La Oposición al Régimen Franquista

Hasta los años 60, la oposición al régimen franquista fue escasa, pero con el paso del tiempo fue aumentando tanto fuera como dentro de España.

Años 40 y 50: Inicios de la Resistencia

Dentro de España, la oposición fue prácticamente inexistente debido a la fuerte represión ejercida por el Gobierno, aunque fue en aumento. La actitud de la población fue predominantemente conformista y pasiva.

• El maquis: guerrilla de excombatientes republicanos, sobre todo comunistas, que mantuvieron focos de resistencia armada hasta 1948.
• Los partidos y sindicatos antifranquistas (CNT, PSOE, ERC) operaron desde el extranjero, pero su influencia fue escasa. Solo el PCE mantuvo cierta organización.
• Los sectores monárquicos se organizaron en torno a Don Juan de Borbón a la espera de una restauración de la monarquía tras la Segunda Guerra Mundial (Manifiesto de Lausana en 1945).

Empezó también una conflictividad social impulsada por agentes del PCE (clandestinos) y de la HOAC. En la Universidad de Madrid, hubo enfrentamientos entre estudiantes que se oponían a la sindicación obligatoria del SEU (controlado por el Movimiento). El gobierno cerró la universidad y cesó al ministro de Educación.

Años 60 y 70: Incremento de la Oposición

• El movimiento obrero: Se multiplicaron las huelgas en zonas de tradición sindical (Asturias, Barcelona, Vizcaya) y Madrid, Valencia, Pamplona. La UGT realizó su actividad desde la clandestinidad. La CNT estaba casi extinguida. En 1964 nace CC.OO. (Comisiones Obreras), a partir de nuevos dirigentes sindicales. Estos se infiltraron en las estructuras sindicales franquistas y dominaron las grandes industrias.
• El Partido Comunista tuvo su dirección fuera del país. Se mantuvo como principal referente del antifranquismo. En los años 60 renunció al estalinismo avanzando hacia el eurocomunismo. Se centró en la lucha clandestina.
• La Iglesia Católica: El distanciamiento entre la Iglesia y el franquismo fue creciendo, sobre todo tras el Concilio Vaticano II (1963-1965). Asociaciones obreras católicas (HOAC) se movilizaron contra el régimen. Gran parte de la jerarquía, liderada por el Cardenal Tarancón, se distanció de Franco. Muchos sacerdotes se secularizaron y otros se convirtieron en líderes sociales en muchos barrios o fueron encarcelados.
• La Universidad: Vivió en permanente protesta desde 1964 (huelgas, encierros, escritos públicos). Se crearon sindicatos estudiantiles que sufrieron represión policial y judicial.
• Nacionalismos: Los partidos nacionalistas se revitalizaron (PNV, ERC). Surgieron nuevos partidos como CDC (Convergencia Democrática de Cataluña), dirigido por Jordi Pujol. En 1959 nace ETA (Euskadi Ta Askatasuna) de una escisión del PNV. De ideología marxista-leninista e independentista, empezó a atentar en 1968.
• El “Contubernio” de Múnich: En 1962, una reunión aprovechando el “Congreso del Movimiento Europeo”, entre representantes de la oposición del interior y del exilio, tanto de derechas como de izquierdas, liderado por Gil Robles y Madariaga. Redactaron un manifiesto en el que se exigía el establecimiento de instituciones democráticas y el ingreso de España en la CEE.

Años 70: El Final del Franquismo

A partir de los años 70, se preveía el inminente final del franquismo, multiplicándose las protestas.

• Se crea la Asamblea de Cataluña, que engloba a toda la oposición catalana.
• Liderado por el PCE, se constituye en París la Junta Democrática de España, que agrupaba a partidos de izquierda, a CCOO, y a personalidades de derechas.
• En 1975 surgió la Plataforma de Convergencia Democrática, liderada por el PSOE, que también aglutinó a otras tendencias como el PNV, la democracia cristiana o la UGT.
• Fueron detenidos 9 militares pertenecientes a la UMD (Unión Militar Democrática).
• En 1970, 6 miembros de ETA fueron juzgados por atentados terroristas por un Consejo de Guerra en Burgos, condenándolos a la pena de muerte, que fue conmutada de inmediato.
• Apareció, junto con ETA, un terrorismo ultraizquierdista como el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) y GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre). En 1975 fueron condenados y ejecutados cinco activistas (dos de ETA y tres del FRAP).

La Economía durante el Franquismo: De la Autarquía al Desarrollismo

Al final de la guerra y con el aislamiento internacional tras la Segunda Guerra Mundial, Franco trató de conseguir la autosuficiencia económica, la autarquía. Para ello se estableció la intervención del Estado y la planificación económica. El Estado pasaba a controlar las importaciones y exportaciones. El bajo nivel de vida e incluso pobreza, más acentuada en las ciudades (chabolismo) que en el campo, produjeron los llamados “años del hambre”.

La Autarquía y sus Consecuencias

• Fomento de la industria: En 1941 se crea el INI (Instituto Nacional de Industria). El objetivo era impulsar la industria: financió la creación de empresas públicas que produjesen bienes industriales ante la falta de capital privado. Se nacionalizaron importantes sectores económicos: ferrocarriles (RENFE en 1941) y comunicaciones (Telefónica). Se crearon empresas como: Iberia, Banco Exterior de España, Endesa, Seat. Sin embargo, faltaba capital, tecnología, un mercado, calidad en la producción al no haber competencia. Los salarios eran bajos, lo que no permitía el consumo ni la demanda.
• Política agraria: La intervención del Estado estableció precios oficiales bajos a productos básicos (patata, legumbres, cereales, aceite). La producción agrícola se redujo y las cosechas no permitieron el abastecimiento. Se impuso el racionamiento de los alimentos básicos desde 1939 hasta 1951 (Cartillas de racionamiento). Apareció un mercado negro y el estraperlo.

El Fin del Aislamiento y el Plan de Estabilización

Tras el fin del aislamiento, España se incorporaba a los mercados internacionales y recibía préstamos (del FMI y BM). En 1957, Franco incluyó en su gobierno a ministros tecnócratas, procedentes del Opus Dei (L. Carrero Blanco, L. López Rodó) o a antiguos falangistas reformistas (Manuel Fraga Iribarne). Consideraban el crecimiento económico como la garantía de estabilidad social. Implantan el Plan de Estabilización (1959), política económica basada en el saneamiento y estabilización de la economía (reducción de la inflación limitando los préstamos y congelando los salarios) y liberalización interior y exterior de la economía (se reglamentan los precios, facilitaban la entrada de productos extranjeros y se devaluó la peseta un 50% respecto al dólar) para establecer su convertibilidad. El éxito del Plan de Estabilización fue considerable. Entre 1960 a 1969, el PIB se dobló, al igual que la renta per cápita. La población activa pasó al sector secundario y terciario.

El Desarrollismo: Modernización y Crecimiento

• Se modernizó y mecanizó el campo. Se diversificó y especializó la producción agraria. Se estimuló la concentración parcelaria y el regadío. Esto provocó un masivo éxodo rural que se convirtió en mano de obra para la creciente industria. Se potenció una política hidráulica (pantanos, canalizaciones, trasvases). La consecuencia fue una mayor productividad.
• La aplicación del Plan de Estabilización tuvo que concretarse en los Planes de Desarrollo, un programa de planificación y fomento de la industria –López Rodó-. Se impulsó la creación de grandes empresas, se abrieron fábricas y se crean los llamados Polos de Desarrollo (para el desarrollo de zonas menos industrializadas, evitando desequilibrios territoriales). El Estado marcaba los objetivos económicos y ofrecía a los empresarios ventajas económicas y fiscales para alcanzarlos. Los sectores industriales que predominaron fueron: la industria química, energética, siderúrgica, naval, automoción, textil, calzado, muebles.
• El sector servicios se vio potenciado, especialmente por el turismo (boom de “sol y playa”), que acabó siendo emblemático en la economía española. A esto se unió un intenso proceso de urbanización, un desarrollo de las comunicaciones, medios de transporte e infraestructuras.

Consecuencias del Desarrollismo

Aumentó el nivel de vida. España se incorpora a la sociedad de consumo a la vez que se acrecientan las clases medias. Se adoptaban medidas que beneficiaban a los trabajadores, como seguros sociales, y se estabilizaba el empleo. Sin embargo, el régimen continuó negando libertades sindicales, al igual que las libertades políticas. Se fue consolidando la oposición al franquismo. La balanza comercial negativa se vio en parte compensada por los ingresos por turismo, las divisas enviadas por los emigrantes a países industrializados de Europa, y las inversiones extranjeras.