Movimientos políticos y sociales en España

Los partidos antisistema. Los carlistas

Fuerza cada vez más residual que, finalmente, había decidido renunciar a las armas. Con fuerza en el País Vasco y Navarra, nunca consiguieron más del 3% en las elecciones en que se presentaron.

Los partidos republicanos

Con su base en las clases medias urbanas, estos grupos defendieron la democratización del régimen y diversas reformas sociales. Estuvieron bastante desorganizados, destacando los republicanos moderados de Melquiades Álvarez y el partido radical republicano, fundado en 1908 por Alejandro Lerroux, un político populista y demagogo que en sus primeros años en la carrera política destacó por su anticlericalismo.

El movimiento obrero: anarquistas y socialistas

El movimiento obrero en España adquirió madurez y extensión organizativa a partir del Sexenio Democrático.

Anarquistas

Grupo mayoritario en España. Tras la ley de Asociaciones de 1881, aprobada por el gobierno liberal de Sagasta, se lanzaron a una intensa actividad organizativa y de luchas sociales. En 1801 nació la Federación de Trabajadores de la Región Española en la que destacó Anselmo Lorenzo, uno de los principales líderes de los inicios del movimiento anarquista. A partir de 1901 diversos grupos se organizaron en torno a la publicación Solidaridad Obrera. Finalmente en el Congreso de BCN nació la Confederación Nacional del Trabajo, La CNT, el mayor sindicato español con gran fuerza entre los obreros agrícolas andaluces y obreros industriales catalanes. Los anarquistas defendieron una ideología colectivista, libertaria, apolítica, anticlerical y revolucionaria.

Socialistas

Minoritarios en nuestro país. Todavía de formas clandestinas, en 1879 nació en Madrid el Partido Socialista Obrero de España, PSOE, con Pablo Iglesias como principal figura. En 1888, el PSOE celebró su primer congreso y se fundó la Unión General de Trabajadores, la UGT, sindicato socialista. Opuestos a los anarquistas, los socialistas mantuvieron una ideología colectivista, anticlerical y antiburguesa, pero más moderada que la de la otra gran corriente del movimiento obrero español. Partidarios de la lucha política, Pablo Iglesias fue elegido diputado en 1910.

Consecuencias morales y económicas

La pérdida de los restos del imperio español desde la perspectiva económica no supuso un desastre ya que la financiación de la guerra permitió al ministro Fernández Villaverde acometer algunas reformas de los tributos o impuestos y en la emisión de deudas que posibilitaran un saneamiento de la Hacienda. Por otro lado se produjo una repartición importante de capitales y no se perdieron mercados latinoamericanos. Pero a nivel humano se perdieron 50000 hombres y produjo una conmoción en la sociedad española, políticos e intelectuales de la talla de Joaquín Costa promovieron una profunda revisión de la función de España. El desastre provocó una crisis de conciencia nacional expresada a través de la obra crítica llamada Generación del 98 (Pío Baroja, Unamuno, Machado, etc). Una propuesta de modernización de España y de reformas a través del movimiento cultural llamado regeneracionismo que tuvo dos vertientes, una reforma política y otra educativa. Los nacionalismos adquirieron mayor empuje a raíz de los hechos. Los regeneracionistas demostraban las limitaciones del régimen de la Restauración para afrontar los problemas de España. La democracia de clases medias se había hecho inviable porque la voluntad popular había sido anulada por la oligarquía económica y política mediante el caciquismo. Para Joaquín Costa era fundamental acabar con el caciquismo como fórmula para recuperar una verdadera democracia.

El sistema canovista

Trataba de volver al régimen anterior al Sexenio revolucionario, cansada la clase burguesa de los cambios políticos (monarquía democrática de Amadeo I, república federal, república centralista). Canovas veía necesaria una nueva Constitución moderada y flexible, que estableciera unas ‘reglas de juego’ abiertas, para recoger en su seno a todas las ramas del liberalismo, que evitara los pronunciamientos y mantuviera un orden político y público estables, basados en el equilibrio. La idea fundamental del sistema canovista era la soberanía compartida entre Rey y Cortes. Se basaba en la existencia de una ‘constitución histórica’ de la nación, es decir, las instituciones tradicionales – Rey y Cortes- Los partidos oficiales debían aceptar este principio de legalidad constitucional.

La Constitución de 1876 y el turno de partidos

La nueva constitución fue promulgada en junio de 1876, tras escasos debates. Sus principales características eran:

  • Soberanía compartida (Cortes con el Rey) en la línea del liberalismo doctrinario.
  • Amplias atribuciones del monarca (convocar, suspender o disolver las Cortes).
  • El rey mantiene el poder ejecutivo, la dirección del Ejército y ejerce un papel moderador.
  • Sistema bicameral: Senado mixto, con miembros de derecho propio y nombrados por la Corona y otros elegidos por las corporaciones y Congreso, con miembros elegidos por los ciudadanos.
  • La Constitución no determinará el tipo de sufragio, remitiéndose a una Ley Electoral que establecerá el sufragio censitario y en 1890 el sufragio universal masculino.
  • Declaración amplia de derechos individuales, regulados por la legislación ordinaria. En la práctica los derechos quedaban limitados por leyes restrictivas.
  • La ley de imprenta de 1879 consideraba delito todo ataque al sistema político y social de la Restauración.
  • En el ámbito religioso, se optó por la tolerancia del Estado confesional con otros cultos no católicos, aunque reconocía los privilegios tradicionales de la Iglesia católica; era una fórmula intermedia entre la libertad de cultos (1869) y la confesionalidad del Estado (1845).
  • El Estado se organizaba de forma centralista. Se controlaban los ayuntamientos – en las poblaciones de más de 30.000 habitantes, los alcaldes eran nombrados por el Rey -. Se establecía la unidad de códigos y la igualdad jurídica de los españoles, quedando abolidos los fueros de las provincias vascas, estableciendo la igualdad fiscal y de servicio militar para todos.