Los Reinos Cristianos en la Reconquista
Introducción
El período de la historia de la Península Ibérica comprendido entre los años 718 (Covadonga) y 1492 (final del reino de Granada) se conoce como Reconquista. Durante este período, cristianos y musulmanes coexistieron y lucharon. El término es muy discutible. Pese a presentarse como “sucesores” de los visigodos, los reinos que “reconquistaron” la península nacieron con posterioridad a la invasión islámica. Sí se produce una conquista, aunque con escasa unidad de los reinos cristianos y con discontinuidades. Realmente, hasta el siglo XI no se inicia el proceso.
Etapas de la Reconquista
Primera etapa (siglos VIII-X)
A partir de Covadonga (722) los núcleos cristianos avanzan tímidamente hacia el sur, pero apenas se producen conquistas, sino que los cristianos avanzan sobre un territorio casi vacío y lo repueblan. El reino asturiano alcanzó la línea del Duero en el año 910. Esto llevó a trasladar a León la capital. A partir de entonces se comienza a hablar de reino astur-leonés, y después, de reino de León. Sin embargo, pronto sufrirá la separación del condado de Castilla.
El avance en la zona pirenaica es mucho menor.
Segunda etapa (siglos XI y primera mitad del XII)
Aprovechando la debilidad musulmana de los Reinos Taifas, León y Castilla rebasan la Cordillera Central y llegan al valle del Tajo. Toledo se reconquista en 1085; Aragón conquista Huesca (1094).
Tras el freno impuesto a la reconquista por la invasión almorávide, el avance hacia el sur se reactivó en los reinos orientales cuando Alfonso I de Aragón reconquistó Zaragoza en 1118 y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, conquistó Tortosa (1148) y Lérida (1149) – línea del Ebro.
De la unión matrimonial de ambos reinos surge la Corona de Aragón (Aragón + Cataluña) con Alfonso II (1162-1196), rey de Aragón y conde de Barcelona. Mientras, Portugal (nuevo reino entonces, separado de Castilla) conquistaba Lisboa en el 1147. Alfonso VIII de Castilla conquista Cuenca (1177), pero León se separa de Castilla, por última vez (hasta 1230).
Tercera etapa (fines del siglo XII y principios del XIII)
Tras la interrupción del avance debido a los almohades, poco a poco Castilla y León consiguieron dominar el valle del Guadiana. Ese proceso culminó con la victoria de los cristianos dirigidos por Alfonso VIII en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), que abrió definitivamente el avance cristiano hacia el valle del Guadalquivir y Valencia.
Cuarta etapa (siglo XIII)
Rápida ocupación del valle del Guadalquivir (Córdoba, Sevilla) por Fernando III el Santo de Castilla (+1252) completada por Alfonso X (conquistas de Murcia y Niebla, 1262) y de Valencia y las Baleares por Jaime I el Conquistador de Aragón (+1276).
Así queda en el siglo XIII la España de los cinco reinos (hasta fines del siglo XV): Castilla, Aragón, Navarra y Portugal y el reino musulmán de Granada. Desde el siglo XIII, en la Baja Edad Media, los reinos cristianos pasan por una grave crisis de carácter general (demográfica – Peste Negra -, política – guerras civiles, rebeliones nobiliarias – y económica) que favorece la pervivencia del reino de Granada hasta 1492.
Modelos de Repoblación
Posterior a la conquista tiene lugar el proceso de repoblación: ocupación efectiva y puesta en explotación económica de los territorios conquistados. Aunque la sociedad peninsular responde al patrón europeo según el cual la población campesina mayoritaria está dominada por una minoría noble, los distintos modelos de repoblación que se dan en España introducen importantes matices en la estructura social, de modo que la sociedad feudal europea adopta formas muy peculiares en España.
Vemos diferentes tipos de repoblación en las diversas fases de la Reconquista:
Presura (ss. VIII-X)
- Repoblación valle del Duero.
- Los campesinos, dirigidos por un noble o un clérigo, ocupan de forma libre la tierra. El rey dicta la legalidad de la propiedad.
- Sociedad de campesinos libres basada en la pequeña propiedad.
Repoblación concejil (s. XI-XII)
- En el valle del Ebro y entre el Duero y el Tajo: creación de concejos y ciudades con su territorio, se dota de Fueros o Cartas Pueblas.
- Se otorgan libertades y privilegios a sus habitantes para atraer a la población a una zona peligrosa de frontera: tendrán casa y propiedades, además de los bienes comunales.
- Caballeros hidalgos encargados de la defensa.
- Las libertades de los Fueros son grupales.
- Esta repoblación fue dirigida por el rey y configura una sociedad basada en la mediana propiedad y en los “comunales”.
Economía, Sociedad y Cultura Cristiana Medieval
La estructura socio-económica evoluciona, de una sociedad y economía rural y campesina de subsistencia y de comercio reducido, a una estructura que, con predominio de lo rural, asiste al renacer de las ciudades y de las actividades de base urbana (comercio, artesanía, circulación monetaria).
En la economía castellana, la ganadería lanar que surte de lana a la creciente actividad textil castellana y exportación hacia Europa; la actividad es defendida por la Mesta (asociación de propietarios de rebaños, que obtuvieron grandes privilegios), ejemplificado en ferias (centros financieros y de intercambio), de carácter anual. Se da la expansión mediterránea de la Corona de Aragón.
La sociedad peninsular, mayoritariamente población campesina, sigue el modelo de sociedad feudal en toda la península con sus instituciones típicas como el vasallaje (relaciones entre nobles, y entre estos y el rey), el señorío territorial (el señor es propietario de un territorio y establece “contratos” con los campesinos-trabajadores) y el señorío jurisdiccional (los señores asumen en sus dominios el poder de gobierno y justicia propio del rey). Incluso las zonas de campesinos libres fueron perdiendo privilegios y cayeron de diversas formas bajo jurisdicción señorial, en los siglos XIV y XV.
No obstante, el desarrollo económico y urbano dará lugar a una incipiente burguesía que escapa en mayor o menor medida de las garras de los señores. Una burguesía que participa en la vida política a través de la institución de las Cortes (desarrolladas desde el siglo XII), y a través de su inclusión en los Consejos reales, que asesoran al rey en sus labores de gobierno.
Estas Cortes eran muy diferentes a las actuales: el rey las convoca (no son permanentes) con carácter meramente consultivo, o para votar impuestos “extra”. La composición de las Cortes es “estamental”, con representantes de cada “brazo” social (nobleza, clero y principales ciudades); los privilegiados tienen siempre ventaja. Ni siquiera era democrática la elección de los diputados de las ciudades.
En la sociedad urbana conviven tres culturas: cristiana, musulmana (mudejares – moros en territorio cristiano) y judía. Época de consolidación de las lenguas romances, arte prerrománico, románico y gótico. En nuestra región, importante el mudéjar, sobre todo en Toledo.