionalistas catalanes y galleguistas (Casares y Quiroga)

Este gobierno convocó elecciones a Cortes Constituyentes y realizó reformas de urgencia.

La Constitución de 1931 y el Bienio Reformista

Las elecciones a Cortes Constituyentes dieron la mayoría a la coalición republicano-socialista. La derecha obtuvo una representación menor a su fuerza social real. La Constitución de 1931 tuvo un marcado carácter democrático, estableciendo:

  • Poder legislativo en las Cortes unicamerales.
  • Poder ejecutivo en el Consejo de Ministros y el Presidente de la República.
  • Poder judicial independiente.
  • Amplia declaración de derechos y libertades, incluyendo el sufragio femenino.
  • Separación Iglesia-Estado.

Manuel Azaña asumió la jefatura del gobierno y Alcalá Zamora la presidencia de la República. Entre 1931 y 1933, el gobierno de Azaña, formado por republicanos de izquierda y socialistas, impulsó diversas reformas:

Reforma del Ejército

Azaña buscaba un ejército profesional. Redujo efectivos, acabó con la macrocefalia y aseguró la obediencia al poder civil. La Ley de Retiro de la Oficialidad permitía a los militares retirarse con sueldo íntegro si no juraban lealtad al régimen. Se suprimieron rangos, se redujo el número de oficiales y se cerró la Academia Militar de Zaragoza. La reforma no logró sus objetivos por la resistencia de algunos sectores del ejército y la falta de recursos para la modernización.

Reforma Religiosa

Se limitó la influencia de la Iglesia: se proclamó la aconfesionalidad del Estado, la libertad de culto y se legalizaron el matrimonio civil y el divorcio. Se disolvió la orden de los jesuitas y se aprobó la Ley de Congregaciones. Estas medidas generaron un fuerte rechazo por parte de la Iglesia.

Reforma Agraria

Se intentó mejorar la situación del campesinado y modernizar la agricultura. Se decretó la jornada laboral de 8 horas, salarios mínimos y la obligatoriedad de cultivar las tierras. La Ley de Reforma Agraria buscaba la expropiación de latifundios para asentar campesinos. Las tierras de los grandes propietarios se expropiarían sin indemnización, a diferencia de las cultivadas deficientemente. Los resultados fueron limitados, generando el descontento de los grandes propietarios y radicalizando a parte del campesinado.

Reforma del Estado

Se buscó un acuerdo con Cataluña y el País Vasco. Se reconoció un gobierno autonómico catalán y se redactó el Estatuto de Nuria, aprobado en referéndum y por las Cortes. En el País Vasco, el Estatuto de Estella no fue aprobado inicialmente. El PNV se acercaría a las fuerzas republicanas, lo que facilitaría la aprobación de un estatuto en 1936.

Reformas Sociales y Educativas

Largo Caballero, ministro de Trabajo, impulsó mejoras laborales: Ley de Contratos de Trabajo, semana laboral de 40 horas y aumento de salarios, lo que provocó la reacción de la patronal. En educación, se crearon 10.000 escuelas y se adoptó un modelo mixto, laico, obligatorio y gratuito.

El Bienio Conservador y la Radicalización del Conflicto Social

Las huelgas, insurrecciones y ocupaciones de tierras aumentaron, como la de Casas Viejas en 1933. La coalición republicano-socialista perdió apoyo y Azaña dimitió, disolviendo las Cortes y convocando elecciones.

Las elecciones de noviembre de 1933 dieron la victoria a los partidos de centro-derecha. El nuevo gobierno, liderado por Lerroux (Partido Radical) y con apoyo parlamentario de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de Gil Robles, se orientó a desmantelar las reformas del bienio anterior. Este giro conservador radicalizó al PSOE y la UGT, aumentando las huelgas y conflictos. La CEDA presionó para entrar en el gobierno, lo que llevó a Lerroux a concederles tres carteras ministeriales.