Proclamación de la II República, Constitución de 1931 y Bienio Reformista
Tras la consolidación del sistema liberal y el funcionamiento del sistema de la Restauración, se inicia el siglo XX. Este siglo se inaugura con el reinado de Alfonso XIII, que derivó, tras la dictadura de Primo de Rivera, en la II República Española.
En el contexto de la crisis de 1929, el triunfo republicano y socialista en las grandes ciudades en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 se interpretó como un rechazo a la monarquía. El Comité Revolucionario, creado en el Pacto de San Sebastián, formó el gobierno provisional de la II República, proclamada el 14 de abril. El rey Alfonso XIII abandonó España.
Niceto Alcalá Zamora fue elegido presidente de la República y el gobierno estuvo formado por una coalición republicano-socialista.
El Gobierno Provisional y las Primeras Reformas
El objetivo del gobierno provisional era redactar una Constitución republicana. Para ello, se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes y se abordaron reformas que solucionasen los problemas del país mediante la publicación de Decretos.
- Cuestión Territorial: Tras la declaración de la República catalana por parte de Francesc Macià, el gobierno acordó un Estatuto de Autonomía que se adaptase a la nueva Constitución. Mientras tanto, se formó la Generalitat.
- Reforma Agraria (Largo Caballero): Se acogió el decreto de Laboreo Forzoso, de términos municipales y la ley de Jurados Mixtos.
- Reforma Educativa: Tenía como objetivo erradicar el analfabetismo mediante una educación laica. Se promovió la construcción de escuelas, la defensa de la coeducación y la fundación del Patronato de Misiones Pedagógicas.
- Reforma Militar (Manuel Azaña): Para solucionar el exceso de oficiales, se creó el Decreto de “retiro” y se exigió fidelidad a la República. Se cerró la Academia Militar de Zaragoza y se abolió la Ley de Jurisdicciones. Para mantener el orden público, se creó la Guardia de Asalto, una policía armada fiel al régimen.
Las reacciones a las reformas no se hicieron esperar. Fueron protagonizadas por la Iglesia (Cardenal Segura), que provocaron un movimiento anticlerical violento (quema de conventos). Hubo gran tensión entre anarquistas y socialistas. El sindicalismo apoyó las huelgas en diversas ciudades.
La Constitución de 1931
En junio de 1931, se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes, de las que salió una mayoría republicano-socialista. Una comisión parlamentaria se encargó de la redacción de la Constitución, aprobada por las Cortes el 9 de diciembre.
La Carta Magna, formada por 125 artículos, declara a España como una “República de trabajadores de toda clase”, democrática y laica. Declara los siguientes derechos:
- Sufragio universal para mayores de 23 años (se aprobó el voto femenino gracias a Clara Campoamor).
- Educación.
- Matrimonio civil.
- Derecho a la propiedad privada, aunque subordinado al interés del Estado.
En cuanto a la división de poderes:
- Legislativo: Representado por Cortes unicamerales (nombran y pueden destituir al presidente de la República, validan a los miembros del gobierno).
- Ejecutivo: El jefe del Estado es el presidente de la República, quien nombra al jefe de Gobierno, que a su vez elige a sus ministros.
- Judicial: Independiente. Se crea el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Entre los grandes debates en la elaboración de la Constitución destacan la organización territorial del Estado (sistema de autonomías a través de la creación de un Estatuto) y la separación Iglesia-Estado (disolución de las congregaciones religiosas como los Jesuitas, no se mantiene el culto ni el clero, se prohibió la enseñanza, la industria y el comercio religioso).
Estas resoluciones provocaron el rechazo de la derecha y de la Iglesia, así como la dimisión temporal de Alcalá Zamora.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Aprobada la Carta Magna, y en el marco histórico de la Gran Depresión, se dio paso al Bienio Azañista-Reformista, con un gobierno republicano de izquierdas y del PSOE. Se nombró de nuevo a Alcalá Zamora presidente de la República y este nombró a Manuel Azaña presidente del gobierno.
Alcalá Zamora continuó las reformas del gobierno provisional:
- Religión: Se aprobó la Ley de Divorcio y de Confesiones y de Congregaciones Religiosas.
- Educación: Se fomentó una enseñanza gratuita, universal, coeducativa y obligatoria (creación de escuelas) y continuaron las Misiones Pedagógicas.
- Reformas Laborales (Largo Caballero): Tuvieron como objetivo mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los obreros (Ley de Contratos de Trabajo, Ley de Jurados Mixtos…).
- Reforma Militar: Se profundizó en la propuesta por Azaña.
La Reforma Agraria
La reforma agraria fue la mayor obra del Bienio de izquierdas. La situación real del campo, una estructura de propiedad anticuada y la miseria del proletariado agrario hacían necesario un profundo cambio. Se creó la Ley de Bases de Reforma Agraria en 1932, que incluía el Instituto de Reforma Agraria. La realidad chocó con la falta de presupuesto y la oposición de los propietarios, lo que provocó un descontento en el campo, especialmente entre los anarquistas.
Los Estatutos de Autonomía
En lo territorial, se crearon los Estatutos de Autonomía:
- Cataluña: Esquerra Republicana inició el proceso. Se elaboró el Estatuto de Nuria, que se aprobó por las Cortes en 1932, convirtiendo a Macià en el primer presidente de la Generalitat.
- País Vasco: Fue un proceso más complejo, pues el proyecto fue rechazado por una de las provincias que incluía. Se paralizó en noviembre de 1933 con la victoria de los radicales y de la CEDA. Finalmente, se aprobó en octubre de 1936, en plena Guerra Civil.
- En el resto de regiones, no pasaron de la fase preparatoria.
Oposición y Fin del Bienio
El gobierno, desde un principio, tuvo una fuerte oposición. Se generaron tensiones entre los que apoyaban al gobierno y los partidarios de una revolución más profunda. A partir de este momento, se inician problemas de orden público alentados por anarquistas radicales. En el campo, el anarquismo cobra fuerza, pero es duramente reprimido. Los acontecimientos de Casas Viejas (Cádiz) provocan el cese del gobierno y la convocatoria de elecciones generales.
En este periodo, la derecha se reorganiza:
- La derecha monárquica se fortalece con los carlistas y se crea la Renovación Española (Calvo Sotelo).
- Aparece un partido católico: la CEDA de Gil Robles.
- Finalmente, aparece la Falange de Primo de Rivera, próxima al fascismo, en 1933.
Por último, el gobierno azañista pierde apoyos y se convocan elecciones generales en las que la derecha republicana se presenta muy organizada frente a una izquierda dividida. La derecha republicana gana las elecciones (Lerroux y CEDA), dando paso al Bienio Radical-Cedista (1934-1936).