Unión Dinástica: Integración de las Coronas de Castilla y Aragón
La unión dinástica de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón (RRCC) se produjo tras el problema sucesorio en Castilla. Enrique IV proclamó heredera a Isabel en el Acuerdo de los Toros de Guisando. Ella eligió matrimonio con Fernando de Aragón. Enrique IV, molesto, volvió a reconocer a su hija Juana como sucesora. Los príncipes ganaron adeptos entre la alta nobleza, pueblos y ciudades en general. Isabel fue proclamada reina en Segovia. Isabel tuvo que afrontar una guerra civil, que finalizó con el Tratado de Alcaçovas (1479). Una sentencia arbitral reguló la forma de gobierno: administración de rentas por ambos, intitulación conjunta de los documentos y designación de cargos en Castilla para los castellanos y por Isabel. En las Cortes de Toledo se asentaron las bases de la actuación de los RRCC: cada Corona conservaba su constitución e instituciones propias y cada uno de los reinos de la de Aragón -Cataluña, Valencia, Aragón y Baleares- las suyas, de modo que, en conceptos políticos actuales, estaríamos ante una confederación. Fue un vínculo personal entre los soberanos que estuvo a punto de no tener continuidad: la muerte del príncipe heredero, la del infante Miguel, la propia muerte de Isabel, sucedida en Castilla por su desequilibrada hija Juana I, unido al segundo matrimonio de Fernando, podría haber vuelto a separar los destinos de Castilla y Aragón. La Monarquía Hispánica se basó en la primacía de Castilla sobre Aragón.
La Conquista del Reino Nazarí y la Incorporación del Reino de Navarra
La conquista del Reino de Granada fue el acontecimiento de mayor importancia en la política unificadora de los RR.CC: reforzó la autoridad monárquica, la organización del ejército y supuso el final del espíritu de Reconquista. Las causas de la guerra fueron, en el ámbito político, el peligro que suponía la inestabilidad interna y la situación geográfica del reino nazarí; en el económico, pagar las parias a Castilla al cortar los turcos el comercio exterior y en el social, el intento de controlar a la nobleza, culminar la unidad territorial, reforzar el autoritarismo monárquico y consolidar la unión dinástica de Castilla y Aragón, tras la Guerra de Sucesión. Bastó aprovechar un incidente de frontera para desencadenar la guerra que duró diez años (1482-1492). El conflicto se presentó como una cruzada para obtener el apoyo económico de la Iglesia y la solidaridad de la Cristiandad. Supuso además el paso de la guerra medieval a la moderna. Desde 1482, con la toma de Alhama, las plazas fueron cayendo poco a poco. La división entre Boabdil y el Zagal facilitó el avance. El sitio, dirigido desde el campamento de Santa Fe, llevó a Boabdil a entregar la ciudad y la Alhambra el 2 de enero de 1492. Las capitulaciones se habían hecho en términos de respeto y tolerancia. Sin embargo, a finales de siglo dieron lugar a un paulatino empeoramiento de las relaciones entre las dos comunidades religiosas. El Reino de Navarra se hallaba en manos de una dinastía francesa. Los reyes católicos intentaron conseguir la incorporación del reino por medio de acciones diplomáticas, que fracasaron. El reino fue incorporado a la Corona castellana en las Cortes de Burgos de 1515.
La Integración de las Canarias y la Aproximación a Portugal
Durante la Baja Edad Media se produce la expansión de portugueses y castellanos por el Atlántico Sur. Los portugueses fueron los primeros en iniciar dicha expansión. El conflicto entre Portugal y Castilla se resolvió con el Tratado de Alcaçovas (1479). Se consolida con este Tratado la buena vecindad entre Castilla y Portugal y se refuerza la relación dinástica con la política matrimonial. Las Islas Canarias quedaron aseguradas para Castilla. Se utilizó el procedimiento de las capitulaciones, aplicado posteriormente en América. Se establecía un contrato con capitanes y eclesiásticos para que llevasen a cabo la conquista y evangelización en nombre de la monarquía que controlaba la empresa. La evangelización justificó la conquista e impidió la esclavización. Se anticiparon aspectos que iban a repetirse en América, aunque con destacadas peculiaridades: la cercanía de las islas permitió una completa colonización de poblamiento, que pronto fue superior a la escasa población indígena guanche, mermada por las guerras, que se europeizó rápidamente y facilitó la fusión plena con los repobladores peninsulares. Las Canarias fueron adquiriendo gran importancia por el cultivo de la caña de azúcar y por su importancia estratégica como etapa en la ruta hacia América.
La Organización del Estado: Instituciones de Gobierno
La monarquía autoritaria, es decir, la concentración creciente de poder en los reyes, demandaba un sistema administrativo más complejo y centralizador. En realidad, los RRCC, para construir el llamado Estado moderno, instauraron una autoridad regia basada sobre todo en la eficacia y continuidad en el ejercicio de poder. Sus instrumentos serían: una burocracia numerosa y cualificada; un ejército tendente a la permanencia, y la hacienda. Para reforzar su autoridad sobre los distintos reinos, crearon instituciones que actuaran en su nombre en un territorio tan vasto y que les ayudaran a gobernarlo:
- Desarrollaron la polisinodia, es decir, los Consejos. El más importante era el Consejo Real o de Castilla. El Consejo podía reunirse en cinco comités:
- El primer comité, los consejeros debatían sobre política exterior, núcleo del Consejo de Estado.
- El segundo comité, el Consejo desempeñaba la función de tribunal supremo de justicia.
- En el tercero, los oficiales de la hacienda real trataban de cuestiones financieras (Consejo de Hacienda).
- El cuarto era el Consejo de la Hermandad.
- El último comité se convirtió en el Consejo de Aragón.
- Durante el reinado se formaron otros consejos: el de las Órdenes Militares y el de la Inquisición. El más importante se llamó Consejo de Castilla, a partir de 1489 tenía un “presidente” que actuaba en lugar del rey cuando éste no estaba.
- Llevaron a cabo la reordenación de la justicia, por medio de un tribunal llamado Audiencia o Chancillería.
- Para controlar a los municipios castellanos incrementaron el poder de la figura del Corregidor.
- Reforzaron la Santa Hermandad, una policía de las ciudades.
En la Corona de Aragón, por la concepción pactista del poder real, las distintas Cortes de los cuatro reinos que componían la Corona mantuvieron sus competencias y también se vio afectada por dos nuevas instituciones: el Consejo de Aragón, que era el máximo tribunal de justicia, y el Virrey, delegado real con poderes ejecutivos, judiciales y militares.
La Proyección Exterior: Política Italiana y Norteafricana
Italia era desde hacía dos siglos un ámbito tradicional de la acción e intereses de la Corona catalano-aragonesa. Por otro lado, tras la unión dinástica, la expansión aragonesa fue apoyada por Castilla. Como consecuencia, Francia se convirtió en el principal rival y toda la política matrimonial y la diplomacia de los RRCC se encaminó a su aislamiento. En Nápoles, el rey francés Carlos VIII invadió el territorio, destronó al rey, heredero de Alfonso V el Magnánimo de la familia de los monarcas de Aragón, y ocupó el trono. Tanto los RR.CC. como Maximiliano, emperador del Sacro Imperio, se sumaron a una Liga Santa formada por Inglaterra, el Papado y otros estados italianos contra la invasión francesa. Sus campañas victoriosas y la expulsión de los franceses le valió el sobrenombre de el Gran Capitán. Una vez aislada Francia, los RR.CC. negociaron con Francia el reparto de Nápoles. Pero cuando intentaron hacer efectivo tal reparto, los roces resultaron inevitables y estalló la guerra. En el Milanesado, Fernando consiguió también expulsar a Francia tras formar una alianza antifrancesa. Fernando ejercía el control sobre gran parte de Italia, pero Francia y el Papado no se iban a resignar. Por otro lado, la política norteafricana fue una prolongación de la conquista de Granada, donde se replicaba a la amenaza turca que dominaba el Mediterráneo. El interés por el Magreb respondía a motivaciones religiosas (idea de cruzada), económicas y de seguridad.
El Descubrimiento de América
Cristóbal Colón pretendió llegar a las Indias a través de la ruta inexplorada del Oeste. Expuso su proyecto a los portugueses, que no lo aceptaron, y después a los Reyes Católicos, que en principio también lo rechazaron. Sin embargo, Isabel y Fernando decidieron apostar por el plan de Colón. Los Reyes Católicos alcanzaron un acuerdo con Colón y firmaron las capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492) que:
- Colón obtendría los títulos de almirante, virrey y gobernador general de todas las islas y tierras firmes que descubriera.
- Se beneficiaría de la décima parte de cuanto se obtuviese en las tierras descubiertas y colonizadas.
Colón partió el 3 de agosto de 1492 del puerto de Palos de Moguer. El 12 de octubre de 1492 arribó a las Antillas (San Salvador). Después descubrió Cuba y Haití y regresó. Colón realizó tres viajes más entre 1493 y 1504. Tras el primer viaje de Colón, en las bulas Inter Caetera se reconocían los derechos de la monarquía española sobre las tierras descubiertas y por descubrir, sin embargo, no agradó a Portugal y los RRCC propiciaron un nuevo acuerdo mediante la firma del Tratado de Tordesillas (1494). Al ser un nuevo continente, se hicieron los viajes menores, uno de los participantes en esos viajes fue Américo Vespucci.