Los Reyes Católicos: Unión Dinástica y Consolidación del Poder (1474-1516)
Tras el Tratado de los Toros de Guisando (1468), que formalizó el matrimonio de Isabel y Fernando, y la muerte de Enrique IV (1474), se desencadenó la guerra civil castellana (1474-1479) entre Juana la Beltraneja e Isabel. El conflicto concluyó con la renuncia de Juana en el Tratado de Alcaçovas, reconociendo a Isabel como reina.
Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, conocidos como los Reyes Católicos, iniciaron la monarquía hispánica, una unión dinástica, no un Estado unificado. Esta unión fue política, manteniendo la personalidad foral e institucional de cada reino (monarquía unitaria en Castilla y federativa en Aragón, basada en el pactismo). Sus principales objetivos fueron:
- Dominio peninsular
- Unidad religiosa
- Centralización del poder
No hubo una unidad territorial e institucional completa, y Castilla mantuvo la hegemonía. Su reinado marcó una etapa de monarquía autoritaria, buscando centralizar el poder y sentando las bases de un Estado moderno. Se potenciaron o modificaron las instituciones existentes. En Aragón, con pocas excepciones, permanecieron intactas.
Reformas Institucionales
- Castilla: El Consejo Real se convirtió en órgano de gobierno e instancia judicial superior. Las Cortes solo se convocaban para aprobar recursos. La justicia se impartía en tres ámbitos: local (corregidores), segunda instancia (Chancillería de Valladolid y Granada) y última instancia (Consejo Real). La Cancillería fue sustituida por secretarios reales. Se creó la Santa Hermandad para mantener el orden público.
- Aragón: Se confirmaron los fueros, se estableció el Consejo de Aragón y una Audiencia en cada reino, y surgió la figura del virrey.
Los reyes lograron el derecho de presentación y el Patronato Regio. La Inquisición funcionó en ambas coronas.
1492: Un Año Clave en la Historia de España
El año 1492 fue crucial en el reinado de los Reyes Católicos y en la Historia Moderna, marcado por dos acontecimientos fundamentales:
La Guerra de Granada (1482-1492)
La conquista del reino nazarí de Granada fue un objetivo primordial. Se desarrolló en tres fases:
- Conquista de Alhama.
- Toma de Málaga (1485-1487).
- Rendición de Granada (1488-1492).
Granada se incorporó a Castilla, logrando la unidad religiosa. La guerra civil interna en Granada facilitó la conquista: de 1482 a 1487 se conquistó la parte occidental, y de 1488 a 1492 la oriental. Se repobló el territorio con cristianos y se impuso la uniformidad castellana. Se decretó la expulsión de los judíos (1492) buscando la homogeneidad religiosa.
El Descubrimiento de América
Portugal y Castilla eran potencias en las expediciones atlánticas. Cristóbal Colón propuso su proyecto de llegar a las Indias por Occidente. Rechazado inicialmente, Castilla lo aceptó, firmando las Capitulaciones de Santa Fe (documento que establecía el reparto de beneficios entre Colón y Castilla).
El primer viaje partió de Palos el 3 de agosto de 1492, llegando a Guanahaní el 12 de octubre. Se obtuvieron del Papa las Bulas Inter Caetera, que otorgaban a Castilla el dominio de las tierras descubiertas o por descubrir al oeste de una línea imaginaria. Esto llevó a la firma del Tratado de Tordesillas (1494) con Portugal, estableciendo un reparto de las zonas de navegación y colonización del Atlántico y América, ya que el viaje había violado el Tratado de Alcaçovas.
Colón realizó tres viajes más. En 1499, los Reyes autorizaron expediciones privadas. En 1513, Vasco Núñez de Balboa descubrió el Océano Pacífico. En 1521, Magallanes y Elcano completaron la primera vuelta al mundo.
La expulsión de los judíos en 1492 tuvo consecuencias demográficas, económicas y sociales. Generó un clima de persecución e intolerancia, afectando a toda la sociedad y agravando la crisis, ya que los judíos eran importantes agricultores.
El Imperio de los Austrias: Carlos I (1516-1556)
Carlos I, nieto de los Reyes Católicos, heredó un vasto imperio:
- De María de Borgoña (1515): Flandes, Artois, Luxemburgo y el Franco Condado.
- De Fernando el Católico (1516): Aragón y los territorios italianos.
- De Isabel (1516): Castilla y los derechos sobre América.
- De Maximiliano I (1519): Territorios austriacos y el título imperial del Sacro Imperio Germánico.
Política Interior: Revueltas y Conflictos
Su condición de extranjero provocó en Castilla la revuelta de las Comunidades (1520-1522). Los comuneros exigían mayor participación castellana en el gobierno y la defensa de la industria textil. La llegada de Carlos I alteró los pactos previos, incluyendo subsidios e impuestos que facilitaron su elección como emperador.
Paralelamente, en Aragón surgieron las Germanías, donde artesanos, pequeña burguesía y campesinos pedían mayor democratización de los cargos municipales y protección real. Ambas revueltas fueron sofocadas, fortaleciendo el poder real. La nobleza castellana colaboró con sus tropas, destacando la Batalla de Villalar (1521), donde fueron ajusticiados los líderes comuneros Padilla, Bravo y Maldonado.
Política Exterior: Defensa del Catolicismo y Hegemonía Europea
Su política exterior se centró en:
- Contención del avance turco en el Mediterráneo y el Danubio (Viena).
- Guerras contra Francia en Italia, logrando el Ducado de Milán (hacia 1540).
- Conflicto en el Sacro Imperio Germánico por la reforma protestante. A pesar de la victoria de Carlos V (Concilio de Trento y Batalla de Mühlberg en 1547), la nueva religión se consolidó, siendo reconocida en la Paz de Augsburgo (1555).
La Paz de Augsburgo supuso un duro golpe para Carlos I, rompiendo la unidad religiosa en Europa. Abdicó en 1556, dividiendo sus territorios entre su hermano Fernando (Austria y el título imperial) y su hijo Felipe II. Se retiró al Monasterio de Yuste, donde murió.
La Monarquía Hispánica de Felipe II (1556-1598)
Felipe II heredó todos los territorios de su padre, excepto Austria y la corona imperial. Estableció la capital en Madrid (1561). Su objetivo fue un gobierno centralizado, continuando la política imperialista y contrarreformista.
Gobierno y Administración
Desarrolló una monarquía autoritaria, con el rey concentrando el poder. Se apoyó en los Consejos (de Italia, Portugal y Flandes) y en los secretarios. Surgieron los Gobernadores (Milán y Países Bajos) y se mantuvieron los virreyes (poder ejecutivo) y las Audiencias o Chancillerías (justicia). Su gobierno enfrentó bancarrotas y problemas fiscales.
Conflictos Internos
- Destitución y acusación de corrupción de Antonio Pérez, secretario del rey.
- Sublevación de los moriscos en las Alpujarras, duramente reprimidos y dispersados.
- Sublevación aragonesa.
- Incorporación de Portugal: A la muerte del rey de Portugal sin descendencia, Felipe II reclamó sus derechos, siendo proclamado rey en las Cortes de Tomar (1581).
- Muerte del príncipe heredero Carlos (1568).
Política Exterior
- Guerras contra Francia: Victoria en la batalla de San Quintín (1557).
- Guerra contra el Imperio Turco: Victoria en Lepanto (1571) y creación de la Liga Santa.
- Guerra contra Inglaterra: Fracaso de la Armada Invencible (1588) y derrota de la Contraarmada inglesa (1589).
- Rebelión en los Países Bajos: Defensa del protestantismo y lucha por la independencia. Las provincias del norte fueron cedidas a su hija Isabel Clara Eugenia.
Exploración y Colonización de América: Consecuencias
La conquista de América fue un proceso de décadas, transformando Europa. Los reyes delegaron en la iniciativa privada mediante capitulaciones, registrando los beneficios de conquistadores y monarquía.
Fases de la Conquista
- Primera fase: Conquista de las islas antillanas (viajes de Colón).
- Segunda fase: Hernán Cortés conquistó el imperio Azteca (1519-1521) y Francisco Pizarro el imperio Inca (1531-1533). Se conquistó Centroamérica y zonas de América del Sur y del Norte.
- Conquista de Filipinas (1571).
Administración Colonial
- Consejo de Indias: Máximo órgano de poder.
- Virreinatos: Nueva España y Perú, divididos en gobernaciones y municipios o cabildos.
- Audiencias: Para la justicia.
Explotación Económica
- Agricultura: Encomienda (asignación de indios a españoles para trabajar a cambio de alimento y evangelización). Se emplearon esclavos indígenas, prohibidos en 1542 gracias a Bartolomé de las Casas (Leyes Nuevas de Indias).
- Minería: Mita (repartimientos) en Zacatecas y Potosí.
- Comercio: Monopolio de Castilla mediante la Casa de Contratación.
Consecuencias
- Para los nativos: Desaparición de sus imperios y cultura, descenso demográfico y sistema de castas.
- Para Europa: Nuevos productos (maíz, patata…), impulso de diversas ciencias y creación de imperios.
- Para Castilla: Vía de escape de población y financiación de su hegemonía. La abundancia de metales preciosos provocó inflación, empobreciendo a las clases bajas y desviando recursos hacia la guerra, provocando bancarrotas.
Los Austrias del Siglo XVII: Gobierno de Validos y Crisis de 1640
Los reinados de Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700), conocidos como Austrias menores, marcaron la pérdida de la hegemonía española y una grave crisis económica y demográfica. Estos reyes gobernaron a través de validos, personas de su confianza, debido a su incapacidad o falta de interés.
Felipe III (1598-1621)
Validos: Duque de Lerma y Duque de Uceda. Se basó en la Pax Hispánica (paz de Vervins, paz con Jacobo I, Tregua de los Doce Años). Destacó la expulsión de los moriscos (1609-1610), una medida económica errónea.
Felipe IV (1621-1665)
Principal valido: Conde-Duque de Olivares. Proyecto: La guerra como clave para recuperar la hegemonía, aumentando ingresos mediante la unificación de leyes y el control de la hacienda (Gran Memorial, 1624; Unión de Armas, 1626), imponiendo el modelo legal de Castilla y exigiendo contribución igualitaria.
La Crisis de 1640
Las medidas de Olivares generaron rechazo en Cataluña y Portugal, desencadenando una grave crisis.
- Cataluña: Descontento por el envío de soldados, el atropello de las tropas y el fin del comercio con Francia (Olivares abrió un frente contra Francia en la Guerra de los Treinta Años). En 1640, Cataluña proclamó su independencia, pasando a ser territorio francés hasta 1652. Se produjo la sublevación del Corpus de Sangre (1640).
- Portugal: Descontento con la Unión de Armas, la mayor presión fiscal y los ataques a sus colonias. En 1640, una conjura nobiliaria proclamó al Duque de Braganza rey de Portugal. España reconoció su independencia en 1668.
Carlos II (1665-1700)
Debido a su constitución enfermiza y poca capacidad, tuvo varios validos, como el Conde de Oropesa. La muerte de Carlos II sin hijos provocó la Guerra de Sucesión entre Felipe de Anjou y el Archiduque Carlos.
La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) y la Pérdida de la Hegemonía Española
Iniciada en el reinado de Felipe III, la Guerra de los Treinta Años enfrentó a la Liga Católica (defensa del catolicismo) contra la Liga Evangélica (príncipes protestantes). También se desarrolló la guerra contra las Provincias Unidas.
En el reinado de Felipe IV, la Francia de Luis XIII y Richelieu apoyó a los protestantes. El Conde-Duque de Olivares ideó la Unión de Armas. Inicialmente, la guerra fue favorable a España (victoria en Breda, 1624), pero la crisis de 1640 llevó a derrotas (Dunas, 1639; Rocroi, 1643). Las tropas hispánicas recuperaron territorios, excepto Portugal (independencia en 1668).
La Paz de Westfalia (1648) significó el fin de la hegemonía hispánica. España reconoció la independencia de las Provincias Unidas. La guerra contra Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos (1659), perdiendo el Rosellón y parte de la Cerdaña.
Con Carlos II, la situación económica era desastrosa. Se mantuvieron cuatro guerras contra Luis XIV, con paces como Aquisgrán (1668) y Nimega (1678), perdiendo el Franco Condado. La Paz de Ryswick (1697) fue favorable a España. La muerte de Carlos II sin descendencia provocó la Guerra de Sucesión.
Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII
El siglo XVII fue negativo demográficamente. Las epidemias (peste), la expulsión de los moriscos y las guerras redujeron la población. Se agravó la separación social, aumentando los impuestos a los no privilegiados. El campesinado se arruinó, la burguesía se debilitó y aumentó la marginación. Surgió la diferencia entre cristianos viejos y nuevos, con exigencia de estatutos de limpieza de sangre.
La producción agrícola disminuyó por malas cosechas y la caída de la población. La ganadería lanar descendió. El comercio americano perdió terreno. La política económica de la Corona fue incorrecta (devaluación monetaria, aumento de impuestos). Desde 1680, la economía se revitalizó, especialmente en la periferia.
La crisis económica y demográfica, unida al fracaso de la política exterior, llevó a la pérdida de la hegemonía hispánica en el siglo XVII.
Crisis y Decadencia de la Monarquía Hispánica: Carlos II y el Problema Sucesorio
Durante la Guerra de los Treinta Años, España se enfrentó a Francia y una coalición. La Crisis de 1640 incluyó revueltas en Cataluña (anexionada a Francia), Portugal (independencia en 1668), Andalucía, Aragón, Vizcaya, Sicilia y Nápoles. La Paz de Westfalia (1648) marcó el fin de la hegemonía española. La Paz de los Pirineos (1659) supuso la pérdida del Rosellón y la Cerdaña.
Carlos II, enfermizo y con poca capacidad, tuvo validos como el Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa. Hubo revueltas sociales: Segunda Germanía en Valencia (1693) y Motín de los Gatos en Madrid (1699). Conflictos entre Castilla y Aragón se solucionarían con los Tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714).
Se mantuvieron cuatro guerras contra Luis XIV, con paces como Aquisgrán (1668) y Nimega (1678), perdiendo el Franco Condado. La Paz de Ryswick (1697) fue favorable a España.
El problema sucesorio fue crucial. El rey murió sin descendencia, dejando como heredero a Felipe de Borbón (Felipe V) para lograr el apoyo de Francia. Esto desencadenó la Guerra de Sucesión (1700-1713), un conflicto internacional por la hegemonía política en Europa.