Reconstrucción de Europa y Emancipación de Latinoamérica: Del Congreso de Viena a Ayacucho

1. La Europa de la Restauración

Tras la derrota de Napoleón, las grandes potencias europeas intentaron una vuelta a la situación anterior. Sus representantes se reunieron en Viena. En el llamado Congreso de Viena se aprobaron dos tipos de resoluciones: un nuevo mapa de Europa y un sistema político-ideológico, la Santa Alianza.

1.1. Hacia una restauración moderada

Las potencias europeas se dispusieron a reorganizar el mapa de Europa. Los objetivos principales eran asentar un orden estable, inspirado en el Antiguo Régimen, y evitar la vuelta de la revolución. La liberación de las cargas feudales a los campesinos y la igualdad jurídica de los ciudadanos se mantuvieron en los países en los que se habían establecido con más fuerza. Luis XVIII de Borbón otorgó una constitución con muchos postulados de carácter liberal moderado. Los políticos conservadores más lúcidos procuraban frenar el progreso hacia el liberalismo y la democracia. El canciller Bismarck razonaba que, “si tiene que haber una revolución, mejor que seamos sus artífices y no sus víctimas“. La Europa que surgió del Congreso de Viena fue muy diferente a la anterior.

1.2. El Congreso de Viena

En 1815, en Viena, los representantes de las principales monarquías europeas sentaron las bases territoriales y políticas de la restauración europea. Se reunieron las naciones vencedoras: Austria, Prusia, Gran Bretaña y Rusia, a las que se sumó la nueva Francia.

El imperio austriaco se aseguró una fuerte influencia en la península italiana, al anexionarse Lombardía-Venecia, Parma, Módena, Toscana, el Tirol, Iliria y Dalmacia. Rusia se expandió hacia el oeste, anexionándose Finlandia, Besarabia y Polonia. Prusia aumentó su territorio con parte de Sajonia, Pomerania y algunas zonas de Renania. Holanda, Bélgica y Luxemburgo formaron los Países Bajos. Suecia se incorporó Noruega y parte de Finlandia. Dinamarca se anexionó Holstein y Lauenburgo. En Alemania se estableció la Confederación Germánica. Austria y Prusia eran los poderes dominantes. Junto con Rusia, y con una Gran Bretaña que se aseguró el dominio de los mares, fueron las naciones más beneficiadas por el Congreso de Viena.

1.3. El nuevo orden europeo. La Santa Alianza

Las cuatro grandes potencias que habían derrotado a Napoleón acordaron reunirse periódicamente para tratar los asuntos internacionales. Tanto los distintos congresos celebrados como la Santa Alianza tenían como objetivo establecer el derecho de sus miembros a intervenir en cualquier país en el que brotaran amenazas revolucionarias.

El sistema Metternich es obra de este primer ministro austriaco, quien organizó el Congreso de Viena y dirigió la política austriaca hasta la Revolución de 1848. En Francia comenzaron a socavar el orden establecido por la Restauración. La Cámara de los Pares era nombrada por el monarca, mientras que la Cámara de los Diputados era elegida por sufragio censitario. En Gran Bretaña funcionaba un sistema político parlamentario en torno a dos partidos, tory y whig (conservador y liberal). Los gobernantes conservadores de Austria, Prusia o Rusia procuraron reprimir los intentos de promover un sistema que siguiera el modelo británico. En Prusia se llevó a cabo una serie de reformas: quedó abolida la servidumbre hereditaria, se acabó con los gremios y con los monopolios señoriales, y se organizó un sistema fiscal. En Rusia, el zar se manifestaba como un auténtico contrarrevolucionario y antiliberal.

1.4. Los movimientos revolucionarios de 1820

En aquellos países en los que la Restauración pretendió ser total y absoluta, la situación era más inestable y condujo rápidamente a estallidos revolucionarios. La primera oleada revolucionaria tuvo lugar en el Mediterráneo. El absolutismo de Fernando VII resultaba inviable en España: el país se encontraba arruinado. Las tropas que iban a embarcarse hacia la América insurrecta se sublevaron en Cádiz al mando del comandante Riego. El contagio se extendió a otros países: en julio de 1820 estallaba una revuelta liberal en Nápoles; en agosto se producía un movimiento liberal en Portugal, y en marzo del siguiente año, en el Piamonte. El Congreso de Verona decretó la intervención en España. Los llamados Cien mil hijos de San Luis entraron por la frontera francesa y acabaron con el Trienio Liberal. Uno de los mayores problemas para la estabilidad europea era la llamada cuestión de Oriente, provocada por la debilidad que mostraba el imperio turco.

1.5. Las revoluciones de 1830

La ola revolucionaria de 1830 fue mucho más intensa que la de 1820. Se extendió por Francia, Bélgica, Polonia, Italia y Alemania. En Francia, la chispa del movimiento revolucionario se originó en París y se extendió por Europa. El rey francés, Carlos X, dio un giro reaccionario a su política con medidas como la supresión de la libertad de prensa y la disolución de la Cámara de Diputados. El ejército de París derrotó al ejército real. Francia se dotó de una constitución más liberal. Gran Bretaña promulgó la Ley de Reforma de 1832, por la que se doblaba el número de ciudadanos con derecho al voto. En Polonia hubo alzamientos liberales nacionalistas a finales de 1830 que fueron duramente reprimidos por las tropas rusas. Lo mismo sucedió en Módena, Parma, Bolonia y los dominios pontificios. En España se abrió un periodo de transformaciones liberales y de guerra civil. El mapa de Europa se vio alterado por la independencia de Bélgica. El liberalismo avanzaba lentamente en Europa Occidental, mientras que el inmovilismo y la represión seguían negando la libertad en la Europa Oriental.

2. La independencia de América Latina

Entre 1810 y 1825, la mayor parte del imperio colonial español en el continente americano se independizó de la metrópoli. La situación que propició los primeros movimientos independentistas fue la ocupación de España y Portugal.

2.1. Los factores del movimiento independentista

En el proceso independentista latinoamericano influyeron el ejemplo de la independencia de Estados Unidos, la modernización que afectó a toda Europa y el vacío de poder que se produjo. A todo ello se unía la debilidad política y militar de España a partir de 1814. La iniciativa en los procesos emancipadores fue de los criollos, que eran hijos o descendientes de españoles y portugueses. En Perú y México era mayoritaria la población indígena, mientras que en el Caribe o en Brasil predominaban los esclavos negros. Los dirigentes de la economía y de la política de estas sociedades eran siempre criollos. Los campesinos se rebelaban contra la dominación de los peninsulares y de los criollos, y contra los aumentos de la presión fiscal. Su aspiración era sustituir el orden colonial.

2.2. Las primeras revoluciones: 1808-1814

En Buenos Aires se constituyó una junta en mayo de 1810 que intentó extender sin éxito su influencia hacia el interior. Artigas se puso al frente del gobierno en Uruguay y Rodríguez de Francia en Paraguay, proclamando una doble independencia. En Chile, el independentista O’Higgins se puso al frente de una junta de gobierno. En 1811 se reunió en Caracas un Congreso de Notables, que proclamó la independencia y adoptó una constitución federal. Otra capital virreinal, Santa Fe de Bogotá, rompía también los lazos con la metrópoli. En México, los primeros movimientos independentistas fueron dirigidos por los sacerdotes Miguel Hidalgo y José María Morelos. Entre 1814 y 1816 la revolución americana sufrió un importante retroceso.

2.3. Los libertadores y la independencia

.El foco argentino del Río de la Plata se había mantenido prácticamente independiente. De allí salió la expedición militar de José de San Martín en dirección a Chile, donde derrotó a las tropas españolas y tomó Santiago. San Martín contribuiría decisivamente a la independencia de Argentina, Chile y Perú.El golpe decisivo contra el imperio español fue el ataque de argentinos y chilenos al virreinato del Perú. El virrey español tuvo que abandonar Lima y se proclamó la independencia peruana.Simón Bolívar entró con sus tropas en Santa Fe de Bogotá. Ocupó Caracas, y Venezuela alcanzó la independencia.La derrota del ejército español en Ayacucho selló el final de la dependencia española.Bolívar pensaba en una Gran Colombia que reuniera las actuales Venezuela, Colombia y Bolivia, y en una federación de estados americanos hispánicos.