1. La Transición Española (1975-1982)
1.1. Los Primeros Pasos: De Arias Navarro a Adolfo Suárez
Tras la muerte de Franco en 1975, se plantearon tres posibles alternativas para el futuro de España:
- La continuidad: mantener el sistema franquista sin cambios.
- La ruptura democrática: desmantelar las instituciones franquistas y formar un gobierno provisional que garantizase la democracia.
- La ruptura pactada: reformar las instituciones franquistas para avanzar gradualmente hacia un régimen democrático.
En este contexto de incertidumbre, el Rey Juan Carlos I jugó un papel crucial al decantarse por la vía reformista, apoyándose en figuras como Gutiérrez Mellado, Torcuato Fernández-Miranda y Adolfo Suárez. Inicialmente, gobernó Carlos Arias Navarro, la opción que parecía más lógica en un momento de tantos cambios. Arias Navarro implementó algunas medidas como la liberación de presos políticos y la legalización de partidos políticos, pero se trataba de reformas superficiales.
Tras la dimisión forzada de Arias Navarro, el Rey eligió a Adolfo Suárez como presidente del gobierno el 3 de julio de 1976. Suárez, inicialmente visto con recelo por algunos sectores, formó un gobierno compuesto por figuras de segundo nivel. No obstante, logró avanzar en la transición actuando en dos frentes: por un lado, se reunió en secreto con líderes de la oposición y reconoció la realidad de los nacionalismos; por otro, disolvió las Cortes franquistas.
En la primavera de 1976 se formó la Platajunta, una plataforma que coordinaba a las principales fuerzas de la oposición, lideradas por el PCE y el PSOE. Sus objetivos incluían el restablecimiento de los derechos humanos y el reconocimiento de las autonomías regionales.
1.2. El Desmantelamiento del Franquismo y el Camino hacia la Democracia (1976-1977)
El 15 de diciembre de 1976 se promulgó la Ley de Reforma Política, que establecía la creación de Cortes bicamerales (Congreso y Senado) y supuso un golpe definitivo al franquismo. Esta ley fue aprobada en referéndum por una abrumadora mayoría.
En febrero de 1977 se legalizaron los partidos políticos restantes, incluyendo el PCE en abril, para posibilitar una verdadera democracia. También se reconocieron la libertad de expresión y el derecho a huelga.
El 15 de abril de 1977 se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes para el 15 de junio. Previamente, Don Juan de Borbón cedió sus derechos dinásticos a su hijo, el Rey Juan Carlos I, lo que contribuyó a la estabilidad del proceso. Durante este periodo, ETA y algunos sectores inmovilistas llevaron a cabo atentados, como la matanza de abogados laboralistas de Atocha.
1.3. Elecciones de 1977 y Consenso Constituyente
Las elecciones del 15 de junio de 1977 vieron la participación de numerosos partidos políticos. En la derecha, destacaban Fuerza Nueva, en una posición extremista, y Alianza Popular, liderada por Manuel Fraga. En el centro, se encontraba Unión de Centro Democrático (UCD), un conglomerado de partidos democristianos encabezado por Adolfo Suárez. En la izquierda, competían el PSOE, liderado por Felipe González, y el PCE, presidido por Santiago Carrillo. En el ámbito nacionalista, surgieron formaciones como Pacte Democrátic per Catalunya, el PSUC, Esquerra Republicana de Catalunya y el Partido Nacionalista Vasco.
UCD obtuvo la victoria con 165 diputados, seguida del PSOE con 118. El 15 de octubre de 1977 se firmaron los Pactos de la Moncloa, acuerdos entre los partidos políticos con representación parlamentaria para afrontar la grave crisis económica.
1.4. Los Gobiernos de UCD (1977-1982)
UCD volvió a ganar las elecciones generales del 1 de marzo de 1979. Durante este periodo se recrudecieron los actos terroristas y se aprobaron los Estatutos de Autonomía del País Vasco y Cataluña. Las primeras elecciones municipales democráticas, celebradas en abril de 1979, dieron la victoria en las grandes ciudades a la coalición de izquierda (PSOE y PCE). Las primeras elecciones autonómicas en Cataluña y País Vasco, en mayo de 1980, dieron la victoria a los nacionalistas: Convergencia i Unió y Partido Nacionalista Vasco, respectivamente.
En mayo de 1980, Felipe González presentó una moción de censura contra el gobierno de Suárez, que no prosperó. Suárez dimitió el 29 de enero de 1981 y el Rey designó a Leopoldo Calvo Sotelo como candidato a la presidencia. Durante la sesión de investidura, el 23 de febrero de 1981, se produjo un intento de golpe de Estado liderado por el teniente coronel Antonio Tejero. El golpe fracasó gracias a la negativa de los mandos militares a secundarlo y a la firmeza del Rey Juan Carlos I. Calvo Sotelo fue investido presidente el 24 de febrero.
Durante el gobierno de Calvo Sotelo se aprobaron numerosos Estatutos de Autonomía, incluyendo el de Castilla-La Mancha. Destacaron el escándalo del aceite de colza, la aparición del SIDA en España y la aprobación de la ley del divorcio. La tramitación del ingreso de España en la OTAN generó críticas del PSOE. Calvo Sotelo convocó elecciones anticipadas para el 28 de octubre de 1982, que darían paso a la etapa de gobiernos socialistas.
2. Los Gobiernos del PSOE (1982-1996)
Las elecciones de 1982 dieron la victoria al PSOE, con un mensaje electoral de cambio. El Partido Popular lideró la oposición desde la derecha e Izquierda Unida desde la izquierda. La grave crisis económica obligó a tomar medidas drásticas, pero tras dos años de ajustes se inició un periodo de crecimiento económico. España se incorporó a la Comunidad Económica Europea el 1 de enero de 1986.
El PSOE repitió mayoría absoluta en las elecciones de 1986. El crecimiento económico continuó hasta 1992, pero el aumento de las desigualdades sociales y del paro provocó una huelga general en 1988. El PSOE volvió a ganar las elecciones de 1989. España organizó la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, realizando importantes inversiones. En 1991 se aprobó la LOGSE. A partir de 1993, una crisis económica internacional afectó a España. El país participó en la Guerra del Golfo en 1991, fue sede de la Conferencia de Paz de Oriente Próximo y se benefició de la colaboración de Francia en la lucha antiterrorista. Estalló el escándalo de los GAL y comenzaron a surgir casos de corrupción.
3. Los Gobiernos del Partido Popular (1996-2004)
Las elecciones de 1996 dieron la victoria al PP. José María Aznar fue nombrado presidente con el apoyo de CiU y Coalición Canaria. Se aprobaron medidas autonomistas y se llevó a cabo un amplio programa de privatizaciones. ETA proclamó una tregua en 1998, lo que acercó al PNV a Herri Batasuna y provocó la ruptura entre el gobierno de Aznar y el PNV. Se suprimió el servicio militar obligatorio. La inmigración procedente de África se convirtió en un problema importante.
El PP obtuvo mayoría absoluta en las elecciones de 2000. Se aprobó la nueva financiación autonómica, pero generaron controversia leyes como la Ley de Extranjería, el Plan Hidrológico Nacional y el apoyo a EEUU en la guerra de Irak. En 2002 entró en circulación el euro. Tras el atentado terrorista del 11-M en Madrid, el PSOE ganó las elecciones de 2004, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente.
4. Los Gobiernos del PSOE (2004-2011)
El PSOE regresó al poder con un proyecto renovado. Durante la primera legislatura (2004-2008), las principales medidas fueron la retirada de las tropas de Irak, el envío de tropas a Afganistán, la promoción de la Alianza de Civilizaciones, la legalización del matrimonio homosexual, la Ley de Dependencia, la Ley de Igualdad, la creación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, una nueva regularización de inmigrantes, el intento de proceso de paz con ETA, la Ley antitabaco y la reforma de Estatutos de Autonomía.
La segunda legislatura (2008-2011) estuvo marcada por la grave crisis económica, que provocó el desgaste del gobierno y su derrota en las elecciones de 2011.
5. La Constitución de 1978
En 1978 se redactó la nueva Constitución Española, elaborada por los ponentes Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez Llorca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (UCD), Jordi Solé Tura (PCE), Gregorio Peces Barba (PSOE), Manuel Fraga (AP) y Miguel Roca (CiU). La Constitución establece que España es un Estado democrático, de Derecho, social, monarquía parlamentaria y descentralizado.
Las principales instituciones son el Rey (jefe de Estado), el Gobierno (poder ejecutivo), las Cortes Generales (poder legislativo) y los Tribunales Supremo y Constitucional (poder judicial). Destaca la estructura descentralizada del Estado y la posibilidad de que las regiones accedan a la autonomía política. El gobierno central conserva competencias como la moneda, las fuerzas armadas y el comercio internacional, mientras que las autonomías gestionan áreas como la educación, la sanidad y el urbanismo. Cada región tiene un parlamento y un gobierno propios.
5.1. Las Autonomías
La Constitución abordó el problema histórico de España de aunar la unidad del Estado con la diversidad regional y nacional. Las Comunidades Autónomas (CCAA) tienen un Estatuto de Autonomía que recoge sus competencias y que debe ser aprobado por las Cortes Generales. Entre 1978 y 1983 se constituyeron las 17 CCAA actuales. Ceuta y Melilla se convirtieron en Ciudades Autónomas en 1995. La Constitución establece el principio de solidaridad y el equilibrio económico entre las regiones.
5.1.1. Castilla-La Mancha
La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha surgió en 1978 como ente preautonómico. Su Estatuto de Autonomía fue aprobado en 1982.