Los Primeros Núcleos de Reconquista
La Reconquista fue la ocupación de tierras que habían sido invadidas y habitadas por los musulmanes. Inició en 711 y terminó en enero de 1492 con la conquista de Granada. Se hizo uso de campañas militares y pactos, a la vez que se iba repoblando en dirección norte-sur. En este proceso hubo tres fases.
La creación de los primeros núcleos de resistencia (711-siglo XI) surgió con la desaparición del reino visigodo. El norte quedó libre de manos musulmanas y fue allí donde se formaron estos núcleos que evolucionaron a entidades políticas organizadas y consolidadas desde el siglo VIII hasta el siglo X.
Reino Astur
El Reino de Asturias tuvo el núcleo político más antiguo que se formó en los primeros años de la conquista musulmana. Su grupo de origen fue dirigido por Don Pelayo, quien derrotó a los musulmanes en la Batalla de Covadonga en 722. Sus sucesores tuvieron el título de Rey y crearon una monarquía electiva. Alfonso I fue el primer rey de Asturias.
Al principio se produjeron escaramuzas, pero con el tiempo se convirtieron en tributarios. Con Alfonso II se afianzó la independencia del reino Astur y se impuso el Fuero Juzgo. La frontera se amplió hasta el río Duero, además se descubrió el sepulcro del Apóstol Santiago, convirtiéndose en un emblema cristiano.
Al-Ándalus se debilitó con las revueltas del arrabal de Córdoba y con Ibn Hafsun, de manera que el avance astur se dirigió hacia León, Tuy, Astorga, Amaya y Coímbra. A partir del siglo IX la repoblación la dirigió el rey, en la que se unió la repoblación y la fortificación, se delegó en el clero de manera que hubo una repoblación monacal.
Con Alfonso III el Magno en el siglo X, el reino Astur pasó a llamarse Reino de León, y su capital se trasladó a León. Hubo un parón ya que en 929 se creó el Califato de Córdoba, además Alfonso II fue destronado por sus hijos. El reinado quedó dividido en tres zonas hasta que se volvió a unir con el reinado de Fruela II.
Sin embargo, durante el siglo X hubo conflictos internos provocados por condes y por el reparto de la herencia de los reyes. El conde de Castilla, Fernán González, no aceptaba la autoridad del rey, a este se le sumaron los condes de Castilla, la cual se independizó en el siglo X. Esto dio una desestabilización en el reino, el rey leonés pidió ayuda a los condes castellanos, reyes de Navarra y a los califas de Córdoba para seguir gobernando.
Sin Castilla, el reino de León sobrevivió hasta que Bermudo III fue derrotado por Fernando I en la batalla de Tamarón en 1037. Ambos reinos se unieron bajo el mandato de Fernando I y así nació el reino de Castilla y León.
El Condado de Castilla
Su población venía de tierras vascas y cántabras, controlaban el uso de las armas, sus poblados estaban amurallados. En el siglo X el conde Fernán González se independizó, fue seguido por otros condes de manera que se unificaron bajo una misma autoridad. El conde Sancho García avanzó hacia el sur, en 1022 fue asesinado el día de su boda, de manera que su herencia pasó a su hermana Muniadona, que se casó con Sancho III, rey de Navarra, el cual administró el condado castellano hasta su muerte.
Tras su muerte en 1035, en su testamento se establecía la herencia a su hijo. El condado de Castilla se convirtió en el Reino de Castilla con Fernando I, quien en 1037 derrotó a Bermudo III y unió a León a Castilla y a las coronas.
Reino de Pamplona
En la segunda mitad del siglo VIII la población vascona derrotó al ejército de Carlomagno en Roncesvalles en 778. Pamplona estaba bajo el mando del Emir de Córdoba, también querían esta zona los carolingios y la familia de los Banu Qasi.
En el 816 la familia Arista se alió con los Banu Qasi y expulsaron a los carolingios quedándose en la zona. Sus relaciones se rompieron cuando en 858 hubo una incursión vikinga y los Banu Qasi no ayudaron, por lo que los Arista se enfrentaron a ellos y los derrotaron en la batalla de Albelda en 859. Esto frenó a los monarcas asturleoneses a intervenir en la política pamplonesa. Influyeron en el ascenso al poder de la dinastía Jimena.
En el siglo X su mayor representante fue Sancho I, en su reinado consiguió: extenderse por la Rioja y la cuenca del río Aragón, anexionó el condado de Aragón por matrimonio, y consiguió el monasterio de San Millán de la Cogolla. En el siglo XI se produjo la hegemonía navarra con Sancho III, quien añadió los condados de Sobrarbe y Ribagorza.
Condado de Aragón
Estuvieron bajo el mando de los reyes francos. Aznar Galíndez fue su primer conde independiente. En el siglo X se incorporó al Reino de Pamplona, se concertó el matrimonio entre el hijo de Sancho Garcés y la condesa aragonesa. Se independizó con el reparto de la herencia de Sancho III, en el que se convirtió en rey Ramiro I en 1035.
Condados Catalanes
En el siglo VIII aceptaron estar bajo mando carolingio para librarse de los musulmanes. El gobierno de las comarcas lo tenía la nobleza local, pero con los movimientos independentistas obligaron al emperador Luis el Piadoso a dar el gobierno a los nobles francos. Como dependían de los emperadores carolingios, las luchas les afectaron.
Con el Tratado de Verdún esta zona pasó a manos de Carlos el Calvo y tras su muerte a Eudes en el 888, rompiendo con la idea de independencia y la herencia de los condados catalanes. En el siglo IX Wifredo el Velloso unificó todos los condados hasta su muerte, en la que se volvió a repartir la herencia, pero se mantuvieron unidos los condados de Barcelona, Vic y Gerona.
En el siglo X el conde Borrell II aprovechó el final de la dinastía carolingia y no prestó vasallaje al rey, lo que inició un proceso de independencia en las zonas. La frontera se estableció en el sur de la sierra de Garraf, Cardoner y Montserrat. La repoblación se hizo por un sistema de aprisios, más o menos controlados.
Con el gobierno de Almanzor las ciudades fueron atacadas, los catalanes como venganza saquearon Córdoba, con el botín se consiguió reconstruir la fortaleza, aumentó la circulación de la moneda y la actividad mercantil. En el siglo XI los núcleos de inicio de la Reconquista se transformaron en reinos independientes: Reino de Castilla y León, Portugal, Navarra, Aragón y los Condados Catalanes.