Reformas Borbónicas en España y América: Centralismo y Despotismo Ilustrado

Reformas en la Organización del Estado: La Monarquía Centralista Borbónica

La política de los Borbones en España se caracteriza por la imitación del modelo francés de gobierno. Sus características principales son:

  • Absolutismo monárquico: El rey concentra todo el poder.

En 1713, Felipe V aprueba la Ley Sálica, que impide reinar a las mujeres.

  • Centralización política: Felipe V aprueba los Decretos de Nueva Planta para Aragón y Valencia (1707) y para Cataluña y Mallorca (1716). Estos decretos abolían los fueros, instituciones y privilegios de los distintos territorios, estableciendo la uniformidad jurídica bajo las leyes de Castilla. Esto se debió, en parte, al apoyo prestado por la Corona de Aragón al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión.
  • Organización administrativa: Se suprimen los Consejos en la administración central y se crean las Secretarías de Estado y de Despacho (precedentes de los actuales ministerios). En la administración regional se crean las Intendencias (precedente de las provincias), con un intendente nombrado por el rey, con poder en justicia, policía, recaudación de impuestos y guerra. En la administración local habrá en cada municipio un corregidor nombrado por el rey (a la manera de la administración local castellana).

La Práctica del Despotismo Ilustrado: Carlos III

Carlos III (1759-1788) fue un monarca ilustrado, dentro de los ideales del Despotismo Ilustrado: todo para el pueblo pero sin el pueblo. Sus reformas chocaron con la oposición de la nobleza y el clero, sobre todo los jesuitas, que fueron expulsados de España por promover el Motín de Esquilache en 1766. Las reformas de Carlos III fueron:

  • Fomento de la agricultura: Se llevó a cabo una liberalización del precio del grano, se aumentaron las tierras cultivadas e incluso se intentó una reforma de las estructuras de la propiedad (Ley Agraria de Campomanes) que no llegó a realizarse. También se fomentó la agricultura con la creación de las llamadas Sociedades Económicas de Amigos del País.
  • Fomento de las manufacturas: Se crearon las Reales Fábricas (de Tapices, Cristales y Porcelanas) y se favorecieron los talleres privados (libres de las restricciones de los gremios). Se intentó una revalorización del trabajo, estableciendo la dignidad de cualquier actividad productiva (incluso para la nobleza).
  • Fomento del comercio: Se suprimió la tasa de granos, se liberalizó el comercio con América y se mejoraron las infraestructuras.
  • Reforma de la Hacienda: Se creó el Banco de San Carlos en 1782 (precedente del Banco de España).
  • Reforma educativa: Se extendió la enseñanza primaria y se promovieron las ciencias consideradas útiles: química, matemáticas y ciencias naturales.

Evolución de la Política Exterior Española en Europa durante el Siglo XVIII

El objetivo de la política exterior de la dinastía borbónica en España fue revisar el Tratado de Utrecht y recuperar el sur de Italia, Menorca y Gibraltar.

  • Felipe V (1701-1746): Intentó recuperar los territorios italianos perdidos en el Tratado de Utrecht, pero no lo consiguió. Firmó los Pactos de Familia con Francia en 1733 y 1743. En el primer Pacto de Familia contra Austria, España, por el Tratado de Viena (1738), obtendrá Nápoles y Sicilia, que pasaron al infante don Carlos (el futuro Carlos III), con la condición de que no reinara a la vez en España y en Italia. Conseguidos los territorios italianos, intentó recuperar Gibraltar y Menorca.
  • Fernando VI (1746-1759): Llevó a cabo una política de neutralidad frente a Francia y Gran Bretaña. Firmó en 1753 el Concordato con la Santa Sede.
  • Carlos III (1759-1788): Volvió a la política de alianza con Francia, firmando en 1761 el Tercer Pacto de Familia. España intervino en la guerra de la independencia de las colonias británicas de Norteamérica del lado de los insurgentes (frente a Inglaterra). Al perder Inglaterra, en 1783 España recuperó Menorca por el Tratado de Versalles.
  • Carlos IV (1788-1808): Luchó contra la Francia revolucionaria, siendo derrotada España (1795, Paz de Basilea). Sin embargo, en el Tratado de San Ildefonso (1796) se volvió al sistema de alianzas con Francia contra Inglaterra. Por el Tratado de Fontainebleau (1807) se autorizó el paso de las tropas francesas por España para invadir Portugal.

La Política Borbónica en América durante el Siglo XVIII

Por el Tratado de Utrecht, España perdió todas sus posesiones europeas y, a partir de ese momento, concentró todos sus esfuerzos en sus territorios de América, para aumentar el comercio y así regenerar la economía. El principal obstáculo para el desarrollo del comercio era Inglaterra por su afán expansionista en América (que amenazaba la integridad del Imperio español) y porque el Navío de Permiso encubría un aumento del contrabando comercial.

Para hacer frente a este problema se tomaron varias medidas:

  • Creación de una marina comercial y de guerra.
  • Firma con Francia de los Pactos de Familia.
  • Establecimiento de la libertad comercial: permiso de comerciar con América a cualquier español desde cualquier puerto (Decretos de libre comercio de 1765).

América atravesó un periodo de prosperidad: la población aumentó espectacularmente (de 11 a 16 millones de habitantes); se incrementó el tráfico mercantil con España (importación de manufacturas y exportación de materias primas); y hubo un desarrollo intelectual (creación de universidades).

Sin embargo, la situación cambió a finales del siglo XVIII:

  • El bloqueo de Inglaterra (por la alianza de España con Napoleón) y la invasión francesa (Guerra de la Independencia) demostraron la incapacidad de España para abastecer a América, y el comercio con este continente se hundió.
  • Los criollos se mostraron insatisfechos con la política de los Borbones por el mantenimiento del monopolio comercial (obligatoriamente tenían que vender sus materias primas a la metrópoli a bajo precio y comprar las manufacturas a alto precio, y no podían desarrollar las suyas propias). Además, se incrementó el control del gobierno colonial porque la Corona nombraba directamente los altos cargos y creó nuevas intendencias (Caracas, Río de la Plata, Perú, México).

La Ilustración en España

La Ilustración fue un movimiento intelectual originado en Europa en el siglo XVIII. Se concedía prioridad a la razón y al conocimiento científico. En España se desarrolló tardíamente (por la oposición de la Iglesia, el desinterés de la nobleza y el escaso peso de la burguesía). Los ilustrados en España fueron mayoritariamente nobles y burgueses, que difundieron sus ideas a través de las Sociedades Económicas de Amigos del País, la prensa (que nació con El Pensador) y las tertulias de salón, que eran reuniones de personas cultas en las que se intercambiaban noticias y experiencias.

Entre los ilustrados destacaron: Celestino Mutis (naturalista), Antonio Ulloa (químico), Gaspar Melchor de Jovellanos (pensador) y Leandro Fernández de Moratín (literato).

Con el apoyo real, los ilustrados impulsaron las expediciones científicas y la creación de Academias (de la Lengua, la Historia y las Bellas Artes). Fernando VI y Carlos III se valieron de sus ministros y altos cargos de su gobierno (marqués de la Ensenada, Floridablanca y Jovellanos) para analizar las causas del retraso español e intentar buscar soluciones. Sus conclusiones fueron que el motor del progreso y el desarrollo era la educación y que se debía apoyar las ciencias consideradas útiles: matemáticas, botánica y física-química.