1. Los primeros núcleos de resistencia cristiana.
La franja cantábrica y los Pirineos eran las zonas más atrasadas y, su pobreza en recursos, su clima y las dificultades de acceso resultaron poco atractivas para los musulmanes, que contaban con pocos efectivos para el dominio de tan extensos territorios, por lo que estas áreas geográficas se convertirán en asentamiento de los primeros focos de resistencia cristiana.
Surgieron así los embriones de las cuatro grandes entidades políticas cristianas: el reino asturiano, el reino de Pamplona, y ligados a los francos del norte de los Pirineos (Marca Hispánica) los condados aragoneses y los condados catalanes.
El reino asturiano surgió con Don Pelayo en el año 718, caballero de D. Rodrigo, y se consolida tras la batalla de Covadonga (722).Estaba separado de los territorios bajo dominio musulmán por una amplia zona despoblada entre la Cordillera Cantábrica y el río Duero.
Alfonso I (739-757) inició la expansión territorial hacia Galicia y el territorio de los vascones. Al igual que su sucesor, Alfonso II (791-842) fue asentando hombres en algunas ciudades y plazas fuertes para asegurar la ocupación sobre todo en la llanura de Vitoria y Burgos (castillos que darán nombre a ACastilla@). A principios del siglo IX la consolidación se vio favorecida por la noticia del hallazgo de la tumba del apóstol Santiago -)o del hereje obispo Prisciliano?– en el ACampus Stellae@ o Santiago de Compostela, que se convirtió en centro de peregrinación y Santiago Amatamoros@ en símbolo de resistencia frente al Islam.
Las sucesivas capitales a lo largo de los siglos VIII y IX: Cangas de Onís (Alfonso I), Oviedo (Alfonso II-) y León (Alfonso III) indican la sucesiva ocupación de territorios.
A finales del siglo IX, Alfonso III (966-910) llevó la frontera hasta el Duero, asegurándola con la creación de fortalezas en Toro, Simancas y Zamora, por occidente y San Esteban de Gormaz y Osma, por oriente. A partir del siglo X, se consolidan dos unidades políticas: el Reino de León (Asturias, Galicia, León) y el Condado de Castilla que posteriormente, en la 20 2 del siglo X, se independizará con el conde Fernán González (930-970). Durante este periodo fue habitual el pago de tributos a los emires y califas de Córdoba (Leyendas del Tributo de ALas Cien Doncellas@ y de su eliminación tras la batalla de Clavijo (La Rioja) por Ramiro I (842-850) con la ayuda del apóstol Santiago en su caballo blanco).
El reino de Pamplona (posteriormente de Navarra) se constituyó como núcleo independiente en el siglo IX con Íñigo Arista; se extenderá hacia La Rioja y practicó una política de matrimonios que le permitió ejercer la primacía sobre León e incluso incorporar Aragón durante el reinado de Sancho III el Mayor. Pero su fuerza disminuirá tras el reparto de tan extenso patrimonio entre los hijos del rey a su muerte.
Otro área de resistencia se encontraba al sur de los Pirineos, donde los francos habían creado la AMarca Hispánica@ -condados catalanes y condados aragoneses-, junto a los vascones que se enfrentaban también a las tropas carolingias (Roncesvalles 778).
Los condados de Sobrarbe, Ribagorza y Aragón, dejan de ser dependientes de la Marca Hispánica durante el siglo IX y los condados catalanes (Urgell, Barcelona, Gerona, Vic), donde el conde de Barcelona Wifredo Ael Velloso@ (874-898) gobierna con plena autonomía y Borrell II (948-992) se independiza de la Marca Hispánica coincidiendo con la decadencia del imperio franco y la consolidación del feudalismo en Europa Occidental.
2. Principales etapas de la reconquista. La expansión de los reinos cristianos.
El término Areconquista@ (o proceso de ocupación de los territorios musulmanes de la península protagonizado por los reinos cristianos entre los siglos VIII y XV), implica un intento de legitimación de los nuevos reinos que se constituyen y que se consideraban sucesores de los visigodos, basandose en dos premisas: la idea de restauración de la monarquía visigoda y el espíritu de Cruzada contra los infieles. Visión cristiana de un complejo proceso histórico en el que la Aconciencia de reconquista@ puede existir junto a otras diferentes motivaciones.
10 etapa. Siglos VIII-X
El dominio musulmán fue creciendo en las etapas del Emirato Independiente y Califato. Los cristianos ocupan territorios de Galicia, Asturias, norte del valle del Duero y los valles pirenaicos. Durante el reinado de Alfonso III (866-910), se acrecentó la idea de AReconquista@ como recuperación de territorio perdido; y aparece el condado de Castilla. Durante este período se repobló el territorio mediante el Aderecho de presura@ en el reino Astur-leones o de Aaprisio@ en los condados catalanes.
20 etapa. Siglo XI – XIII
Siglo XI
Coincide con la crisis del Califato de Córdoba tras la muerte de Almanzor (1035). Se producirán grandes avances en la reconquista coincidiendo con la crisis política y desaparición del Califato de Córdoba y su transformación en Reinos de Taifas. El objetivo es completar el dominio del valle del Duero. La máxima autoridad de la época fue Sancho III Ael Mayor@ (1000-1035) de Navarra que incorporó por matrimonio los condados de Castilla, por conquista León y Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, y tuvo como vasallos a los condes de Gascuña y Barcelona. Fue el primer rey cristiano que cobró parias a los reinos de Taifas. A su muerte Aragón y Castilla se convirtieron en reinos con sus hijos Ramiro I (1035-1063) de Aragón y Fernando I (1037-1065) de Castilla.
Siglo XII
Durante esta etapa se produce la ocupación de los valles del Tajo y Ebro. Es importante la conquista de Toledo (1085), por parte de Alfonso VI (1072-1109) de Castilla, aunque la posterior intervención de los almorávides frenará temporalmente el avance hacia el sur. También se producen ofensivas cristianas desde Aragón para recuperar el valle del Ebro: Alfonso I Ael Batallador@ (1104-1134) conquista Calatayud, Daroca y Zaragoza (1118).Los reyes de Taifas llamaron en su auxilio a los almorávides que desembarcan en la península desde 1085 y derrotan a Alfonso VI en Sagrajas (o Zalaca) 1086 y Uclés (1108) y a Alfonso I en Fraga (1134), frenando así el impulso conquistador. Poco después una coalición de los reyes cristianos consolidó el dominio de los valles del Tajo y Ebro.
Aragoneses y catalanes se unirán en un único estado, Corona de Aragón en 1162, con Alfonso II (1162-1196), (hijo de D0 Petronila de Aragón -hija de Ramiro II el Monje de Aragón y del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV).Se extienden haci el sur del Ebro, ocupan Tortosa, Lérida (1149), Caspe, Alcañiz, Teruel (1171), y hacia el norte de los Pirineos (Rosellón , Provenza).
Las Coronas de Castilla y Aragón desde mediados del siglo XII acuerdan un reparto previo de las áreas peninsulares que quedaban por conquistar para lo cual se firmaron los tratados de Tudillén (1151) y Cazola(1179). A Castilla le corresponde la ocupación de los valles del Guadiana y Guadalquivir mientras que Aragón se extenderá por el litoral mediterráneo hasta Valencia.
Siglo XIII
A principios del siglo XIII, por parte de Castilla, con la colaboración de las Órdenes Militares se ocuparon sucesivamente, la cuenca media del río Guadiana y parte de Extremadura, durante el periodo de dominación almohade; y la Corona de Aragón la cuenca alta del río Turia. En 1200 se produce la incorporación de Guipúzcoa y Álava a Castilla.
Después de la derrota de Alfonso VIII de CastillaAel de las Navas@ (1158-1214) por los almohades en Alarcos (1195) (Ciudad Real), los cristianos responderán con la bula papal de Cruzada y la formación de un ejército de coalición dirigido por los reyes de Castilla, Aragón y Navarra que obtendrá la victoria de Las Navas de Tolosa (1212).
Bajo el reinado de Fernando III Ael Santo@, se produce la ocupación del bajo Guadiana (Badajoz, 1230), el Guadalquivir entre 1232-1262, conquista Córdoba (1236), Jaén (1246), Sevilla (1248), y Murcia (1243). Desde 1230 se produce la definitiva unión entre los reinos de León y Castilla.
Alfonso X de Castilla Ael Sabio@ (1252-1284), continúa el dominio de Andalucía, Cádiz (1262), y Sancho IV de Castilla (1248-1295), incorpora Tarifa (1292).
(Alfonso X, intento sin conseguirlo, lograr el trono del Sacro Imperio Romano Germánico, al que tenia opción como hijo de la princesa alemana Beatriz de Suabia).
A mediados del siglo XIII, Jaime I de Aragón Ael Conquistador@ (1213-1276), ocupa las cuencas del Turia, Júcar, Segura e islas Baleares, Mallorca (1229), Valencia (1238). La Corona de Aragón, habiendo completado la conquista de tierras, y tras renunciar a los territorios al norte de los Pirineos, inicia la expansión por el Mediterráneo.
El reino de Navarra, aislado y reducido, inicia una etapa de relaciones con Francia.
Desde 1237 únicamente se mantuvo el reino Nazarí de Granada (Almería, Granada, Málaga), vasallo y tributario del Reino de Castilla hasta su desaparición definitiva en 1492. Finalmente, la corona de Castilla decidió la conquista del estrecho para cerrar el paso a nuevas invasiones: Algeciras (1344). La reconquista se paralizó temporalmente coincidiendo con la grave crisis del siglo XIV que afecta tanto a Europa como a la Península Ibérica.
3. Las formas de ocupación del territorio y su influencia en la estructura de la propiedad.
Modelos de repoblación y organización social.
Para afianzar el dominio sobre los territorios conquistados a partir del siglo VIII, los reyes cristianos ven la necesidad de repoblarlas zonas vacías o de buscar sistemas que aseguren el control sobre la población en las zonas que mantenían población mudéjar (musulmana). Este proceso dará lugar a una estructura de propiedad de la tierra con predominio del minifundio y pequeñas propiedades en el norte peninsular y de latifundios muy extensos en la submeseta sur y Andalucía que se ha mantenido hasta nuestros días y a una estructura social acorde a esa estructura de la propiedad.
Los modelos de repoblación que se utilizaron fueron variados según la población disponible y la estructura de poder de cada reino en cada periodo de la expansión territorial de los reinos cristianos.
I. Alta Edad Media: Siglos VIII-X
Los cristianos del norte peninsular se limitaron en principio a resistir los ataques que esporádicamente lanzaban los musulmanes y, en el mejor de los casos, a efectuar pequeños avances sobre las zonas despobladas. (Ribera navarra y costa nororiental de la futura Cataluña).
En los momentos de crisis de Al-Andalus aprovecharon para colonizar territorios que sin control político se hallaban casi semidesiertos. (Ej: repoblación de la Plana de Vic. Llano de Urgell y Cerdaña)
El sistema en Cataluña fue la Aaprisio@, figura legal procedente del derecho romano: ocupación y puesta en cultivo de la tierra. Pasados unos años la tierra ocupada pasaba a ser propiedad. Fue realizada por labriegos, monjes y nobles. Al frente de cada territorio un vizconde y Avegueres@ (vicarios) gobernaban con dependencia de los Condes.
En el norte peninsular y valle del Duero el sistema recibió el nombre de Aderecho de presura@ con el mismo significado que el anterior y tuvo en sus inicios carácter espontáneo por la expansión demográfica de los reinos de Asturias y León aunque desde mediados del siglo IX adquirió carácter oficial pues la efectuaba algún conde en nombre del rey.
Con ambos sistemas surgen pequeños propietarios libres que se agruparon en villas eligiendo sus propias autoridades locales pero desde el siglo X también participaron sectores nobiliarios e instituciones eclesiásticas de los que dependían colonos que pagaban rentas o Aforos@ y vivían agrupados en pequeñas aldeas bajo el control señorial (Señorio).El Señorío es una institución española propia de la Edad Media y Edad Moderna, muy similar a los otros modelos de feudos europeos. El Señorío supone el dominio sobre tierras y hombres, delegado por el Rey en otras personas o colectivos de modo hereditario. El titular acumula la jurisdicción sobre sus vasallos, las rentas y, casi siempre, el patrimonio. Los titulares de los señoríos pueden ser nobles o eclesiásticos (abades, obispos, cabildos u órdenes militares). En virtud del Señorío Jurisdiccional los señores nombraban a las autoridades locales, ejercían la justicia y cobraban tributos. La institución suponía la fuente del poder político de la alta nobleza y su principal recurso económico. El Señorío Territorial va acompañado de la existencia de derechos de propiedad sobre una parte de la tierra, lo que se traduce en el cobro de unos cánones por la misma por parte del campesino. Los Señoríos se originan durante la Edad Media, ante la incapacidad de los monarcas de dirigir el territorio y acometer sus empresas militares a través de un estado centralizado. La peculiaridad de la conquista de Al-Andalus por los reinos peninsulares facilitó la posibilidad de extensión de los señoríos como pago a la colaboración en la empresa de conquista. Desde la Baja Edad Media y durante la Edad Moderna, una alta aristocracia que mantiene el control político ve aumentar sus señoríos pese al fortalecimiento de una monarquía autoritaria. Este engrandecimiento se hace a costa de la cesión de miles de pueblos por la Corona. La institución del Mayorazgo ayuda a perpetuar el poder de las familias aristocráticas. La jurisdicción señorial fue abolida durante el proceso de revolución liberal a comienzos del siglo XIX. Sin embargo, la aristocracia mantuvo su poder sobre la propiedad de la tierra y por extensión su hegemonía política y económica.
II. Plena Edad Media: Siglos XI-XIII
Siglo XI y 10 2 del siglo XII
Tras la conquista de Toledo (1085) por Alfonso VI, rey de Castilla, los cristianos ocupan Extremadura, los Montes de Toledo y el valle medio del río Ebro aprovechando la debilidad de los Reinos de Taifas.
Su repoblación se encargó a los concejos y villas que recibieron extensos alfoces (territorios bajo control del municipio). Los reyes concedían Fueros* (también Cartas Pueblas) o leyes privativas que recogían los límites territoriales, los privilegios fiscales, las prestaciones obligatorias etc. Se regían por los concejos abiertos o asambleas de vecinos. Los concejos repartían las tierras de labor entre los habitantes y además controlaban la organización de las tierras comunales (pastos y bosque).
Cuando las villas o ciudades aumentaron sus habitantes, los concejos abiertos se fueron transformando en concejos reducidos (los notables de la ciudad), formandose oligarquías urbanas que copaban los gobiernos municipales. Este tipo de repoblación se extendió por el valle del Ebro (Daroca, Calatayud, Zaragoza) y entre el Duero y el Tajo (Salamanca, Ávila, Cuéllar, Ciudad Rodrigo).
* Fuero: conjunto de normas jurídicas o leyes otorgadas por los reyes o de origen consuetudinario dadas a una localidad o región que se distingue por ello del conjunto de leyes generales del país.
20 2 del siglo XII y 10 2 del siglo XIII
El avance de la reconquista supuso el dominio sobre amplios territorios del valle del Guadiana, cuenca del Turia e Islas Baleares. A falta de pobladores los reyes pondrán grandes latifundios en manos de la nobleza y clero en La Mancha, Teruel, Extremadura y parte de Andalucía.
Los reyes de la Corona de Aragón en aquellas zonas donde existía una numerosa población mudéjar, prefieren mantenerla, por la negativa de los nobles a dejar salir población de sus dominios; para asegurar así el poder real sobre esas zonas frente al de los nobles, y por los tributos y la producción agrícola que una población con nivel elevado de desarrollo de las técnicas de cultivo les proporcionaba. Aunque ese mantenimiento suponía un riesgo de sublevaciones, al ser relegados los anteriores pobladores a Amorerias@, y sus casas ocupadas por repobladores cristianos que se hacían con el control del poder y de las casas y tierras de los que habían huido.
Las Órdenes Militares* recibieron grandes encomiendas (Institución por la que el monarca entregaba a las ordenes militares la percepción de rentas, territorios, villas, castillos y de la jurisdicción sobre ellos, para encargarse de su defensa frente a los musulmanes) con amplios privilegios señoriales en zonas del Valle del Guadalquivir y Aragón.
Finales del siglo XIII.
Los Concejos, las Órdenes Militares y las grandes familias nobiliarias participaron en el Repartimiento de latifundios trabajados por braceros o jornaleros, habitantes sin tierras, también en áreas del Valle del Guadalquivir y el sur de Levante.
Repartimiento, sistema de repoblación consistente en el reparto de casas y heredades de las poblaciones conquistadas, entre los que habían tomado parte en su conquista, de acuerdo con su condición social, la nobleza y las Ordenes Militares recibieron la mayor parte de las propiedades.
Organización social
La sociedad medieval en la Europa cristiana estaba organizada en estamentos, unos eran grupos sociales privilegiados la nobleza y el clero, y el resto de la sociedad, campesinos y artesanos y burgueses constituían el grupo no privilegiado, Tercer Estado o Estado Llano.
La división estamental es rígida, cerrada, determinada habitualmente por el nacimiento a excepción del bajo clero. No existe movilidad social, las normas legales son diferentes para cada estamento, y unos grupos tienen privilegios, como la exención de impuestos, acceder a los altor cargos de las corte reales,… y otros no.
Esta organización perdura en Europa Occidental hasta la Revolución Francesa.
– Nobleza. La alta nobleza (ricos hombres en Castilla y barones en Aragón) poseía amplios dominios territoriales (señorío territorial) en los cuales gozaban de derechos jurisdiccionales (señorío jurisdiccional) sobre el conjunto de la población de dichas tierras. Recibían rentas e impartían justicia. La alta nobleza ocupaba además los puestos destacados en las cortes reales o ejército.
A finales de la Edad Media y con el fin de mantener su poder instituyeron el mayorazgo (transmisión íntegra del patrimonio territorial al primogénito).
La baja nobleza era amplia: caballeros, hidalgos, infanzones, caballeros villanos… Poseen tierras, caballo y armas; formaban parte del ejército y ejercían cargos y magistraturas en las ciudades de realengo.
– Clero. Dividido en regular (sometido a regla u orden monástica) y secular (en contacto directo con la sociedad civil: Obispo, párroco…)
La iglesia era propietaria de amplios señoríos, actuando igual que la nobleza (abades, obispos, comendadores). El alto clero era de origen nobiliario y el bajo clero provenía de los sectores populares. La iglesia además aumentó sus propiedades no sólo por la repoblación, sino por donaciones reales o de los fieles (Abienes de manos muertas@).
Recibían un impuesto con carácter universal: el diezmo. – Tercer Estado o Estado llano
Representa a la inmensa mayoría de la población. El grupo más numeroso eran los campesinos dedicados al trabajo de la tierra; existían situaciones variadas, desde pequeños propietarios hasta colonos, braceros y jornaleros, en función de la ocupación y repoblación de los diferentes territorios a lo largo de la reconquista.
Aquellos que vivían en tierras de realengo tenían en general condiciones de vida más llevaderas que los que eran dependientes de un noble. Los campesinos libres que se agrupaban en concejos o villas disfrutaban además del uso de tierras comunales y baldíos.
Una pequeña parte habitaba en las villas o ciudades. Se diferenciaban internamente entre la población urbana más pobre y la rápida aparición de una burguesía o clase urbana dedicada a la artesanía y prácticas comerciales, muchas veces enfrentadas entre sí, y que desde el siglo XII, lucharon por aumentar sus derechos logrando participación en las Cortes medievales.
Minorías y marginados
Las minorías religiosas eran los mudéjares (población de religión musulmana) muy abundantes en la Corona de Aragón y Reino de Valencia, dedicados a la agricultura, artesanía, alfarería… y los judíos, que como no podían poseer tierras habitaban en las Ajuderías@ de las ciudades dedicados a la banca, comercio y práctica de la medicina. Padecieron frecuentes persecuciones y muchos de ellos se convirtieron recibiendo el nombre de conversos o cristianos nuevos.
Existían minorías económicas como los grupos marginales de mendigos y vagabundos, ladrones y la comunidad de leprosos, muy habitual en la Europa medieval. También aparecen pequeños núcleos de comerciantes y banqueros de otros lugares que se asientan en la península (ej: los genoveses en Sevilla).
4. Diversidad cultural: Cristianos, musulmanes y judíos. Una cultura plural.
El panorama cultural de la Península Ibérica en la Edad Media era plural por la existencia de mudéjares en territorios cristianos, mozárabes en los musulmanes y judíos en ambos, lo que propició el contacto frecuente y el intercambio de conocimientos entre las tres culturas. Tras la caída del Imperio Romano, la Iglesia se convirtió en transmisora de cultura y los centros de instrucción eran, al principio, Escuelas Monacales y más tarde catedralicias y superiores. En el siglo XIII aparecen las primeras AUniversidades@ o AEstudios Generales@ creadas y apoyadas por la monarquía, que necesitaba de los letrados y profesionales que de ellas saldrían para el gobierno de sus reinos (Palencia, 1212, Valladolid, Salamanca,… Lérida, 1300, Huesca, Barcelona,… ).
Una de las mejores muestras de colaboración entre las tres culturas fueron los centros de traducción del árabe como los de Tudela y Tarazona o el impulsado por el arzobispo Raimundo en Toledo (Escuela de traductores de Toledo). Esta ciudad cobró prestigio traduciendo obras científicas, filosóficas y literarias al latín, tarea apoyada por Alfonso X el sabio.
Otro foco de difusión cultural fundamental es el Camino de Santiago, que desde Europa llegaba a España por los Pirineos y siguiendo el curso del río Duero conducía hasta la iglesia que Alfonso II el casto ordenó construir sobre el sepulcro del apóstol Santiago. peregrinación penetraban las nuevas corrientes de pensamiento y avances europeos. Entre los personajes destacados por su aportación intelectual, ademas de los nombres aportados por los reinos musulmanes, entre los estados cristianos, deben citarse los de Alfonso X, el Sabio y el de Raimundo Lulio (Ramon Llul)
Alfonso X, destaca por su aportación literaria, en gallego-portugués, las Cantigas , las más conocidas las ACantigas de Santa María@, y en castellano su labor historiográfica, Estoria de España y la General Estoria, así como el tratado de derecho civil, penal y eclesiástico AEl libro de las Leyes@ o ACódigo de las Siete Partidas@, tradujo libros del astrología y astronomía al latín y castellano, e incluso escribió obras recreativas como el ALibro del axedrez, dados e tablas@.
Raimundo Lulio, mallorquín, filosofo, poeta, gramático y teólogo, cortesano en la corte de Jaime II de Mallorca, se convirtió en monje, y para extender la fe cristiana viajó por Europa y el Mediterráneo, y escribió libros en árabe, catalán y latín, Ars Magna, Libro de la contemplación (de Dios), Lógica, Dialogo del gentil con los tres sabios, y creó centros de estudio de las lenguas hebrea, árabe, caldea y griega.
5. La Península Ibérica en la edad media: manifestaciones artísticas
Alta Edad Media (siglos VIII-XII)En la mitad norte de la Península, la cultura y el arte fueron la mejor expresión de la sociedad rural de carácter feudal, dominadas por guerreros y clérigos que poblaron los primeros condados y reinos cristianos. El arte y la cultura fueron casi exclusivamente religiosos y tuvieron su manifestación más brillante en la construcción de monasterios, catedrales e iglesias.
Arte Prerrománico. Arte Asturiano
La principal manifestación artística de los primeros reinos cristianos de España es la arquitectura asturiana (siglos VIII a X). Es un arte de tradición visigoda con influencias francas, bizantinas y árabes. Su innovación más importante es el empleo de la bóveda de medio cañón, precedente del arte románico. La obra maestra de este estilo es, sin duda, el AULA REGIA (Santa María del Naranco), cerca de Oviedo, construida durante el reinado de Ramiro I (842-850). Destacó igualmente su orfebrería (La cruz de los Ángeles, la cruz de la Victoria,…).
Arte Prerrománico. Arte Mozárabe
Durante el siglo X, se desarrollan unas manifestaciones artísticas que se conocen como ARTE MOZÁRABE, o del MILENIO (en torno al año 1000), o de REPOBLACIÓN, tanto en territorio islámico como cristiano. Iglesias que se caracterizan por la gran variedad de plantas, las dimensiones reducidas, el empleo del arco de herradura califal y de diversas bóvedas, como las de gallones y de nervios de tipo cordobés. En la decoración se siguen modelos del arte islámico. Santa María de Melque (Toledo), San Miguel de Escalada (León), San Baudilio de Berlanga (Soria),…
La pintura alcanza un notable desarrollo por su calidad, fuerza expresiva y rico cromatismo, en las miniaturas que iluminan los códices -tal vez inspirados en los visigodos que no han llegado hasta la actualidad- de comentarios a la Biblia, de entre los que destaca el Apocalipsis. En estas pinturas se observa la influencia islámica tanto como de contactos con Irlanda y Francia.
Los Comentarios al Apocalipsis fueron escritos por un monje del monasterio de Liébana, llamado Beato. Al estar ilustrados, los comentarios alcanzan un gran éxito, por lo que los encargos para realizar «copias» fueron enormes. Los copistas con más talento artístico podían variar las escenas originales; por eso, al conjunto de estos libros se le conoce con el nombre de beatos.
Arte RománicoFue un arte europeo, que llegó a la Península a través del camino de Santiago y de los pequeños condados pirenaicos de Navarra, Aragón y Cataluña. Es el primer estilo europeo uniforme. Los monjes cluniacenses desde Francia lo introdujeron en España a partir del siglo XI. Los primeros ejemplos se encuentran en Cataluña.
El románico de influencia francesa se introdujo en España con las peregrinaciones a Santiago de Compostela. En el Camino de Santiago se construyeron numerosas iglesias románicas (…San Isidoro de León, San Martín de Frómista…..). Pero la obra más importante en este estilo es la CATEDRAL DE SANTIAGO, en la que destacan las bellísimas esculturas del Pórtico de la Gloria.
También se construyeron muchas catedrales e iglesias románicas en época más tardía, muy evolucionadas y con influencias orientales, como la Catedral Vieja de Salamanca, la de Zamora y las iglesias de San Juan del Duero (Soria) y de San Vicente de Ávila.
La escultura y pintura están al servicio de la arquitectura y tenían un fin didáctico a ojos de los fieles. Pierde el sentido naturalista ya que la Iglesia evangeliza a una sociedad iletrada haciendo prevalecer en las imágenes el contenido espiritual de las mismas.
Arte Cisterciense
Desde mediados del siglo XII los monjes del Cister introdujeron en la Península un arte de transición, que dará con el tiempo origen al arte gótico. En este estilo cisterciense se construyeron edificios más sencillos, pero también más esbeltos y luminosos. Los primeros ejemplos son los monasterios de Poblet (Tarragona), Moreruela (Zamora) y Las Huelgas (Burgos).
Entre los siglos XIII y XV, el nacimiento de una mentalidad burguesa, urbana y mercantil comportó el inicio de un proceso de cierta secularización por el cual las manifestaciones culturales y artísticas, dejaron de ser patrimonio exclusivo de clérigos.
Arte Gótico
En el terreno artístico, el estilo gótico, simbolizó los nuevos tiempos. La gran manifestación del gótico religioso fue la construcción de grandes y esbeltas catedrales en el centro de las principales ciudades, especialmente en la Corona de Castilla. Los edificios son más altos, amplios y luminosos. Ejemplos religiosos son, durante el siglo XIII, las catedrales de Burgos, Toledo León y Sevilla (aunque más tardía: siglo XV). Tuvo un gran desarrollo el gótico civil, impulsado por el patriciado urbano, por las corporaciones mercantiles y por los poderes municipal y real. Este arte se expresó en la construcción de refinados edificios públicos – con más profusión en la Corona de Aragón, donde había más desarrollo de la burguesía – (ayuntamientos, lonjas de comercio, hospitales…) y de palacios reales y señoriales junto a castillos.
Arte Mudejar
Los reinos cristianos medievales de la península ibérica integran en su seno a habitantes no sólo cristianos, sino también a muchos musulmanes y algunos judíos. Esta complicada convivencia con las tradiciones e influencias de cada grupo da originalidad a la denominada arquitectura mudéjar, de la que se dice que pudiera ser el único tipo de construcción peculiarmente española.
Las características de esta arquitectura resultan de una síntesis de elementos musulmanes y cristianos y de aceptación en la sociedad cristiana del arte islámico para sus propias expresiones. Se logra así una síntesis de elementos distintos que se conjugan en la estética característica de «lo mudéjar», síntesis que es lo que da singularidad a la gran variedad, geográfica y temporal, de las manifestaciones de la arquitectura mudéjar.
La arquitectura cristiana aporta la tipología y la función: románica, gótica o renacentista, pues cristianos son en su mayoría los que encargan y necesitan los edificios. Pero la pervivencia de la arquitectura mudéjar frente a las corrientes europeas se puede explicar por el mantenimiento del gusto por este tipo de arquitectura en la sociedad hispanocristiana. Por ejemplo el uso de armaduras de madera para las cubiertas, que van a tener una importante repercusión en la arquitectura hispánica posterior y hasta en la hispanoamericana.
Esta arquitectura no sólo es la realizada por los moros vencidos, los mudéjares, sino que abarcan una totalidad de posibilidades: iglesias pobres y capillas catedralicias, reconstrucciones urbanas y murallas y castillos, casas y palacios, y que son encargadas tanto por simples habitantes de pueblos y ciudades hasta nobles y reyes, la Iglesia diocesana, las órdenes religiosas y hasta las comunidades judías.
Prueba de ello son las casas y las obras públicas de Daroca (Zaragoza) o Toledo, los castillos y palacios de Coca (Segovia), de la Mota en Medina del Campo (Valladolid), de Escalona (Toledo), la Puerta del Sol de Toledo, los Reales Alcázares de don Pedro I en Carmona y Sevilla, el Alcázar de Segovia, o la Casa de Pilatos), en Sevilla.
Las iglesias mudéjares abundan en pueblos de Aragón, Castilla y León, y por fundación real se construye la capilla de las Claustrillas o de la Asunción, en el monasterio de Las Huelgas (Burgos). Mudéjares son los monasterios de benedictinos cluniacenses en Sahagún y San Pedro de Dueñas, en León; los cistercienses de Veruela (Zaragoza), Monasterio de Piedra (Zaragoza), y La Lugareja, en Arévalo (Ávila), aunque estos monjes siguen mayoritariamente su propio estilo constructivo.
Las órdenes Militares de Calatrava, Montesa y del Santo Sepulcro usan el mudéjar para sus fortalezas y conventos, y también las órdenes mendicantes, franciscanos (convento de la concepción Francisca, en Toledo) o clarisas, los jerónimos (Monasterio de Guadalupe, Cáceres) y los grupos judíos para las sinagogas (del Tránsito y de Santa María la Blanca en Toledo).